LA MUTACIÓN DEL SINDRÓME DE ESTOCOLMO EN EL ESPACIO SOCIAL DE LOS DELITOS DE CORRUPCIÓN

Transcripción

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2 LA MUTACIÓN DEL SINDRÓME DE ESTOCOLMO EN EL ESPACIO SOCIAL DE LOS DELITOS DE CORRUPCIÓN Nuestra sociedad en estos tiempos está viviendo un contexto, el cual está debilitando su propia estructura, si bien es cierto que a lo largo de la historia siempre ha habido un quiebre en los valores, los cuales cada individuo debería tener como propios, es ahí donde radica el problema, en que cada uno de nosotros determine la posición a tomar ante hechos que quebranten estos mismos. Es así que en nuestro actual contexto, los delitos de corrupción han tomado un papel muy importante a la hora de sacar ventaja ante la función, cargo o posición que se tenga en un determinado momento. Las diversas instituciones del estado hoy en día no gozan de credibilidad, debido a que la desconfianza de su labor es cada día una brecha muy amplia, que hace poco probable que su finalidad se pueda concretar. Según lo que se puede apreciar en El Barómetro Global de la Corrupción del año 2013, el Poder Judicial es la institución más afectada por la corrupción. A su vez, la Policía y el mismo Poder Judicial son los organismos en los que se aceptó más porcentaje de sobornos, como se puede apreciar de los cuadros estadísticos que siguen:

3 IMÁGEN1 IMAGEN 2 IMÁGENES 1, 2: Ficha técnica Perú Agencia encuestadora: Datum Internacional / Tamaño de la muestra: 1200 Representación de la muestra: nacional, urbana y rural / Regiones cubiertas: Ancash, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Loreto, Piura, Puno, San Martín, Lima y Callao. / Método de muestreo: probabilístico, polietápico, estratificado, proporcional al tamaño de la población de años en cada estrato. Trabajo de campo:6-10 de septiembre / Recojo de información: Entrevistas cara a cara / BARÓMETRO GLOBAL DE LA CORRUPCCIÓN

4 Según el cuadro de la imagen 2, los resultados sobre experiencias reales de corrupción parecen coincidir con las percepciones, al menos en los dos primeros casos: un 44% de personas que se acercó a una comisaría o tuvo algún contacto con un policía durante el año anterior, se vio obligado a pagar un soborno. Lo mismo en el caso del Poder Judicial: 32% de usuarios de servicios de justicia pagaron coimas. Cuando de forma complementaria, se pregunta las razones para haber pagado dichos sobornos, la respuesta más frecuente es para agilizar trámites (43%), la segunda de que era la única forma de asegurarse de que el servicio o trámite culminara con éxito (34%). La primera razón está vinculada con lo lento de los procesos en las instituciones públicas, mientras que la segunda es indicativa de una sensación de incertidumbre ante las instituciones públicas, obligando al ciudadano a asegurarse del resultado de su trámite. En general un 20% de peruanos reportó haber tenido que pagar coima al realizar el trámite en alguna de las ocho instituciones/ servicios, es decir, uno de cada cinco; esta proporción ubica al Perú en comparación con el resto de países de América en una situación que no es la más crítica, pero tampoco es la mejor. Bolivia y México son los países que registran las tasas más altas, 36% y 33% respectivamente; mientras que Canadá y Uruguay con el 3% cada uno son los países con el pago de menos sobornos, ambas sociedades, a pesar de sus diferencias tienen como rasgo común una institucionalidad pública sólida.2 Ante dichas estadísticas, llegamos a la conclusión que para que se concrete el delito de corrupción, tiene que haber de por medio una aceptación de este por los propios individuos, sean cual fueren los factores que les lleven a cometer actos de corrupción. 2. PROÉTICA / Barómetro Global 2013 / VIII Encuesta Nacional sobre Percepciones en la Corrupción 2013

5 Ante los hechos de corrupción, al analizar que la sociedad misma es la que contribuye a su perpetración, basándose en fundamentos con los cuales pretenden justificar su acción delictiva, nos cabe hacer una semejanza o más bien una mutación del Síndrome de Estocolmo, el cual precisándolo en nuestro contexto se asemeja y muta a nuestra realidad al crear una tolerancia, aceptación y disfrute de dicho tipo de actos. En nuestra sociedad, los valores han decaído y, en cierta forma, vamos camino a un estado de anomia, si es que todos, persona, sociedad y estado no hacemos algo drástico para frenar este deterioro moral. Una manifestación muy evidente sobre la mutación del Síndrome de Estocolmo la podemos apreciar en las elecciones para elegir gobernantes nacionales de toda índole, puesto que los ciudadanos se desprenden de su derecho democrático al aceptar y promover con sus decisiones de elegir a individuos a sabiendas que realizan turbios manejos en su gestión. Ante esta mutación, el Estado pierde su esencia y la democracia pierde su vigencia. Es inaceptable que este tipo de comportamiento de los ciudadanos, que tienen en su poder cambiar la situación de nuestro país, se conforman con aceptar todo tipo de desajustes en la organización del Estado, pudiendo corregirla desde su nacimiento. Hoy, las mismas personas son las que admiten dichas actitudes, por el hecho que no está en contra de los actos de corrupción con tal que sus elegidos hagan obra, eventualidad que termina justificando la gestión corrupta. Esto es un decaimiento de la estructura moral de nuestro Estado y entonces es ahí donde la mutación del Síndrome de Estocolmo se evidencia en su máxima expresión. Es usual escuchar ante una elección de gobernantes votare por él porque roba pero hace obras. Ante este tipo de comentarios, al analizarlo es muy claro que ciertos políticos serían como aquel secuestrador que es aceptado por su víctima (elector) y los electores serian aquella víctima, la cual conforme haya pasado el tiempo se acostumbró y toleró el accionar de su secuestrador, es más protege su decisión de amparar a este por el hecho que ve como algo normal y que es

6 colectivamente aceptado, lo cual contribuye a las malas gestiones y el índice de corrupción más elevado. Así, la víctima, esto es, el ciudadano, se convierte en su propio victimario. En este tipo de situaciones, el contexto de los valores, principios y moral, han cambiado de alguna forma, haciendo creer que lo que accionan es correcto, cuando en realidad es todo lo contrario. Son diversas las situaciones en las cuales se presenta la mutación de este síndrome, que ponen en desventaja a la sociedad misma por su propia causa, entonces si determinamos un responsable de la situación actual, es de las mismas víctimas, las cuales con su aceptación son las primeras generadores de dicho tipo de conducta, manifestándose la mutación del Síndrome de Estocolmo. La mutación del Síndrome de Estocolmo está vigente en nuestra realidad, el Perú en estos tiempos padece de este mal, el cual debería ser erradicado para acabar con sus diferentes consecuencias, una de las más trascendentales en este tiempo es la corrupción, la cual se ha acrecentado en comparación de años atrás; hoy en día los ciudadanos peruanos no gozan, ni se les inculca una conciencia cívica, lo que evidencia el decaimiento de la democracia; ante estos hechos se deben plantear estrategias para prevenir, sancionar y erradicar este síndrome y la corrupción en sí. ******************