La Alhambra de Granada: Evolución de sus usos y funciones

Transcripción

1 La Alhambra de Granada: Evolución de sus usos y funciones Por Alejandro Cáceres En las siguientes páginas vamos a plantear un acercamiento a la evolución histórica de La Alhambra de Granada para intentar entender mejor sus orígenes y las diversas funciones que ha ido desempeñado a lo largo del tiempo. De entrada, el análisis de este edificio presenta ciertas dificultades. Y es que no es posible la realización de un estudio exhaustivo por la falta de fuentes y la investigación que, aún a día de hoy, queda por hacer. Por ello mismo, para la realización de este artículo se ha utilizado como pilar fundamental la obra de Antonio Malpica Cuello La Alhambra de Granada, un estudio arqueológico. La mayoría de las ideas que aquí aparecen reflejadas se basan en dicho trabajo, además de algunas fuentes secundarias. 1. Introducción Si bien en la actualidad este espacio es conocido como monumento, su verdadera función era la de ciudad palatina. Pero no siempre fue así. Es en el siglo IX cuando los árabes emplean por primera vez la denominación Alhambra. En su lengua original significa Castillo Rojo y hace referencia al lugar que utilizó la población de las aldeas y los campos para refugiarse del ataque de los indígenas. De este modo podemos apreciar que nació como una pequeña fortaleza en la cumbre de un alto cerro. Si bien la paz que hubo en el siglo X no provocó que surgieran importantes cambios en esta edificación, fue en el siglo XI cuando se reconstruyó y comenzó a ampliarse, labor que sería continuada en los siglos posteriores.

2 No fue hasta los años centrales del siglo XII cuando la edificación de los palacios dio paso a la ciudadela real, lo que supuso a su vez su definición como asentamiento definitivo. En la época que nos ocupa, el levantamiento de un área palatina suponía el surgimiento al mismo tiempo de una ciudad. Esto implicaba que a la hora de erigir dicho espacio debían ser muy cuidadosos con la distribución y la planificación. De este modo en el norte del complejo es donde se edificó la zona de los palacios, junto al río Darro. Ésta se enfrentaba a la Alcazaba vieja, lo que en su día fue el centro de poder. La construcción urbana se levantó en torno a distintos ejes que estaban impuestos en algunos casos por factores externos tales como la Alcazaba o la Acequia Real. PLANO GENERAL DE LA ALHAMBRA

3 Ahora bien, si nos planteamos una visión más global del conjunto de la Alhambra hay que destacar dos imágenes fundamentales: la islámica, que fue la primera en surgir en fechas tempranas y la cristiana, posterior a la conquista del territorio por parte de Castilla. La segunda se hace visible especialmente por la presencia del Palacio de Carlos V, pieza angular de la arquitectura renacentista en España. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja de lo que nos propone este enfoque. Para los conquistadores cristianos la interpretación de este espacio es muy distinta, olvidando su uso como almudayna islámica, y destinándolo fundamentalmente como fortaleza y símbolo de poder sobre el territorio. Como ya hemos ido planteando en origen, la globalidad de la Alhambra se materializa en la diferenciación de sus distintas áreas. También debemos tener en cuenta la relación existente con la ciudad que le precede, Granada, lo que integra al complejo en un territorio más extenso. En líneas generales podemos distinguir varios elementos que son identificables por sus funciones, organización espacial y arquitectura. Estos son la Alcazaba o parte militar; los palacios, en cuyas proximidades se erigió el de Carlos V; la ciudad en sí misma donde se levantó la mezquita mayor y que se destruyó tras la conquista cristiana para construir Santa María de la Alhambra; y el mundo periurbano con almunias, siendo la más conocida la del Generalife. A continuación, vamos a comentar brevemente algunos de los componentes de esta ciudad palatina para así entender mejor la función que tuvo este complejo en su momento. 2. La Alcazaba Se trata de la parte militar del complejo. Hay que tener en cuenta dicha función para analizarla. Como estructura defensiva se sabe que fue una edificación anterior a la Alhambra. Esto implicó que dicho conjunto tuviera que adaptarse a diversos códigos prefijados. Por diversas fuentes conocemos que fue un rebelde cordobés el que en el siglo IX fortificó este espacio para los árabes. Pese a ello, lo que hoy queda en pie no permite reconocer los

