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María Soledad Sáez Acuña
hace 6 años
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MEDIATECAS MUNICIPALES DE ALCOBENDAS www.alcobendas.org mediatecas@aytoalcobendas.

1 MEDIATECAS MUNICIPALES DE ALCOBENDAS Certamen de promoción de la lectura 2017 «Fragmentos para el verano» Información y presentación: Mediateca Anabel Segura Avda. de Bruselas, 19 Fragmentos para el verano Mediateca Centro de Arte Alcobendas C/ Mariano Sebastián Izuel, 9 Mediateca Miguel Delibes Avda. de la Magia, 4 Mediateca Pablo Iglesias Paseo de la Chopera, 59 Idea basada en el Álbum de Fragmentos realizado con motivo del Día Internacional del Libro en Castilla-La Mancha Álbum literario para disfrutar del calor junio-septiembre 2017

2 PARTICIPACIÓN EN GRUPO Nombres y apellidos de los miembros del grupo pág. 2 El álbum de Fragmentos para el verano está disponible en las páginas Web pág. 11

3 PARTICIPACIÓN INDIVIDUAL NO OLVIDES COMPLETAR TUS DATOS... Nombre y apellidos: Teléfono: Dirección: C.P.: Ciudad: Correo electrónico: PARTICIPACIÓN EN GRUPO Datos de la persona de contacto Nombre y apellidos: Teléfono: Dirección: C.P.: Ciudad : Correo electrónico: pág. 10 Qué es Fragmentos para el verano Tienes en las manos un álbum de fragmentos que contiene 10 textos que te llevarán a otros tantos libros y autores. El juego que te proponemos es sencillo: se trata de localizar los libros y los autores de los 10 fragmentos. Las mediatecas te lo ponen aún más fácil, ya que estos libros están incluidos en la selección de Lecturas para el Verano expuesta en las mediatecas Anabel Segura, Centro de Arte Alcobendas, Miguel Delibes y Pablo Iglesias. Cómo se participa Puedes jugar de forma individual o en grupo (hasta un máximo de 5 personas). Una opción excluye la otra, cada persona sólo puede presentar un álbum, bien de forma individual, bien formando parte de un grupo. Este es un juego para recordar y también para descubrir nuevas lecturas. Es una propuesta para buscar en los libros, releer, visitar la mediateca, compartir pistas con otros lectores y, en definitiva, disfrutar del placer que proporciona la literatura. Tienes todo el verano para resolver los 10 enigmas, ya que el plazo de entrega finalizará el 15 de septiembre. Deberás entregar el álbum en una de las cuatro mediatecas municipales (Anabel Segura, Centro de Arte Alcobendas, Miguel Delibes o Pablo Iglesias). pág. 3

4 Premios Se establece un premio por categoría: - Modalidad individual: 100 euros en libros - Modalidad en grupo: 100 euros en libros Los álbumes ganadores se elegirán mediante sorteo público, uno de cada categoría, el 22 de septiembre a las 20:30 horas en la sala de adultos de la Mediateca Pablo Iglesias. Sólo serán válidos los álbumes que hayan acertado los 10 libros con sus autores correspondientes. Los nombres de los ganadores se harán públicos en la revista Siete Días. A los ganadores se les comunicará telefónicamente la buena noticia. Mediateca Anabel Segura Avenida de Bruselas, Alcobendas Horario: de lunes a viernes, de 09 a 21 horas. Mediateca Centro de Arte Alcobendas C/ Mariano Sebastián Izuel, Alcobendas Horario: de lunes a sábado, de 10 a 21 horas. Mediateca Miguel Delibes Avenida de la Magia, Alcobendas Horario: de lunes a sábado, de 10 a 22 horas. A hora camina por anchas calles desiertas en el decimosexto distrito, lejos de su propio entorno de actuación, con el rifle levantado y el ribete dorado de sus faldones aleteando. El sol blanquea las ruinas. Un gato que milagrosamente aún no ha servido de alimento sale corriendo de debajo de un tanque alemán abrasado en busca de otro agujero. Las malas hierbas crecen entre los coches viejos y los suelos de quioscos de periódicos. Miman a los esqueletos de los caídos. Girasoles enormes echan raíces por doquier, y la hierba bajo los pies está moteada de plantas que no existieron antes de la explosión. M ira el monitor para bebés al borde de la mesa, con su lucecita roja brillando como el extremo de un cigarro. La pantalla está rota se le cayó hace unos días y Marco aún no la ha cambiado-, pero el audio sigue funcionando. De pronto le entran dudas, y se da cuenta de lo desacertado de la situación. Quién se va a una cena con los vecinos dejando a su bebé solo en casa? Qué clase de madre hace algo así? Vuelve a sentir la agonía de siempre inundándola: no es una buena madre. Mediateca Pablo Iglesias Paseo de la Chopera, Alcobendas Horario: de lunes a sábado, de 09 a 21 horas. pág. 4 pág. 9

