FOLLETOS DE FORMACIÓN CRISTIANA CATEQUESIS PARA LAS COMUNIDADES CATEQUESIS BÍBLICA. TEMA 3 LA FE Y LA BIBLIA (Nuestra fe y la Palabra de Dios)

Transcripción

1 FOLLETOS DE FORMACIÓN CRISTIANA CATEQUESIS PARA LAS COMUNIDADES CATEQUESIS BÍBLICA TEMA 3 LA FE Y LA BIBLIA (Nuestra fe y la Palabra de Dios) Este material ha sido elaborado por el Servicio Mariano de Comunicación Barquisimeto. Edo Lara. Año 2015 serviciomariano@gmail.com

2 La Revelación viene de lo alto y se difunde por medio de la Iglesia a todos los pueblos de la tierra

3 Samaría, al norte de Jerusalén, en tierra ya de gentiles, y luego el desplazamiento hacia Roma, que en ese momento era la capital del mundo conocido en ese ambiente de la fe de Dios, la capital del Imperio Romano, que más tarde va a perseguir a los cristianos, hasta que en el siglo IV, con el emperador Constantino, todo el imperio se hace cristiano. Cada Apóstol se fue hacia diferentes direcciones, unos hacia el Oriente y otros hacia el Occidente, y así se fueron fundando comunidades cristianas a lo largo de todas las regiones conocidas. Más tarde la Iglesia se consolidó y todo Occidente se hizo cristiano, todo el territorio bajo el imperio romano, en Europa, el norte de África y Medio Oriente. Luego con el tiempo, con el descubrimiento de nuevas tierras por los cristianos, se fue extendiendo la Iglesia por el mundo entero. RESUMIENDO Podemos concluir que la Biblia es el libro de la fe, de su historia y de su contenido; es el libro que nos hace conocer a Dios; que nos habla de cómo Dios se reveló a la humanidad. Historia y geografía, tiempo y lugar, donde se fueron dando los acontecimientos de Dios y los hombres. La Biblia sigue siendo el libro fundamental de la fe de millones de creyentes, allí está la raíz de la fe de los cristianos, tanto Católicos como Ortodoxos, como Coptos, Protestantes, además de los Judíos, Musulmanes, Testigos de Jehová, entre otros. Todos esos creyentes de Dios, monoteístas, están relacionados de alguna manera con la Biblia, con nuestra Biblia. La Biblia es utilizada por la Iglesia cada día, en la celebración de los Sacramentos, en la Liturgia de las Horas, además de que se utiliza en la Lectio Divina, en los grupos bíblicos, en la oración personal y comunitaria, etc. La Biblia nos sigue hablando hoy, nos sigue enseñando; se adapta a nuestra época y cultura; Cristo a través de lasagrada Escritura nos ayuda a crecer en la fe. La Biblia sirve como la mejor herramienta para nuestra vida guiada por el Espíritu Santo; para nuestra conversión y entrega a Dios y para nuestra participación eclesial. 10 FOLLETOS DE FORMACIÓN CRISTIANA CATEQUESIS PARA LAS COMUNIDADES CATEQUESIS BÍBLICA TEMA 3 LA FE Y LA BIBLIA (Nuestra fe y la Palabra de Dios)

4 TEMA 3: LA FE Y LA BIBLIA * LA BIBLIA, EL LIBRO DE LA FE * EL ANTIGUO TESTA- MENTO * ISRAEL, PUEBLO DE LA FE * MOISÉS * LA TIERRA PROMETIDA Y LA TORÁ * LA LEY Y LA FE * LA PLENITUD DE LA FE * LA IGLESIA, NUEVO PUEBLO DE DIOS * LA NUEVA PASCUA * EL NUEVO TESTAMENTO * LA IGLESIA PRIMITIVA * RESUMIENDO -* Piensas que puedes reforzar tu fe con la Biblia? * Qué encuentras de tu fe en el Antiguo Testamento? * Te has sentido parte del pueblo de Israel en la fe? * Cómo puedes resumir la vocación de Moisés? * Qué sentido tuvieron las Escruituras Sagradas para Israel? * Qué relación había entre la Ley de Moisés y la fe en Dios? * Cómo sientes en tu persona lo que significa la plenitud de los tiempos? * Te sientes parte del Nuevo Israel? * Has experimentado la Misa como una Pascua de Cristo? * Utilizas el Nuevo Testamento para tu vida espiritual? * Qué tiene que ver tu fe con la Iglesia del comienzo? * Consideras la Biblia como el libro de la fe? CÓMO