Unidad 4 dios uno y trino EN LA ILUSTRACIÓN, LA TRINIDAD. SE TRATA DE UN GRABADO DE ALBERTO DURERO, REALIZADO EN 1511. SE CONSERVA EN EL MUSEO BRITÁNICO, DE LONDRES. EL SER MISMO DE DIOS ES AMOR. AL ENVIAR EN LA PLENITUD DE LOS TIEMPOS A SU HIJO ÚNICO Y AL ESPÍRITU DE AMOR, DIOS REVELA SU SECRETO MÁS ÍNTIMO; ÉL MISMO ES UNA ETERNA COMUNICACIÓN DE AMOR: PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO, Y NOS HA DESTINADO A PARTICIPAR EN ÉL. Esquema ESTE ES EL ESQUEMA QUE SIGUE EL TEXTO. LÉELO ANTES DE PONERTE A ESTUDIAR. 1. «CREO EN UN SOLO DIOS» 2. CREO EN UN DIOS TRINIDAD: PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO 2.1. La Trinidad económica es la Trinidad inmanente 2.2. Dios se ha revelado como Trinidad 3. LA SANTÍSIMA TRINIDAD EN LA DOCTRINA DE LA FE 3.1. La formulación del dogma trinitario 3.2. Las obras divinas y las misiones trinitarias PRIMER CUATRIMESTRE - UNIDAD 4 PÁGINA 37
bibliografía LA UNIDAD HA SIDO CONFECCIONADA USANDO LAS OBRAS CITADAS MÁS ABAJO. Catecismo de la iglesia católica, nn. 199-267. para estudiar LEE EL TEXTO, HAZ UN ESQUEMA Y ANOTA LAS DUDAS QUE TE SURJAN. 1. «CREO EN UN SOLO DIOS» La confesión de fe: "Creo en un solo Dios" tiene su raíz en la Revelación. Toda la historia de la salvación se hace reflejo de esta verdad: a Israel, su elegido, Dios se reveló como el Único: «Escucha Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza» 45. También Jesús mismo confirma que Dios es «el único Señor» y que es preciso amarle con todo el corazón, con toda el alma, con todo el espíritu y todas las fuerzas 46. Dios se reveló a Israel dándole a conocer su Nombre 47. La revelación del Nombre Divino, hecha a Moisés en la teofanía de la zarza ardiente, en el umbral del Éxodo y de la Alianza del Sinaí, demostró ser la revelación fundamental tanto para la Antigua como para la Nueva Alianza. Ahora veremos cómo se define Dios a sí mismo: a) El Dios vivo. Dios llama a Moisés desde una zarza que arde sin consumirse y le dice: «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob» 48. Dios es el Dios de los padres, de los patriarcas. Es el Dios fiel y compasivo que se acuerda de ellos y de sus promesas y viene a librar a sus descendientes de la esclavitud. b) «Yo soy el que soy». Al revelar su nombre misterioso de YHWH («Yo soy el que es» o «Yo soy el que soy»), Dios dice quién es y con qué nombre se le debe llamar 49. Además anuncia su ser a favor de los hombres: «yo soy el que actúa para vosotros». Es el Dios que en el pasado salvó a los padres y que ahora promete su fidelidad para el porvenir; el Dios lleno de bondad, misericordia y clemencia 50. Dios, «el que es», se reveló a Israel como el que es «rico en amor y fidelidad» 51. Estos dos términos expresan de forma condensada las riquezas del Nombre divino. En todas sus obras, Dios muestra su benevolencia, su bondad, su gracia, su amor; pero también 45 Dt 6,4-5. 46 Ver Mc 12,29-30. 47 En el ambiente judío, el nombre expresa la esencia, la identidad de la persona y el sentido de su vida. Dios tiene un nombre y al comunicarlo se da a conocer a los otros haciéndose accesible, capaz de ser más íntimamente conocido y de ser invocado personalmente. 48 Ex 3,6. 49 Es a la vez un Nombre revelado y como la resistencia a tomar un nombre propio, y por esto mismo expresa mejor a Dios como lo que él es, infinitamente por encima de todo lo que podemos comprender o decir. 50 Ver Ex 34,5-6. 51 Ex 34,6. PÁGINA 38 ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - DIÓCESIS DE JAÉN
