Proyecto de Investigación de la Flota de la Nueva España de e Inventario y Diagnóstico de Recursos Culturales Sumergidos en el Golfo

Transcripción

1 Proyecto de Investigación de la Flota de la Nueva España de e Inventario y Diagnóstico de Recursos Culturales Sumergidos en el Golfo Arqlga. Pilar Luna Erreguerena Subdirectora de Arqueología Subacuática / INAH En 1995, el INAH, a través de la Subdirección de Arqueología Subacuática y con el apoyo del Fideicomiso para el Rescate de Pecios, dio inicio a un proyecto para estudiar y localizar los restos de Nuestra Señora del Juncal, uno de los dos barcos insignia de la Flota de la Nueva España que zarpó de Cádiz en 1630 y que, un año después, en el otoño de 1631, perdió a varias de sus naves en el Golfo de México a causa de una tormenta. El proyecto comenzó con una intensa investigación de archivos y otras fuentes de información en varios estados de la República Mexicana, España y Cuba. La riqueza del material encontrado condujo a un replanteamiento del proyecto: en lugar de enfocarse solamente en un navío, se decidió estudiar a toda la flota en su conjunto. Nació así el Proyecto de Investigación de la Flota de la Nueva España de , cuyos objetivos principales son la localización de los restos de los buques naufragados, la reconstrucción de los eventos acontecidos antes, durante y después de la tragedia, y el análisis de los procesos de navegación trasatlántica relacionados con los accidentes marítimos ocurridos durante el periodo virreinal. Además de la consulta archivística que ha producido más de 5,000 expedientes y que aún continúa, se ha llevado a cabo una profunda investigación bibliográfica sobre temas de navegación, sistemas de flotas, construcción naval, historia del virreinato novohispano, diplomática, gramática antigua y tratamiento de estabilización de materiales provenientes de medios acuáticos, entre otros. De esta manera se ha logrado conformar una biblioteca especializada en estos temas. La trascripción y análisis documental ha producido información sumamente valiosa acerca de diversos aspectos de esta flota, por ejemplo, donde fueron construidas sus naves, cuántas la integraban, cuáles de ellas sucumbieron y el cargamento que cada una transportaba en su viaje de regreso a España.

2 Aunque el estudio abarca a la flota en su conjunto, se decidió centrar la búsqueda en la nave almiranta, Nuestra Señora del Juncal, ya que se cuenta con testimonios de los sobrevivientes que señalan el área aproximada donde ocurrió el hundimiento. Cabe mencionar que la pérdida de este cargamento, uno de los más importantes que salieron del Nuevo Mundo durante el periodo virreinal, ocurrió en un momento crucial para el imperio español: el principio de su decadencia. Paradójicamente, el hecho de contar con mayor información sobre Nuestra Señora del Juncal ha convertido a este pecio, desde la década de 1970, en blanco constante de diversos grupos de buscadores de tesoros, principalmente extranjeros, que intentan obtener autorización para explotar la carga que transportaba este navío y repartirse los hallazgos de manera porcentual, lo cual es inaceptable, ya que este legado cultural le pertenece a la Nación. A pesar de las presiones, el INAH ha logrado detener a estos grupos. Esta postura de defensa del patrimonio cultural subacuático le ha valido a México el reconocimiento internacional. Trabajos en el mar A partir del análisis de documentos y del estudio comparativo de mapas antiguos y modernos se han determinado ciertas áreas de búsqueda en la Sonda de Campeche con mayor potencial para encontrar los restos de dicho navío. Debido al número de sitios con vestigios culturales detectados en la primera campaña de mar realizada en 1997, y al hecho de que ninguno de éstos pertenece a la flota que se estudia, se inició un proyecto paralelo denominado Inventario y Diagnóstico de Recursos Culturales Sumergidos en el Golfo de México, cuyo objetivo es registrar y ubicar cronológicamente los vestigios culturales que se encuentran en esta zona. En este Inventario se integra la información del registro arqueológico de los sitios, sus diagnósticos y las acciones prioritarias para su protección, investigación y conservación. Mientras que los trabajos de prospección en 1997 se realizaron mediante buceo directo, desde 1998 se ha utilizado tecnología geofísica para el rastreo en aguas profundas. Se trata del Sistema ESPADAS (Equipos y Sistemas de la Plataforma para la Adquisición de Datos Arqueológicos Sumergidos), diseñado con la asesoría y apoyo de la Unidad de Recursos