5 L lamé a Susan una vez, luego otra, en esta ocasión levantando más la voz. Los vapores del alcohol empezaban a disiparse y tenía el pie en el primer peldaño de la escalera que subía a los dormitorios cuando oí batir la puerta trasera de la cocina contra el fregadero. Instintivamente me llevé la mano al Colt DE, pero estaba arriba en mi escritorio, donde lo había dejado antes de enfrentarme a Susan y a un nuevo capítulo de la historia de nuestro agonizante matrimonio. En ese momento me maldije. Más tarde, aquello se convertiría en el símbolo de todos mis fracasos, de todos mis cargos de conciencia. V estían de paisano, como de costumbre, y ocupaban dos taburetes del rincón de la barra más próximo a la puerta. A esa hora el bar estaba frecuentado por la clientela habitual: militares de uniforme, alguna camisa azul, corresponsales extranjeros y propietarios rurales con olor a garrocha campera; felices estos últimos, después de cinco años de zozobras republicanas, de tener a sus jornaleros con la cabeza gacha o pudriéndose en encinares y cunetas. P ero a dónde vamos? -preguntó Manuel cada vez más extrañado-. Creí que habías dicho que visitaríamos la viña dijo haciendo un gesto hacia la ladera. -Y allí es a donde vamos -respondió Daniel divertido. - En barco? -Claro, esto es la Ribeira Sacra, Manuel, que da nombre a la denominación de origen del vino; para muchas de las viñas la Ribera, la única manera de llegar es ésta, navegando el río y, por suerte, la mayoría de las nuestras son viñas de Ribera, las mejores dijo orgulloso-. S oy como esa isla que ignorada late acunada por árboles jugosos en el centro de un mar que no me entiende, rodeada de nada, sola solo. Hay aves en mi isla relucientes y pintadas por ángeles pintores, hay fieras que me miran dulcemente, y venenosas flores. Hay arroyos poetas y voces interiores de volcanes dormidos. [...] Para mí es un placer ser ignorada, Isla ignorada del océano eterno. En el centro del mundo sin un libro, sé todo, porque vino un misionero y me dejó una cruz para la vida para la muerte me dejó un misterio pág. 8 pág. 5

6 D ime una cosa- le pidió Brunetti, que aunque lo tuteaba se resistía a llamarlo por el nombre de pila como harían dos remeros estando en la barca-. Por qué quieres ir a verlas? Casati respondió con un «ah» alargado. Ya las viste ayer: están muriéndose. Mis chicas se mueren. Y qué las mata? Podría ser varroa explicó Casati. Qué es eso? Ácaros. Ácaros diminutos que les chupan la sangre y las debilita contestó con evidente indignación. Pero no las matan. Casati chasqueó la lengua. Si están débiles, hay otras cosas que pueden matarlas le explicó. No tener suficiente alimento, los virus, los pesticidas, los herbicidas. V eréis, hijos, ahora que no está Julio... Y perdóname, Manolita... No sé si habréis notado que hoy casi no había lentejas. A mí sí me ha parecido que había pocas, pero no me ha chocado: cada vez hay menos. Pero hace meses que la ración que dan con la cartilla es casi la misma. Y tu madre pone en la cacerola la misma cantidad. Y, como tú acabas de decir, en la sopera cada vez hay menos. Ah! Y qué quieres decir, mamá? Qué quieres decir con eso de que no está Julio? Que como su madre entra y sale constantemente en casa, yo no sé si la pobre mujer, que está, como todos, muerta de hambre, de vez en cuando mete la cuchara en la cacerola. A Hoy jugaremos a «Acción» proclamó Olga, para añadir enseguida : Os advierto! La prueba de hoy va a ser muy peligrosa. Por desgracia, ya es demasiado tarde para retirarse del juego. Si no superáis la prueba, o lo hacéis mal, perderéis vuestra prenda. Tal vez mi hermana y yo la consideremos un regalo de cumpleaños. O tal vez de despedida. Ya sabéis que mañana nos marchamos de aquí para nunca volver anunció, pletórica de felicidad, mientras más de una las envidiaban. Olga sacó algo de debajo de sus generosas nalgas. Unas tijeritas de bordar doradas, de fina factura, con el mango repujado en bellos motivos vegetales. quella noche soñé que regresaba al Cementerio de los Libros Olvidados. Volvía a tener diez años y despertaba en mi antiguo dormitorio para sentir que la memoria del rostro de mi madre me había abandonado. Y del modo en que se saben las cosas en los sueños, sabía que la culpa era mía y solo mía porque no me merecía recordarlo y porque no había sido capaz de hacerle justicia. Al poco entraba mi padre, alertado por mis gritos de angustia. Mi padre, que en mi sueño todavía era joven y aún guardaba todas las respuestas del mundo, me abrazaba para consolarme. Luego, con las primeras luces pintaban una Barcelona de vapor, salimos a la calle. pág. 6 pág. 7

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