su fiabilidad, su constancia, su fidelidad, su verdad. c) Dios es la Verdad. Dios es la Verdad misma, sus palabras no pueden engañar. Por ello el hombre se puede entregar con toda confianza a la verdad y a la fidelidad de la palabra de Dios en todas las cosas. La verdad de Dios es su sabiduría que rige todo el orden de la creación y del gobierno del mundo. d) Dios es Amor. A lo largo de su historia, Israel pudo descubrir que Dios sólo tenía una razón para revelársele y escogerlo entre todos los pueblos como pueblo suyo: su amor gratuito 52. E Israel comprendió, gracias a sus profetas, que también por amor Dios no cesó de salvarlo 53 y de perdonarle su infidelidad y sus pecados 54. El amor de Dios a Israel es comparado al amor de un padre a su hijo 55. Este amor vencerá incluso las peores infidelidades 56 ; llegará hasta el don más precioso: «Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único» 57. Pero San Juan irá todavía más lejos al afirmar: «Dios es Amor» 58 ; el ser mismo de Dios es Amor. Al enviar en la plenitud de los tiempos a su Hijo único y al Espíritu de Amor, Dios revela su secreto más íntimo 59 ; él mismo es una eterna comunicación de amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y nos ha destinado a participar en él. 2. CREO EN UN DIOS TRINIDAD: PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO Los cristianos somos bautizados «en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» 60. Tenemos pues que afirmar que nuestra fe es en un Dios Uno y Trino. Somos bautizados en «el nombre» del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y no en «los nombres» de estos, pues no hay más que un solo Dios, el Padre todopoderoso y su Hijo único y el Espíritu Santo: la Santísima Trinidad. El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de todos los otros misterios de la fe; es la luz que los ilumina. Toda la historia de la salvación no es otra cosa que la historia del camino y los medios por los cuales el Dios verdadero y único, Padre, Hijo y Espíritu Santo, se revela, reconcilia consigo a los hombres, apartados por el pecado, y se une con ellos. 2.1. La Trinidad económica y la Trinidad inmanente 61 A la esencia de Dios en sí, que es Padre, Hijo y Espíritu la llamarnos Trinidad inmanente. Ésta se nos ha revelado en la historia de la salvación con la encarnación del Hijo y el envío del Espíritu Santo; a esta manifestación externa de Dios la llamamos Trinidad económica. Las obras 52 Ver Dt 4,37; 7,8; 10,15. 53 Ver Is 43,1-7. 54 Ver Os 2. 55 Os 11,1. 56 Ver Ez 16; Os 11. 57 Jn 3,16. 58 1 Jn 4,8.16. 59 Ver 1 Cor 2,7-16; Ef 3,9-12. 60 Mt 28,19. 61 Los Padres de la Iglesia distinguen entre la «Theologia» y la «Oikonomia», designando con el primer término el misterio de la vida íntima del Dios-Trinidad o Trinidad inmanente. Con el segundo, todas las obras de Dios por las que revela y comunica su vida a los hombres o Trinidad económica. Aquí la palabra economía no se refiere al dinero, tal y como hoy estamos acostumbrados a usarla, sino a su sentigo primigenio, Literalmente significa «gobierno de la casa», y de allí pasó a significar planificación o programación en cualquier sentido. Esta idea la expresamos los cristianos hoy cuando hablamos del «plan de salvación» de Dios. PRIMER CUATRIMESTRE - UNIDAD 4 PÁGINA 39
de Dios revelan quién es en sí mismo; e inversamente, el misterio de su Ser íntimo ilumina la inteligencia de todas sus obras. Así sucede, también, entre las personas humanas, la persona se muestra en su obrar y a medida que conocemos mejor a una persona, mejor comprendemos su obrar. Sólo podemos conocer el misterio de la Trinidad porque Dios nos lo ha comunicado: en su obra de Creación y en su Revelación a lo largo del Antiguo y Nuevo Testamento. Así hemos conocido el ser íntimo de Dios. 2.2. Dios se ha revelado como Trinidad a) El Padre revelado por el Hijo. En Israel, Dios es llamado Padre en cuanto Creador del mundo 62. Pues aún más, es Padre en razón de la alianza y del don de la Ley a Israel, su «primogénito» 63. Es Padre del rey de Israel 64, y muy especialmente «el Padre de los pobres», del huérfano y de la viuda, que están bajo su protección amorosa 65. Pero Qué queremos decir cuando llamamos a Dios Padre?. Destacamos dos aspectos: 1) que Dios es el Creador, el origen primero de todo y autoridad trascendente, 2) que es al mismo tiempo bondad y solicitud amorosa para todos sus hijos. Esta ternura paternal de Dios puede ser expresada también mediante la imagen de la maternidad 66 que indica más expresivamente la cercanía de Dios, la intimidad entre Dios y su criatura 67. Jesús ha revelado que Dios es «Padre» en un sentido nuevo: 1) no lo es sólo en cuanto Creador; 2) Él es eternamente Padre en relación a su Hijo único que nos lo ha revelado: «Nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce nadie sino el Hijo, y aquel a OTRA REPRESENTACIÓN DE LA TRINIDAD DE ALBERTO DURERO. ES UN DETALLE DE LA OBRA LLAMADA LA ADORACIÓN DE LA TRINIDAD, FECHADA EN 1511. 