4 vestigios de estas primeras edificaciones, teniendo en cuenta además la falta de estudios arqueológicos minuciosos sobre esta zona del complejo. Ya en el siglo XI es cuando volvemos a tener noticias sobre la Alcazaba. En las Memorias del rey Abd Allah se mencionan algunos cambios que se realizaron en la zona. Ahí se comenta cómo había construido una fortaleza en la Alhambra. Lo que no está claro del todo es si en este espacio habría una morada o sólo se utilizaba como estructura fortificada. Además, se destaca la importancia del suministro de agua para la instalación. Por ello la construcción debía considerar al mismo tiempo la realización de un sistema hidráulico. Posteriormente los nazaríes aprovecharon las edificaciones previas para instalarse, asentándose en una primera etapa en la Alcazaba. El primer monarca, Muhammad I tenía la voluntad de establecer una fortificación al mismo tiempo que una residencia real, lo que supuso necesariamente que el suministro de agua fuese permanente. La construcción de la Puerta de las Armas, que permitía el acceso desde la ciudad de Granada, supuso un importante cambio. Pero, a su llegada, los cristianos cortaron esta vía, aislando la Alcazaba del resto. VISTA DE LA FACHADA N DE LA ALCAZABA

5 Aun así, en tiempos de Muhammad I se realizaron modificaciones relevantes, como las que recoge Gómez Moreno en sus escritos: <<El nuevo rey la hizo mudar radicalmente de aspecto: hacia oriente, que era el lado indefenso, irguió una muralla colosal, con dos torres enormes, la Quebrada y la del Homenaje, y a la parte contraria, vértice más agudo del triángulo que su planta forma, erigió otra más grande aún, que es la de la Vela, llamada antes de la Campana o del Sol, según dice Mármol, y quizá el al-bury al-mazam, o torre mayor, citada por Abenaljatib. A su pie guarecíase la puerta; los extensos flancos de norte y sur quedaron, como de antiguo, con torres pequeñas, y ceñía por fuera el recinto un revellín o antemuro, usual ya en las fortalezas almohades y de origen egipcio probablemente. Como plan estratégico todo ello es simplicísimo; la mejora consistió en guarnecer los puntos vulnerables con masas inertes de enorme desarrollo, pero sin ideas de flanqueamiento, ni cubos, ni zarpas, ni más reparo que las almenas, desde donde ofender a cubierto. Un foso anchísimo donde más adelante se enclavaron los aljibes, atravesaba de ladera a ladera la planicie del cerro; detrás, un revellín; encima, lienzos de muro de 5,20 metros de grosor, y torres más largas que ellos, pero de escaso avance relativamente; a esto se reduce lo principal. Sobre las vertientes, que son muy ásperas, la resistencia era débil; sólo en la entrada avispábase el ingenio para dificultar el acceso a fuerza de rodeos y de puertas>> 1 También es interesante destacar que en esta zona del conjunto granadino se encontraba también una estructura urbana con sus respectivas viviendas, junto a un baño y unas Caballerizas que han sido poco estudiadas. En la zona NE de la Alcazaba se sitúa una de las torres más importantes del recinto: la del Homenaje. Es en esta torre donde se ha supuesto que viviría Muhammad I junto con los alcaides de la fortaleza, lo que fue tradición en los castillos nazaríes. Así mismo, la torre de la Vela se aprovechaba para un uso residencial. Pero también esta última tenía la función de atalaya que facilitaba la vigilancia del espacio de la Vega y los pasos controlados por distintos castillos y torres. 1 GÓMEZ MORENO, Manuel, 1966, p. 9.

