Los animales vertebrados poseen características que les permiten avanzar y flotar en el agua o sumergirse a distintas profundidades.

Transcripción

1 Animales vertebrados Los animales vertebrados se dividen en 5 grandes grupos: los peces, los anfibios, los reptiles, las aves y los mamíferos. Estos animales han desarrollado, durante millones de años de evolución, características que les permitieron adaptarse al medio en el que viven, es decir, al medio acuático. Éstas, se denominan adaptaciones y hacen posible que estos seres vivos habiten los ecosistemas acuáticos. Además, cada uno de estos grupos tiene un tipo de reproducción característica que hace posible que dejen descendientes y, en consecuencia, posibilita la perpetuación de las especies y la continuidad de la vida. Los animales vertebrados poseen características que les permiten avanzar y flotar en el agua o sumergirse a distintas profundidades. La forma del cuerpo de los peces y de los mamíferos acuáticos, llamada hidrodinámica, es alargada y con la parte anterior afinada, y favorece su desplazamiento en el agua. Las extremidades de estos animales, con forma de aletas, son ideales para impulsarse en los ambientes acuáticos. También les permiten ajustar la velocidad y la dirección en la que nadan. Los peces no pueden vivir fuera del agua. Su sistema respiratorio, formado por branquias, es capaz de tomar el oxígeno que se encuentra disuelto en el agua.

2 Existen dos grandes grupos de peces según su esqueleto: en unos, está compuesto por huesos. En los otros, por cartílagos. Los peces con huesos tienen, además, un órgano especial denominado vejiga natatoria que les permite controlar sus movimientos y nadar a distintas profundidades. La reproducción de los peces es sexual, es decir que se necesita un pez macho y una hembra para producir una cría, y la fecundación es externa en la mayoría de los peces.

3 Los mamíferos acuáticos respiran por medio de pulmones; sin embargo, son capaces de retener durante mucho tiempo el aire que toman en la superficie. Sus orificios nasales están ubicados en la parte suprior de su cabeza. Los mamíferos marinos tienen una gruesa capa de grasa para aislar sus cuerpos y prevenir la pérdida de calor. Las nutrias de mar y los osos polares son excepciones y confían más en su piel y comportamiento para prevenir la baja de temperatura en su organismo. Los mamíferos marinos son vivíparos, es decir, que tienen una cría que nace viva del cuerpo de la madre. Se alimentan de leche en su infancia. El cuidado materno es muy importante para la supervivencia de la descendencia, que tiene que desarrollar una gruesa capa de aislamiento de grasa. Hay muy pocas especies de aves que pueden ser consideradas acuáticas, por ejemplo, los pingüinos. Hay otras como los flamencos, los patos, los pelícanos y las gaviotas, que permanecen en el agua para alimentarse y luego vuelven a tierra firme. La forma del cuerpo de las aves acuáticas les permite mantenerse a flote. A ello contribuyen, además, sus plumas, cubiertas por una sustancia grasosa que las hace impermeables: si estas se mojaran, el peso del cuerpo aumentaría considerablemente y se hundirían. Los dedos de las aves acuáticas están unidos por una membrana: así sus patas actúan como remos y facilitan la natación. También los anfibios, como las ranas y los sapos, poseen membranas entre los dedos de sus patas. Las aves se reproducen sexualmente y su fecundación es interna. Luego ponen uno o varios huevos (según la especie) que empollan hasta que nace la cría. Los anfibios, como los sapos y las ranas, viven solamente en agua dulce. Los anfibios adultos están adaptados a la vida terrestre y respiran por medio de pulmones. Sin embargo, sus crías llamadas renacuajos, son acuáticas y respiran por medio de branquias. Los anfibios deben volver al agua para reproducirse, su reproducción es sexual y la fecundación es externa: la fecundación se realiza fuera del cuerpo de la madre. Las hembras depositan sus óvulos en el fondo del agua y los machos sueltan sus espermatozoides sobre esos óvulos, donde se unen La supervivencia de las especies con fecundación externa, se asegura mediante la expulsión de grandes cantidades de células, asegurando de esa manera que un porcentaje importante sobrevivan a los depredadores naturales o a las condiciones ambientales adversas. De los huevos nacen los renacuajos que crecen y, luego de sufrir un conjunto de transformaciones llamado metamorfosis, se convierten en adultos terrestres. Dentro del grupo de los reptiles hay sólo unos pocos animales que llevan una vida totalmente acuática, por ejemplo, las tortugas y algunas serpientes. Otros, como los cocodrilos, pasan un tiempo en el agua y otro en la tierra. Estos animales tienen una piel dura y escamosa y pueden controlar la temperatura de sus cuerpos cambiando de lugar. Tienen extremidades fuertes que los ayudan a nadar y la forma en la que mueven su cuerpo también facilita el movimiento dentro del agua. Los reptiles respiran por medio de pulmones y deben salir a la superficie para tomar el oxígeno que necesitan. Los pulmones están formados por un conjunto de pequeñas bolsitas llamadas alvéolos, donde ocurre el intercambio gaseoso: ingresa el oxígeno y se expulsa el dióxido de carbono. La reproducción de los reptiles es sexual y la fecundación es interna. Las tortugas, por ejemplo, suelen enterrar sus huevos en la playa. Animales invertebrados Estos animales se llaman así porque carecen de una columna vertebral y un esqueleto interno articulado. Son un grupo muy grande de animales formado por especies de las más variadas: cangrejos, caracoles, esponjas, corales, medusas, estrellas y erizos de mar, langostas de mar y muchísimos insectos. En este gran grupo de animales, la reproducción puede ser tanto sexual como asexual.

