LAS REGIONES NATURALES DE ESPAÑA.

Transcripción

1 LAS REGIONES NATURALES DE ESPAÑA. GEOGRAFÍA DE ESPAÑA. AULA DE MAYORES. CURSO

2 Aguas continentales: ríos, principalmente, y lagos, las aguas subterráneas alojadas en las rocas permeables, y la humedad del suelo. Gran relevancia: el hombre ha influido en el ciclo hidrológico, para controlar los recursos hídricos; en España una constante histórica: desde las acequias de los regadíos musulmanes a los embalses construidos en los últimos 60 años. Confederaciones Hidrográficas y Agencias de Agua: organismos que se encargan del aprovechamiento y ordenación de los recursos hídricos son las Confederaciones Hidrográficas, creadas en à cuencas hidrográficas: Norte, cuencas internas del País Vasco, Galicia costa, Duero, Tajo, Guadiana, Cuencas atlántica andaluza (tinto, odiel, guadalete), Guadalquivir, Distrito Hidrográfico Mediterráneo Andaluz, Segura, Júcar, Ebro, Cuencas interiores de Cataluña, Baleares. à En Andalucía, como en Cataluña o País Vasco, actualmente las cuencas hidrográficas reciben el nombre de distritos hidrográficos y están controladas por el gobierno autonómico andaluz.

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4 Ríos Características de ríos y cuencas hidrográficas dependen de: Clima: precipitación y temperatura evaporación del agua /déficit o excendente. Relieve: Disposición de las alineaciones montañosas, interceptan en mayor o menor medida las masas de aire, disparando las precipitaciones, o bien las limita en las depresiones cerradas al mar. Estructura geológica, o modo espacial en el que se disponen los materiales geológicos, influye en el tamaño, forma y red de drenaje de las cuencas. Litología, resistencia de las rocas a la erosión y de la permeabilidad de estas.

5 -Grandes rasgos del funcionamiento de los ríos de la Península Ibérica Desde un punto de vista climático, puede decirse que: - Las precipitaciones disminuyen drásticamente de norte a sur en la península Ibérica, salvo en las zonas de montaña, por lo que los ríos que nacen en el norte y en las principales alineaciones montañosas serán aquéllas con un caudal más abundante. - En esas áreas de montaña, son frecuentes las precipitaciones en forma de nieve, con el retardo que esto supone en la incorporación del agua a los ríos puesto que cuando el agua está en forma de nieve o hielo no fluye por los ríos, sólo cuando se funde al subir la temperatura. - Además, las precipitaciones se distribuyen irregularmente a lo largo del año en gran parte de la península, por lo que el régimen fluvial de gran parte de los ríos refleja esta variabilidad.

6 Ríos Clima

7 -Grandes rasgos del funcionamiento de los ríos de la Península Ibérica Desde un punto de vista del relieve: - Las grandes estructuras geológicas determinan la distribución general de las cuencas, su tamaño y forma, y el trazado de la red de drenaje. El basculamiento general de la península hacia el oeste y la existencia de una gran planicie central favorece el desplazamiento hacia el atlántico de gran parte de los cursos fluviales. - La divisoria más importante es el arco constituido por las Cordilleras Béticas e Ibérica, que a pesar de su moderada altitud, tiene un papel hidrológico fundamental, constituyendo una gran divisoria de aguas entre las dos vertientes peninsulares principales: la atlántica, que recoge casi toda el agua que recorre la Meseta, y la mediterránea, que se alimenta de la precipitación caída en el sector alpino. Después, están las alineaciones paralelas de norte a sur que subdividen la vertiente atlántica, siendo la más importante la cantábrica. Y finalmente, están las cordilleras béticas, costero catalanas y pirenaica, que subdividen la mediterránea.

8 Ríos Relieve - Otro factor influyente es la litologíacontrola la permeabilidad y la erosionabilidad del terreno. Las áreas cristalinas paleozoicas se caracterizan por su baja permeabilidad: son rocas muy duras y poco porosas. Salvo en sectores graníticos, de alta permeabilidad y fisuración, la escorrentía superficial es elevada. Las áreas calcáreas de los relieves alpinos, sometidas a procesos de disolución e infiltración, tienen una mínima escorrentía superficial y máxima circulación subterránea. En los sectores arcillosos, como en las depresiones terciarias, aunque la absorción de agua es elevada, su saturación implica que el agua de precipitación pase rápidamente a escorrentía superficial, siendo elevada la erosión.

