EL AYUNTAMIENTO REPUBLICANO DE ZARAGOZA: REPRESIÓN Y OLVIDO.

Transcripción

1 EL AYUNTAMIENTO REPUBLICANO DE ZARAGOZA: REPRESIÓN Y OLVIDO. HÉCTOR VICENTE SÁNCHEZ El día 14 de abril se pasó en España de la Monarquía a la República como si amaneciese, sin una alteración de orden público, en medio del más elegante respeto a las personas y a las cosas, en una elevada temperatura de entusiasmo, desbordadas la alegría popular y la fraternidad más espontáneas por todo y para todos, perfilándose el pueblo español en las perspectivas de la Historia con noble ademán caballeresco al inclinarse galantemente y respetuoso ante la majestad caída. Y yo me pregunto, como debe preguntarse el mundo entero, asombrado y lleno de horror ante el espectáculo que ofrece nuestro país, qué ha pasado en el alma popular para que en breve espacio de cinco años todo ese esplendor espiritual haya desaparecido y los caballeros de ayer se hayan convertido en los rufianes de hoy y los hermanos en verdugos de sus hermanos y la democracia en demagogia y la mitad del pueblo español en una horda de salvajes?? Alejandro Lerroux 1 Las palabras de Alejandro Lerroux reflejan como la llegada de la República se produjo de forma pacífica y fue un motivo de alborozo para gran parte de la población pero terminó desembocando en una guerra civil. Aunque el líder radical sabía muy bien porque tuvo la República tan trágico fin y quienes fueron los causantes de la violencia desatada a partir del 18 de julio de Conocer la situación previa al 12 de abril de 1931 nos 1 Alejandro Lerroux, La pequeña historia de España ( ), Astorga (León), Akrón, 2009

2 permitirá comprender como se produjo la llegada de la Segunda República y el desarrollo de ésta las causas del proceso bélico inicia de julio de La intención de este texto es ver cómo se produjo la llegada de la Segunda República a la ciudad de Zaragoza y comprobar a través de la actuación del Ayuntamiento cuales fueron las novedades introducidas por el nuevo régimen para terminar analizando cual fue el trágico final de los concejales que más ahínco pusieron en la puesta en marcha de los ideales republicanos. Tras casi siete años de dictadura Miguel Primo de Rivera y tras comprobar que ya no contaba con el apoyo del ejército, el único sostén real de su régimen, presentó su dimisión el día 27 de enero de Alfonso XIII en su intento de normalizar la situación como si nada hubiera pasado entre septiembre de 1923 y enero de 1930 nombró al general Dámaso Berenguer como nuevo presidente del gobierno. Pero la situación no tenía vuelta atrás y desde la caída de Primo de Rivera la hostilidad contra la Monarquía sería manifiesta. Durante 1930 se produjeron destacados abandonos de fieles a la Monarquía como Miguel Maura o Niceto Alcalá Zamora. Este intento de vuelta a la normalidad con el Gobierno Berenguer sería calificado por José Ortega y Gasset como <<El error Berenguer>> 2. Mientras tanto el viejo republicanismo de tertulias y fragmentado en pequeños grupos, se convirtió en pocos meses en un movimiento de varios partidos con dirigentes conocidos y nuevas bases sociales. A pesar de las diferencias ideológicas, pues había desde católicos como Niceto Alcalá Zamora, nacionalistas como Lluis Companys o anticlericales como Álvaro Sánchez de Albornoz fue posible la creación de una amplia coalición republicana el 17 de agosto de La coalición intentaría acabar con la Monarquía por medio del uso de la fuerza pero la insurrección militar de Jaca el 12 de diciembre de 1930 y la de tres días después en Cuatro Vientos fracasó 3 2 El artículo fue publicado el 15 de diciembre de 1930 en el diario El Sol. El referido artículo también puede consultarse en el tomo IV de las obras completas de José Ortega y Gasset publicadas por Taurus. 3 Julia Casanova y Carlos Gil Andrés, Historia de España en el siglo XX, Barcelona, Ariel, 2009.

3 La opción de volver a la normalidad con el general Dámaso Berenguer al frente del gobierno terminó fracasando ya que terminó quedándose solo y presentó su dimisión el 13 de febrero de Tras diversas consultas terminaría siendo el almirante Juan Bautista Aznar quien formara un nuevo Gobierno fiel a la Monarquía. La concesión de elecciones municipales era la baza con que el gobierno trató de ganarse la popularidad y la aceptación por parte de la opinión pública. El gobierno Aznar perdió pronto el poco prestigio que tenía ante la división interna entre los que creían que la Monarquía debía resistir y los que optaban por las concesiones. Otro hito importante sería el juicio contra el Comité Revolucionario surgido del Pacto de San Sebastián que había sido encarcelado tras los sucesos de Jaca y Cuatro Vientos en diciembre de 1930, que fue tratado por el público como a los futuros gobernantes de España. 4 El plan electoral diseñado por el Consejo de Ministros el día 6 de marzo de 1931 consistía en la convocatoria de elecciones municipales en abril, provinciales en mayo y generales en junio. Las elecciones municipales tendrían como objetivo la renovación total de los ayuntamientos y se celebrarían siguiendo la Ley electoral de agosto de 1907 y los nuevos ayuntamientos se configurarían con arreglo a lo dispuesto en la Ley Municipal de Llegados a este punto vamos a realizar un análisis de las elecciones en Zaragoza capital y observar quienes fueron los primeros representantes municipales de la Segunda República en la ciudad. Una vez convocadas las elecciones la agrupación socialista de Zaragoza acordó por unanimidad presentarse a las elecciones y fueron los primero en proponer una alianza electoral con todos los partidos que quisieran la implantación de un régimen republicano 6. En el seno del partido Radical Socialista fue 4 Raymond Carr, España , Barcelona, Ariel, El Noticiero, , p. 4 6 Los socialistas dieron a conocer su participación en Vida Nueva, su órgano de expresión, el día 14 de marzo d 1931

