PENSAR EL LIBRO 6. Olav Stokkmo, Secretario general de IFRRO

Transcripción

1 Foro iberoamericano sobre el libro, la lectura y las bibliotecas en la sociedad del conocimiento Junio 2009 Modelos legales desarrollados en Europa para la digitalización, almacenamiento, registro y acceso al material de las bibliotecas digitales Olav Stokkmo, Secretario general de IFRRO Exposición de las soluciones y los modelos desarrollados en Europa para la digitalización, almacenamiento, registro y acceso al material de las bibliotecas digitales, de manera legal.

2 1 Modelos legales desarrollados en Europa para la digitalización, almacenamiento, registro y acceso al material de las bibliotecas digitales Olav Stokkmo, presidente de IFRRO Agradezco muchísimo esta oportunidad de presentar las soluciones que hemos desarrollado en Europa para las bibliotecas digitales. La aspiración de la Comisión Europea es crear un punto de acceso común, multilingüe, al patrimonio cultural europeo. Como saben en Europa hay muchas lenguas, muchos idiomas, y con el fin de realizarlo, la Unión Europea ha publicado varios documentos, de los cuales los más importantes son dos comunicaciones y una recomendación relativos a la digitalización y puesta a disposición del material en bibliotecas y otras instituciones culturales. Esos documentos recomiendan a los representantes de los derecho-habientes y de las instituciones culturales buscar mecanismos voluntarios para facilitar el uso del material protegido, sobre todo respecto a obras huérfanas y agotadas. Además, la Comisión Europea nombró un grupo de expertos de alto nivel con el mandato de prestar asistencia a la implementación del proyecto Bibliotecas Digitales Europeas. Participaron en el grupo representantes de las bibliotecas, archivos, museos, editores de libros y prensa, periódicos, productores, IFRRO y, lo que es un poco extraño, también Google. Se formaron otros tres comités: uno para el derecho de autor, uno para la información científica y académica, y uno para revisar la cooperación entre entidades públicas y privadas. Todos esos comités han presentado informes que han sido publicados en Internet. Yo voy a presentar el trabajo del comité de derecho de autor. Formaron parte de él los representantes de las instituciones culturales y de los titulares de derechos de autor. Durante el último año también participó en el trabajo un representante de Google. El enfoque del trabajo del comité fue encontrar soluciones para la preservación digital y para la digitalización y puesta a disposición del público de obras huérfanas y obras agotadas. La directiva de la Comisión Europea relativa a los derechos de autor y derechos afines, establece el derecho exclusivo del autor de autorizar o realizar la reproducción, la comunicación o puesta a disposición del público y la distribución de la obra. La misma directiva permite a los Estados miembros de la Unión Europea introducir en sus legislaciones limitaciones a los derechos exclusivos, tratando a cada uno de ellos de manera diferente. La ley nacional puede incluir una excepción en favor de bibliotecas, archivos, centros de enseñanza o museos accesibles al público que no tengan intención de obtener un beneficio económico o comercial directo o indirecto para permitir a esas instituciones la digitalización de una obra protegida. Las limitaciones son facultativas y no todos los países europeos han introducido en su legislación limitaciones respecto a la reproducción en instituciones culturales; por ejemplo, no existe en la legislación de Italia. La limitación al derecho de reproducción no incluye la posibilidad de poner el material reproducido a disposición del público. Una excepción más limitada al derecho de la puesta a disposición podría ser todavía introducida en las leyes nacionales. Cuando el uso consista en la comunicación a personas concretas del público o la puesta a su disposición, a efectos de investigación o de estudio personal a través de terminales especializadas instaladas en los locales de las bibliotecas o de otras instituciones culturales. El informe

