LA CARTOGRAFÍA MILITAR: LA BRIGADA OBRERA Y TOPOGRÁFICA DEL ESTADO MAYOR ( ). Alberto Rico Sánchez. Alférez (RV) del Ejército de Tierra.

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1 LA CARTOGRAFÍA MILITAR: LA BRIGADA OBRERA Y TOPOGRÁFICA DEL ESTADO MAYOR ( ). Alberto Rico Sánchez. Alférez (RV) del Ejército de Tierra. RESUMEN. La Brigada Obrera y Topográfica fue un Cuerpo Armado que, a lo largo de su existencia, prestó destacados servicios a España, tanto en la guerra como en la paz. Contribuyó a la edición de una cartografía que ha servido para instruir, entrenar y planear las operaciones del Ejército español. Sus mapas conformados, a veces, frente al enemigo se cobraron un tributo importante de vidas humanas. El reto que supone pisar todo el terreno, padeciendo las inclemencias climatológicas, en los medios geográficos más dispares. Trabajos en España, Cuba, Marruecos, o Guinea fueron algunos de sus ejemplos. EL DEPÓSITO DE LA GUERRA. En 1810 fue creado el Cuerpo de Estado Mayor. Pero hasta 1842 no se fundó la Escuela de Estado Mayor, mejorando así la preparación de un personal técnico sobradamente preparado tanto militar como científicamente. Dentro de esta estructura se encuadró el denominado Depósito de la Guerra. Este organismo era el encargado de reunir los documentos históricos y geográficos necesarios para la dirección de las campañas militares. Se trata de un claro antecesor de los actuales Centro Geográfico del Ejército y del Instituto de Historia y Cultura Militar.

2 Uno de sus frutos más destacados fue la elaboración del primer mapa, completo, del territorio nacional, levantado por métodos regulares, y publicado a escala de 1/ en También lo fueron el Mapa Militar Itinerario a 1/ y, desde 1912, el Mapa Militar a 1/ , proyecto abandonado en 1923 para colaborar con el Instituto Geográfico en el levantamiento del Mapa Nacional a 1/ Dicha colaboración se prolongó hasta 1931, año en el que las autoridades republicanas decretaron la disolución del Depósito de la Guerra. FUNDACIÓN, MEDIOS Y ALGUNOS HECHOS RELEVANTES. La Brigada Obrera y Topográfica del Estado Mayor fue creada por la Reina Regente, Doña María Cristina de Habsburgo, mediante Real Decreto de 17 noviembre de Esta unidad, integrada en el Depósito de la Guerra, tuvo como su primer jefe al brigadier don José Alcántara Pérez. Su establecimiento pretendía paliar las limitaciones existentes en las Comisiones Topográficas. Los Estados Mayores de los Ejércitos en operaciones, contaban con unos elementos topográficos restringidos. Su personal auxiliar estaba constituido por oficiales, suboficiales y tropa de las distintas Armas. Su eventualidad en estos destinos así como su falta de instrucción en los métodos topográficos provocaban un rendimiento anómalo en unos trabajos para los que se requería de una gran continuidad. La fundación de esta Brigada Obrera (en adelante BOT) supuso contar con un personal auxiliar propio, dedicado exclusivamente a la formación de

3 mapas, capaz de componer una buena cartografía al ritmo necesario. La plantilla inicial fue muy reducida, un jefe de taller de 1ª, dos jefes de taller de 2ª y cuatro de 3ª, seis maestros de taller, ocho obreros aventajados, veinte de 1ª, otros tantos de 2ª y ciento setenta de 3ª, asimilados todos ellos a los diferentes grados del Ejército, desde capitán a soldado. Contaba, pues, esta compañía con siete secciones: Topografía, Imprenta, Litografía, Fotografía, Encuadernación, Recomposición y Grabado. Para sus miembros, el uniforme de diario era de paño azul tina, con vivos azul celeste (color característico del Estado Mayor); se componía de pantalón, polainas para los días lluviosos, chaleco, chaqueta y capota para el invierno. Llevaban corbatín, y en el campo, sombrero de fieltro gris de ala ancha con escarapela de los colores nacionales. Su distintivo, desde el primer momento, fue una estrella plateada de cinco puntas. Aquella escasa plantilla se fue incrementando de acuerdo con las misiones encomendadas tanto en la península como en los territorios de Ultramar. En 1893 se potenció el Depósito de la Guerra, de acuerdo con su carácter científico e industrial, dependiendo de él, entonces, las Comisiones Técnicas del Cuerpo de Estado Mayor. A partir de aquel momento el jefe del Depósito de la Guerra lo era igualmente de la Brigada Obrera y Topográfica con los atributos propios de jefe de Cuerpo. En 1916 fue suprimido el Gobierno Militar del Palacio de Buenavista, asumiendo el jefe de la BOT sus atribuciones relativas a las fuerzas

