BUENAS NOTICIAS DEL REINO Por: Rubén Álvarez Un espíritu diferente

Transcripción

1 BUENAS NOTICIAS DEL REINO Por: Rubén Álvarez Un espíritu diferente Introducción Números 14: 20 Entonces Jehová dijo: Yo lo he perdonado conforme a tu dicho. 21 Mas tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda la tierra, 22 todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz, 23 no verán la tierra de la cual juré a sus padres; no, ninguno de los que me han irritado la verá. 24 Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión Moisés había enviado a doce espías a la tierra de la promesa para que la espiaran y para que trajeran un reporte de cómo era y quienes la habitaban. Doce príncipes, uno de cada tribu de Israel, fueron elegidos para tal empresa. Los doce fueron a la misma tierra, vieron a la misma gente, comieron de la misma comida y vieron los mismos frutos; pero trajeron dos informes diametralmente opuestos. Diez de los espías, la gran mayoría dijeron que en verdad aquella tierra era muy rica, que daba muy buenos frutos pero que allí habitaban hombres muy fuertes que tenían ciudades bien fortificadas y que además pudieron ver a los hijos de Anac, es decir a gigantes que vivían allí; por lo cual, recomendaron, que ni por ilusión fueran a intentar entrar en aquella tierra pues serían presa fácil de aquellos grandes guerreros. Su reporte causó tal desaliento entre la población que hasta pensaron en regresarse a Egipto donde habían sido esclavos por cuatrocientos treinta años, rebelándose en contra del liderazgo de Moisés. Ante tan desafortunado reporte y la rebelión en contra de Moisés, Dios dijo: Números 14: 11 y Jehová dijo a Moisés: Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? Hasta cuándo no me creerán, con todas las señales que he hecho en medio de ellos? 12 Yo los heriré de mortandad y los destruiré, y a ti te pondré sobre gente más grande y más fuerte que ellos Pero Moisés, como en muchas otras ocasiones de rebelión en su contra, oró a favor de ellos por el perdón de Dios. Fue entonces que Dios le dijo a Moisés su determinación que leímos al inicio: Le dijo que de acuerdo a su oración, les había perdonado como pueblo; pero que sin lugar

2 a dudas ningún hombre o mujer de aquella generación incapaz de creer en Él a pesar de tantas señales y maravillas entraría en la tierra de la promesa. Pero la tercera decisión es maravillosa: Le dijo que Caleb sí poseería la tierra a donde había entrado para espiar porque había encontrado en él un espíritu diferente y decidió ir hacia mí. Qué hizo Caleb que mereció esta importante distinción de Dios en medio de la sociedad donde vivía? DESARROLLO 1. Qué hizo Caleb? Números 13: 25 Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días. 26 Y anduvieron y vinieron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y dieron la información a ellos y a toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra. 27 Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella. 28 Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac. 29 Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán. 30 Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. 31 Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. 32 Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. 33 También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos. Los israelitas se rebelan contra Jehová 14 1 Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. 2 Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! 3 Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? No nos sería mejor volvernos a Egipto?

3 4 Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto. 5 Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel. 6 Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, 7 y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. 8 Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. 9 Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis. 10 Entonces toda la multitud habló de apedrearlos Caleb les trajo una muestra de los enormes frutos que se daban en aquella magnífica tierra Caleb les probaba que la Palabra de Dios era fiel cuando los prometió que la tierra destilaba leche y miel, que era muy fructífera. Caleb además les alentaba a ir a tomar la tierra. Si Dios les había sacado de Egitpo y les había llevado hasta allí no era para que cayeran derrotados por los gigantes, sino para vencerles. Les dijo que no fueran rebeldes en contra de Dios sino que avanzaran hacia el propósito que Dios les había dado. Toda la multitud empezó a hablar de apedrearle junto con Josué, el otro gran príncipe que fue enviado como espía Consideremos que todos los espías eran parte del mismo pueblo, todos ellos habían vivido en esclavitud, todos ellos pasaron por el mar en seco, todos ellos vieron las maravillas de Dios, todos ellos fueron a la tierra de la promesa, tuvieron los mismos conocimientos, pero su respuesta fue totalmente diferente. Cómo puede darse esto? Un espíritu diferente. 2. Un espíritu diferente. La única diferencia entre Caleb y el resto de los espías enviados a la tierra de la promesa era espiritual. Pero qué diferencia produce en la respuesta hacia las cosas de la vida!, no creen? Caleb tenía un espíritu de grandeza, no uno apocado como los demás Un espíritu de grandeza enfoca la mirada hacia las oportunidades. Caleb vio aquellos enormes frutos y la riqueza de la tierra y de inmediato imaginó su casa allí conforme a la promesa de Dios; pero el espíritu apocado del resto enfocaron la amenaza, el riesgo, la imposibilidad; por lo tanto no se atrevieron. Un espíritu de grandeza anima a los demás a enfrentar las adversidades a fin de alcanzar sus objetivos. Es una persona que en cada circunstancia difícil ve el éxito que está delante; que en medio de momentos de tinieblas siempre ve la pequeña luz enfrente, que motiva a sus compañeros para obtener el triunfo. Por el contrario un espíritu