UTILIZAR ESTE FOLLETO: - Una o varias personas lo leen y preparan con anterioridad por partes. - Buscan las citas bíblicas y las reflexionan y meditan. - El día fijado se reúnen en el grupo y van comentando cada punto. - Después cada persona habla y comparte su experiencia y lo que más le ha llamado la atención del tema. - Cada uno en su casa vuelve a leer el folleto y las citas bíblicas para profundizar más en el tema. - Cada uno o el uno con el otro se hacen como un pequeño examen a ver qué le ha quedado de los puntos tratados. - Todo esto lo hacemos siempre con momentos especiales de oración y pidiendo a Dios que nos ilumine con su Santo Espíritu. elementos diferenciadores fundamentales, exige una nueva escritura, una nnueva recopilación de escritos, de libros. La Tradición Oral cristiana es más corta, dura cerca de cuarenta años, y luego se comienzan a escribir las cartas, sobre todo las de Pablo, que son las primeras y más abundantes, las de Pedro, Santiago, Juan, etc. Los Evangelios son un poco más tardíos y los Hechos de los Apóstoles son continuación del Evangelio de Lucas, que narra el caminar de los apóstoles y la fundación de las primeras comunidades cristianas. Las Cartas o Epístolas de los varios Apóstoles nos hacen ver la vida concreta de las primeras comunidades cristianas, sus pronblemas, los consejos para superar dificultades, etc. El Libro del Apocalipsis, escrito ya alrededor del año cien después de Cristo, muestra una Iglesia perseguida por el poder de aquel entonces, y es un libro de esperanza, con muchas claves y lenguaje simbólico, que llamamos apocalíptico, para seguir creyendo y esperando el triunfo definitivo de Jesús, y al final nos explica que ya no habrá necesidad de luz, de sol ni de luna, porque la luz de Dios, el Cordero mismo que es la lámpara, alumbrará nuestras personas, libres ya de todo mal y pecado, para vivir eternamente con Dios (Cf. Ap 21,23) LA IGLESIA PRIMITIVA (CIC 642, , 1076) La Biblia nos cuenta qué sucedió en los primeros años de la Iglesia; los Hechos de los Apóstoles tienen un plan donde al principio se habla de Jerusalén, las predicaciones de los Apóstoles en el templo, pocos días después de la resurrección, después que el Espíritu se derramó en Pentecostés y San Pedro dice a la gente que lo escuchaba: ustedes crucificaron al Santo de Dios, y Dios lo resucitó de entre los muertos, y la gente le preguntó: qué debemos hacer para salvarnos? él les respondió: que se arrepintiesen y bautizasen en su nombre para remisión de los pecados (Cf. Hch 2,32-38) Luego los Hechos narran la persecusión de los primeros cristianos de parte de los judíos y por lo tanto su dispersión, el recorrido primero en 9

5 La religión de Israel, que en el fondo trata de vivir en la presencia de Dios, cumplir sus leyes y preceptos para que el pecado no esté en nosotros, reconocer su pecado ante Dios; llega a su plenitud en Jesucristo, quien es el Hijo de Dios y ante Él se manifiesta completamente el mal (Cf. Mc 5,1-13) de manera que su vida, su entrega, su pasión, muerte y resurrección, establecen una nueva y definitiva realidad; es la Nueva y Eterna Alianza de Dios con la humanidad, en su sangre, donde el pecado es vencido para siempre, porque la sangre de Cristo vale para liberar nuestras conciencias del pecado, no como la de los animales, que era simplemente un ritual para tratar de liberarnos del pecado pero que al fin se quedaba en cumplir esos ritos y tratar de ser justos ante Dios (Cf. Hb 9,14). En cambio ahora, con Jesús, con su Cuerpo y Sangre, con su Pasión, Muerte y Resurrección, tenemos la posibilidad real de liberarnos del pecado y de acceder al reino de Dios, a su Vida Eterna en la presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en la comunión de todos los santos, con María, los apóstoles y todos los demás santos y santas de Dios. EL NUEVO TESTAMENTO (CIC , , 689, 949) Se establece así una Nueva y Eterna Alianza, que llamamos Testamento, el Nuevo Testamento, basado en la sangre del Cordero Inmaculado, que quita el pecado del mundo (Cf. Jn 1,29) Aquel por quien fueron hechas todas las cosas (Cf. Jn 1,3) Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. (Jn 1,14) El camino de Israel por recuperar la gracia perdida en Adán, el paso por el desierto, cuarenta años de purificación y preparación, llegan a la plenitud de la revelación de Dios en su Hijo Jesucristo. El mismo San Pablo nos muestra cómo fue difícil pasar de la fe judía a la fe cristiana, los Hechos de los Apóstoles nos narran su historia (Cf. Hch 9,1-16), cuando pasa de perseguidor de los cristianos a seguidor de Cristo, uno de los más grandes cristianos para la Iglesia de todos los siglos. La nueva fe, que es continuación de la antigua pero a la vez tiene 8 TEMA 3: LA FE Y LA BIBLIA LA BIBLIA, EL LIBRO DE LA FE (CIC 2716) La fe en Dios está plasmada en la Biblia desde que comienza hasta el final. El Libro del Génesis, que narra los primeros instantes de la creación desde el punto de vista religioso, cada vez está diciéndonos que todas las cosas fueron creadas por Dios, incluso el ser humano (Cf. Gn 1,1ss) Había otras creencias en el tiempo del pueblo de Israel, cuando se formó la Biblia, donde confundían lo creado con el Creador; algunos decían que el mar y el cielo eran resultado de una pelea entre dos dioses, uno de ellos había cortado a su hermana en dos partes y resultó el cielo y la tierra; otros adoraron al sol como si fuese un dios; otros confundían las nubes como unos dioses que traían a la tierra la fecundidad. Pero la Biblia siempre pone bien claro que Dios no es lo creado, sino que es Él quien creó todo: y dijo Dios: déjese ver lo seco, y así fue (Cf. Gn 1,9) EL ANTIGUO TESTAMENTO (CIC 122, 283) Nos abre a la fe en Yahve, todavía no se había revelado Jesucristo a los seres humanos. Yahve interviene en la historia de un hombre y le hace decubrir la fe; es Abram. quien más tarde el mismo Dios le llamará Abraham, que significa padre de muchas naciones (Cf. Gn 17,5) Ya antes de Abraham el Antiguo Testamento nos habla de Noé (Cf. Gn 5,28.29), de Sem (Cf. Gn 6,10), de toda la generación desde Adán y Eva. Por eso decimos que los árabes y los judíos son Semitas, porque son descendientes de Sem. El relato de la creación de los primeros seres humanos también hace resaltar que no es simplemente por casualidad o por un desarrollo natural inevitable, sino que el mismo Dios quiso que hubiese hombres sobre la tierra, y que eran diferentes a los demás animales, porque estaban 1

6 creados a imagen y semejanza de Dios (Cf. Gn 1,26) Esta imagen y semejanze de Dios significa entre otras cosas, que son seres inteligentes, que tienen memoria, entendimiento y voluntad, que pueden saber lo que hacen, no como los animales que actúan simplemente por instinto y sobrevivencia, pero no por conciencia. Por esta misma razón la Biblia ya desde el Génesis nos habla del comienzo del pecado en el ser humano. El mal, por medio de la serpiente, que en la Biblia es un símbolo del mal, hace que los primeros seres humanos actúen contra el deseo de Dios, contra su voluntad, y quieren ser ellos mismos unos dioses, sin necesidad de más nadie que les enseñe, que les guíe, que los vaya llevando por buen camino (Cf. Gn 3). El resultado de este pecado es que el ser humano queda sometido completamente a sí mismo, a sus pasiones, a sus caprichos, a sus maldades y egoísmos. Ya Adán y Eva se esconden