62 Ver Dt 32,6; M12,10. 63 Ex 4,22. 64 Ver 2 Sam 7,14. 65 Ver Sal 68,6. 66 Ver Is 66,13; Sal 131,2. 67 Pero la experiencia nos dice que los padres humanos no son perfectos y que pueden desfigurar la imagen de la paternidad y de la maternidad. Conviene recordar, entonces, que Dios va más allá de la distinción humana de los sexos. No es hombre ni mujer, es Dios. También va más allá de la paternidad y la maternidad humanas; nadie es padre como lo es Dios. PÁGINA 40 ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - DIÓCESIS DE JAÉN
quien el Hijo se lo quiera revelar» 68. Jesús tuvo conciencia de ser Hijo amado del Padre y así nos lo comunicó. Esta verdad revelada por Jesucristo la Iglesia la formuló dogmáticamente. Siguiendo la tradición apostólica, la Iglesia confesó en el año 325 en el primer concilio ecuménico de Nicea que el Hijo es «consubstancial» (de la misma substancia divina) al Padre, es decir, un solo Dios con Él. El segundo concilio ecuménico, reunido en Constantinopla en el año 381, conservó esta expresión en su formulación del Credo de Nicea y confesó «al Hijo Único de Dios, engendrado del Padre antes de todos los siglos, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado no creado, consubstancial al Padre» 69. b) El Padre y el Hijo revelados por el Espíritu Antes de su Pascua, Jesús anuncia el envío de «otro Paráclito» (Defensor), el Espíritu Santo. Este, que actuó ya en la Creación 70 y «que habló por los profetas» (Credo de Nicea-Constantinopla), estará ahora junto a los discípulos y en ellos 71, para enseñarles 72 y conducirlos «hasta la verdad completa» 73. El Espíritu Santo es revelado así como otra persona divina con relación a Jesús y al Padre. El origen eterno del Espíritu se revela en su misión 74 temporal. El Espíritu Santo es enviado a los Apóstoles y a la Iglesia tanto por el Padre en nombre del Hijo, como por el Hijo en persona, una vez que vuelve junto al Padre 75. El envío de la persona del Espíritu tras la glorificación de Jesús (cf. Jn 7,39), revela en plenitud el misterio de la Santa Trinidad. La fe apostólica relativa al Espíritu fue confesada por el segundo Concilio ecuménico en el año 381 en Constantinopla: «Creemos en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre» 76. El origen eterno del Espíritu Santo está en conexión con el del Hijo: El Espíritu Santo, que es la tercera persona de la Trinidad, es Dios, uno e igual al Padre y al Hijo, de la misma sustancia y también de la misma naturaleza. El Credo del Concilio de Constantinopla (año 381) confiesa: «Con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria» 77. La tradición latina del Credo confiesa que el Espíritu «procede del Padre y del Hijo». 3. LA SANTÍSIMA TRINIDAD EN LA DOCTRINA DE LA FE 3.1. La formulación del dogma trinitario Durante los primeros siglos 78, la Iglesia formula más explícitamente su fe trinitaria tanto 68 Mt 11,27. 69 DS 150. 70 Ver Gn 1,2. 71 Ver Jn 14,17. 72 Ver Jn 14,16. 73 Jn 16,13. 74 Cuando usamos el término misión nos estamos refiriendo al envío que el Padre hace de su Hijo al mundo y el envió que el Padre y el Hijo hacen del Espíritu a los hombres. 75 Ver Jn 14,26; 1 5,26; 16,14. 76 DS 150. 77 DS 150. 78 La verdad revelada de la Santa Trinidad ha estado desde los orígenes en la raíz de la fe viva de la Iglesia, principalmente en el acto del bautismo. Encuentra su expresión en la regla de la fe bautismal, formulada en la predicación, la catequesis y la oración de la Iglesia. Estas formulaciones se encuentran ya PRIMER CUATRIMESTRE - UNIDAD 4 PÁGINA 41
