TU,YO Y EL ALZHEIMER

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Juan Manuel Medina Sosa
hace 6 años
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1 N) A 141 TU,YO Y EL ALZHEIMER Os voy acontar una historia real, este es el caso de mi abuela, la madre de mi padre. Mi abuela tuvo ocho hijos y desde muy joven le tocó trabajar mucho para sacarles adelante, no trabajaba fuera de casa pero tenía que lavar la ropa en el rio. Era una familia humilde y solo trabajaba mi abuelo para sacar a todos adelante. Cuando tenía tres hijos, mi abuelo se tuvo que ir a trabajar a Alemania para mandar dinero a casa porque aquí con lo que ganaba no podía mantener a la familia, con lo cuál le costó mucho tomar la decisión de marcharse y dejarles aquí. Estuvo de inmigrante dos años y trabajaba de peón de albañil, con lo que ganó se compraron una casa que les costó pesetas y el pavo más grande del mercado. Cuando la hija mayor tenía seis años ya ayudaba en las tareas de la casa y se ocupaba de sus hermanos más pequeños. Cada año se hacía una reforma en casa y tenían un huerto que sacaban para comer: patatas, tomates, cebollas, alubias... etc, y criaban cerdos para la matanza y sacaban carne para todo el año. A los catorces años sus hijos empezaron a trabajar fuera de casa y así aportaban dinero. Muy jóvenes se fueron casando y fueron teniendo nietos y se fueron quedando solos en su casa pero, con muchas familia por detrás. Y cuando ya estaban empezando a disfrutar un poco de la vida, vacaciones, tranquilidad..., pues la abuela a los 58 años empezó a hacer cosas raras que no eran normales en ella, pues siempre había tenido mucho carácter y se le empezaban a olvidar las cosas como no saber vestirse, hacer la comida, leer, escribir, si iba a la compra al pagar no sabía lo que costaban las cosas. Sus hijos, empezaron a llevarla al médico y le empezaron hacerle pruebas y a partir de ahí fue cuando la mandaron al neurólogo ( médico que estudia el cerebro), fue ahí cuando les dijo el médico

2 que tenía Alzheimer, le mandaron pintar un reloj y pintaba las horas fuera de la esfera del reloj y ya no supo escribir su nombre. Desde ese momento no la podíamos dejar sola porque si salía de casa no sabía volver, repetía mucho las mismas cosas, sus nietos le cantaban canciones de la infancia y eso le gustaba mucho se lo pasaba muy bien y ellos con ella ( yo entonces no había nacido). También cuando había la vuelta ciclista por la tele decía que habían pasado por su calle y que Lina Morgan había estado en su casa ( pero es porque la veía en la tele). En casa y en la familia costó mucho asimilar esta enfermedad porque entonces no se sabía mucho y no habia cura, a mi abuelo es al que más le costo admitirlo, creía que hacía las cosas porque quería. La familia tuvo varias reuniones con el psicólogo para informarles sobre la enfermedad y como tratar cada fase de las que tendría mi abuela. Empezó a ir al centro de Día del Alzheimer y allí fue durante dos años, y mientras ella estaba en el centro la familia descansaba. La primera etapa de la enfermedad es bastante dura porque mi abuela no se daba cuenta de las cosas que hacía mal, ya se le olvidaba el nombre de sus hijos, cuando nacíamos algún nieto, ella nos miraba pero como podía mirar a cualquier otra bebe, es más duro para los que están a su alrededor que para el propio enfermo.

3 Cuando iba al baño era un caos pues no sabía donde tenía que hacer sus cosas, y para ducharla era una odisea, se duchaba ella y la persona que le ayudaba. Ya no sabía comer sola, recordaba cosas de cuando era joven pero no se acordaba de lo que había echo ayer. Así fue durante seis-siete años ayudándola hacer todo, para vestirse le daba igual ponerse un pantalón y encima un vestido de cualquier manera. Por dos veces se rompió la muñeca y la tuvieron que escayolar pero ella no sentía dolor, no se quejaba nunca.?? Un día por la mañana cuando fueron a asearla notaron que tenía la boca torcida y que no estaba bien, llamaron a la ambulancia y la llevaron al hospital, le había dado un Ictus( derrame cerebral), en el hospital la dejaron ingresada y le pusieron el gotero y una sonda por la nariz porque ya no podía comer por la boca, estaba en "coma" y desde ese momento dependía de los demás para todo, ya no se volvió a levantar de la cama, desde hacía tiempo usaba pañales y ahora le tenían que dar de comer con una jeringuilla. Al tiempo la ingresaron en el hospital de los Montalvos, allí se llenó de heridas pues había que cambiarla de postura cada poco tiempo, con mucha paciencia cuando la mandaron para casa, entre sus hijos y la enfermera el pueblo consiguieron curárselas.

4 Así estuvo cinco años y medio en la cama sin moverse, sin hablar, sin conocer a nadie, eso hacia sufrir mucho a sus seres queridos, la cuidaban en su casa, se turnaban, pues dependía de los demás. En la cama la tenían entre algodones, pues le ponían patucos en los pies, un cojín entre las rodillas, una almohada en el costado para que no se rozara y no se le hicieran heridas y mi abuelo por las noches se levantaba para ir cambiándola de postura. Al principio cuesta mucho aceptar esta enfermedad, pero te hace fuerte y más humano, si nos pasara a nosotros nos gustaría que nos cuidaran y como no sabemos si el enfermo siente el afecto y el cariño que es posible que sí ( seguro que sintió todos los besos que le di cuando ella estaba en su cama), aunque no lo puedan expresar, la hemos cuidado lo mejor que hemos sabido y con mucho amor y delicadeza, aunque también es agotador pues no puedes fallarle. Llegó su ultima etapa, ya su cuerpo no aguantaba más y después de una semana peor que de costumbre, se notaba tristeza en su cara, se fue sin dar un ruido la "pobrecita". La enfermedad le llegó con 58 años y le duró catorce años hasta los 72 años, pasó todo, paso a paso, Fue muy duro para todos, siempre la recordaremos con mucho cariño y la quisimos mucho, pero llega un momento que deseamos que descansara en paz. Ojala que algún día se pueda investigar más sobre esta enfermedad, y que nadie más sufra por ella. 1 Siempre la recordaré aunque era pequeño, cuando iba a verla en su cama y si ella no me conocía yo, siempre la querré y espero que esto se quede en una experiencia más y que no tengamos que pasar por ella nadie más, que todos los esfuerzos que se hagan sea para encontrar curación para una enfermedad tan cruel, tan dura. Los niños también sabemos que todo no es bonito en la vida y hay cosas que vivimos que nos hacen daño, como ver sufrir a seres queridos como mi abuela.

5 Al principio no sabía que era el Alzheimer, ahora sé que su nombre es por Alois Alzheimer, un hombre que fue médico y comenzó a trabajar en un asilo mental de Frankfigt, y que junto a otros dos médicos comenzó a estudiar las lesiones que dañaban los cerebros y por un estudio a una enferma en 1906 descubrió que la enfermedad atacaba la corteza cerebral limitando la memoria, cuatro años después la bautizo a la enfermedad como el " mal de Alzheimer" en reconocimiento a lo que descubrió. Con este cuento quiero recordar a mi abuela pero también a mi abuelo que siempre estuvo a su lado, con todo el sufrimiento que al final tuvo y aún así siempre le tenía una sonrisa, y por todo el cariño que ha día de hoy él nos da y que lo disfrutamos cada día. EN&SAM

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