3 2 final del comité es de junio de Allí recomienda que si quedan pocos ejemplares del material para el sistema de venta al público, el titular del derecho debería ofrecer licencias que autoricen a las instituciones a digitalizar más de una copia de la obra y también a reproducir copias sucesivas en formatos alternativos cuando la tecnología lo requiera, todo eso bajo convenciones y acuerdos. En cuanto a la recolección automática del material que se publica en las redes electrónicas, accesibles al público, especialmente en Internet, el comité no propone una solución precisa. Solo recomienda que todos los países miembros de la Unión Europea encuentren una solución inspirándose en las disposiciones de las legislaciones finesa y francesa, que ya han tenido este fenómeno. En cuanto a las obras huérfanas, éstas se definen cuando no es posible localizar al titular de la obra o bien, estando identificado. La solución propuesta por el comité de derecho de autor se compone de tres elementos: primero, normas para efectuar búsquedas diligentes para identificar o localizar a los derecho-habientes; segundo, criterios para centros de autorización y de concesión de licencias para la digitalización y puesta a disposición del público de obras huérfanas; y criterios para bases de datos o registros interoperables de obras declaradas como obras huérfanas. Las normas para la búsqueda diligente de titulares de obras huérfanas fueron elaboradas por representantes de las partes interesadas, es decir: los directores de bibliotecas, museos, archivos; editores; autores; etc. El 4 de junio de 2008 cerca de 30 organizaciones que representan bibliotecas, archivos, autores, editores, productores y sociedades de gestión, incluida la IFRRO, firmaron una carta de intención, en la cual asumieron el compromiso de observar las normas convenidas, que se componen de una parte general y otra específica para los cuatro sectores de obras: de textos, musicales, visuales y audiovisuales. Se supone que las normas celebradas a nivel europeo se completarán con normas nacionales. El principio fundamental es que la institución que quiera digitalizar o poner a disposición una obra, debe primero buscar al titular de derecho de la obra en cuestión. Por lo demás, siempre que se pueda identificar la nacionalidad del titular o del editor de la obra, la autorización debería ser efectuada en el país en el cual ha sido publicada. Las normas generales obligan a la institución que quiere digitalizar o poner a disposición una obra, a publicar información relativa a ella en sitios de Internet y otros medios de comunicación relevantes, utilizando todas las estrategias de comunicación conocidas y los recursos que ha usado para buscar al derecho-habiente. Así mismo, al mencionar la información sobre la búsqueda en una base de datos es sumamente importante que la obra se identifique como obra huérfana. Los recursos generales identificados incluyen el sitio red webfile.com: información contenida en la obra misma, materiales bibliográficos nacionales, estándares nacionales e internacionales, registros nacionales de derecho de autor (sobre todo recursos y catálogos accesibles desde las bibliotecas, archivos y museos, bases de datos de asociaciones de titulares), y las sociedades de gestión colectiva de derecho de autor: editores, productores, etc. De esta manera pueden ayudar también a prestar asistencia las entidades de gestión colectiva como por ejemplo los miembros de IFRRO, que representa unas 67 entidades de gestión colectiva, que representan a su vez editores de libros, periódicos, música, autores de textos de todo tipo, ilustradores, fotógrafos, compositores, etc. También son miembros de IFRRO asociaciones nacionales e internacionales de autores y editores. Por eso representa una red bastante amplia para buscar derechos, titulares y obras. Por lo demás, cuatro subcomités han establecido normas para cada uno de los cuatro sectores ya mencionados: textos, música, visual y audiovisual; y varios sitios web se recomiendan para buscar titulares, derechos y obras.

