Lunes Empezamos la semana del Domund Muy buenos días: Durante esta semana recordaremos en toda la Iglesia a las Misiones. Es decir, el próximo domingo será el Domingo Mundial de las misiones. Es lo que se llama DOMUND. Todos los años, en el penúltimo domingo de octubre, tenemos en cuenta este acontecimiento. Y si miras al calendario, te darás cuenta de que el día 21 es el penúltimo domingo de este mes. Bueno, pues nosotros iremos recordando estos días algunas cosas sobre ese tema tan importante para los seguidores de Jesús. La verdad es que, a la gente una de las cosas que más impresiona, es ver cómo hay muchos cristianos voluntarios que dejan sus cosas para ayudar a tantos niños pobres y necesitados como hay en el mundo. Y... qué podemos hacer nosotros en esta semana del DOMUND? Porque podemos ser misioneros o misioneras desde nuestro colegio. Por ejemplo, seremos misioneros: - Si hacemos bien las cosas en cada momento. - Si queremos mucho a Jesús y a María Auxiliadora y le pedimos por los más pobres del mundo. - Si procuramos llevarnos bien con los compañeros y compañeras de la clase. - Si damos alguna ayuda para que los misioneros y misioneras sigan trabajando por los más desfavorecidos. Bueno, a ver si es verdad que se nota que somos solidarios y generosos estos días, y que hay un buen nivel en nuestro colegio. ORACIÓN DIOS, PADRE DE TODOS : HOY QUEREMOS REZAR POR LOS NIÑOS Y NIÑAS DEL TERCER MUNDO. PEDIMOS DE TODO CORAZÓN QUE PUEDAN SOLUCIONARSE SUS PROBLEMAS. TE LO PEDIMOS CON FE. AMÉN.
Martes EL ESPANTAPÁJAROS Muy buenos días en esta semana del DOMUND. Tal vez ya hayas oído esta historia. Pero, la verdad, a mí siempre me ha gustado recordar las cosas bonitas. Es como cuando ves una película. A veces te ha gustado tanto, que no te importa volver a verla y volver a disfrutar con ella. Bueno, pues esto era una vez un labrador muy tacaño. Un día tuvo una idea: Construiré un espantapájaros y de este modo alejaré a los animales de mi huerto Se puso manos a la obra y, una vez terminado el espantapájaros, le colocó unas ropas rotas y feas y, de un golpe seco, lo hincó en la tierra. Allí se quedó el espantapájaros, moviéndose al ritmo del viento. Una tarde un gorrión voló sobre el huerto buscando trigo. Le dijo al espantapájaros: Déjame coger trigo para mis hijos. Después de dudar un momento, el espantapájaros dijo: No puedes coger trigo del huerto, porque mi amo se enfadaría. Pero puedes coger los dientes de mi boca que son granos de trigo. El gorrión los cogió y, de alegría, besó su frente de calabaza. Una mañana entró un conejo en el huerto. Tengo hambre dijo quiero una zanahoria. Y tanto le dolía al espantapájaros ver al pobre conejo hambriento, que le dijo: No puedes llevarte una del huerto, porque mi amo se enfadaría. Pero puedes coger mi nariz, que es una enorme zanahoria. Cuando el conejo se llevó la zanahoria, el espantapájaros quiso cantar de alegría, pero no tenía boca, ni nariz. Sin embargo estaba muy contento. Poco a poco fue dando todo lo que tenía: a un gallo le dio los ojos que eran granos de maíz; a un vagabundo le dio la ropa. Por último, llegó un niño que buscaba comida para su madre. Pobre niño pensó el espantapájaros te doy mi cabeza que es una hermosa calabaza. Al final, el espantapájaros se quedó solo con los palos en forma de cruz que le había puesto el labrador. Lo había dado todo. Pero, en medio de esos palos, nació un corazón que hizo crecer un hermoso árbol lleno de enormes frutos que los animales podían coger. Y es que el propio Dios había visto la generosidad del espantapájaros y le premió abundantemente. Pues bien. Los misioneros y misioneras también lo dan todo por los pobres. Y de ellos nos acordamos en esta semana. AVE MARÍA
Miércoles SEAMOS GENEROSOS Muy buenos días de nuevo en esta semana del DOMUND. Te voy a contar una historia bonita. A una chica de Bilbao le gustaba mucho jugar al baloncesto. Un día le regalaron un balón. Era viernes. Toda la tarde se dedicó a tirar a una cesta que estaba cerca de su casa. Pero comprendió que eso no era jugar al baloncesto. Por eso, al día siguiente, bien temprano, se fue a buscar a algunas amigas y amigos para jugar un partido. Aquella mañana estaban contentos y disfrutando. Pero se cansaron de jugar entre ellos, y fueron a buscar a otros para jugar. Eso sí que fue divertido. Además, así, aprendieron más unos de otros. Incluso organizaron una pequeña liguilla. Esto que le pasó a esta chica de Bilbao es muy parecido a lo que les pasa a los misioneros. Primero gozan ellos solos de su fe, de la alegría que les da Jesús, y luego la comparten con otros grupos y, al final, con todo el mundo. Por eso, los misioneros se sienten felices yendo a esas tierras del Tercer Mundo, para anunciar el evangelio de Jesús. En el DOMUND recordamos la propagación de la fe. O sea, que en el día del DOMUND tendremos presente a todas aquellas personas que han dejado su tierra para ir a anunciar el evangelio. Igualmente recordamos a todos aquellos niños y niñas a quienes están cuidando.