4 aceptada la propuesta socialista y se decidió formar parte de la candidatura con el resto de partidos antidinásticos que completó la Alianza Republicana (compuesta por el Partido Radical, Derecha Liberal Republicana, Partido Republicano Autónomo de Aragón la y la Agrupación al Servicio de la República). La candidatura republicano-socialista presentaría una lista integrada por 32 concejales. 7 Por su parte las fuerzas monárquicas confeccionaron un bloque en el que tuvieron cabida grupos de las diferentes tendencias monárquicas como Acción Social, Liberales de Romanones, Liberales Conservadores, Unión Monárquica Nacional, Bugallal y Centro Constitucionalista y Jaimista. Sólo quedaron excluidos los seguidores zaragozanos de Sánchez Guerra que presentaron su propia candidatura. Hubo una tercera lista de candidatos monárquicos independientes. 8 Siguiendo los datos que aporta Jesús Bueno Lidón, en la jornada electoral tenían derecho a emitir su voto personas de las cuales ejercieron su derecho y entre y se abstuvieron haciendo que el porcentaje de participación oscilara entre el 81,23% y el 80,89. 9 El resultado de la votación dio el triunfo a la candidatura republicanosocialista en su totalidad siendo elegidos los quince restantes, hasta completar los cuarenta y siete puestos de concejales, de la lista presentada por el bloque monárquico. Una vez conocidos los resultados electorales cabria plantearse la cuestión de que perfiles presentaban los nuevos concejales, aunque como veremos en algunos casos no eran tan nuevos. Comenzando el análisis por el bloque monárquico resalta a primera vista que a pesar de ser el grupo menos numeroso casi la mitad de ellos, siete, ya habían sido concejales con 7 El reparto de concejales de la candidatura republicano-socialista fue: diez radicales socialistas, seis socialistas, diez radicales, tres de Derecha Liberal Republicana y tres del Partido Republicano Autónomo de Aragón 8 Jesús Bueno Lidón, 1931: de las elecciones municipales a las constituyentes en Bueno, Jesús; Gaudo Concepción; Germán, Luis G., Elecciones en Zaragoza-Capital durante la Segunda República, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, El Bloque Monárquico presentó treinta candidatos mientras que los Sánchez guerristas presentaron 24 9 Los datos aportados por Jesús Bueno proceden de las informaciones aportadas por el diario El Noticiero sobre la jornada electoral.

5 anterioridad destacando entre ellos al incombustible José Sancho Arroyo que había accedido al Ayuntamiento por primera vez en julio de 1899 y que llegó a ser alcalde entre septiembre de 1921 y febrero de También los había como Martín Serrano o el Catedrático Gonzalo Calamita que su experiencia como concejales la habían adquirido durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Atendiendo a los sectores económicos a los que pertenecían analizando la lista de grandes empresarios elaborada por Luis Germán Zubero 10 encontramos a Mariano Baselga Jordán, que junto con su padre y tío formaban el grupo Baselga 11 constituido alrededor del Banco de Crédito de Zaragoza y la sociedad Minas y Ferrocarriles de Utrillas, a José Sancho Arroyo consejero de empresas como Gran Hotel de Zaragoza o Banco de Aragón o a Gonzalo Calamita 12 presidente de Talleres Mercer. Aunque sin aparecer en esta lista de grandes empresario también había abogados (José María Monterde, Francisco Cavero, Pascual García), médicos (Valentín Porras, Joaquín Aznar) o propietarios (José María vera). Como no podía ser de otra forma, el perfil político, social y económico de los concejales de la coalición republicano-socialista era totalmente diferente a los monárquicos. Si es cierto que el bloque monárquico era más homogéneo tanto en el plano político como económico la conjunción republicano-socialista presentaba una mayor disparidad lo que nos obliga a analizar cada uno de los partidos de forma independiente. Empezando por los radicales lo primero que podemos destacar es que dentro de la coalición vencedora eran los únicos que presentaban integrantes con experiencia política dentro del Ayuntamiento, ya que tres 10 Luis Germán Zubero, Aragón en la II República. Estructura económica y comportamiento político, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, El propio Mariano Baselga Jordán explica de forma clara y concisa el funcionamiento de las empresas familiares en la entrevista que le realizaron José Antonio Biescas y Luís Germán que fue publicada en Andalán, nº 359, 16/ También resulta de gran interés, sobre todo para conocer el inicio de los negocios familiares la, biografía de Mariano Baselga Ramírez elaborada por Luís Germán e incluida en la obra colectiva Grandes empresarios aragoneses, Madrid, LID Editorial Empresarial, Julián Bernal Nievas nos da una amplia lista de cargos que ostentó Gonzalo Calamita entre los que podemos destacar los puestos de Director en diversas empresa como Azucarera del Rabal, Industria Química, Azucarera del Gállego, Azucarera del Pilar y de la Refinería de San Luís, todos estos cargos anteriores a la proclamación de la Segunda República. V.V.A.A., Biografías Aragonesas. Primera Serie, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, Durante el periodo republicano Gonzalo Calamita fue obteniendo diversos cargos dentro de la Universidad de Zaragoza hasta ser nombrado ser nombrado Rector de la misma en octubre de 1935.