para profundizar su propia inteligencia de la fe como para defenderla contra los errores que la deformaban. Esta fue la obra de los Concilios antiguos, ayudados por el trabajo teológico de los Padres de la Iglesia y sostenidos por el sentido de la fe del pueblo cristiano. a) Terminología t rinit aria. Para poder formular y expresar el misterio de Dios Trinidad, la Iglesia debió crear una terminología propia con ayuda de nociones de origen filosófico: «substancia», «persona» o «hipóstasis», «relación», etc. Pasemos brevemente a analizar cada uno de estos términos: «Substancia» (traducido a veces también por «esencia» o por «naturaleza») para designar el ser divino en su unidad. «Persona» o «hipóstasis» para designar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo en su distinción real entre sí. «Relación» para designar el hecho de que su distinción reside en la referencia de cada uno a los otros. b) El dogma de la Santísima Trinidad La Trinidad es una. No confesarnos tres dioses sino un solo Dios en tres personas: «la Trinidad consubstancial» 79. Las personas divinas no se reparten la única divinidad, sino que cada una de ellas es enteramente Dios. Las personas divinas son realmente distintas entre sí. «Padre», «Hijo», «Espíritu Santo» no son simplemente nombres que designan modalidades del ser divino, pues son realmente distintos entre sí. Son distintos entre sí por sus relaciones de origen: «El Padre es quien engendra, el Hijo quien es engendrado, y el Espíritu Santo es quien procede». En los nombres relativos de las personas, el Padre es referido al Hijo, el Hijo lo es al Padre, el Espíritu Santo lo es a los dos; sin embargo, cuando se habla de estas tres personas considerando las relaciones se cree en una sola naturaleza o substancia. 3.2 Las obras divinas y las misiones trinitarias Dios es amor: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios quiere comunicarse libremente con los hombres para hacerlos hijos suyos 80 a imagen del Hijo y gracias al Espíritu que es el que nos hace gritar «Abba, Padre» 81. Toda la historia de la salvación a favor de los hombres es obra común de las tres personas divinas. Porque la Trinidad, del mismo modo que tiene una sola y misma naturaleza, así también tiene una sola y misma misión. Sin embargo, cada persona divina realiza la obra común según su propiedad personal 82. Así la Iglesia confiesa, siguiendo al Nuevo Testamento 83 : «uno es Dios y Padre de quien proceden todas las cosas, un solo el Señor Jesucristo por el cual son todas las cosas, y uno el Espíritu Santo en quien son todas las cosas. El fin último de toda la historia de la salvación es introducir a las criaturas en la unidad de en los escritos apostólicos, como este saludo recogido en la liturgia eucarística: «La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros» (2 Co 13,13; Ver 1 Cor 12,4-6; Ef 4,4-6). 79 Concilio de Constantinopla II, año 553: DS 421. 80 Ver Ef 1,4-5. 81 Ver Rom 8,15. 82 Al Padre se le asigna la Creación, el llamamiento a ser hijos, el envío del Hijo y del Espíritu Santo, el inicio de la salvación. El Padre es el término y fin de la acción de Cristo y del Espíritu. Al Hijo se le asigna la revelación del Padre a los hombres, la inauguración del Reino, de rescate de los hombres llevándolos al Padre, de ser su Cabeza, de dar el don del Espíritu. Al Espíritu se le asignan las acciones propias en la salvación: produce la unidad y la caridad en la Iglesia, saborear el plan de Dios, distribuir dones y ministerios en la Iglesia, conduce y guía al Pueblo de Dios, santifica a los cristianos, gobierna a la Iglesia, configura con Cristo, hace testigos. 83 Ver 1 Co 8,6. PÁGINA 42 ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - DIÓCESIS DE JAÉN
