Parte 1 El pensamiento de este mundo es: 1ª Parte Ejemplo de Jesús la grandeza de una persona consiste en cuantas personas le pueden servir. Si alguien es capaz de pagar para que le sirvan, lo consideramos importante. El Señor Jesús dijo: el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir (Mateo 20:28). Piensa en esto por un momento, el Creador de todas las cosas, el Rey de reyes y Señor de señores, dice que no vino para que su creación le sirva (aunque tendría todo el derecho de hacerlo), sino que vino a servir. Muchas veces dentro de la iglesia caemos en el error de querer alcanzar posiciones como líderes o pastores de algún ministerio, y se nos olvida la verdadera razón por la cual existen esas posiciones y ministerios que es de servir a los demás. Jesús lava los pies de sus discípulos Leer Juan 13: 3 al 5. Jesús haciendo esto les demostró a sus discípulos que debemos servir en vez de tener un titulo. Leer Juan 13:13 al 16. Jesús en este pasaje, les enseña una vez más que Él siendo el mayor de todos, nos da el ejemplo para que nosotros también sirvamos como Él lo hizo. Podemos saber que todo esto es bueno, y aún creer que Jesús es el Maestro y Señor de todo, pero no hacerlo. En el versículo 17, Jesús nos dice que solamente si hacemos estas cosas (servir a los demás), seremos bienaventurados. La grandeza del Reino de Dios se mide en términos de servicio y humildad. Por qué estas sirviendo, para buscar un puesto o por la verdadera razón que es servir a los demás? Comparte en grupo.
Parte 2 2ª Parte El Buen Samaritano Leer Lucas 10:25 al 37. En la historia del buen samaritano hay muchos puntos que podemos aprender en cuanto a nuestro servicio al Señor Jesús. Primero, el intérprete de la ley vinó a Jesús queriendo justificarse delante de él. Este hombre sabía lo que la ley mandaba, pero no lo practicaba. Cuántas veces venimos delante de Dios poniendo excusas para no servir, o no obedecer? Segundo, veamos las características de los que pasaron al lado del judío. El sacerdote que tenía la obligación de servir a Dios, pasó de largo tal vez porque debía estar en el templo cumpliendo sus obligaciones. Pero Dios mandaba a los israelitas a cuidar del prójimo, dentro de los cuales incluía a los extranjeros (Leer Levítico 19:18 y 34). Luego, un levita, alguien que ministraba al Señor, también siguió su camino y no ayudó al hombre. Quizás por las mismas razones que el sacerdote. Pero un samaritano, alguien que ni siquiera podía saludar a un judío, fue movido a misericordia y le extendió la mano. Resaltemos algunos puntos que nos ayudarán a entender mejor nuestro servicio a Dios: Cada día es una oportunidad para servir y mostrar amor a los demás. Aquel samaritano no iba camino en busca de una persona a quien ayudar. De hecho, la biblia dice que iba de viaje. El simplemente atendió una oportunidad de servir. Todos los días usted y yo tenemos esta misma oportunidad. Tal vez usted piensa que esto signifique hacer algo grande a favor de los necesitados, pero no se trata de eso. Cada día nos podemos topar en nuestro camino con personas que al igual que este judío tienen grandes necesidades. Servir implica salir de nuestra comodidad. Una de las razones por las cuales a la gente hoy en día le resulta tan difícil servir, es a causa de que no queremos cambiar nuestra comodidad. La actitud de los líderes religiosos de esta parábola demostró lo que realmente había en su corazón, falta de compasión, indiferencia, etc. Mientras que el samaritano no le importó desviarse de lo que tenía planeado y ayudar a este hombre. No tomó en cuenta el odio que había entre judíos y samaritanos, ni las diferencias culturales y religiosas. Nuestro servicio no se limita a los recursos que tenemos. Cualquiera que ame a Dios y tenga recursos, lo haría. Pero, lo harías si no supieras cuanto te costaría de tu tiempo, energías o dinero el ver a la otra persona restaurada?
De qué manera has ayudado a tu prójimo? De qué manera estas sirviendo a Dios?