6 de ellos, Sebastián Banzo, Emilio Lajusticia y Mariano Salillas ya había sido concejales 13. Entre los radicales destacan las profesiones liberales como abogados, contables y médicos aunque también había comerciantes e industriales 14. A los radicales habría que unir a los republicanos autónomos ya que el partido fue disuelto en junio de 1931 uniéndose casi todos sus integrantes, entre ellos sus tres representantes en el Ayuntamiento, al Partido Radical. 15 Los nuevos radicales eran comerciantes e industriales. Sin experiencia previa dentro del Ayuntamiento llegaron los integrantes del partido Radical Socialista. En el ámbito profesional podían adscribirse la mayoría a profesiones liberales como la medicina o la enseñanza aunque también había trabajadores de la tierra. Destacar que dos de sus miembros, Santiago Pi Suñer y Antonio Guallar Poza ocuparían diversos puestos dentro de los gobiernos presididos por Manuel Azaña 16. Si los republicanos autónomos se unieron a los radicales dos de los tres representantes de Derecha Liberal Republicana lo hicieron, en diferentes momentos, al Partido Radical Socialista. Se trató de dos personajes relevantes durante el periodo republicano: Manuel Pérez-Lizano, médico que llegó a ser alcalde y posteriormente presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza, y el también médico, el gallego Gumersindo 13 Sebastián Banzo y Mariano Salillas habían sido concejales de forma ininterrumpida desde enero de 1914 hasta enero de 1918 y volverían a serlo desde abril de 1922 hasta octubre de 1923 en que cesó el Ayuntamiento tras el golpe de estado de Miguel Primo de Rivera. Emilio Lajusticia lo fue entre enero de 1914 y enero de Miguel Gera y Pablo Pineda abogados; Vicente Comet y Felipe Lorente comerciantes; Mariano Salillas y Genaro Sánchez industriales, Sebastián Banzo contable; Emilio Lajusticia, Miguel Fernández, Luis Orensanz médicos. 15 La prensa local se hizo eco de la disolución del Partido Republicano Autónomo de Aragón publicando la noticia La Voz de Aragón el día 12 de junio de 1931 y República al día siguiente. 16 Joaquín Uriarte, agente comercial; Juan Antonio Sáinz de Medrano, Antonio Guallar, Casimiro Sarría y Mariano Augusto Muniesa Médicos; Alfonso Sarría Almenara, labrador; Federico Martínez, industrial (era dueño de una imprenta), Santiago Pi Suñer, catedrático; Juan López Conde, comerciante. En los gobiernos de Manuel Azaña Santiago Pi Suñer ocupo los cargos de Vicepresidente de Instrucción Pública y Director general de Minas y Combustibles mientras que Antonio Guallar el de Delegado del Gobierno en la Confederación Sindical Hidrográfica del Ebro. Gumersindo Sánchez en junio de 1931 ya se había unido al Partido Radical Socialista mientras que Manuel Pérez-Lizano se uniría a los radicales socialistas tras abandonar el Partido Republicano Progresista en mayo de El tercer representante de Derecha Liberal Republicana, Rafael D Harcourt Got también abandonó dicho partido para unirse al partido de Lerroux.

7 Sánchez Guisande que llegó a ser Decano de la Facultad de Medicina de Zaragoza. 17 Bernardo Aladrén Monterde, Eduardo Blasco Castillo, Bernardo Rubio González, Antonio Ruiz García, Mariano Serra Valero y Luís Viesca Hernández 18 fueron, el 14 de abril de 1931, los primeros representantes del Partido Socialista en el Ayuntamiento de Zaragoza desde que Pablo Iglesias fundara el partido en Todos ellos procedían del mundo obrero, Bernardo Aladrén y Bernardo Rubio eran obreros tipógrafos, Mariano Serra obrero metalúrgico, Antonio Ruiz había sido ferroviario, pero fue despedido tras la huelga de 1917 llegando a pasar grandes penalidades, y a la llegada de la República le habían conseguido un puesto de conserje en la mutualidad obrera. Un poco más desahogada era la posición de Viesca ya que había sido contable en la Alcoholera del Pilar, y la de Eduardo Castillo que era auxiliar de farmacia. El primer bienio republicano con socialistas y republicanos al frente del gobierno se aprobó toda una serie de leyes tendentes a la modernización y democratización de la sociedad española. Esas reformas afectaron a sectores tan importantes la Iglesia, el Ejército, la propiedad de la tierra, etc. Toda esta nueva legislación estuvo amparada por la nueva Constitución aprobada el 9 de diciembre de 1931 en la que establecía en su artículo 1º que España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y Justicia. Sobre los Ayuntamientos recaería el deber de aplicar las nuevas leyes que se fueron aprobando. Una vez puesta en funcionamiento la maquinaria legislativa centraremos nuestra atención en aquellos asuntos que sirvieron de enfrentamiento entre los sectores izquierdistas y los sectores derechistas y que llegado el 18 de julio fuesen motivos de condena por parte de las 17 Gumersindo Sánchez en junio de 1931 ya se había unido al Partido Radical Socialista mientras que Manuel Pérez-Lizano se uniría a los radicales socialistas tras abandonar el Partido Republicano Progresista en mayo de El tercer representante de Derecha Liberal Republicana, Rafael D Harcourt Got también abandonó dicho partido para unirse al partido de Lerroux. 18 Las biografías de estos seis socialistas han sido incluidas en la obra coordinada por Enrique Bernad República y Republicanos. Socialistas y republicanos de izquierda en Zaragoza y provincia, Zaragoza, Grupo Socialista de la Diputación Provincial de Zaragoza, 2003.