9 - Principales vertientes de los ríos ibéricos Los elementos climáticos y geológicos que confluyen en la península se combinan para dar lugar a tres grandes vertientes : CANTÁBRICA, ATLÁNTICA Y MEDITERRÁNEA. -Vertiente cantábrica A pesar de su escasa superficie, tiene una gran importancia por ser la principal entrada de agua de la península: es donde más llueve a lo largo del año. Las lluvias son muy abundantes y regulares, y las temperaturas frescas caudales abundantes todo el año. Los cercanos relieves a la costa son muy elevados fuertes desniveles en poca distancia, encajándose fuertemente los cursos fluviales en valles profundos (Gargantas del Cares, Deva y Sella), que permite la construcción obras hidráulicas. Principales ríos: Bidasoa, Nervión, Deva, Besaya, Sella, Nalón, Narcea, Navia y Eo.

10 Vertiente cantábrica Cares Bidasoa Navia Sella

11 -Principales vertientes de los ríos ibéricos - Vertiente atlántica Sus ríos drenan 2/3 de la superficie peninsular. Tienen poca pendiente debido al reducido gradiente altitudinal: son ríos de gran longitud, de 500 a km, por lo que el desnivel entre sus zonas de nacimiento (de a m) y sus desembocaduras es salvado suavemente, reduciendo su capacidad erosiva. Debido a la extensión de las cuencas, las condiciones climáticas varían a lo largo de ellas, pasando de las atlánticas del norte a las más mediterráneas o subtropicales del sur. Pero en conjunto, el clima es mediterráneo, con cierta continentalidad, precipitaciones no muy abundantes, mal repartidas y notable sequía estival. No obstante, los caudales son elevados debido a la gran superficie que drenan, pero en términos relativos bajos. Los accidentes tectónicos que dividen la meseta (Cantábrica, Central, Montes de Toledo y Sierra Morena) separan las grandes cuencas del Duero, Tajo y Guadiana. La humedad decreciente hacia el sur se refleja en sus caudales. Principales ríos: Miño-Sil (CantábricosAtlánticos), Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir, Tinto, Odiel y Guadalete (características más mediterráneas).

12 Principales vertientes de los ríos ibéricos. Vertiente atlántica Miño Guadalquivir Guadiana Duero Tajo

13 - Principales vertientes de los ríos ibéricos las principales cuencas hidrográficas son las siguientes: - Duero. Climáticamente afectada por estar a sotavento de la cordillera cantábrica y morfológicamente por constituir una simple y clara unidad de relieve. Su latitud y la altitud de los relieves de cabecera, implican que sea un núcleo importante de entrada de agua de precipitación, y la impermeabilidad de su núcleo central un área con notable escorrentía superficial. - Tajo. Es una cuenca alargada y su curso principal está muy encajado, reflejando el condicionante tectónico de la misma. Es muy similar en clima y relieve a la del Duero, pero al encontrarse más al sur, las entradas de agua son menores y los estiajes mayores. - Guadiana. Es notable la escasez de agua por motivos geológicos (abundan las rocas permeables en su cabecera) y climáticos (las precipitaciones son escasas). Con relieves suaves, el curso del agua está limitado por el poco desnivel entre cabecera y desembocadura, y por el abombamiento del campo de Calatrava (zona volcánica). La abundancia de litologías calcáreas en su cabecera y el relieve casi llano, origina notables procesos kársticos que limitan la escorrentía superficial, a lo que se añaden unas condiciones climáticas totalmente mediterráneas. - Guadalquivir. Su alimentación hídrica depende esencialmente de las precipitaciones que caen en las Cordilleras Béticas. Por ello, hay importantes variaciones entre sus vertientes. La de Sierra Morena tiene poco desnivel y escasos caudales. La vertiente bética tiene los ríos más largos y caudales más elevados (gracias a las abundantes precipitaciones, incluso en forma de nieve, de Sierra Nevada y Cazorla).

14 -Vertiente mediterránea A excepción del río Ebro, en su mayoría los ríos son cortos y de fuerte pendiente, a causa de la cercanía del relieve al mar. El clima mediterráneo de la zona varía de norte a sur y de oeste a este, desde húmedo hasta árido (desde el sureste peninsular hacia el estrecho de Gibraltar y Cataluña), por lo que los caudales varían siguiendo la misma variación de las precipitaciones. La torrencialidad de las precipitaciones y el fuerte desnivel entre las cabeceras de los ríos y sus desembocaduras se combinan y originan cursos fluviales de alta pendiente, con caudales irregulares, estiajes pronunciados e inundaciones catastróficas. La cuenca principal es la del río Ebro, que recoge aguas de las cordilleras cantábricas, pirenaicas e ibéricas. La elevada diversidad climática de su área de drenaje, desde húmeda en cabecera a una elevada aridez en el sector central, implica que sea un río con un régimen de funcionamiento muy complejo. Su alimentación es básicamente atlántica, porque está aislada del mediterráneo por la cordillera costero catalana.