4 Los animales acuáticos más simples, como las esponjas, los corales y las medusas, no tienen órganos respiratorios. Toman el oxígeno disuelto en el agua a través de la superficie de su cuerpo. Las esponjas y los corales son muy pequeños, no se desplazan y viven en grupos formando colonias: se mantienen unidos mediante un esqueleto externo que ellos mismos producen. Se alimentan por filtración, es decir que el agua los atraviesa y su cuerpo retiene las sustancias necesarias para alimentarse. Las esponjas se reproducen asexualmente a partir de cualquier fragmento que se desprenda, que puede dar origen a una nueva esponja, aunque también pueden hacerlo de manera sexual. Las medusas, en cambio, se desplazan por medio de los movimientos que realizan con todo su cuerpo y se reproducen igual que las esponjas. Los moluscos son uno de los grupos más grandes de invertebrados acuáticos. Tienen el cuerpo blando, desnudo o cubierto por una conchilla que les sirve para protegerse. La de las almejas y los mejillones, por ejemplo, está formada por dos valvas. Existen diversos tipos de estos moluscos: algunos nadan, otros viven enterrados y otros se arrastran por el fondo. Aunque sus órganos respiratorios son diferentes a los de los peces, también se llaman branquias. Algunos ejemplos de moluscos son: almejas, ostras, calamares, pulpos, babosas y una gran variedad de caracoles. En algunos moluscos la fecundación es externa, es decir, que se produce fuera del cuerpo del animal. En otros, como los pulpos y los calamares, la fecundación es interna. Luego la hembra deposita los huevos en forma de cordones en el fondo marino. Otro grupo de invertebrados que es muy numeroso es el de los artrópodos. Son animales invertebrados que tienen un esqueleto externo y sus extremidades (patas) son articuladas, como por ejemplo los cangrejos y las langostas de mar. Los artrópodos acuáticos suelen respirar mediante branquias (parecidas a las de los peces)

5 Siempre se reproducen sexualmente. Las hembras, tras ser fecundadas por los machos, ponen huevos. El desarrollo, a partir del huevo, puede ser directo o indirecto: En el desarrollo directo nace un individuo similar al adulto, aunque, como es lógico, de menor tamaño. En el desarrollo indirecto nace una larva que implica una serie de cambios profundos denominados metamorfosis. Ciertos artrópodos carecen de órganos respiratorios preparados para aprovechar el oxígeno disuelto en al agua. Los insectos y las arañas, por ejemplo, salen a la superficie para capturar una burbuja de aire y se sumergen con ella. Los crustáceos, típicamente acuáticos, poseen branquias.