Palacio Ducal (Cogolludo, Guadalajara) Ana González

Transcripción

1 Palacio Ducal (Cogolludo, Guadalajara) Ana González

2 Construido por don Luis de la Cerda y Mendoza, primer duque de Medinaceli, para residencia de su hija doña Leonor (que nunca llegó a vivir en él, pues murió en 1497), esposa de don Rodrigo de Mendoza, marqués de Cenete (hijo del Gran Cardenal), en la última década del siglo XV. Es la primera gran obra civil del Renacimiento en España. Dirigió las obras el arquitecto Lorenzo Vázquez de Segovia entre 1489 y 1492, como asegura José Luis Pérez Arribas en su obra El palacio de Cogolludo.

3 En el exterior destaca la fachada con un almohadillado, de piedra caliza, continuo al estilo florentino, típico del Quattrocento italiano.

4 La fachada está dividida por una línea de imposta (saledizo que separa dos partes de un edificio) en dos cuerpos. Esa línea es una ménsula compuesta por dentículos.

5 En el cuerpo superior, más rico en decoración, se abren seis dobles vanos, mientras que el cuerpo inferior es ciego, sin ningún vano.

6 Está rematado por una cornisa con dentellones y crestería plateresca (ornamentos generalmente calados que coronan un edificio) llena de transparencias y celajes. Machones y escudos ducales rematados por florones con las figuras del ajedrez sustentan la delicada filigrana pétrea.

7 En la portada central, adintelada, se emplea decoración plateresca. Las jambas y el dintel se adornan con hilos de perlas y un friso palmeado. El contorno de este conjunto se decora con racimos, lazos, plátanos y hojarasca. El entablamento está rematado por florones y sobre él un frontispicio de vuelta redonda con adornos de palmas y flores.

8 La puerta se presenta flanqueada por dos columnas exentas profusamente decoradas de floresta vertical, lo que en arte se denominan grutescos, propio del Renacimiento.

9 En el tímpano, el escudo ducal de La Cerda está sostenido por querubines (según el profeta Isaías: seres alados cubiertos de plumas).

10 Es un escudo cuartelado: los cuarteles primero y cuarto llevan las armas de Castilla y León, que llegaron a la familia por Fernando de La Cerda, hijo primogénito de Alfonso X, rey de Castilla y León; en los cuarteles segundo y tercero aparecen tres flores de lis que fueron aportados por Blanca de Francia, hija de Luis IX, esposa de Fernando de La Cerda.

11 Las ventanas geminadas isabelinas están divididas por un mainel o parteluz (columna o pilar que se dispone en el centro de un vano, partiendo la luz, dividiéndolo en dos huecos) típico del gótico. El escudo de la casa se encuentra inscrito en el tímpano bajo el arco conopial rematado por un florón.

12 El patio principal o patio de armas, en torno al cual se ubicaban las estancias nobles del palacio, disponía de dos alturas con arcos carpaneles de piedra labrada.

13 Los arcos de la galería de la derecha daban acceso a una escalera para subir al segundo cuerpo del palacio.

14 Los arcos de la galería baja son carpaneles de tres centros, típicos del Renacimiento. Con los restos encontrados se han recompuesto dos arcos de la galería alta para que se pueda ver la grandeza del palacio.

15 Las galerías de cada una de sus dos plantas estaban construidas en piedra labrada con 11 columnas y sus correspondientes zapatas, dinteles y arcos rebajados.

16 Los capiteles de la galería baja del jardín pertenecen al primer Renacimiento alcarreño, donde tanto dinteles como zapatas están labradas en piedra y decorados con tondos y rosetas. Desde el patio de armas que comunicaba con un gran salón se accedía a la galería porticada y al jardín alto.

17 Los jardines de palacio se articulaban en dos niveles. El situado en la parte alta poseía una fuente central, cuatro parterres principales, paseos circundantes y una pérgola hacia el jardín interior.

18 El jardín bajo estaba dedicado a huerto, que se regaba con el agua de un gran estanque que recibía el sobrante de la fuente del jardín alto. Se accedía a él por sendas escalinatas situadas en los extremos.

19 A su izquierda quedaba la zona destinada a las caballerizas.

20 En el gran salón, que en la actualidad se utiliza para celebraciones, destaca las yeserías sobre la chimenea.

21 En el salón se encuentra una grandiosa chimenea en la que se unen el gótico y el mudéjar. Bajo el arco conopial, el escudo de los Medinaceli rodeado por delicadas lacerías y grecas entrelazadas arabescas.

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23 Los azulejos se utilizaron en zócalos y pavimentos, en este último caso, combinados con baldosas de barro cocido.

24 Las yeserías están realizadas con estuco, masa de yeso blanco, polvo de mármol y agua de cola, mezcla a la que se añadía alumbre para conferirle más dureza. En la sobrepuerta de salida a la galería, en el alfiz se inscribe el escudo ducal sostenido por querubines entre una decoración exuberante de cardinas góticas entremezcladas y entrelazadas.

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26 La balaustrada o antepecho calado a modo de red anudada filtra la luz que inunda a la galería.

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28 Entre 1860 y 1870, el palacio fue una posada. En 1907 hubo un intento de desmontar y trasladar la fachada al extranjero. La dueña del palacio, una señora residente en Madrid, vendió el edificio a un anticuario francés. Éste pidió licencia al Ayuntamiento para comenzar las obras, pero se lo denegaron, pasando de nuevo, mediante compra, a manos del duque de Medinaceli.