de Dios (Cf. Gn 3,8-10), más adelante Caín y Abel al sentirse más lejos de Dios, le ofrecen un sacrificio y Caín mata a su hermano Abel por envidia (Cf. Gn 4,8). Así todo el Antiguo Testamento es libro de gracia y pecado, de tratar de cumplir la voluntad de Dios, de recuperar su gracia. Abraham es el primer hombre que recupera la fe de manera estable, y Dios establece con él y sus descendientes una alianza; el signo de esa alianza será la circunsición, quitarle el prepucio a los niños y a los grandes que entren en esa religión (Cf. Gn 17,10-14) ISRAEL, PUEBLO DE LA FE (CIC 212, , , 594) Abraham recibe la promesa de Dios de que tendrá un hijo con su mujer Saray, que luego Dios la llamará Sara. Al final él tiene dos hijos que marcan los relatos de la Biblia, uno es Ismael, de la esclava egipcia Agar, de quien descienden los ismaelitas, los árabes, que son creyentes de Alá, mususlmanes. El otro hijo es Isaac, de quien descienden 2 en el Nuevo Testamento nos habla de la vida de Jesús, y también del comienzo de la Iglesia, el nuevo pueblo de Dios, el nuevo pueblo de la fe, para abrir la fe y el conocimiento de Dios a todas las naciones de la tierra. Los primeros cristianos se reunían en las sinagogas porque ellos seguían siendo judíos al comienzo, pero además se reunían en las casas para celebrar un nuevo rito que los judíos no aceptaban porque era la celebración del misterio pascual de Jesús, su Pasión, Muerte y Resurrección en la Santa Eucaristía, que en grieo significa acción de gracias, darle gracias a Dios de una manera especial, recordando todo lo que dijo e hizo Jesús, y conmemorando la Última Cena, para cada vez nuevamente entrar en la gracia de Dios; es la Nueva Pascua, el mismo sentido de la Pascua antigua pero ahora totalmente lleno de Jesús, la Pascua del Señor, la Pascua cristiana. LA NUEVA PASCUA (CIC 640, 731, 1403, 1677, ) El rito israelita se centraba en la celebración anual de la Pascua, el 14 del primer mes (Ez 45,21) donde se escogía un cordero sin defecto, de un año de edad y se sacrificaba recordando aquel día en que Yahvé sacó a Israel de Egipto (Cf. Ex 12,1-14). Ese rito lo celebran hoy en día los judíos, pero no tienen el templo y lo hacen en las casas de familia y en las sinagogas. Allí se narra la historia de Israel y se le transmiten a sus descendientes las azañas de Dios, de generación en generación. El mismo Jesús estaba acostumbrado a celebrar la Pascua, y así lo hizo el día de la Última Cena, la noche en que fue apresado, voy a comer la Pascua con mis discípulos (Mt 26,18) En esa cena memorable había pan y había vino, elementos que utilizan en la pascua judía, pero faltó el Cordero, porque el mismo Jesús era el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Cf. Jn 1,29) Así se establece definitivamente una nueva fe, que es la continuación de la antigua, donde Jesús se inmola para liberarnos del pecado y de su consecuencia, la muerte eterna. 7

7 Dios llenó completamente la realidad humana; fue cuando el Verbo se hizo carne, la Palabra de Dios se encarnó en una mujer y se hizo hombre, y puso su tienda entre nosotros (Cf. Jn 1,14). Así llegó a la humanidad la plenitud de la fe; la fe completa y profundamente plena: Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. San Lucas en su Evangelio, en el episodio de la Anunciación, nos da una pista (Cf. Lc 1,26-38), dándonos a entender que la primera creyente en esa fe plena fue María, la Madre de Jesús; porque el ángel le habla de parte de Dios Padre, ella escucha con atención, le hace una pregunta donde el ángel le aclara que quien va a nacer en ella es el Hijo de Dios y que será por obra del Espíritu Santo, que la cubrirá con su sombra, como la nube