Jueves Hola a todos: LA MADRE TERESA DE CALCUTA Esto que te voy a contar lo leí en un reportaje sobre la Madre Teresa, esa gran misionera a quien todo el país de la India quiso tanto y la sigue queriendo, aunque nos haya dejado hace unos años. En una ocasión Madre Teresa se había ocupado de un enfermo de cáncer, con todo el cuerpo ya medio consumido por la enfermedad. Todos lo habían dejado como un caso que ya no había que atender. La Madre Teresa se hizo cargo de él personalmente. Sin embargo, el enfermo la recibió con malas palabras y con rabia. Al ver la paciencia de Madre Teresa, el enfermo le preguntó: Cómo puedes aguantar el mal olor de mi cuerpo? Y ella le respondió: Esto no es nada comparado con lo que tú sufres Unos momentos después, el enfermo le dijo: Tú no eres de aquí. La gente de aquí no se porta como tú. Pasó otro rato en silencio. Luego el enfermo dijo una palabra muy propia de la India: Gloria a ti, mujer - No contestó la Madre Teresa. Gloria a ti, que estás sufriendo con Jesús. Aquel enfermo no pudo superar la enfermedad, pero murió sabiendo que alguien estaba a su lado, cuidándolo y queriéndolo hasta el final. Sabrás que la Madre Teresa es una monja fundadora de una Congregación para los pobres y enfermos, en especial para los que se encuentran al final de su vida. Pues hoy, en esta semana del DOMUND, rezamos por todas las misioneras y misioneros del mundo:
Viernes BUENOS DÍAS LA HISTORIA DE JUAN SIN ROSTRO Te voy a contar una historia que te gustará. En una ocasión había un niño que nació con una nariz tan pequeña, que casi no se le veía y lo mismo sucedía con los ojos, la boca y las orejas. Daba la impresión de ser un niño sin cara, sin rostro. En el pueblo le llamaban JUAN SIN ROSTRO. Fue creciendo como los demás, comenzó el colegio y allí empezaron los problemas. Los niños se burlaban y no querían jugar con él. Llegó un momento, en que Juan se planteó muy en serio su vida de niño. Tengo dos opciones, - se dijo, - una enfrentarme con los compañeros, imponiéndome por la fuerza, y otra ganarme su amistad con cariño y paciencia. Después de mucho pensar, se decidió por la segunda opción. Y así, comenzó un camino difícil: hacer el bien a los demás y quererlos mucho. Si alguien lo insultaba, callaba. Como nadie quería jugar con él, la mamá le compró un balón muy bonito. Lo llevó al colegio y, aunque al principio jugó solo, poco a poco se le fueron acercando los compañeros. Ya no le miraban mal. Cierto día sus compañeros le invitaron a ir al campo. Lo pasaron muy bien y, al final de la tarde, descubrieron un pozo muy hondo, pero que había poca agua. Decidieron bajar apoyándose en las paredes del pozo. Bajaron todos menos Juan que no se atrevió. Después de un rato, decidieron subir, y algunos pudieron hacerlo fácilmente, pero a uno le dio tanto miedo que se puso a llorar. Nadie quería bajar a por él. Entonces Juan no se lo pensó dos veces. Bajó, consoló al amigo y le ayudó a subir. Cuando estaba ya a salvo el compañero, Juan resbaló y cayó al fondo. Quedo sin conocimiento. Los niños más grandecitos fueron al pueblo en busca de ayuda. Los mayores sacaron a Juan del pozo y lo llevaron al hospital. Juan pudo curarse. Entonces los compañeros comentaban lo bueno que había sido y cómo había arriesgado su vida De verdad, que Juan fue un buen compañero para todos. Bonita enseñanza verdad? Bueno, pues, hoy podemos sacar la conclusión de que también los misioneros están dando su vida por los demás. En este fin de semana nos acordamos de las misiones y rezamos a la Virgen por ellos.