EUTANASIA Jime Herrera Pau Valdez
Eutanasia proviene del griego ευ (eu - buena) y θανατ (thanatos - muerte) y se refería originalmente al acto de poner fin a la vida de otra persona para evitarle la agonía. Su uso ha evolucionado y puede definirse actualmente como el acto, practicado por acción u omisión, que tiene como fin provocar la muerte de un individuo que sufre de una enfermedad incurable que le causa un sufrimiento físico y/o mental intolerable.
la muerte de una persona puede deberse a decisiones médicas que van desde la interrupción del tratamiento médico hasta la inyección de sustancias letales, pasando por la suspensión de la nutrición y la hidratación o la administración de dosis importantes de sedativos que además de aliviar al enfermo aceleran su muerte.
Tipos de eutanasia: Eutanasia directa: cuando las acciones que se realizan sobre el enfermo tienen la intención de provocar su muerte. Pueden considerarse aquí dos subtipos de eutanasia: Eutanasia activa: cuando se ocasiona la muerte del enfermo administrándole sustancias letales. Eutanasia pasiva: cuando se procede por omisión; es decir, se suspende o no se inicia el tratamiento de una complicación o se suspende el uso de los instrumentos que permiten mantener con vida al enfermo.
Eutanasia indirecta: cuando no se tiene como intención acortar la vida del paciente sino aliviar su sufrimiento. Así, por ejemplo, cuando se administran ciertos analgésicos que no sólo contribuyen a calmar los dolores sino que implican también, a manera de efecto secundario, una abreviación de la vida. Eutanasia voluntaria: cuando un individuo que tiene las capacidades físicas y mentales para pedir que lo ayuden a morir lo ha pedido. Eutanasia no voluntaria: esto puede darse en dos casos: cuando el individuo ya no posee las capacidades físicas y mentales para pedir que lo ayuden a morir pero expresó previamente que esa era su voluntad.
A Favor: Fin del sufrimiento. Aunque el dolor pueda controlarse de manera relativamente eficaz hoy en día, algunos otros sufrimientos persisten, como la pérdida de control sobre su cuerpo con la consiguiente pérdida de autonomía y degradación de la calidad de vida. Legalizar o despenalizar la eutanasia permite practicarla dentro de un marco médico que podría limitar los riesgos de su práctica clandestina.
El concepto de 'dignidad humana' se usa tanto a favor como en contra de la eutanasia. Cuando se usa a favor se esgrime el derecho a elegir libremente el momento de la muerte dado que la enfermedad se percibe como una degradación inaceptable de la condición del paciente. El concepto de libertad se usa también refiriéndose a la libertad que tiene el ser humano sobre su vida y su cuerpo y, por tanto, sobre las decisiones que se relacionen con ellos. Algunos argumentan que es legítimo considerar que los recursos médicos deben dirigirse prioritariamente a pacientes cuya vida pueda salvarse (o a cubrir otras necesidades sanitarias) y no a tratamientos costosos para aquellos que ya no tienen grandes expectativas de vida.
En Contra: Se esgrimen en muchos casos razones de orden moral que conciernen de manera general el homicidio y el suicidio. La inviolabilidad de la vida humana dentro de algunas tradiciones religiosas se basa en la concepción de la vida como un don de Dios sobre el que el hombre no puede disponer libremente. Algunos cristianos llegan incluso a considerar que el sufrimiento humano tiene un valor positivo para el enfermo terminal en la medida que lo acerca del sufrimiento de Cristo. Incompatibilidad con una cierta visión del objeto de las profesiones de la salud, por ejemplo la que aparece en el juramento de Hipócrates.
Es cada vez más innecesario recurrir a la eutanasia ya que los cuidados paliativos logran controlar cada vez mejor el dolor y el sufrimiento. Hay un desfase entre la polémica y la realidad de los enfermos. Estos últimos se preocuparían mucho menos por la cuestión y no la considerarían como una opción en la mayoría de los casos.
Conlleva riesgos: si el enfermo es incapaz de decidir, la decisión debe tomarla alguien más; algunos enfermos podrán desear morir porque sufren de depresión clínica; razones financieras pueden llevar a presionar al enfermo para tomar la decisión; la libertad real del enfermo puede estar comprometida antes presiones morales del entorno cercano; incapacidad para cambiar de opinión a partir de algún momento; confusión entre el sufrimiento del paciente y el de su entorno.
Video: http://www.youtube.com/watch? v=goh5jtwmo4a