4 acantonadas en el edificio del Ministerio. Hacia 1918 fueron creados varios destacamentos de la BOT en las Capitanías, antecesores de las Comisiones Geográficas. La estrella plateada de cinco puntas, fue timbrada con una corona real, también lo fue el anagrama con las iniciales BOT entrelazadas. Debido a las operaciones de policía en el Norte de África, en 1920 se dio un nuevo impulso a su organización, siendo creadas las Secciones Geográficas de Ceuta-Tetuán, Melilla, Larache así como la de Límites de Marruecos, reorganizándose toda la brigada para constituir una Unidad Orgánica Militar dependiente del Depósito de la Guerra, sin perder por ello su especificidad. Esta Brigada se organizó en una Plana Mayor, dos Compañías para los Talleres y otras dos para las Comisiones Geográficas, con un total de dos comandantes, once capitanes, diecisiete oficiales subalternos, cincuenta y cinco suboficiales, ochenta y siete cabos, quinientos cincuenta y ocho soldados, banda de cornetas y tambores. El 1 de enero de 1923 el Anuario Militar vigente reflejaba el personal, en activo, que componía la Brigada Obrera y Topográfica de Estado Mayor: 29 jefes y oficiales (2 comandantes, 9 capitanes, 7 tenientes, 11 alféreces) y 912 clases de tropa. Sumando un total de 941. Constando en África: 80 clases de tropa.

5 En cuanto a los citados méritos en campaña, durante la pacificación del Protectorado, fue destacada la conducta del obrero de 1ª Martínez de Diego que, acompañando a un compañero enfermo, cooperó con brillantez en la defensa de un convoy agredido en las proximidades de Melilla, pudiendo llegar a la plaza costera pese a las heridas recibidas. Durante varias ocasiones se cooperó de forma muy directa al desarrollo de las operaciones mediante fotografías obtenidas bajo el fuego enemigo, implicando un saldo de víctimas, pero estas bajas auxiliaron eficazmente a nuestra artillería. Durante la realización de levantamientos topográficos, sus componentes tuvieron que defender con las armas los equipos técnicos; de esta forma, en el Kert y en Afso murieron en combate los obreros de 2ª Urtueta, Machicado y Contreras. Del mismo modo, en agosto de 1922, el jefe de la Comisión Geográfica Ceuta- Tetuán, Don Antonio Aranda Mata fue herido en el vientre mientras efectuaba un levantamiento de circunstancias. Los cinco hombres de la brigada que le acompañaban contuvieron al enemigo, defendiendo con tenacidad la posición hasta la llegada de fuerzas de protección, replegándose después con todo el material. En 1913, en Larache, diversos efectivos de la Comisión Geográfica de Límites participaron en la defensa del campamento de Mensak y Alcazarquivir, siendo felicitados y condecorados con varias cruces al Mérito Militar y con la Cruz de María Cristina. Todos estos hechos de armas facilitaron la concesión regia de Bandera Nacional a la unidad el 3 de abril de 1926, debido a su lealtad, disciplina y valor. En 1927, el madrileño Paseo de Coches del parque de El Retiro enmarcó el acto de bendición y entrega de la Bandera, que fue presidido por los Reyes de España, Don Alfonso XIII y Doña Victoria Eugenia, acompañados

