EDUCAMOS LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Transcripción

1 EDUCAMOS LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Juan Manuel Alarcón Fernández

2

3 Algunas Premisas Educar con co-razón.. Integra lo emocional y lo racional. Ni una educación sensiblera y sentimentalista ni una intelectual e instructiva. Hay más cabeza que corazón ;; más trabajo que vida ;; mas ejercicios que experiencias... Más aburrimiento que alegría y entusiasmo.

4 Qué has hecho hoy en el cole? Escuela: Espacio para la acción, para los quehaceres, para las tareas. Escuela: Espacio privilegiado para la vida. ( Qué has aprendido hoy?) No es sólo lo que hacemos sino cómo lo hacemos, cómo lo vivimos, como lo sentimos y lo incorporamos a la vida.

5 La presencia. El educador no ha de buscar una identificación con él sino la construcción de la propia identidad. No es modelo sino presencia: Un signo referencial que con su solo estar educa, interpela e interroga al niño. El educador no demuestra sino que muestra y se muestra.

6 Permitir las emociones. Donde hay relación humana la emoción se hace presente. Cuando la educación se sube a la cabeza y es lo intelectual lo que ocupa todo el escenario pedagógico, las emociones descienden hacia lo oculto. El corazón alberga razones e inteligencias múltiples y diversas: Hay que desarrollar la IE.

7 LA IMPORTANCIA DE LA EMPATÍA Comprender al otro y saber ponerte en su lugar. Hay empatía afectiva y cognitiva. Es un análisis sin juzgar. Neuronas espejos: Nos permite saber reconocer lo que sucede en la otra persona..

8 CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONA MADURA. Buena ecuación cabezacorazón. Organización temporal sana. Pedagogía interior. Autocuidado de la Imagen Externa. Camino hacia la autorrealización y la vida espiritual.

9 LA RELACIÓN CON LOS DEMÁS. Ser uno mismo, ser con los demás y ser para los demás. Las distorsiones cognitivas minan nuestra seguridad. Dejar fluir los conflictos. Miedo al rechazo y querer quedar siempre bien.

10 El proceso de crecimiento personal es tridimensional. Proceso comportamental: Engloba las conductas y las actitudes. Proceso Afectivo-Cognitivo: Los pensamientos; los afectos; las percepciones de uno mismo; las relaciones; la autoestima... Proceso Espiritual y Decisional: Los valores, la ética, el proyecto persona, el sentido de la vida, la Autorrealización.

11 No friego los platos (Conducta observable del área comportamental); porque pienso que es una tarea de mujeres (Área cognitiva); me siento ridículo como hombre si lo hago (Área afectiva-reconocimiento); y para mí que se me reconozca como hombre es un valor (Área espiritual-decisional).

12 No confundir... Comportamiento inadecuado puntual. Comportamiento inadecuado como síntoma de un malestar interior. Comportamiento inadecuado repetitivo que la persona aprendió y valoró como adecuado en otro contexto educativo.

13 No confundir... Comportamiento-conducta. Actitud: Conjunto de conductas asociadas por su semejanza o su misma funcionalidad. Valores: Referencias que orientan la acción. Sus intervenciones son significativamentes distintas.

14 Las crisis personales. Sus chivatos -alarmas son las conductas inadaptadas. Hay que IDENTIFICAR el tipo: Existencial, afectiva, de valores... Acompañar y gestionarla desde el aquí y ahora : Toma de consciencia; expresión; superación; y aprendizaje.

15 Clarificar Conceptos. Emociones: Intensidad muy alta y corta duración. Pasiones: Intensidad alta y duración media. Sentimientos: Baja Intensidad y larga duración.

16 El papel de lo Afectivo. El puesto de la afectividad y los sentimientos en la vida humana es muy central. Son ellos los que conforman la situación anímica interior e íntima, los que impulsan o retraen la acción, y los que en definitiva juntan o separan a las personas.

17 Relación con la conducta. Los sentimientos producen valoraciones inmediatas: uno se emociona al volver a lugares donde fue feliz hace tiempo, se habla de «presentimientos»,... Esta valoración espontánea que el sentimiento provoca predispone tremendamente la conducta en un sentido u otro.

18 Sentimientos y actitudes. Los sentimientos refuerzan las convicciones y les dan fuerza: cuando las cosas se sienten, son más nuestras. Los sentimientos hacen que las cosas nos importen, suprimen la indiferencia: quien pone afectación en lo que dice o hace, arrastra a otros a escuchar o a seguirle.