MODULO 3: ELEMENTOS EMERGENTES DE LA SEXUALIDAD EN LA ESCUELA

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2 MODULO 3: ELEMENTOS EMERGENTES DE LA SEXUALIDAD EN LA ESCUELA LECCIÓN 3.2: Homofobia y heterosexismo en la vida escolar La homofobia ha devenido objeto de la política educacional; no obstante, resulta ser un objeto muy complejo para la escuela. La escuela está demandada a producir aprendizajes en sus estudiantes para que sean personas libres de prejuicio y discriminación hacia las personas homosexuales, lesbianas y transgénero. Sin embargo, es necesario tener presente que la homofobia es guardiana de las fronteras sexuales (hétero/homo) y las de género (masculino/femenino). La homofobia que se busca erradicar constituye una forma de violencia normativa. Ella está desafiada a cambiar en su producción de la heteronormatividad que históricamente ha hecho. 2 Producción de homofobia en la escuela En un sentido amplio, la escuela produce homofobia; pero, sobre todo, reproduce en su interior aquella existente más allá de ella, en las familias, en otras instituciones, en los estratos sociales, en el conjunto de la sociedad. Cómo hace una escuela para incorporar la homofobia en la educación sexual, si en el mismo proceso pedagógico está reproduciéndola? Como se define la homosexualidad es una medida de la homofobia. Piense en una comunidad escolar religiosa tradicional. Si la educación sexual que realiza define la homosexualidad como una sexualidad antinatural, difícilmente producirá aprendizajes no homofóbicos. Al mismo tiempo, las transformaciones que se producen en la sociedad que buscan o que tienen por efecto la erradicación de la homofobia tendrían que tener una traducción en la escuela, en su currículo, cultura escolar y normatividad. Cuando digo esto, estoy pensando en nuevas leyes de unión civil, matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción por padres o madres de un mismo sexo, por una parte, y de identidad de género, por otra.

3 Por ello, una política orientada a la erradicación de la homofobia se ubica en un campo tensionado social, cultural y políticamente. Cómo circula el orden sexual dominante La escuela produce orden sexual y de género, pero quienes la integran no son siempre conscientes de ello. El modelo dominante de sexualidad y género se naturaliza, se vuelve sentido común. Por hegemónica, el desenvolvimiento de la vida heterosexual en la esfera pública permanece invisibilizado en los sentidos comunes (lo obvio y natural), y con ello se despliega en la inconsciencia de la vida escolar cotidiana uno de los modos de la transmisión de orden heteronormativo. Hoy día hay escuelas donde resulta posible comunicar que se es homosexual o lesbiana, pero incluso en esas escuelas, no es posible desplegar la vida como tal. La Unión civil aprobado en varios países, incluido Chile, haría legítimo que a una profesora fuese a recogerla su pareja que la esperara a la salida de la escuela. Pero aún tiene una excepcionalidad el desenvolvimiento de la vida de un(a) estudiante o un(a) profesor(a) homosexual o lesbiana en la escuela: sería una vida que estaría fuera de lugar, estar de cara a ella en el escenario escolar, sería una escena temida. 3 En sentido inverso, la misma escena en el mismo escenario, pero actuada por una profesora a quien fuese a recogerla su pareja masculina, dado que ella expresa el orden sexual dominante, no está fuera de lugar, no aparece desconocida ni excepcional, no es temida ni se presenta como inmanejable en la institución. Nadie se piensa homofóbico hoy Nadie se piensa homofóbico hoy. Los adultos creen haber superado el rechazo a las personas homosexuales y haber cambiado su definición: hablan de condición sexual en vez de enfermedad. Puede ser que en el registro psicológico se haya reducido la homofobia. El punto es que la homofobia no es solo una actitud, es sobre todo una ideología. Hay dos registros en los que puede definirse la homofobia. En el registro de la psicología y no en el de la ideología; como el rechazo a los homosexuales y la

4 homosexualidad. En el registro de la ideología es afirmación de la heteronormatividad. La homofobia en este sentido es heterosexismo. Homofobia y normas escolares Hay una paradoja en la norma contra la homofobia. La aplicación de los protocolos que sancionan la discriminación homofóbica tiene algo paradojal. Un(a) estudiante que es primero víctima de sus pares, mediante la denuncia del maltrato podría serlo después de los(as) adultos; esto es, sus defensores podrían devenir victimarios, igual que sus pares. La norma supone que la autoridad que ejercería justicia y un padre y/o madre que protegería, tendrían que estar liberados ellos(as) mismos de homofobia, si no, en el mismo acto podrían ejercerla. La denuncia puede constituir en la situación en que un estudiante es impelido a la comunicación de una sexualidad y/o un género fuera del orden dominante. A su vez, ese(a) estudiante tendría que definir la diferencia en el orden heteronormativo- y la práctica discriminatoria -la violencia normativa- de la cual es objeto; si no, no hay víctima. 4 Desde la perspectiva del sujeto, la norma que sanciona la práctica discriminatoria tendría que romper el desequilibrio de poder, otorgarle una herramienta ante el dominio. Sin embargo, hacerlo ante el par, implica hacerlo o haberlo hecho ya ante la sociedad. La denuncia deviene salida del armario. Existen unas normas en los reglamentos de convivencia en el sistema educacional chileno que podrían llegar a ser parte de un dispositivo disciplinario de tratamiento de estudiantes homosexuales, lesbianas y transgénero. Se trata de la presentación personal y de las conductas sexuales y/o socio-afectivas. Se trataría, por una parte, de aplicar estrictamente al estudiante gay o lesbiana el cumplimiento de la norma que prohíbe las conductas sexuales o socio-afectivas. Su base de legitimidad estaría dada porque aplicaría al conjunto de estudiantes: ley pareja no es dura. Se diría que lo se exige a homosexuales y lesbianas, se exige a todos, que por común, no discrimina a nadie. Sin embargo, en la vida cotidiana se tolerarían ciertas prácticas cuando éstas se ubican en un patrón del romance heterosexual. Allí se devela un doblez de la institución escolar: prohibición/promoción: no obstante prohibidas, ciertas prácticas amorosas y

5 relaciones de pareja son toleradas; tolerancia institucional que se produce en un marco de promoción de su orientación hacia la heterosexualidad. Se trataría, por otra, de intensificar la norma que regula la presentación personal. Mediante un código del vestir -la prescripción estricta de uniformes, prohibición de adornos y maquillaje, la prescripción y prohibición de posturas, movimientos y gestualidad del cuerpo: el cuerpo generizado: ni amachado ni afeminado. De ese modo, se reduciría su diferencia: sin loca en la escuela. En la medida que se presentan todos iguales, se impediría la materialidad de la diferencia, no haría visible su homosexualidad. Controlada la apariencia del cuerpo, podría inhibirse el humor soez de los pares. No afeminado ni loca, el estudiante quedaría menos expuesto a la ofensa. Conclusión Las políticas escolares diseñadas en muchos países en décadas pasadas han estado centradas en la superación de la discriminación a las personas el bullying se dice-. La escuela está en una tensión: transitar de una política escolar que se ha dirigido al rechazo o el odio a la persona, a una que trate la ideología heterosexista. Este es un desafío principalmente pedagógico, no normativo. 5 Para citar este material educativo: Palma Manríquez, Irma (2015). Homofobia y heterosexismo en la vida escolar. Material del curso "Sexualidades en la escuela" impartido en UAbierta, Universidad de Chile. Obra acogida a licencia de Creative Commons Atribución- No Comercial- CompartirIgual 4.0 Internacional.