8 nuevas autoridades. Antes de comenzar la exposición de los acontecimientos hay que hacer constar que en los expedientes de responsabilidades políticas incoados contra algunos de los concejales no suelen acusárseles de acciones concretas, salvo en determinadas ocasiones, si no de pertenecer a determinado partido, ejercer el cargo siguiendo esa ideología y argumentos similares. Por lo tanto abordaremos las cuestiones en las que los partidos republicanos y socialistas tenían concepciones diferentes a las derechas tales como la secularización del Estado, los estatutos de autonomía o la reforma del ejército capitalizando la polémica en este aspecto el cierre de la Academia General Militar. 19 Igual que el Gobierno tuvo tres etapas bien diferenciadas según la composición de sus gobiernos también podemos ver tres periodos bien diferenciados en el Ayuntamiento de Zaragoza. El primero de ellos se daría entre la proclamación de la República el 14 de abril y finales de noviembre de 1933 cuando fue destituido Federico Martínez como alcalde. El segundo se prolongaría desde enero de 1934 hasta febrero de 1936 en el que con Miguel López de Gera se fue basculando de un concejo dominado por las fuerzas de centro a otro controlado por las fuerzas de derecha. Por último el periodo de tiempo entre la victoria del Frente Popular en febrero de 1936 hasta el 21 de julio en que fueron destituidos todos los concejales elegidos en abril de 1931 y nombrados nuevos ediles afectos a las nuevas autoridades. 20 Políticamente el primer periodo del concejo zaragozano fue de cierta inestabilidad ya que en un periodo de poco más de dos años y medio se sucedieron hasta cuatro alcaldes 21. La unión entre los partidos de la coalición republicano socialista tampoco tardó en romperse debido a la 19 Para abordar la cuestión municipal hemos utilizado las Actas del Ayuntamiento de Zaragoza desde abril de 1931 a julio de Manuel Ardid Lorés también realizó una síntesis de la evolución política del Ayuntamiento durante la Segunda República en su obra Propiedad inmobiliaria y actuación municipal en la Segunda República, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, Miguel López de Gera volvió a sustituir a Federico Martínez Andrés al frente del Ayuntamiento ya que fue elegido por las nuevas autoridades para que se hiciera cargo del puesto de Alcalde. 21 Los cuatro alcaldes que hubo fueron: Sebastián Banzo ( a ); Manuel Pérez-Lizano ( a ); Mariano Augusto Muniesa ( a ); Federico Martínez Andrés ( a ).

9 retirada de los socialistas tras ser agredidos en sus locales y la poca atención, siguiendo la versión dada por los socialistas, que prestaron tanto el Gobernador Civil como el propio Alcalde ante las denuncias de lo ocurrido. 22 A pesar de los sucesos los socialistas volverían y seguirían ocupando sus puestos de tenientes de alcalde. Más grave sería el enfrentamiento entre el alcalde Sebastián Banzo y los radicales socialistas que no aceptaron que compatibilizara los cargos de alcalde y diputado. La progresiva pérdida de apoyos terminaría provocando una moción de censura contra el alcalde radical y su posterior dimisión. Su sucesor, Manuel Pérez-Lizano conseguiría volver a implicar en las labores de gobierno del Ayuntamiento a todos los miembros de la coalición republicano socialista. Las maniobras de los radicales contra las gestiones que estaba realizando Pérez-Lizano en la obtención de la compensación por el cierre de la Academia General Militar hicieron que el segundo alcalde republicano presentase la dimisión. Tras él vendría Mariano Augusto Muniesa que tras mes y medio al frente del Ayuntamiento dejó el cargo tras aprobarse la ley de incompatibilidades políticas. El relevo se lo daría su compañero de partido Federico Martínez quien sería destituido a finales de 1933 por no conseguir poner en funcionamiento los medios de trasporte que exigía el gobernador civil durante la revuelta anarquista. 23 Pero a pesar de la lucha política que hubo en este periodo no menos cierto es que abordaron otros muchos asuntos. Con los sectores derechistas en minoría, estos se limitarían tan sólo a protestar y acatar todas las decisiones que tomaban republicanos y socialistas por muy censurables que estas les parecieran. El cierre de la Academia General, como una de las medidas tomadas en la reforma del ejército, suscitó alguna discrepancia entre las derechas partidarias de que no fuera cerrada y republicanos y socialistas que preferían una compensación, o la aprobación del Estatuto de Cataluña contra el que los monárquicos y radicales realizarían un escrito 22 La decisión de retirar a los concejales socialistas del Ayuntamiento fue tomada en una asamblea de la UGT dándose a conocer la decisión por medio de un comunicado en Vida Nueva, El 12 de diciembre Federico Martínez en el pleno del Ayuntamiento expuso las gestiones que había realizado para cumplir las órdenes del Gobernador Civil y la imposibilidad de llevar a buen puerto dichas demandas. En dicha intervención tan sólo dedica buenas palabras a la autoridad que lo acababa de destituir.