del desierto cubría la tienda de la reunión cuando la gloria de Dios estaba allí (Cf. Ex 40,34) Incluso el ángel le dice a María: la Llena de gracia (Kejaritoméne en griego) que significa la que está llena del amor y la presencia de Dios, por lo tanto, la que tiene la plenitud de la fe, la que cree en Dios de la manera más completa y perfecta. Juan en su Evangelio, en las Bodas de Caná también nos da una pista de esa plenitud de fe, cuando por intercesión de María Jesús convierte el agua en vino, y al final nos dice Juan que los amigos de Jesús, que lo acompañaron, fue allí apenas que comenzaron a creer en Jesús como el Hijo de Dios (Cf. Jn 2,11) LA IGLESIA, NUEVO PUEBLO DE DIOS (CIC , 782, 949) Así comienza la Iglesia, que es continuación de Israel, pero que integra en su fe el creer en Jesucristo como el Hijo de Dios, verdadero Dios y verdadero hombre, que era preexistente (Cf. Jn 1,1-4), nació de María Virgen (Cf. Lc 1,26-38), padeció bajo el poder de Poncio Pilatos (Cf. Jn 18,29-31) fue crucificado y resucitó (Cf. Hch 3,14-16) para subir a la derecha del Padre (Cf. Jn 20,17) y volverá en las nubes del cielo a juzgar a todos los pueblos (Cf. Mt 16,27-28) También se manifiesta ya definitivamente el Espíritu Santo, lo que tenemos en Pentecostés, en los Hechos de los Apóstoles (Cf. Hch 2,1ss) Así la fe cristiana es en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. La Biblia 6 las tribus de Israel, el Pueblo de Dios del Antiguo Testamento, los israelitas. Abraham da su bendición a su hijo Isaac, en esa bendición viene también implicada la fe en Dios. Ese hijo de Abraham tendrá la misma fe de Abraham; así se irá transmitiendo como un río la fe, desde Abraham hasta nosotros. Isaac tiene dos hijos gemelos, Esaú, que nace primero y Jacob, considerado el segundo. Sin embargo Jacob es el elegido para recibir la promesa y la bendición, para mantener el hilo de la fe. Jacob lucha con el ángel y Dios le da un nuevo nombre: Israel, fuerte con Dios (Cf. Gn 32,29), el que luchó con Dios. Así comienza definitivamente el pueblo de Dios del Antiguo Testamento. Israel significa ese pueblo que mantiene una relación fuerte con Dios, que quiere conocerlo, que quiere cumplir sus mandatos, que recibe de Dios la enseñanza, la sabiduría, para poder ser un pueblo con valores que vienen de esa fe, con enseñanzas que vienen directamente de Dios. Jacob, es decir, Israel, tiene doce hijos; cada uno de ellos son los originarios de una tribu; así se forman las doce tribus de Israel, aún hoy en día cada judío sabe de qué tribu es descendiente. MOISÉS (CIC 2056) Es la gran figura de los judíos, es el personaje más importante del Antiguo Testamento, es quien liberó a Israel de Egipto, lo hizo caminar en el desierto y allí recibió las tablas de la ley de Dios directamente desde lo alto, toda la religión judía está basada en la Ley de Moisés; es quien fundó definitivamente su religión, con sus normas y preceptos. En el desierto el pueblo de Israel pasa cuarenta años; estos son necesarios para que todo el que ha nacido en Egipto muera y los que han nacido en el desierto sean los que lleguen a la tierra prometida, solamente Josué y Kaleb nacieron en Egipto; Josué es quien sustituye a Moisés en la guía del pueblo para entrar y conquistar la tierra prometida. En el desierto el pueblo tiene la experiencia de Dios, lo contempla en distintas 3