15 - Vertiente mediterránea En el sur, las cordilleras béticas configuran cursos fluviales cortos y de elevada pendiente. Salvo en la zona occiendal (Guadiaro, Genal, Guadalhorce y Guadalfeo), la aridez del clima implica escaso caudal y alta torrencialidad, lo implica cierta dificultad para el control y aprovechamiento hidráulico, riesgo de avenidas e inundaciones y elevada erosión. Desde Málaga hasta el cabo de Palos, los ríos se convierten en verdaderas ramblas, que están activas sólo durante lluvias intensas y abundantes: Vélez, Adra, Andarax, Almanzora. Al norte de cabo de Palos, el relieve se suaviza y se aleja de la costa, apareciendo cuencas de mayores dimensiones y menor gradiente: ríos Segura, Júcar, Turia y Mijares, cuyas cabeceras calcáreas reducen el estiaje y dan cierta regularidad al caudal. Por último, los relieves del Pirineo oriental y la costero catalana, cercanos al mar, determinan la aparición de nuevo de ríos cortos y abruptos (Fluviá, Ter y Llobregat), pero con un clima mediterráneo subhúmedo lo que proporciona caudales mayores. Júcar Guadalhorce Almanzora Llobregat

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17 - Regímenes de los ríos Variación anual del caudal relacionada con la variabilidad del origen del caudal (precipitaciones líquidas o sólidas). En España, debido a su diversidad climática y al relieve, los regímenes fluviales son muy variados. Incluso en una misma cuenca, si esta es de gran extensión e incluye relieves de cierta altitud, puede variar el tipo de régimen fluvial. Los regímenes fluviales observados son: - Régimen pluvial. Dependiente de la distribución temporal de las precipitaciones. Según las características de la precipitación, se distingue: - Oceánico: máximo en invierno y mínimo en verano, pero sin sequía. Elevado coeficiente de escorrentía. Son los ríos de la vertiente cantábrica y gallega, a excepción del río Sil y Nalón; también el Guadalquivir y el Gaudiana. - Mediterráneo: máximos en otoño y primavera y fuerte sequía estival. Bajos coeficientes de escorrentía y fuertes crecidas. Son todos los ríos mediterráneos, a excepción del río Ebro. - Régimen pluvio-nival. Esencialmente pluvial, pero con máximos en primavera debido a la lenta fusión de la nieve; mínimo estival atenuado. Ríos pirenaicos como el Llobregat. - Régimen nivo-pluvial. Escorrentía reforzada básicamente por la fusión de la nieve, aunque todavía la aportación de lluvia es notable. Similar al anterior pero con máximo más acusado y al final de primavera. Ríos pirenaicos de Aragón y Navarra, afluentes del Ebro, así como algún afluente del Duero. - Régimen nival. El aporte hídrico procede básicamente de la nieve. Abundante caudal todo el año, con máximos en final de primavera o principios de verano y otro secundario en otoño. Mínimo en invierno por la retención de agua en forma de nieve o hielo. Crecidas importantes si la fusión es rápida. Las cabeceras de los ríos Tajo y Duero. - Régimen complejo. Difícil estandarización por la elevada superficie de la cuenca, con variaciones topográficas, geológicas y climáticas. Característico de grandes ríos como el Duero, Tajo y Ebro.

18 - Regímenes de los ríos Variación anual del caudal relacionada con la variabilidad del origen del caudal (precipitaciones líquidas o sólidas). En España, debido a su diversidad climática y al relieve, los regímenes fluviales son muy variados. Incluso en una misma cuenca, si esta es de gran extensión e incluye relieves de cierta altitud, puede variar el tipo de régimen fluvial. Los regímenes fluviales observados son: - Régimen pluvial. Dependiente de la distribución temporal de las precipitaciones. Según las características de la precipitación, se distingue: - Oceánico: máximo en invierno y mínimo en verano, pero sin sequía. Elevado coeficiente de escorrentía. Son los ríos de la vertiente cantábrica y gallega, a excepción del río Sil y Nalón; también el Guadalquivir y el Gaudiana. - Mediterráneo: máximos en otoño y primavera y fuerte sequía estival. Bajos coeficientes de escorrentía y fuertes crecidas. Son todos los ríos mediterráneos, a excepción del río Ebro. - Régimen pluvio-nival. Esencialmente pluvial, pero con máximos en primavera debido a la lenta fusión de la nieve; mínimo estival atenuado. Ríos pirenaicos como el Llobregat. - Régimen nivo-pluvial. Escorrentía reforzada básicamente por la fusión de la nieve, aunque todavía la aportación de lluvia es notable. Similar al anterior pero con máximo más acusado y al final de primavera. Ríos pirenaicos de Aragón y Navarra, afluentes del Ebro, así como algún afluente del Duero. - Régimen nival. El aporte hídrico procede básicamente de la nieve. Abundante caudal todo el año, con máximos en final de primavera o principios de verano y otro secundario en otoño. Mínimo en invierno por la retención de agua en forma de nieve o hielo. Crecidas importantes si la fusión es rápida. Las cabeceras de los ríos Tajo y Duero. - Régimen complejo. Difícil estandarización por la elevada superficie de la cuenca, con variaciones topográficas, geológicas y climáticas. Característico de grandes ríos como el Duero, Tajo y Ebro.