10 de protesta serían algunos de los puntos de desencuentro. Pero las medidas secularizadoras serían las que más conflictos suscitarían. La secularización de los cementerios, como ya destacara María Pilar Salomón 24, era una aspiración de los sectores anticlericales del país y la minoría socialista estaba dispuesta a llevarla a la práctica. Dos días antes de que fuera aprobada la Constitución el cementerio de Zaragoza quedaba secularizado ante la indignación de monárquico y católico José María Monterde. El impulso secularizador también llegó a la recogida de cadáveres que hasta abril de 1932 lo había desempeñado la Hermandad de la Sangre de Cristo pasó a desempeñarlo desde entonces el Ayuntamiento. 25 También se vieron afectadas festividades como la procesión del Corpus Christi a la que no se permitió asistir a los concejales con la banda municipal de concejal o las propias fiestas del Pilar de 1933 cuando se omitió la misa del día doce en la Basílica del Pilar. Otra medida que afectó a la Basílica del Pilar es que se dejó de consignar dinero para las obras de consolidación. 26 Dos de las medidas adoptadas en este primer bienio y que luego serían recordadas a partir de julio de 1936 fueron la retirada la imagen de la Virgen María del salón de plenos del Ayuntamiento y las medidas tomadas en la Casa de Amparo. Los integrantes del bloque monárquico vieron con gran indignación la retirad de la imagen de la Virgen María e incluso llegaron a plantearse s retirada del Ayuntamiento. Quien sí lo hizo fue uno de sus miembros, José María Monterde, quien decidió dejar de asistir a las sesiones del Ayuntamiento hasta que no volviera a colocarse la imagen de la Virgen. Desde el diario católico El Noticiero se realizó un ataque furibundo contra esta decisión municipal con el propio José María 24 La obra de referencia sobre anticlericalismo en Aragón es la publicada por María Pilar Salomón, Anticlericalismo en Aragón: protesta popular y movilización política ( ), Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza, La Hermandad de la Sangre de Cristo volvería a encargarse de la recogida de cadáveres a partir de noviembre de 1933 criticándose desde las páginas de La Voz de Aragón que el servicio lo volviera a desempeñar dicha entidad religiosa y que esto suponía un fracaso del Ayuntamiento. 26 En mayo de 1930 el Ayuntamiento decidió destinar quinientas mil pesetas del erario municipal para el pago de las obras del Pilar. Doscientas cincuenta mil pesetas se abonarían por medio de un presupuesto adicional y las trescientas cincuenta mil restantes se irían consignando en los presupuestos ordinarios.

11 Monterde al frente de dicha campaña. 27 Los socialistas serían el azote de la Casa de Amparo ya que de los miembros de esta minoría saldrían las proposiciones de impedir que se instalara el monumento de la Semana Santa y la petición de sustituir a las religiosas que venían desempeñando su labor en el establecimiento benéfico por personal civil. Los convulsos acontecimientos de finales de 1933 con la insurrección anarquista tras el triunfo de la CEDA y el Partido Radical en las elecciones hizo que la alcaldía recayera en el radical Miguel López de Gera cuyo Gobierno, al igual que el nacional fue girando hacia la derecha. Al principio contó con el apoyo de algún sector republicano más, aparte de los propios radicales, pero los acontecimientos de agosto marcarían la deriva derechista del Ayuntamiento dirigido por Miguel López de Gera. La aprobación de una moción en agosto de 1934 a favor de la autonomía del País Vasco provocó que el alcalde radical presentara su dimisión que puesta a votación fue rechazada gracias a los votos de los radicales y los sectores de derecha. Esta situación provocó que el resto de sectores republicanos y los socialistas se retiraran del equipo de gobierno produciéndose la entrada como tenientes de alcalde de concejales derechistas. 28 La revolución socialista 29 de octubre de ese mismo año, a consecuencia de la entrada de varios miembros de la CEDA en el gobierno 27 La Voz de Aragón publicaría en febrero de 1932 un escrito de la minoría de derechas explicando el porqué había decidido no retirarse. Entre los artículos publicados en El Noticiero cabe destacar el firmado por José María Monterde Donde no tiene sitio la Virgen del Pilar, no puedo estar yo, la protesta de los Caballeros del Pilar o una carta remitida por un señor desde Ricla donde expresaba su indignación diciendo que el alcalde de Zaragoza había cometido una villanía al retirar del salón de sesiones nuestra patrona y Protectora la Santísima Virgen del Pilar. La polémica sobre la retirada de la imagen de la Virgen ha sido tratada por Fernando Montero Pérez-Hinosa en Una polémica zaragozana de Retiraron la Virgen del Pilar del Ayuntamiento, Andalán nº 328, 3/ , p Concretamente se produjo la entrada de los agrarios Eduardo Bozal y Valentín Porras como quinto y sexto tenientes de alcalde respectivamente y la del cedista Mariano Baselga como primer síndico. 29 Sobre la revolución socialista resulta muy interesante la ponencia de Juan José Carreras La Segunda República española en la Europa de los años treinta en el II Encuentro <<Historia y compromiso: sueños y realidades para una república>> donde expone que la revolución de octubre no se debió a una falta de educación democrática si no que la convocatoria de huelga general procede de la totalidad europea, con el ascenso de fascismos ejemplificados en los casos de Dollfuss y Hitler

