Saludo del Celebrante

Transcripción

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2 Saludo del Celebrante En el nombre del Padre... Queridos hermanos: Hace 50 días nos reuníamos aquí para celebrar la noche santa de Pascua. Ahora nos reunimos otra vez para celebrar la fiesta de Pentecostés, que nos recuerda y renueva aquel día en que Cristo, después de subir al cielo y de acuerdo con las cosas que había prometido, envía el Espíritu Santo a sus Apóstoles. En esta fiesta celebramos con alegría el nacimiento de la Iglesia. Pidamos al Señor que esta celebración sea para nosotros como un nuevo día en nuestras vidas: el día de nuestra renovación. Con la lectura y reflexión de la Palabra de Dios vamos a pedir que el Espíritu del Señor renueve las fuerzas que necesitamos para vivir como miembros de la Iglesia. 2

3 Liturgia de la Palabra Lectura del libro de la creación del mundo Las personas que vivían en todo el mundo hablaban la misma lengua, con las mismas palabras. El pueblo encontró una llanura y se quedaron allí. Y dijeron: Vamos a hacer ladrillos para construir una ciudad y una torre que llegue hasta el cielo, y así nos haremos famosos. El Señor bajó a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres y dijo: Son un solo pueblo y hablan una sola lengua. La ciudad y la torre que están construyendo son el principio de su trabajo y podrán hacer las cosas que quieran. Voy a confundir su lengua para que no se puedan entender entre ellos. Y el Señor confundió la lengua de los hombres y los dispersó por toda la Tierra y abandonaron la ciudad y la torre que estaban construyendo. Por eso se llama Babel, porque allí el Señor confundió la lengua de los hombres. Palabra de Dios (Breve silencio meditativo) 3

4 L. Un sólo Señor, una sola fe, un sólo Bautismo, un sólo Dios y Padre de todos. T. Un sólo Señor, una sola fe, un sólo Bautismo, un sólo Dios y Padre de todos. L. El Señor cambia el plan de las naciones, Y deshace sus proyectos; Pero el plan del Señor es eterno. T. Un sólo Señor, una sola fe, un sólo Bautismo, un sólo Dios y Padre de todos. L. Feliz la nación que tiene al Señor por Dios, el pueblo que Él escogió. El Señor mira desde el cielo y ve a todos los hombres; T. Un sólo Señor, una sola fe, un sólo Bautismo, un sólo Dios y Padre de todos. L. Desde su casa ve a todos los que viven en la Tierra. El Señor hizo el corazón de cada uno y vigila todo lo que hacen. T. Un sólo Señor, una sola fe, un sólo Bautismo, un sólo Dios y Padre de todos. 4

5 S. Oremos: Padre Dios, Tu has querido que celebremos el misterio pascual durante cincuenta días; renueva ahora en nosotros el milagro de Pentecostés para que todos los pueblos de la Tierra, separados por el pecado y el odio, se puedan reunir de nuevo con la ayuda de tu Espíritu y así puedan manifestar su fe en Ti con sus distintas lenguas. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor 5

6 Lectura del profeta Ezequiel El Señor me llevó a un valle lleno de huesos. Había muchos huesos y todos estaban quemados. Y el Señor me dijo: Hijo de Adán, esos huesos no pueden volver a la vida. Yo le contesté: Señor, tu lo sabes. Y el Señor me mandó: Di a esos huesos: huesos quemados, escuchad la palabra del Señor: os voy a dar un nuevo espíritu para que tengáis vida otra vez. Voy a crear tendones y carne y una piel nueva. Y os daré in nuevo espíritu para que podáis vivir otra vez. Y así sabréis que Yo soy el Señor Dije las cosas que el Señor me había mandado. Todavía estaba yo hablando y se oyó un trueno muy fuerte; luego hubo un terremoto y los huesos empezaron a unirse y vi que tenían carne y tendones; pero no tenían aliento. Y el Señor me dijo: 6

7 Hijo de Adán, llama al Espíritu diciendo: Ven Espíritu y da vida a estos cuerpos muertos!. Yo dije las cosas que el Señor me había mandado y vi que los cuerpos vivían otra vez y se ponían de pie. Entonces el Señor me dijo: Hijo de Adán: Esos huesos son la casa de Israel. Los ves ahí diciendo: nuestros huesos están quemados, nuestra esperanza ha desaparecido; estamos perdidos. Por eso háblales ahora como profeta y diles: Esto dice el Señor: Pueblo mío, os voy a sacar de vuestras tumbas y os voy a llevar a la tierra de Israel. Sabréis que Yo soy el Señor. Os daré mi Espíritu para que tengáis vida y así sabréis que Yo, el Señor, digo las cosas y las cumplo. Palabra de Dios (Breve silencio meditativo) 7