6 de toda la Casa Real, Gobierno, Cuerpo Diplomático acreditado, y demás autoridades civiles y militares. Fue madrina la infanta Doña Luisa de Orleáns. Toda la Brigada formó en tres grupos, uno con uniforme de paño con gorra, otro con sombrero de ala ancha y el tercero con el uniforme único kaki recién creado. Este acto, así como la Jura de la Bandera celebrada siete días después en el Palacio de Buenavista, a la que también asistieron los monarcas con el mismo séquito, merecieron una felicitación extraordinaria al coronel Don Enrique González Jurado y a todo el personal a sus órdenes, publicada en el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra, en la que se destacó el estado de instrucción de las tropas, su brillantez, precisión y marcialidad, así como la callada, inteligente y asidua labor en bien del Ejército, en los importantes trabajos científicos y profesionales encomendados al Depósito de la Guerra (sic). Esta felicitación, anotada en la documentación de los interesados, reconocía una de las características propias de esta pequeña unidad: el carácter netamente militar, y la profesionalidad en los trabajos científicos de campo así como en los de dibujo y artes gráficas. Desde entonces, hasta 1931, la Brigada Obrera y Topográfica alcanzó el honor de realizar, junto a otras unidades, el servicio de guardia exterior en el Palacio Real de Madrid. Pacificado el Protectorado de Marruecos, se impulsaron los trabajos cartográficos en aquella zona. Así, en 1927, aumentaron los efectivos de la Brigada, confeccionándose un mapa a escala 1/ Posteriormente, se

7 creó la Comisión Geográfica del Centro, unidad de enseñanza técnica para todo el personal de la BOT. Las partidas de la Brigada levantaron en esta época la mitad del mapa de Marruecos a escala 1/ Del mismo modo levantaron a escala 1/25.000, las zonas montañosas peninsulares, las fronteras del mapa nacional, la Sierra de Madrid y los alrededores de la Capital. En 1930 se integraron las escalas de campo y talleres debido a exigencias del servicio, empleándose así personal de talleres en los trabajos de campo. La proclamación de la II República produjo, a la altura de julio de 1931, la supresión del Depósito de la Guerra, quedando reducidas dichas fuerzas a la sección de Fotogrametría, la Comisión Geográfica de Marruecos y las de Límites, con una Comisión de Enlace con el Instituto Geográfico Nacional, al que se le encomendaron las misiones de publicación de toda la cartografía española. De este modo se constituyó la Sección Cartográfica del Estado Mayor, al mando del coronel Lon, entonces jefe del Depósito, y al que le fue asignada la inspección de la Brigada Obrera y Topográfica. Esta nueva unidad quedó a las órdenes del teniente coronel de E. M., jefe de la imprenta del Ministerio, don Hermenegildo García Alarcón. La Sección Cartográfica se mantuvo sin grandes modificaciones hasta El Reglamento de Cartografía Militar, promulgado en 1932, disponía la publicación de una serie de mapas y planos de muy variadas escalas y características, como eran: Mapa Militar Itinerario, a 1/ , con altimetría. Mapa de Mando, a 1/

8 Planos Directores, a 1/ y 1/ Edición especial militar del Mapa Nacional. En aquel tiempo, se ordenó realizar con urgencia los levantamientos regulares de nuestros territorios del África Occidental y del Golfo de Guinea, de los que no existían por entonces sino mapas rudimentarios elaborados sin metodología científica. Semejante plan de trabajos presentaba muchas dificultades por la escasez de personal tanto directivo como ejecutante. Por un lado, al ser declarado a extinguir el Cuerpo de Estado Mayor en 1932, ya no se cursaban en la Escuela Superior de Guerra las asignaturas fundamentales para la formación del Geodesta Militar y, por otra, el personal auxiliar de la Brigada Obrera y Topográfica de E. M. era insuficiente para las misiones encomendadas. Ante estos problemas, parecía necesario crear una técnica y una doctrina cartográficas actualizadas, de aplicación inmediata, para preparar, en poco tiempo, numeroso personal capacitado en toda clase de trabajos geodésicos y topográficos. Durante el franquismo, con la idea de solventar esas dificultades, fue creada la Escuela de Geodesia y Topografía del Ejército, para los oficiales de las Armas. Por otro lado, el 13 de mayo de 1932, fue suprimida la Brigada Obrera y Topográfica, quedando sus escalas declaradas a extinguir con la posibilidad de ingresar en el recién creado Cuerpo Auxiliar Subalterno del Ejército (o CASE). De este modo se hallaban, en 1936, las unidades militares encargadas de la producción cartográfica española en vísperas de nuestra última guerra civil.