12 de Lerroux, provocaría en el caso del Ayuntamiento de Zaragoza, la destitución de sus seis representantes. Para cubrir las vacantes de los socialistas y el resto de concejales que habían ido dejando su cargo el gobernador civil nombró diecinueve nuevos concejales pertenecientes al Partido Radical (nueve), CEDA (ocho) y Partido Agrario (dos) 30. Por medio de esta designación de concejales los seguidores de Lerroux se convertían en la minoría mayoritaria con diecisiete concejales y los seguidores de Gil Robles en la fuerza de derechas mayoritaria con trece integrantes. Este nuevo equilibrio de fuerzas hizo que los cedistas y agrarios irrumpieran con fuerza en los órganos de gobierno del Ayuntamiento ocupando seis puestos de tenientes de alcalde y los dos puestos de síndicos. Una vez controlados los resortes del poder era el momento de volver a poner las cosas en orden. Aunque la imagen de la Virgen no volvió y el cementerio continuó siendo municipal sí que se frenó la sustitución de la enseñanza religiosa contenida en la Ley de Confesiones y Congregaciones religiosas del tres de junio de 1933, dejaron de reclamarse los bienes de la Compañía de Jesús 31 incautados en Zaragoza. Las fiestas del Pilar de 1935 volverían a recuperar su esplendor tradicional y con cargo a la partida de educación en los presupuestos de 1935 y 1936 se destinaron cincuenta mil pesetas para las obras que se estaban realizando en el Pilar. La Casa de Amparo vería a principios de 1935 como se volvía a restablecer el culto católico en dicho establecimiento sufragándose los gastos que ello ocasionara con cargo al presupuesto municipal. Pero a comienzos de 1936 la República volvería a sufrir un nuevo giro. El 7 de enero Niceto Alcalá Zamora, presidente de la 30 Manuel Ardid Lorés destacó, en su obra anteriormente citada, que los nuevos nombramientos no se hicieron pensando tanto en su significación política sino por su pertenencia a instituciones afectadas directamente por la acción municipal. Los nuevos radicales Francisco Buisán, Mariano Marraco y Venancio Moliné pertenecían a la directiva de la Cámara de Comercio y Francisco Vargas y Fermín Delmás a la de defensa. Entre los cedistas destacaban Daniel Ortiz de Landázuri que estaba al frente de la Casa de Ganaderos, Emilio Laguna era el Presidente del Centro Mercantil y José María Sánchez Ventura y Felipe Sanz Beneded ocupaban sendas vocalías en la Sociedad de Propietarios del Ensanche de Miraflores. 31 La obra de referencia sobre la incautación y administración de los bienes de los jesuitas es la de Alfredo Verdoy Los bienes de los jesuitas: disolución e incautación de la Compañía de Jesús durante la Segunda República, Madrid, Trotta, 1995

13 República, disuelve las Cortes y convoca elecciones para el 16 de febrero. Las fuerzas de izquierdas, al contrario de lo que había sucedido en las elecciones de noviembre de 1933, deciden acudir juntas a la convocatoria electoral formando la coalición del Frente Popular 32 mientras que las derechas recorren el camino inverso y concurren al proceso electoral desunidas. Los resultados electorales provocarían la restitución de todos los Ayuntamientos que habían sido suspendidos durante el denominado bienio negro. De esta forma los concejales socialistas volvían a sus puestos que junto con la renuncia a sus puestos de los concejales gubernativos provocaban un cambio de equilibrio de poderes. Los propios socialistas pedirían que tanto el alcalde como los tenientes de alcalde dimitieran para poder configurar el ayuntamiento de forma más acorde a la situación creada tras las elecciones. La petición socialista fue aceptada y volvió a nombrarse alcalde a Federico Martínez Andrés eligiéndose como tenientes de alcalde a miembros del Partido Socialista, Izquierda Republicana y Unión Republicana. 33 Aunque sus integrantes no lo sabían, había comenzado la cuenta atrás que iba a poner fin al Ayuntamiento republicano de Zaragoza. En estos meses la atención se centró sobre todo en solucionar el grave problema del paro obrero y para ello se iba a concertar dos empréstitos para realizar obras en la ciudad. También se reactivaría la sustitución de la enseñanza religiosa y se volverían a reclamar los bienes incautados a los jesuitas pero la sublevación militar iniciada el 17 de julio en Marruecos iba a acabar con estos proyectos. Cuatro días más tarde el nuevo gobernador de 32 El Frente Popular en España fue una coalición electoral entre republicanos y socialistas a la que, por exigencias de una facción de éstos, se sumaron los comunistas del PCE y del POUM, las organizaciones juveniles y los sindicatos socialistas y comunistas. Se trataba de un acuerdo sin más alcance que el electoral y la promesa de un apoyo parlamentario que acabaría cuando los socialistas creyeran que había sonado la hora de hacerse con todo el poder, esta vez por la vía legal. Santos Juliá (coord.), Historia de España de Menéndez Pidal, Tomo XL, República y Guerra Civil, Madrid, Espasa Calpe, Tras el descalabro electoral de 1933 las fuerzas de izquierdas se reorganizaron. Izquierda Republicana se formó tras la fusión de Acción Republicana, el Partido Radical Socialista Independiente (los seguidores de Marcelino Domingo y Álvaro Sánchez de Albornoz que se escindieron del Partido Radical Socialista) y ORGA. Mientras que Unión Republicana se formó con la unión del Partido Radical Democrático (formado por Diego Martínez Barrio tras abandonar el Partido Radical) y el sector del Partido Radical Socialista encabezado por Gordon Ordas.

14 la ciudad destituía a todos los concejales que formaban el Ayuntamiento en esos momentos. La represión ya había comenzado. Las nuevas autoridades no se demoraron ni lo más mínimo en comenzar a asesinar a todos aquellos que cayeran en sus manos. La represión se centró en aquellos concejales que habían pertenecido a los partidos que formaban el Frente Popular. Durante el mes de agosto serían asesinados Bernardo Aladrén, Manuel Pérez-Lizano, Antonio Ruiz, Jenaro Sánchez Remiro y Alfonso Sarría Almenara. En septiembre lo serían Antonio Aramendia y Mariano Serra Valero, en octubre Mariano Augusto Muniesa y Casimiro Sarría. El último en ser asesinado, por lo menos de los que tenemos constancia, fue Joaquín Uriarte Osés. Pero el drama no terminaba en los asesinatos ya que continuaba con la posterior incautación de bienes materiales y posteriores expedientes de responsabilidades políticas. Bajo acusaciones como haber pertenecido a algún partido integrante del Frente Popular (Partido Socialista, Izquierda Republicana o Unión Republicana), haber ejercido cargos con matices de dicha ideología, ser activos propagandistas, haber participado en la retirada de la imagen de la Virgen del Pilar del Salón de plenos o su actuación contra las monjas de la Casa de Amparo eran motivos suficientes para condenar a los acusados. Entre los testigos de reconocida solvencia moral y política que confirmaban las acusaciones, en no pocos casos, nos encontramos los nombres de antiguos concejales que durante la Segunda República habían compartido labores municipales con los condenados. 34 Las sanciones económicas iban a estar en consonancia con la gravedad de las penas cometidas por los inculpados, en todos los casos muy graves, y de los propios recursos de los mismos. Hubo casos como los de Bernardo Aladrén, Antonio Ruiz o Jenaro Sánchez Remiro donde la autoridad no impuso ninguna sanción económica ya que carecían tanto de bienes inmuebles como de cuentas bancarias. Pero lo normal era que si que se impusieran sanciones que oscilaron entre las 500 pesetas impuestas a Alfonso Sarría Almenara hasta las más de impuestas a Antonio 34 Entre las ex concejales que acudieron a declarar aparecen Carlos Navarro, José María Monterde, Juan Burillo, Agustín Sama y Francisco Cavero.