6 Otra de las mejores obras realizadas en período Nazarí es la torre-puerta de las Armas, que forma parte de las cuatro entradas principales a la Alhambra. En su época conectaba Granada con el recinto por un camino que hoy día no es visible por la existencia del bosque de San Pedro. Su fachada exterior recuerda a las enormes puertas urbanas almohades, lo que será luego un modelo para las nazaríes. En la parte superior contaba con aposentos para el alcaide. Ya en época cristiana se levantó una planta más para aprovecharla como armería. De la zona de la Alcazaba hay que destacar por último la existencia del denominado Barrio Castrense. Este espacio urbanístico está compuesto de trece viviendas. Estas casas cuentan con una configuración bastante simple y estaban precedidas por patios. Pese a su cierta homogeneidad, tenían distintas extensiones, separándose así entre completas y elementales. BARRIO CASTRENSE DE LA ALCAZABA En definitiva, podemos concluir que la Alcazaba fue concebida en un primer momento como un conjunto defensivo y que no está al nivel estético de lo que posteriormente supondrá la zona de los palacios. Pero no hay que olvidar que, con la llegada de los nazarís, este espacio se planteó como lugar de asentamiento permanente, lo que fue en realidad el origen de la evolución hacia el complejo palatino.

7 Finalmente, con la llegada de los castellanos se reforzó de nuevo la visión marcadamente militar de este espacio, separándose aún más del resto de la ciudad y erigiéndose como un bastión castellano frente a la población musulmana que aún ocupaba Granada. 3. Los Palacios Si bien la zona de los palacios es la más conocida popularmente, a nivel arqueológico aún falta mucho por investigar. El análisis realizado hasta el momento se ha hecho desde un enfoque eminentemente artístico. Esta forma de entender el ámbito palacial ha propiciado que su comprensión global se vea dificultada por no haber explicado minuciosamente, por ejemplo, la relación entre los palacios o la de éstos con el exterior. Para entender correctamente su desarrollo es necesario atender a la evolución de la ocupación de esta zona, localizada al Norte de la colina. Tras varios intentos de plantear un concepto urbanístico, los palacios se formaron en esta área. Debemos atender por tanto a la evolución de los elementos palatinos hasta integrar un espacio propio en el conjunto de la Alhambra. Hay que advertir que los palacios, más allá de ser la residencia de un personaje poderoso, requieren de otro tipo de espacios al servicio de su función primordial. Con el fin de comprender globalmente esta evolución vamos a analizar individualmente algunos de los palacios más importantes que aquí se levantaron. 3.1.El palacio de los abencerrajes Según fue evolucionando la Alhambra, el conocido como Palacio de los Abencerrajes fue convirtiéndose en un complejo mucho mayor que una estructura residencial. Sobre su origen sabemos poco, pero el archivo de la ciudad palatina conserva documentos en castellano que ayudan a conocer algunos datos de este lugar en el momento de la conquista castellana.

8 El conjunto que se menciona en estos textos es de mayor complejidad que unas cuantas casas, probablemente se trate de una estructura palatina más o menos complicada. Se habla acerca de una torre que estaría bien integrada (y que se puede apreciar en la actualidad), una portada de gran relevancia, albercas y un corral. Esto se podría relacionar con los esquemas convencionales de la arquitectura nazarí. PALACIO DE LOS ABENCERRAJES Por tanto, sin que podamos afirmarlo con total seguridad, podemos aventurar gracias a las excavaciones realizadas, a los documentos reunidos y a los análisis de los elementos decorativos que se construyó en época nazarí. Quizá pudo verse incluido en el programa urbanístico de Muhammad III. Los datos recabados nos sugieren en cualquier caso que pudo tratarse de uno de los primeros palacios construidos en la Alhambra. La zona del Sur sin embargo debió ocuparse posteriormente cuando el propio palacio dejó de tener esa función (pese a que continuó siendo la vivienda de un noble), momento en el cual se realiza una cerca exterior que rodea toda la Alhambra.