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23 Los acuíferos y aguas subterráneas Muchas de las manifestaciones geográficas de las aguas continentales están conectadas al comportamiento de las aguas subterráneas. Los acuíferos, alimentados por infiltración y percolación, descargan en ríos o directamente al mar de forma diferida en el tiempo. Aportan una regularidad temporal al régimen hídrico. Los acuíferos constituyen el 40% del territorio español y de acuerdo con las litologías predominantes. Se reconocen varios tipos: - En rocas detríticas (areniscas, arenas y conglomerados). Son los más extensos, coincidiendo con las depresiones terciarias, destacando las del Duero y parte del Tajo y Guadiana. - En depósitos aluviales. Aparecen en márgenes fluviales (terrazas) y llanos litorales. Desempeñan un importante papel para las demandas humanas, especialmente en el mediterráneo. - En rocas calcáreas. Gracias a su fracturación, tienen una elevada capacidad de almacenamiento por lo que mantienen el caudal de base en los principales ríos peninsulares. - En rocas volcánicas. Son decisivos en las islas Canarias. El resto del territorio presenta acuíferos aislados o zonas prácticamente sin acuíferos, coincidiendo básicamente con el zócalo hercínico y áreas intra-montanas alpinas y del Ebro y Guadalquivir con abundancia de litologías arcillosas y margosas; algunas excepciones son algunas áreas graníticas.

24 Lagos, humedales y lagos artificiales àlos lagos y humedales representan una escasa superficie peninsular. Las condiciones climáticas y del relieve no son favorables a la formación de lagos. àsólo en casos donde convergen situaciones climáticas (abundantes lluvias) y geomorfológicas óptimas (zonas endorreicas con escasa pendiente del terreno), se desarrollan áreas lacustres, pero sin alcanzar importancia. Así, la escasez de agua y la falta de grandes depresiones cerradas, endorreicas, dan lugar a que las áreas lacustres sean escasas y poco importantes. àla mayor parte se localizan en la alta montaña alpina y son de origen glaciar. Los más importantes son los de los Pirineos, de los Montes de León con el lago de Sanabria (el mayor lago, 3 km x 1.4), y de la Cordillera Ibérica (laguna Negra, Gallocanta). En áreas donde el nivel freático puede emerger de la superficie, se forman acumulaciones de agua en las zonas más deprimidas destacando los lagos de Banyoles, la laguna de Ruidera y la de Gallocanta.

25 Lagos, humedales y lagos artificiales Por otro lado, existen algunas áreas de topografía llana, sin cursos de aguas definidos, donde se acumula el agua, formando humedales. Por higienismo ambiental (enfermedades) y para ganar tierras de cultivo, se desecaron una gran superficie de humedales (60%), sobre todo durante el siglo XX, perdiéndose muchas de ellas, que tenían gran valor ecológico (Laguna de la Janda en Cádiz, Laguna de Tierra de Campos en Palencia). Se distinguen medios palustres o humedales continentales y litorales. Los continentales se asocian a áreas esteparias del interior, en zonas de topografía llana, endorreicas, de depresiones terciarias; son importantes en La mancha y en la depresión del Ebro (Bajo Aragón). Los litorales aparecen en zonas de estuarios, albuferas y deltas, con una frontera entre el medio fluvial y marino no bien definida; las más importanes: delta del Ebro, albufera de Valencia, Mar Menor, marismas del golfo de Cádiz, y algunas rías cantábricas como Urdaibai.

26 Lagos, humedales y lagos artificiales Por último, en España, adquieren una gran importancia los lagos creados artificialmente (embalses y represas) para la regulación de caudales, el riego y la producción de energía eléctrica. Ocupan una mayor superficie que todos los lagos naturales y humedales. Los más importantes por su extensión son los de Almendra y Ricobayo en el Duero, el de Mequinenza en el Ebro, los de la La Serena y Cijara en el Guadiana, y los de Alcántara, Buendía y Valdecañas en el Tajo.

27 -Las Tablas de Daimiel. Características y problemas ambientales. "27