8 ocasiones, en la nube que cubre la tienda (Cf. Ex 40,34) en el mar que se abre (Cf. Ex 14,15-16) en el fuego de la montaña (Cf. Ex 19,17-18) en el maná (Cf. Nm 11,7-8) en las codornices que caen cerca de ellos (Cf. Nm 11,31-32) en la fuente del agua (Cf. Dt 8,15) Este pueblo recibe allí la alianza, la Antigua Alianza, y se compromete como pueblo a seguir a Dios, a cumplir sus mandamientos y preceptos, a escuchar y obedecer sus enseñanzas (Cf. Ex 24,1-8) LA TIERRA PROMETIDA Y LA TORÁ (CIC 130, 1093, 1363) Por fin el pueblo de Dios del Antiguo Testamento, después que ha sellado la Alianza con Yahvé, llega a la tierra prometida por Dios a sus antepasados, allí debe establecerse y es David quien conquista la ciudad de Jerusalén, la ciudad santa, la ciudad de la fe. El primer rey de los israelitas es Saúl, pero no se mantiene en la obediencia a Dios; es David, sucesor de Saúl en el trono, quien establece el reino de Israel, con un estado, unas instituciones religiosas (Cf. 1 Cor 16,4), civiles y militares, y es allí donde se consolida, se recopila, se escribe el Antiguo Testamento. Ya habían vivido siglos de fe, de buscar a Dios, de conocerlo; habían pasado siglos de Tradición Oral, pasándose las historias de la fe, de sus antepasados que vivieron y transmitieron la fe, de boca en boca, en las familias, en las asambleas religiosas, en las oraciones. Para establecer un país era necesario un código de comportamiento, unas leyes a cumplir para que todos estuviesen de acuerdo; esa era la Ley de Moisés, con todos su preceptos, sus mandamientos, sus reglas, sus normas, en cada detalle, en cada circunstancia. Los judíos llaman a esto la Torá, la Ley, que son cinco libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. LA LEY Y LA FE (CIC ) De esta manera los israelitas crearon una religión completa, donde se partía de la fe en Dios, en Yahvé, y desde Dios se establecía una enseñanza profunda que luego se traducía en unas normas de conducta y además en unas leyes sociales a cumplir para mantener el orden y castigar a los que transgredían esa ley. El concepto de los judíos era llegar a ser justos, es decir, aquel 4 que cumplía la ley de verdad en su vida, que cumplía los preceptos y por lo mismo adquiría la justicia de Dios. En el Nuevo Testamento Mateo nos dice que José era un hombre justo (Cf. Mt 1,19) lo cual nos indica que cumplía la ley a cabalidad y por eso debía dejar a María porque el hijo de ella no era de él. Como José era un buen hombre, nos dice la Palabra que decidió repudiarla en secreto, es decir, que en vez de hacerle daño, en vez de denunciarla públicamente, lo cual le iba a traer la muerte segura lapidada por las piedras, José decide dejarla sin decir nada, para ver si ella puede pasar desapercibida y seguir su vida normal, sin hacerle daño. Los israelitas en su historia tuvieron muchas dificultades y al final quedó la tribu de Judá en Jerusalén, y por eso ellos se llaman ahora judíos, descendientes de Judá, pero en realidad ellos son los israelitas, porque descienden de las doce tribus de Israel. Su país se llama también Israel porque ellos saben de dónde vienen. En este momento Israel es un Estado moderno, con sus leyes civiles, su parlamento, sus elecciones; al principio era un reinado, y su ley era la de Moisés, donde estaba completamente implicado lo religioso con lo civil. Incluso hubo momentos donde los sumos sacerdotes fueron a la vez reyes del país. Así la ley significaba vivir la fe, cumplirla con las obras de la ley; a veces sucedía la hipocresía, como reclamó Jesús, cuando denunciaba a los fariseos, porque cumplían exteriormente la ley de Moisés pero dejaban de cumplir interiormente, que era lo fundamental (Cf. Mc 7,5-16) LA PLENITUD DE LA FE (CIC 144, 494, 2716) Nos dice San Pablo en la Carta a los Gálatas, que es una de las primeras escritas en el Nuevo Testamento: Al llegar la plenitud de los tiempos envió Dios a su hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley (Cf. Gal 4,4ss) Esto significa que hubo un momento donde 5