9 Más tarde los Reyes Católicos cedieron este palacio a los Chacón (a excepción de la torre) lo que debió suponer una reordenación y una readaptación espacial. Ya en época posterior el conjunto se deterioró como zona residencial por el establecimiento aquí de una industria cerámica. De todos modos, hay en la actualidad construcciones que impiden un conocimiento más exhaustivo del conjunto. 3.2.El Partal De este espacio sólo se conservan algunas estructuras arquitectónicas, pero es muy importante para entender la organización del territorio de la Alhambra. Está localizado en la ladera Norte de la colina y se integra en el conjunto en relación a dos ejes fundamentales: La zona palatina y el Acequial Real. El palacio propiamente dicho es el espacio de mayor importancia. Se le añadieron viviendas por el Oeste posteriormente cuando su función como palacio terminó. Al respecto del uso que podía darse a este complejo Basilio Pavón escribió lo siguiente: <<Si bien a simple vista pudiera pensarse que el Partal se concibió como una torre fortaleza, destacada de la muralla como la de Comares o la Cautiva, -Terrase ve en él un trasunto de las viviendas fortalezas muy en moda de la Granada del siglo XII- se trata de un palacete de los soberanos, como lo indica la ausencia de terrazas, desde el cual se podía gozar de la contemplación del paisaje exterior.>> 2 2 PAVÓN MALDONADO, Basilio, 1975, p

10 Quedan en cualquier caso varias dudas que resolver sobre esta área tales como su organización topográfica. Ésta se aprecia a simple vista pese a la presencia de los jardines. Sabemos que está escalonada en varias paratas, pero no podemos definir su número y relación. EL PARTAL DESDE LAS PARATAS MÁS ELEVADAS También será necesario realizar diversas excavaciones arqueológicas para poder establecer una datación concreta y absoluta. Junto a ello hay que analizar las estructuras actuales atendiendo del mismo modo a la estratigrafía muraria, las técnicas constructivas, la epigrafía y las técnicas decorativas. Todo ello permitirá definir claramente si se trata de un palacio o simplemente era un elemento de un conjunto no terminado.

11 3.3.El palacio del convento de San Francisco Otro Palacio poco conocido y del que conocemos sus restos es el del Convento de San Francisco. En época narazí tuvo este edificio función residencial. Poco después de la conquista fue utilizado como convento ( ) para más tarde convertirse en cuartel y almacén de artillería ( ), casa de vecinos pobres y fonda, Residencia de Pintores Paisajistas ( ), Hospital de Sangre ( ) y Parador de Turismo hasta la actualidad. 3 Sin duda es uno de los mejores ejemplos de la evolución de los usos que han tenido los edificios de la ciudad palatina. EL CONVENTO DE SAN FRANCISCO Y LAS TENERÍAS DEL SECANO 3 RIVAS HERNÁNDEZ, Miguel Ángel, 1988, pp

12 3.4.Palacios a partir de mediados de s. XIV Se podría decir que esta época es el periodo dorado de los palacios de la alhambra, por lo que vamos a comentar brevemente algunos de los más importantes. Hay que tener en consideración sin embargo que, más allá de su humilde aspecto exterior, tras la conquista de los castellanos el conjunto se fue desfigurando haciendo menos visible su globalidad. Estos cambios que culminan con la adición del Palacio de Carlos V tuvieron su inicio a la llegada de los Reyes Católicos. El espacio se transformó hasta tal punto que se buscó unificar todos los palacios en uno. Todo ello nos sirve para destacar una vez más que el estudio de estas construcciones es una labor compleja, lo que perjudica el establecimiento de una guía cronológica exhaustiva. El Palacio de Comares Este palacio estuvo dedicado (aunque no exclusivamente) a la representación del poder. En él se encontraba el salón del trono. Pero antes de cumplir dicha función también tuvo que pasar por diferentes fases. Destaca en cualquier caso su carácter político y administrativo. Pese a ello la imagen conformada que ha llegado hasta nuestros días procedería de la concepción de Muhammad V. En época anterior tendría otras formas, pero no se han realizado las suficientes excavaciones para conocerlas. Aun así, todo parece indicar que fue Yusuf I quien inició la construcción de este alcázar.