9 CONCLUSIONES. La Brigada Obrera y Topográfica del E.M., desde su creación, ocupó locales en el Palacio de Buenavista, próximos al Estado Mayor del Ejército. Su personal adquirió, además de una formación técnica de gran solidez, el original servicio a España conociendo físicamente todas sus tierras. Desde los Pirineos a las Islas Canarias, y desde Galicia a las Islas Baleares, no hubo valle, colina, o cauce de agua sin recorrer. Se convivió con todos los españoles, así como con los países limítrofes, informándose de la denominación regional para convertirla en la toponimia. Midiendo, dibujando, fotografiando e imprimiendo se consiguió que el mapa resultante fuera por sus características técnicas, militares y artísticas, un cuidado elemento de trabajo. Gracias a esta labor, desde 1886, la Superioridad vio facilitada la toma de decisiones mientras que las tropas podían desplazarse por cada área con una mayor seguridad. Sus hombres, en tiempo de paz eran conocidos por sus teodolitos, mientras que en la guerra no dudaron en empuñar las armas frente al enemigo para llevar a cabo los trabajos encargados. Estos hombres, hoy extinguidas sus escalas, tal vez se encuentren representados por los actuales especialistas, herederos de sus atribuciones, atendiendo siempre tanto a las necesidades topográficas como a las de imprenta dentro del Ejército. BIBLIOGRAFÍA: AGRUPACIÓN OBRERA Y TOPOGRÁFICA DEL SG CENTENARIO. Madrid: Servicio Geográfico del Ejército ARCHIVO DE PLANOS EN EL SERVICIO GEOGRÁFICO DEL EJÉRCITO. Madrid: Servicio Geográfico del Ejército, 1969.

10 CAMARGO DE PARADA, Luis: «Apuntes biográficos de los Jefes del Depósito de la Guerra y Servicio Geográfico del Ejército», en Boletín de información del Servicio Geográfico del Ejército, nº 45, 1980, pp CAMARGO DE PARADA, Luis: «Historia y organización actual del Servicio Geográfico del Ejército», en Boletín de información del Servicio Geográfico del Ejército, nº 46, 1980, pp CAMARGO DE PARADA, Luis: «El general Lombardero», en Boletín de información del Servicio Geográfico del Ejército, nº 50, 1981, pp CATALÁN PÉREZ-URQUIOLA, Miguel: «La agrupación obrera y topográfica en su centenario», en Boletín de información del Servicio Geográfico del Ejército, nº 63, 1986, pp INSTRUCCIONES PARA LA EJECUCIÓN DE LOS TRABAJOS TOPOGRÁFICOS Y ESTADÍSTICOS DEL CUERPO DE E.M. DEL EJÉRCITO. APROBADAS POR RO DE 12 DE DICIEMBRE DE Madrid: Imprenta y Litografía del Depósito de la Guerra NOTAS INFORMATIVAS SOBRE LA ESCUELA DE GEODESIA Y TOPOGRAFÍA DEL EJÉRCITO. Madrid: Servicio Geográfico del Ejército, «ORDEN EXTRAORDINARIA DEL SERVICIO GEOGRÁFICO Y SU AGRUPACIÓN OBRERA Y TOPOGRÁFICA DEL 16 DE FEBRERO DE 1988», en Boletín de información del Servicio Geográfico del Ejército, nº. 66, 1988, pp PALADINI CUADRADO, Ángel: «La Cartoteca Histórica del Servicio Geográfico del Ejército», en Boletín de la Real Sociedad Geográfica, nº 119, 1983, pp URTEAGA, Luis; NADAL, Francesc: «La cartografía colonial española durante la segunda república ( )», en Estudios geográficos, vol. 71, nº 268, 2010, pp