4 3 Con respecto a las obras agotadas, el informe del comité de derecho de autor las define como aquellas que el titular declara unilateralmente que ya no están disponibles para el sistema de venta al público. No importa el número de copias que estén disponibles de la obra. Sólo tiene importancia la declaración del titular; es decir, si él declara que no tiene la intención de ofrecer la obra comercialmente en el mercado. Es claro que las obras huérfanas suelen ser así mismo obras agotadas; sin embargo, por motivos varios, el titular puede también decidirse por no comercializar una obra. La solución propuesta por el comité de derecho de autor se compone de tres elementos: dos contratos modelos, uno que hace posible a los usuarios autorizados el acceso a obras agotadas en forma digital, el otro, ofreciendo a todos los usuarios de la biblioteca en cuestión el acceso en línea a libros agotados a través de redes abiertas, según los criterios de centros de autorización como para las obras huérfanas y también como la solución para las obras huérfanas, criterios para bases de datos o registros interoperables de obras agotadas. Los contratos modelos Los grupos establecidos para proponer contratos modelos estuvieron compuestos por representantes de los titulares y de las bibliotecas. Por las bibliotecas asistieron la Biblioteca Nacional Alemana, la British Library y también el presidente del Comité de Derecho de Autor de la Asociación Europea de las Bibliotecas. A pesar de que fueron elaborados principalmente para su uso en bibliotecas, la forma de los dos contratos es general. Esto permitiría que también otros tipos de instituciones y organismos, incluidos los archivos de obras de texto, música, artes visuales y audiovisuales, y empresas privadas que soliciten la autorización para digitalizar o poner a disposición obras agotadas puedan beneficiarse de contratos, y también fuera de Europa, porque todos los contratos están en la página web de la Comisión Europea y también en la página web de IFRRO y han sido traducidos a varios idiomas. Además, aunque fueron preparados principalmente para la digitalización y puesta a disposición de textos, la forma de los contratos permitiría su uso también respecto a obras musicales, visuales y audiovisuales. Por medio del contrato la biblioteca adquiere el derecho no exclusivo y no transferible para digitalizar, almacenar, registrar en forma sistemática y acceder al material. Tiene la facultad de ofrecer a sus usuarios autorizados el acceso al material digitalizado en redes instaladas y aseguradas. Puesto que el usuario es un cliente ordinario de la biblioteca y está autorizado por ella para acceder a sus redes instaladas, el acceso podría hacerse en línea desde cualquier sitio, incluso fuera del país. Bajo una licencia aparte, la biblioteca está autorizada a poner en línea el material a disposición de otras bibliotecas, instituciones y empresas especificadas por la licencia. Esto podría ser importante, por ejemplo, para una universidad que a través de un contrato con el editor o con una entidad de gestión colectiva, como Cedro en España, podría obtener una licencia para acceder al material. El usuario adquiere el derecho a examinar el material en la pantalla, recuperar y buscar dentro del texto, y a condición de tener una licencia por separado con el derecho-habiente o su representante, también para almacenar y hacer copias únicas del texto. Todo derecho moral debe ser observado. El titular, quien tiene el derecho a una remuneración compensatoria por la digitalización y puesta a disposición de su obra, puede también exigir que la biblioteca le proporcione información sobre el tipo, la frecuencia del acceso y el uso del material. Esto le permitiría revocar la licencia, incluso unilateralmente y bajo cualquier motivo. En tal caso, la biblioteca puede reclamar un reembolso de los gastos que pueda justificar dentro del proceso de la digitalización. Para que el contrato modelo pueda

5 4 ser abierto, el punto de partida es que concierne solo a libros agotados que las bibliotecas quieran digitalizar y poner a disposición del público. Así mismo, operando con un contrato distinto, la forma permite también su uso por otras instituciones y respecto a otro tipo de material. El titular tiene la facultad de especificar en la licencia el uso permitido por la biblioteca y sus clientes. El usuario sigue teniendo los derechos del otro contrato, pero hay limitaciones y entre las más importantes que impone este contrato modelo importa señalar que: No permite la reproducción sistemática. No permite hacer extractos o copias múltiples o digitales. No está autorizada la alteración, la abreviación, la adaptación o la modificación del texto digitalizado. Por último, quiero señalar que un consorcio compuesto por 27 colaboradores va a cofinanciar un proyecto con la Comisión Europea que se denomina AIRO. En este consorcio participan nueve bibliotecas nacionales europeas, entre ellas las más grandes, una biblioteca universitaria (INSPRO, en Austria), asociaciones de titulares, sociedades de gestión colectiva, federaciones internacionales de bibliotecas y titulares, incluidas la Federación Europea de Editores y la IFRRO. Ese proyecto va a implementar las soluciones y va a durar dos años y medio. Los titulares recibieron con entusiasmo la iniciativa de bibliotecas digitales de la Comisión Europea. Sabemos, sin embargo, que limitaciones y excepciones siempre representarán una solución escasa para resolver un problema. Por ello buscamos la cooperación entre las partes interesadas, que puede contestar directamente a las necesidades de un cliente. Es eso lo que hemos realizado con el proyecto de derecho de autor para la realización de bibliotecas digitales en Europa.