Parte 3 3ª Parte El Siervo Fiel Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros 2 Corintios 4:7. Lo más importante en nuestro servicio a Dios, no es cuanto podamos dar sino que todo es para extender el reino de los cielos, el reino de Dios. Esto significa que por mucho que Dios nos use, por muchas sanidades, milagros o profecías que podamos dar, o el reconocimiento que podamos recibir de parte de los demás, el beneficio siempre será que el nombre de Jesucristo sea exaltado. Vasos de barro. A pesar de que estamos trabajando para Dios, no nos olvidemos que simplemente somos esos vasos de barro que Dios está usando, y que toda la gloria y la honra se la merece Él. Siervos de Jesucristo. (Leer Colosenses 3:23 y 24). Nuestro servicio debe ser para el Señor y no para impresionar al pastor, al líder, o alguien más. Esto va mucho más allá que servir en la iglesia, es más que ir al grupo, es más que evangelizar, es toda mi manera de vivir. Esto incluye aquellas cosas que no parecen espirituales como obedecer a nuestros padres, las leyes del tránsito, y aún nuestra relación con nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, etc. Jesús nos dio varios ejemplos de este servicio cuando dijo: tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mi (Mateo 25:35-36). Y finaliza diciendo: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mi lo hicisteis. (Mateo 25:40). Sirvamos de corazón. (Leer 2 Corintios 12:15). Cuando Jesús nos pide servir, no nos está pidiendo solo cumplir un mandato. No lo hace para mantenernos ocupados, sino para que sintamos lo que Él siente, para que veamos lo que Él ve, y así aprendamos la personalidad de nuestro Dios que es amor. En base a esta enseñanza, Te consideras un vaso de barro que no busca su propia gloria? Explique
Sientes que todas las cosas que haces son como para el Señor, o para agradar a los demás? Explique Cuando sirves a Dios, estás aprendiendo el carácter de Cristo?
Parte 4 4ª Parte Recompensa por nuestra servicio Jesús nos dice mucho en la biblia en cuanto a las recompensas que recibiremos por servir. Recompensas aquí en la tierra. (Leer Proverbios 11:31; 1 Corintios 15:58). Todo lo que hacemos, sea bueno o sea malo, tiene recompensa. Cuando decidimos obedecer a Dios y a servirle, Dios bendice nuestras vidas (Deuteronomio 28). José sirvió a Dios y fue recompensado. Al igual que José, tal vez sientes que estás haciendo las cosas bien en tu trabajo y no hay retribución, pero en el tiempo de Dios, Él te va a recompensar. (Leer Mateo 25:23; Mateo 6:6). Recompensas que no se ven. (Leer Mateo 6:19 y 20). Hay otras recompensas que no recibiremos en la tierra. Esto no significa que hicimos algo mal, sino que están reservadas en el cielo. (Leer Hebreros 11:13 al 16). Esto no nos debe desanimar, sino al contrario, debe motivarnos a servir de todo corazón sabiendo que nuestro trabajo no es en vano. La próxima vez que hagamos un bien o un favor a alguien, pensemos que tendremos tesoros en el cielo (Mateo 19:21). Recompensas según nuestras obras. (Leer Apocalipsis 22:12). Sabemos que un día estaremos delante de Dios y tendremos que dar cuenta por todo lo que hayamos hecho en nuestra vida. No estamos hablando de la salvación, porque la salvación es un regalo y no una recompensa. Hay algo muy importante que nunca debemos olvidar en nuestro servicio a Dios, y es que lo hacemos por amor. La iglesia de Éfeso era conocida por sus obras y arduo trabajo, sin embargo, se habían olvidado del porque lo hacían. La mejor manera de servir a Dios es hacerlo por amor a Él. Cuanto más conozca usted a Dios, más lo amará y más deseará servirlo. Y cuando más lo sirva, más honrar a Él su servicio. Esto nos lleva a amar a Dios, y ese ciclo continuará por toda la eternidad. Después de aprender más sobre esta serie La Grandeza en el Servicio, Qué opina o que entiende sobre el servicio a Dios?
Qué cosas le ha inspirado a hacer esta serie a nivel individual y/o en grupo?