PEQUEÑO BOCETO SOBRE LA PALABRA DE DOS AMIGOS PRIMERA PARTE DEDICADA A JORGE ARTEL VERSIÓN DEL BORRADOR ORIGINAL

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1 PEQUEÑO BOCETO SOBRE LA PALABRA DE DOS AMIGOS PRIMERA PARTE DEDICADA A JORGE ARTEL VERSIÓN DEL BORRADOR ORIGINAL Para intentar una simple apertura biográfica debemos recordar que Jorge Artel apareció integrando, con Gregorio Castañeda Aragón y Donaldo Bossa Herazo, la trilogía de la canción marina en Colombia. Toda la fastuosidad del soberbio elemento aspiró Artel abarcarlo en este lamparazo confesional: amo el mar porque es atrabiliario y loco; porque tiene olas volubles como hembras y porque no es de nadie. Pero lo privativo en Artel fue el amor a Cartagena, al tono y la jerarquía de su raza, a los insistentes llamados de una herencia que se entonaron en cadencioso sufrimiento. La mayoría de ellos aparecen en Tambores en la noche con poemas como Velorio del boga adolescente, de una modélica e impresionante sencillez. Más tarde, fundido culturalmente a Palés Mattos y Nicolás Guillén, contribuyó a la sorprendente riqueza afromulata del Caribe. Por último, y probando una vez más que el verdadero sentimiento poético carece de límites, extendió su búsqueda hacia una emancipadora totalidad. De esa conducta final quedaron poemas de tan sufrido y doloroso esplendor como Responso de mi alma en pena por todos los puertos del mundo. Artel fue además una inteligencia enaltecida por su valor humano. PRIMERA PARTE VERSIÓN PUBLICADA POR CASA DE ASTERION Santafé de Bogotá, Marzo 5 de 2000 Jorge Artel: Para intentar una simple apertura biográfica, debemos recordar que Jorge Artel apareció integrando, con Castañeda Aragón y Donaldo Bossa Herazo, la trilogía de la canción marina en Colombia. Toda la fastuosidad del elemento oceánico aspiró Artel a abarcarla en este lamparazo confesional: "Amo el mar porque es

2 atrabiliario y loco, porque tiene olas volubles como hembras y porque no es de nadie". Pero lo privativo de Artel fue su amor a Cartagena, al acento y la jerarquía de su raza, a los insistentes llamados de una herencia que su palabra fue entonando en cadencioso sufrimiento. La mayoría de esos llamados aparece en "Tambores en la noche" en poemas como "Velorio del boga adolescente", de una modélica e impresionante sencillez. Más tarde, fundido a un inevitable proceso cultural a Pales Matos, José Zacarías Tallet y Nicolás Guillén, Artel contribuyó a la sorprendente riqueza afromulata del Caribe. Por último, y probando --una vez más-- que el verdadero sentimiento poético carece de límites, extendió su búsqueda hacia una emancipadora totalidad. De esa culminación quedaron poemas de tan sufrido y doloroso esplendor como "Responso de mi alma en pena por todos los puertos del mundo". Artel fue, además, un ímpetu creativo enaltecido por su valor humano.

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4 PEQUEÑO BOCETO SOBRE LA PALABRA DE DOS AMIGOS SEGUNDA PARTE DEDICADA A GUSTAVO IBARRA MERLANO Gustavo Ibarra Merlano ha sabido fundir, entre varios de sus atributos, la cultura con sus objetivos poéticos. Y esto sin altisonancia, casi en silencio, al tiempo que realizaba una labor sustantiva en su generación. La de Gustavo es una palabra sobre la cual han sido exprimidas la lágrima y la sangre. Palabra escondida que, al tiempo que interroga a la divinidad, husmea y reclama su conciencia y sus huesos. Sus poemas se arrastran y sacuden en una inmediatez que aspira a ser iluminada por el infinito. Cada interrogante es una

5 herida que lo deja postrado. Intuye que más, mucho más allá de toda cautela religiosa, nuestra única e inexorable tarea es la de soportar la condena de vivir. Todo ímpetu en un poema es acercarse a esa condena con amor, con dolorida calma, atendiendo todos y cada uno de los susurros que destila. Pocas veces en nuestra poética el saber oírse a sí mismo había sido tan vital y tan lleno de compasivo consuelo para los otros. Esto podría servir para explicarnos la entrañable capacidad amistosa de Gustavo Ibarra Merlano.

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