8 L. Ayúdame, Señor, porque te necesito. T. Ayúdame, Señor, porque te necesito. L. Ayúdame, Señor, porque te necesito; Tu eres mi bien. El Señor es la parte de mi herencia, Mi vida está en sus manos. T. Ayúdame, Señor, porque te necesito. L. Por eso se alegra mi corazón, Y mi cuerpo descansa tranquilo; Porque no me darás a conocer el sufrimiento, Ni permitirás que conozca la muerte. T. Ayúdame, Señor, porque te necesito. L. Me enseñarás el camino de la vida, Me llenaras de alegría delante de Ti; De alegría eterna, Sentado a tu derecha. T. Ayúdame, Señor, porque te necesito. 8

9 S. Oremos: Padre Dios, que maravillosamente creaste al Hombre y lo salvaste; Concédenos la ayuda del Espíritu Santo para ser fuertes ante el pecado y poder llegar a las alegrías del cielo. Te lo pedimos Jesucristo nuestro Señor 9

10 Lectura del profeta Joel Esto dice el Señor: Os mandaré mi Espíritu y vuestros hijos y vuestras hijas hablarán como profetas; vuestros ancianos tendrán esperanza y vuestros jóvenes tendrán ilusiones. También mandaré mi Espíritu a los criados y a las criadas. En el cielo y en la tierra haré cosas maravillosas: sangre, fuego y humo; el sol se hará oscuro y la luna tendrá manchas de sangre antes de la venida del Señor. Todos los que llamen al Señor se salvarán. Palabra de Dios (Breve silencio meditativo) 10

11 L. Envía tu Espíritu, Señor. T. Envía tu Espíritu, Señor. L. Bendice, alma mía, al Señor, Dios mío, eres grande. Tus obras, Señor, no se pueden contar; La Tierra está llena de tus obras. T. Envía tu Espíritu, Señor. L. Les quitas tu calor y mueren, Otra vez se convierten en polvo. Envías tu calor y las das vida, Y llenas con ellas toda la Tierra. T. Envía tu Espíritu, Señor. L. Gloria a Dios para siempre. Goce el Señor con las cosas que ha creado. Y yo me alegrare con el Señor. T. Envía tu Espíritu, Señor. 11

12 S. Oremos: Padre Dios, que con la resurrección de tu Hijo y la venida del Espíritu Santo nos abres la puerta de tu reino; te pedimos que, al recibir los dones que Tu nos mandas con el Espíritu Santo, nos renovemos interiormente y podamos vivir así la riqueza de nuestra fe. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor S. (Se sigue con el Gloria y después con la siguiente oración) Oremos: Padre Dios, que gracias al misterio de Pentecostés das vida a tu Iglesia, extendida por todo el mundo; derrama los dones de tu Espíritu sobre nosotros y sigue haciendo en el corazón de tus hijos las mismas cosas que hiciste al comienzo de la vida de la Iglesia. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor 12

13 Lectura de los Hechos de los Apóstoles Todos los discípulos estaban juntos en una casa, con María, la madre de Jesús. De repente se oyó el ruido de un viento muy fuerte. Y los discípulos vieron sobre sus cabezas algo parecido a llamas de fuego. Y se llenaron de la fuerza del Espíritu Santo. Luego salieron a la calle y empezaron a predicar en lenguas extrajeras que no conocían. Ese mismo día había en Jerusalén personas judías de muchos pueblos distintos. Cuando oyeron el ruido fueron a la casa donde estaban los discípulos y los judíos se asombraron porque cada uno comprendía a los discípulos en su propia lengua. Y los judíos decían: Estos hombres son de Galilea pero nosotros les oímos en nuestra propia lengua. Cómo es posible?. Aquí estamos judíos de pueblos distintos y también hay personas que no son de Roma; también hay personas de Grecia y árabes y todos les oímos hablar en nuestra lengua de las cosas maravillosas de Dios. Palabra de Dios 13

14 L. Aleluya, Aleluya. T. Aleluya, Aleluya. L. Ven, Espíritu Santo Llena los corazones de tus fieles Con el fuego de tu amor. T. Aleluya, Aleluya. 14