15 Aramendia. Para los afortunados que pudieron huir de la represión física, como Eduardo Castillo o Gumersindo Sánchez Guisande, junto con la sanción económica se les castigaba con la inhabilitación absoluta durante un periodo de doce años agravaba en el caso de Eduardo Castillo con el destierro a 250 kilómetros de la ciudad durante un periodo de doce años. 35 Pero quienes tuvieron que hacer frente a estos procesos de responsabilidades políticas no fueron los propios inculpados, en su mayoría ya asesinados, si no sus familias. En el mejor de los casos era la viuda la que tenía que hacer frente al proceso de incautación de bienes y pago de sanciones como le ocurrió a las de Antonio Aramendia o Manuel Pérez-Lizano. Pero había otras situaciones más dramáticas en las que las viudas tenían hijos a su cargo como fue el caso de Jenaro Sánchez Remiro cuya segunda mujer tenía cuatro hijos menores de edad y al comienzo de la guerra le fueron embargados y robados partes de sus bienes más valiosos. Peor situación tuvo que afrontar la viuda de Alfonso Sarría que vio como le embargaban el camión con el que trabajaba su marido y tenía que hacer frente a una sanción de quinientas pesetas, que no tenía, y cuidar de sus dos hijos menores edad. Por lo excepcional del caso merece ser destacada la situación que tuvo que vivir Federico Martínez. Como otros de sus compañeros del Ayuntamiento, durante la guerra civil fue encarcelado aunque en su caso consiguió librarse de ser ejecutado. Pero en enero de 1941 cuando tenía 67 años, estaba viudo y ciego le fue incoado un expediente de responsabilidades políticas. Los cargos que se le imputaban eran haber pertenecido a partidos de izquierda, haber ejercido cargos públicos bajo esa ideología y haber imprimido en su imprenta periódicos de ideología izquierdista. Aunque no negó ninguno de los cargos presentó como testigos a antiguos concejales de derechas como Joaquín Aznar, Eduardo Bozal o Mariano Baselga que a pesar de su testimonio ensalzando la bondad de Federico Martínez no le libró de tener que hacer frente a una sanción de pesetas que no pudo terminar de satisfacer debido a su muerte y que tuvo que terminar de pagar su hijo. 35 Tras la consulta en el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza hemos constatado que hasta a diez concejales les fue abierto expediente de responsabilidades políticas: Bernardo Aladrén, Eduardo Castillo, Antonio Ruiz, Antonio Aramendia, Federico Martínez, Mariano Augusto Muniesa, Alfonso Sarría, Casimiro Sarría y Manuel Pérez-Lizano.

16 El saldo de la represión entre los sectores del Frente Popular del Ayuntamiento sería de diez muertos, cuatro exiliados, cuatro en paradero desconocido y la apertura de diez expedientes de responsabilidades políticas. 36 Las nuevas autoridades no tuvieron compasión alguna ya que no les importó fusilar a gente de avanzada edad como Antonio Ruiz de 72 años dejar a muchas mujeres viudas o niños menores de edad huérfanos. La ejecución de personas pertenecientes al Ayuntamiento no sólo suponía la eliminación de rivales políticos. También suponía la eliminación de relevantes médicos, profesores universitarios que si bien suponía un empobrecimiento cultural y profesional para el nuevo Estado servía para crear una nueva sociedad a su imagen y semejanza. 37 Posteriormente cuarenta años de dictadura servirían para hacer olvidar los nombres y la labor de estos concejales que habían sido elegidos por el pueblo y depuestos por la autoridad militar. Por el contrario quienes colaboraron con las nuevas autoridades les fue recompensada esa ayuda. Gonzalo Calamita sería nombrado en octubre de 1941 Rector Honorario de la Universidad de Zaragoza y se le pondría un nombre a una calle que todavía perdura en la actualidad, a Francisco Cavero Sorogoyen se le reconoció el derecho de ostentar el título carlista de Marqués de Lacar en 1953, José María Monterde alcanzó la presidencia de la Diputación Provincial de Zaragoza y José María Sánchez Ventura la del Ayuntamiento entre noviembre de 1946 y febrero de Desconocemos cual fue el paradero tras la guerra de civil del socialista Bernardo Rubio ni de los republicanos Antonio Guallar, Juan López y Juan Antonio Saínz de Medrano. Al exilio partieron los socialistas Luis Viesca y Eduardo Blasco y los republicanos Gumersindo Sánchez y Santiago Pi Suñer. Los expedientes de responsabilidades políticas les fueron incoados a Eduardo Castillo, Bernardo Aladrén, Antonio Ruiz, Antonio Aramendia, Federico Martínez, Mariano Augusto Muniesa, Alfonso Sarría, Casimiro Sarría, Manuel Pérez-Lizano y Gumersindo Sánchez. 37 Mariano Augusto, Gumersindo Sánchez y Santiago Pi Suñer eran profesores de la Universidad de Zaragoza y aunque tan sólo fue asesinado el primero los otros dos fueron destituidos de sus cargos. Estas destituciones no les impidieron seguir ejerciendo la enseñanza durante su exilio en otras Universidades. La depuración de la Universidad de Zaragoza, encabezada por ex concejal Gonzalo Calamita, ha sido estudiada por Jaume Claret Miranda en su obra El atroz desmoche: la destrucción de la universidad española por el franquismo, , Barcelona, Crítica, El nombramiento de Rector Honorario a favor de Gonzalo Calamita y la concesión del título a Francisco Cavero fueron publicadas en el BOE y respectivamente.