3 Culturales Sumergidos del Servicio Nacional de Parques de EUA (NPS/SCRU), a partir de su sistema ADAP (Archaeological Data Acquisition Platform). El ESPADAS consta de un magnetómetro de cesio, un sonar digital de barrido lateral, un sistema de navegación, dos ecosondas y un sistema diferencial de posicionamiento global (DGPS). Hasta ahora se han efectuado siete temporadas de mar, una en el puerto de Veracruz (1999) y seis en la Sonda de Campeche (1997, 1998, 2003, 2004, 2005 y 2006, esta última actualmente en proceso), con la participación de los investigadores y colaboradores de la Subdirección de Arqueología Subacuática, entre los que se cuentan especialistas de otras disciplinas, estudiantes, instructores de buceo especializado y pescadores. También se ha contado con la colaboración de empresas, instituciones, científicos y especialistas de México, Canadá y Estados Unidos, y de antropólogos y arqueólogos de Argentina, Colombia, Honduras y Puerto Rico. En este sentido sobresale el apoyo recibido de la NPS/SCRU, Ships of Discovery con sede en Texas, la Universidad Estatal de Sonoma en California, el Instituto de Antropología y Arqueología de Carolina del Sur y la agencia Parks Canada, para la capacitación de investigadores mexicanos en varios campos, como el manejo de tecnología de punta. Se han ubicado y registrado más de 150 anomalías magnéticas, de las cuales 80 contienen vestigios culturales visibles sobre el lecho marino cuya cronología data del siglo XVI hasta el presente. Estos sitios han sido integrados en el inventario arriba citado. De igual manera, la información recabada durante las temporadas de campo está siendo procesada e integrada en un Sistema de Información Geográfica que permite actualizar la información georeferenciada de manera permanente. Todo esto constituye una valiosa evidencia arqueológica para el estudio y comprensión de los procesos navales a lo largo de cinco siglos de navegación en aguas mexicanas. Materiales recuperados Respecto a los materiales recuperados, una de las características de la arqueología subacuática mexicana desde la creación de esta área en el INAH, en 1980, ha sido la preservación in situ, extrayendo sólo aquellas piezas en

4 peligro de ser saqueadas o destruidas, o bien que sirvan como elemento diagnóstico, esto siempre y cuando su conservación pueda ser garantizada. Quizás una de las recuperaciones más sobresalientes es la de 40 lingotes de plomo parte de la carga de un naufragio inglés del siglo XVIII localizado en 1997 en la Sonda de Campeche que resultó ser la colección de este tipo más grande recuperada en América. Actualmente, una parte se exhibe en el Museo de San Carlos en la ciudad de Campeche. Comentario final A pesar de que los objetivos de este proyecto son a largo plazo, ya que la búsqueda de embarcaciones específicas en la inmensidad del océano es algo sumamente complejo y lo será más todavía lo que de su hallazgo, investigación y preservación se derive, indiscutiblemente el avance que se realiza tanto en gabinete como en campo permite enriquecer día a día el conocimiento sobre diversos aspectos relacionados con la navegación, incluyendo la ocurrencia de desastres marítimos en el área bajo estudio, la identificación de factores de formación y transformación de contextos arqueológicos, la vida cotidiana en las embarcaciones del siglo XVII, el comercio trasatlántico durante la época virreinal, la arquitectura naval, la navegación y el contrabando, por mencionar algunos. Con relación al Inventario y Diagnóstico de Recursos Culturales Sumergidos en el Golfo de México, cabe resaltar su importancia en cuanto a las posibilidades que brinda para el conocimiento de los recursos culturales sumergidos de la Nación en esa zona, a la vez que permite evaluar y actuar sobre distintos aspectos relacionados con su investigación, protección, conservación y difusión, incluyendo el establecimiento de políticas y directrices de manejo adecuadas. Si bien es cierto que México es un país con una gran riqueza en cuanto a su patrimonio cultural, tanto terrestre como subacuático, es todavía muy poco lo que conocemos de este último. Gracias a este proyecto se ha logrado tener una visión más amplia sobre el alcance del legado cultural que yace bajo nuestras aguas y las múltiples posibilidades de investigarlo a través de la arqueología subacuática.

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