13 FACHADA N DEL PALACIO DE COMARES El Palacio de los Leones Si tenemos que comparar los usos que se dieron a este palacio respecto al de Comares, podríamos afirmar que el de los Leones tuvo un marcado carácter de morada real. La planta de éste está condicionada por algunas construcciones precedentes. El mirador de Daraxa se cerró por las habitaciones que Carlos V mandó levantar. Enfrente de él se situaría La torre del Peinador cuya construcción podría haber sido encargada ya por Yusuf I o incluso por un mandatario anterior. Por otra parte, su muro meridional tuvo que adaptarse por la presencia de la rawda (o cementerio real) que sería de una época anterior. Tampoco hay que olvidar que es posible que dicha zona existiera el alcázar de Isma il I, pero no lo podemos asegurar. Como hemos visto este palacio también está altamente influido por las edificaciones previas y la posterior creación del palacio de Carlos V.

14 PATIO DE LOS LEONES CON LA FUENTE EN EL CENTRO 3.5. Un Palacio del s. XV De esta época se debe desatar el palacio de Yusuf III, situado en el Partal. Su importancia reside en que fue el último que se levantó en la zona palatina. A nivel constructivo por otra parte no varía sustancialmente del resto de palacios de la Alhambra. Aquí vivieron los alcaides de la Alhambra, conocidos como los Mendoza. Habitaron estas estancias desde los tiempos de los Reyes Católicos hasta que Felipe V les arrebató su puesto en Eso supuso que los antiguos habitantes decidieran desmantelarlo y vender los materiales del mismo cuando se demolió. Originalmente fue Yusuf III quien lo edificó. Constructivamente es bastante similar al de Comares, salvo por el tamaño, siendo este último de mayores dimensiones. Por ello pese a ser el último ejemplo de construcción palatina en la Alhambra, no supone una gran innovación, sino que más bien respeta su legado.

15 4. Reflexiones finales. En conclusión, hemos podido ver someramente la evolución que ha sufrido, tanto la ciudad de la Alhambra en general como sus edificios más importantes en particular, en lo que a sus funciones y forma se refiere. Podemos afirmar sin duda que se trata de una de las obras maestras de nuestro patrimonio. Pero el trabajo no termina aquí. Este análisis evidencia por otra parte que el trabajo de conservación y de investigación arqueológica dista mucho de estar finalizado. Por ello nos queda únicamente encomendarnos a las generaciones venideras para que sigan desvelando los muchos misterios que esta obra maestra aún nos plantea.

16 Bibliografía GÓMEZ MORENO, Manuel. Granada en el siglo XIII. Cuadernos de la Alhambra, 1966, nº 2, p MALPICA CUELLO, Antonio. La Alhambra de Granada, un estudio arqueológico. Granada: Editorial Universidad de Granada, PAVÓN MALDONADO, Basilio. El Partal. Estudios sobre la Alhambra. 1975, vol. I, p RIVAS HERNÁNDEZ, Miguel Ángel. Restos palatinos en el convento de San Francisco en el real de la Alhambra. Estudios dedicados a Don Jesús Bermúdez Pareja. 1988, vol. II, p VIÑES MILLET, Cristina. La Alhambra de Granada. Tres siglos de historia. Córdoba: Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de ahorros de Córdoba, 1982.