4 apocado produce desaliento, les infunden miedo y hasta llegan a hablar mal de la bendición de Dios. Un espíritu de grandeza se atreve a ir en contra de la opinión mayoritaria, a expresar su fe aún y cuando otros contradicen, se oponen o se burlan. Hay otros que quizá puedan creer pero deciden mejor permanecer callados porque no les gusta que les contradigan. Un espíritu de grandeza se manifiesta insatisfecho con lo que ha alcanzado, y aún a los ochenta y cinco años de edad reclama las promesas de Dios para su vida y está dispuesto a enfrentar a gigantes. Otros se conforman con lo que han alcanzado y ya no están dispuestos a arriesgar nada. El espíritu de grandeza nada sabe de edades, sino de conquistar lo más alto. Josué 14: 10 Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años. 11 Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar. 12 Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho. 13 Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad. 14 Por tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone cenezeo, hasta hoy, por cuanto había seguido cumplidamente a Jehová Dios de Israel 3. Qué espíritu tienes tú? Qué diferencia tan enorme hace un espíritu de grandeza! Aunque tu vayas a la misma iglesia, escuches las mismas enseñanzas, leas la misma biblia, etc.; puede que hayan grandes diferencias. Lo que hace la gran diferencia es el espíritu. Y tú, qué espíritu tienes? Al igual que Caleb, Jesús no podía hacer nada grande ni ningún milagro, sino por el Espíritu que había en Él Jesús, siendo Dios, decidió venir a la tierra en condición de hombre para enfrentar a quien había tomado la autoridad de la tierra. Si un hombre había perdido el señorío de la tierra, sería un hombre quien la recuperaría. Ninguno de los milagros hechos por Jesús fue logrado por su capacidad, pues no tenía ninguna capacidad sobrenatural. Pero habían dos condiciones que lo diferenciaban de todos los demás hombres: o No tenía pecado que lo separara del Padre y o Dependía por completo del poder del Espíritu Santo que operaba en Él Ahora bien, y cómo somos nosotros?

5 o Somos pecadores limpiados por la sangre de Jesús en su sacrificio. Él ha resuelto satisfactoriamente todo el problema del pecado que nos separaba del Padre. Ahora nada nos puede separar de Dios. Solo queda un asunto por resolver. o Hasta cuánto estas dispuesto a depender del Espíritu Santo? No existe mayor grandeza en algún espíritu, sino en el de Dios que nos ha sido dado, pero: cuánto dependerás de Él? Puede continuar viviendo con tu espíritu apocado, o sencillamente tomando decisiones de acuerdo a tu alma: Sentimientos, emociones y razonamientos; o bien abrir la puerta al Espíritu de grandeza Jesús nació del Espíritu de Dios y todos quienes hemos creído en Él lo hemos hecho también. Hay un Caleb dentro de ti, le permitirás crecer? 4. La vida normal de un creyente. Creo que es totalmente anormal que un cristiano no anhele lo imposible, porque es parte de nuestro ADN nuevo El cristiano debiera ver una gran oportunidad en cada