17 La llegada de la Democracia parecía el momento de rescatar la memoria de las víctimas de la represión nacional pero no fue así. El socialista Arsenio Jimeno, que había conseguido huir de la represión en el verano de 1936, creía que a la llegada al Ayuntamiento de Zaragoza de una mayoría de socialistas tras la muerte de Francisco Franco el Ayuntamiento rendiría homenaje solemne a los concejales republicanos y socialistas desaparecidos. Candorosa ilusión. Se conformaron con poner, a la chita callando, una rosa en la tumba de Aladrén, y organizaron un homenaje a Gera, primer alcalde digital, de la tiranía fascista, le colocaron la medalla de la ciudad y le asignaron una pensión 39. Aunque el reconocimiento que pedía Arsenio Jimeno no se había producido sí que se habían a cabo algunas actuaciones como la de sacar de dos grandes fosas comunes los restos de más de personas que habían sido fusiladas en la tapia del cementerio aunque no fueron identificadas o la iniciativa de Ramón Sainz de Varanda de erigir un monumento en recuerdo de cuantos murieron por la Libertad y la Democracia, y postguerra. El gran trabajo sobre la recuperación de la memoria de las víctimas en Zaragoza vendría de la mano de la obra de Julián Casanova, Ángela Cenarro, Julita Cifuentes Maria Pilar Maluenda y Maria Pilar Salomón Chéliz, El pasado oculto: fascismo y violencia en Aragón ( ) (Siglo XXI, Zaragoza, 1992), en la que incluirían una extensa lista con más de tres mil nombres de las víctimas de la represión franquista durante la guerra civil y la posguerra. Se trataba del primer estudio científico en profundidad sobre la represión sufrida en Zaragoza, aunque con anterioridad Luís Germán ya había escrito sobre la represión en Zaragoza en las páginas de Andalán y Pablo Larrañeta basándose en los diarios de Gumersindo de Estella escribió sobre los fusilamientos en el cementerio de Torrero. 40 Tras estos primeros estudios llegarían otras obras como las de Julia Cifuentes y Pilar Maluenda Pons El asalto a la República: los 39 Arsenio Jimeno había sido un militante socialista que durante la Segunda República había desempeñado diversos cargos dentro del Partido Socialista. Durante la guerra civil vio como muchos de sus compañeros de partidos, amigos e incluso su propio padre eran asesinados. En 1987 publicaría sus memorias Zaragoza en la tormenta. Memorias de un superviviente, Zaragoza, UGT, Unión Provincial de Zaragoza, en las que recordaría a algunos de los zaragozanos que fueron víctimas de la represión franquista. 40 El artículo de Luís Germán al que nos referimos es La represión en Zaragoza ( ). Los otros muertos de Torrero en Andalán nº 241, 26-10/ , p Pablo Larrañeta publicó su artículo Los fusilamientos de Torrero en Andalán nº s 294, 295, 296.

18 orígenes del franquismo en Zaragoza ( ) (Institución Fernando el Católico, 1995) o la publicación de los diarios de Gumersindo de Estella Fusilados en Zaragoza ( ) Tres años de asistencia espiritual a los reos (Mira, Zaragoza, 2003). El gran avance en el reconocimiento de las víctimas de la guerra civil vendría con la aprobación de la Ley de Memoria Histórica el 31 de octubre de En aplicación de la misma algunas calles de Zaragoza cambiarían su nombre haciendo desaparecer del callejero nombres como Jesús Muro Sevilla, General Yagüe o Cardenal Gomá y apareciendo en el mismo los del republicano y primer alcalde de la Segunda República Sebastián Banzo Urrea o el del primer presidente del Consejo de Aragón, Joaquín Ascaso. El 25 de septiembre de 2009 por unanimidad de todos los grupos políticos se decidió erigir un memorial a las víctimas de la guerra civil y la posguerra en el cementerio municipal de Torrero. Como señalaba el bando municipal que anunciaba la inauguración del memorial Zaragoza tenía una deuda moral de reconocimiento y homenaje a todas aquellas personas que murieron sin otra razón que pertenecer al bando republicano y que habían sido condenadas a la pena adicional del olvido y el anonimato. 41 Dentro del propio cementerio se creó la ruta El cementerio, un lugar de Memoria 42 en el que se recorren lugares como la tapia del cementerio donde eran ejecutados los prisioneros, las fosas donde fueron enterrados y los distintos monumentos que recuerdan la memoria de los muertos de ambos bandos. 41 El monumento fue elaborado siguiendo el listado de víctimas incluido en la obra anteriormente citada El pasado oculto: fascismo y violencia en Aragón ( ). El bando municipal anunciando la inauguración del memorial puede consultarse en la página web : (consultada el ). 42 Como explicación de la ruta El cementerio un lugar de memoria fue publicado el librito de Julián Casanova El cementerio de Torrero, un lugar de memoria ( ), Zaragoza, Ayuntamiento de Zaragoza, 2010