la Trinidad 84. Pero desde ahora somos llamados a ser habitados por el Dios Trinidad: «Si alguno me ama dice el Señor guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él» 85. resumen AQUÍ TIENES EL RESUMEN DEL TEMA QUE HEMOS DESARROLLADO EN LAS PÁGINAS PRECEDENTES. El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Sólo Dios puede dárnoslo a conocer revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo. La Encarnación del Hijo de Dios revela que Dios es el Padre eterno, y que el Hijo es consubstancial al Padre, es decir, que es en él y con él el mismo y único Dios. La misión del Espíritu Santo, enviado por el Padre en nombre del Hijo (ver Jn 14,26) y por el Hijo «de junto al Padre» (Jn 15,26), revela que él es con ellos el mismo Dios único. «Con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria». Por la gracia del bautismo «en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» somos llamados a participar en la vida de la Trinidad, aquí abajo en la oscuridad de la fe y, después de la muerte, en la luz eterna. La fe católica es esta: que veneremos un Dios en la Trinidad y la en la unidad, no confundiendo las personas, ni separando las substancias; una es la persona del Padre, otra la del Hijo, otra la del Espíritu Santo; pero del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo una es la divinidad, igual la gloria. Las personas divinas, inseparables en su ser, son también inseparables en su obrar. Pero en la única operación divina cada una manifiesta lo que le es propio en la Trinidad, sobre todo en las misiones divinas de la Encarnación del Hijo y del don del Espíritu Santo. para reflexionar ESTE MATERIAL TE AYUDARÁ A ENTENDER MEJOR Y A PROFUNDIZAR EL TEMA. 1 Misterio trinitario y espiritualidad. Toda la vida cristiana se edifica sobre un hecho fundamental: Dios se nos ha dado y nos invita a responder a su donación. Dios, Uno y Trino, nos crea, nos eleva al orden sobrenatural y nos lleva a la santidad, es decir, a conocer y participar de su vida trinitaria. 84 Ver Jn 17,21-23. 85 Jn 14,23. PRIMER CUATRIMESTRE - UNIDAD 4 PÁGINA 43
La vida espiritual aparece así en su auténtica dimensión: como el esfuerzo personal por ser consecuentes con la acción de Dios Trino en nosotros. Vida que pide docilidad al Espíritu Santo, espíritu de oración y filiación, y aceptación positiva y alegre de la Cruz de Cristo. Los actos del cristiano tienen su más profundo valor en que verdaderamente conducen por Dios a Cristo mismo; de que están vivificados e impulsados por el Espíritu Santo y tienden a la semejanza con Cristo; de que, en definitiva, nacen y acaban en un encuentro personal con nuestro Padre Dios. Implicaciones del misterio de la Trinidad para el cristiano: 1) La adoración. Cómo no dar gloria, bendecir y hacer acciones de gracias al huésped divino que hace de nuestra alma un verdadero santuario? 2) El amor. Dios, a pesar de su infinitud, baja hasta nosotros como el más amoroso padre hasta su hijo, cómo no corresponder a su amor? Este amor será penitente, agradecido, de amistad y generoso. 3) La imitación. El amor nos llevará a la imitación de la Santísima Trinidad, según cabe a nuestra flaqueza. 4) Creer en Dios, el Único, y amarlo con todo el ser tiene consecuencias inmensas para toda nuestra vida: es reconocer la grandeza y la majestad de Dios. Es vivir en acción de gracias. Es reconocer la unidad y la verdadera dignidad de todos los hombres. Es usar bien de las cosas creadas: Es confiar en Dios en todas las circunstancias, incluso en la adversidad. 5) La Iglesia se contempla como surgiendo del amor trinitario, amor del Padre por el Hijo en el Espíritu Santo. para escribir SIGUE LAS INSTRUCCIONES Y ESCRIBE TU REFLEXIÓN EN EL CUADERNO DE TRABAJO. 1 2 Define los siguientes términos, usando tus propias palabras. Recuerda que se trata de definirla en el sentido que tienen en su relación con el tema que hemos estudiado. a) Trinidad inmanente b) Trinidad económica c) Sustancia d) Persona e) Relación a) Cómo explicarías a una persona sencilla el Misterio de la Santísima Trinidad? b) Reflexiona acerca de las implicaciones espirituales del misterio del Dios Trinidad en tu vida: si Dios es Amor y Comunión, Qué me pide en la comunidad eclesial y en el mundo donde vivo como cristiano?. PÁGINA 44 ESCUELA DE FUNDAMENTOS CRISTIANOS - DIÓCESIS DE JAÉN