15 ( + ) Lectura del Santo Evangelio según S. Juan El día primero de la semana, por la noche, estaban los discípulos en una casa con las puertas cerradas, porque tenían miedo a los judíos. Y entró Jesús, se puso en medio y les dijo: -Paz a vosotros. Luego les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús dijo otra vez: -Paz a vosotros. Lo mismo que el Padre me ha enviado, también os envío yo. Y sopló sobre ellos y les dijo: -Recibid el Espíritu Santo; a las personas a las que perdonéis los pecados, les están perdonados; a las que no se los perdonéis, no se les perdonan. (Sigue la Homilía) Palabra del Señor 15

16 Invocación al Espíritu Santo S. Hermanos: Las Iglesia, y cada uno de nosotros como parte de ella, necesitamos la presencia constante del Espíritu del Señor en nuestras vidas. Con la seguridad que nos da la misma fe que nos une a todos, pidamos ahora que el Espíritu Santo venga a nosotros y nos guíe hacia la santidad Un coro de 3 chicas lee el Veni Creator Mientras, el sacerdote tiene extendidas sus manos sobre el pueblo y este también las suyas, con las palmas hacia arriba. 16

17 Ven, Espíritu Santo creador, Ven a visitar nuestro corazón; Y llena con tu Gracia viva, Las almas que Tu creaste por amor. Tu, que eres llamado consolador, Don del Dios Padre y Señor, Fuente viva, fuego que es claridad Y también espiritual y divina unción. En cada sacramento que nos das, Eres la mano del Padre. Eres Tu la promesa que el Padre nos dio; Con tu palabra haces rica nuestra oración. Das luz a nuestra vida, Llenas nuestros corazones de amor, Y con tu fuerza afianzas nuestro cuerpo, Inclinado a la tentación. Danos pronto tu paz, Para vencer al enemigo, Y siendo Tu nuestro buen guía Evitaremos el mal. Concédenos poder conocer al Padre, Comprender a Jesús, su Hijo, Y creer en Ti con fe fuerte, Que vienes del amor del Padre y del Hijo. Demos gloria al padre, porque es Dios, A su Hijo, que resucitó, Y también al Espíritu consolador. Por los siglos de los siglos, gloria y bendición. Amén. Aleluya 17

18 (Después de la Oración post comunión) Apagado del Cirio y Envío S. Queridos hermanos: Nuestra Eucaristía va a terminar. En esta noche nuestros corazones están llenos de los dones del Espíritu Santo y nuestra vida debe ser guiada por Él. Hoy, hace cincuenta días de la noche santa de Pascua; hoy hace 50 días que se bendijo este cirio como signo de la Resurrección del Señor, que está vivo entre nosotros y es la luz que nunca se apaga. Ahora, terminado el tiempo de Pascua, vamos a apagar este cirio pero antes, de una forma simbólica vamos a pasar su luz a nuestras velitas, como signo de que, a partir de ahora y con la ayuda del Espíritu Santo, que nos impulsa, nos guía y nos da fuerza, vamos a vivir como testigos de esa Luz, es decir, como testigos de Cristo Resucitado (De la llama del cirio se encienden las velitas. Cuando todas están encendidas, el sacerdote apaga el cirio. Y luego continúa) 18

19 Por ello ahora, acabado el tiempo de Pascua, proclamamos y renovamos nuestra fe pidiendo que el Espíritu Santo nos ayude a hacer realidad en cada momento de nuestra vida las cosas que creemos. S. Creéis en Dios, Padre nuestro, que nos ama y nos cuida?. T. Sí, creo. S. Creéis en Jesucristo, nuestro Hermano, que nació de nuestra Madre, la Virgen María; que murió y resucitó y está ahora sentado a la derecha de Dios Padre?. T. Sí, creo. S. Creéis en el Espíritu Santo, que es la fuerza de Dios que nos hace santos?. T. Sí, creo. S. Creéis en la Iglesia Católica, en la unión de los santos, en el perdón de los pecados y en la vida eterna que nos espera junto a Cristo en el cielo?. T. Sí, creo. 19

20 S. Esta es nuestra fe; esta es la fe de la Iglesia de la que somos parte y que nació con la fuerza del Espíritu Santo. Y la bendición de Dios Todopoderoso ( + ) padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre vosotros y os acompañe siempre. T. Amén D. Podéis ir en paz, Aleluya, Aleluya 20