vocación nos libera de Dios. obras que es la 1 1 Jn 1, 3 4 CIC CIC CIC 2085

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Carlos Cabrera Córdoba
hace 6 años
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Curso: El papel del laico en la Iglesia actual. Tema 4. Sacerdocio laical.

tanto, es deber de la jerarquía promover el apostolado de los laicos, aportar los principios subsidios

respeten la doctrina el orden. a).- Comunión de los discípulos misioneros.

No ha discipulado sin comunión la fe en Jesucristo nos llegó a través de la comunidadd eclesial ella nos

La fe nos libera del aislamiento del o, porque nos lleva a la comunión 3.

Está hecha de caridad divina solidaridad humana. Es concedida como una salvación 4.

De la Iglesia recibe la palabra de Dios 5. b).- Imagen semejanza de Dios.

1 Curso: El papel del laico en la Iglesia actual. Tema 4. Sacerdocio laical. Toda obra misionera debe contar conn el asentimiento previo de la legítima autoridad eclesiástica, por tanto, es deber de la jerarquía promover el apostolado de los laicos, aportar los principios subsidios espirituales, ordenar el ejercicio del apostoladoo al bien común de la Iglesia vigilar para que se respeten la doctrina el orden. a).- Comunión de los discípulos misioneros. En el Documento de Aparecida, el capítulo 5 está dedicado a la Comunión de los discípulos misioneros de la Iglesia. Los discípulos de Jesús están llamados a vivir en comunión con el Padre 1 con su Hijo muerto resucitado, en la comunión en el Espíritu Santo 2. La vocación al discipulado misionero es con-vocaciónn a la comunión en suu Iglesia. No ha discipulado sin comunión la fe en Jesucristo nos llegó a través de la comunidadd eclesial ella nos da una familia, la familia universal de Dios en la Iglesia católica. La fe nos libera del aislamiento del o, porque nos lleva a la comunión 3. La vida en el Espíritu Santo realiza la vocación del hombre. Está hecha de caridad divina solidaridad humana. Es concedida como una salvación 4. El cristiano realizaa su vocación en la Iglesia, en comunión con todos los bautizados. De la Iglesia recibe la palabra de Dios 5. b).- Imagen semejanza de Dios. El hombre tiene la vocación de hacer manifiesto a Dios mediante sus obras humanas en conformidad con su condición de criatura hecha a imagen semejanza de Dios 6. El hombre es imagen semejanza de Dios, no en cuanto a su cuerpo sino a su alma, que es la parte más noble la que ha que tratar con más cuidado. El alma es la imagen de Dios. Dios es espíritu purísimo; el alma también es espíritu. Dios es inmortal; el alma jamás morirá. 1 1 Jn 1, Cor 123, 13 3 Documento de Aparecida 4 CIC CIC CIC 2085 Página 1 de 5

2 Dios es infinitamente sabio, conoce sabe todo; también el alma es inteligente, conoce sabe muchas cosas. Dios, con su libre voluntad, creó el mundo lo conserva continuamente; el alma, con su voluntad, mueve las facultades para obrar. La razón es que Dios nos ha hecho a su imagen para conocerle amarle. De todas las criaturas visibles, sólo el hombre es capaz de Dios. Sólo el hombre está llamado a vivir con Dios en el mundo más allá. Y siendo a imagen de Dios, el hombre está llamado a amar: primero a Dios luego a todo el que tiene semejanza con Dios, es decir, a cada persona humana, pues cada persona está hecha a imagen de Dios. c).- La vocación del cristiano. La vocación primera del cristiano es seguir a Jesús 7 vocación fundamental e innata de todo ser humano 8., el amor, es, la El Concilio exhorta a los cristianos, a cumplir con fidelidad sus deberes temporales, guiados siempre por el espíritu del Evangelio. El cristiano que falta a suss deberes temporales s, falta a sus deberess con el prójimo con el mismo Dios, pone en peligro su salvación eterna. Los seglares son en el mundo testigos e instrumentos vivos de la misión de la Iglesia 9. En conjunción con la Jerarquía,, la cual enseña en nombre con la potestad de Cristo, también los seglares manifiestan la luz del Evangelio en la vida cotidiana, familiar social. Su testimonio adquieree una nota específica una peculiar eficacia por realizarsee dentro de las condiciones comunes del mundo 10. La gestión directa la instauraciónn concreta del orden temporal es oficio que compete a los seglares, en cuanto ciudadanos de la sociedad civil, bajo su propia responsabilidad según sus conocimientos, aunque guiados por la luz del Evangelio por la mente de la Iglesia, e impulsados por la caridadd cristiana, buscando en todas partes en todo la justicia del Reino de Dios Mateo 16, 25 8 Familiaris Consortio 11 9 Lumen Gentium Lumen Gentium Apostolicam Actuositatem 7 Página 2 de 5

3 d).- Adecuada formación. La operación de los dones del Espíritu que nos han sido confiados, debe revestirse de una adecuada formación humana, intelectual espiritual, de manera tal que nuestra participación social facilite testimoniar los grandes valores de la fe de la convivencia humana. Hemos de tener siempre presente que en la actual situación, la cultura está profundamente marcada por un subjetivismo que, muchas veces, desemboca en el individualismo extremo, o en el relativismo que lleva a los hombres a convertirse en la única medida dee sí mismos, perdiendo de vista otros objetivos que no estén centrados en el propio o, convertidoo en el único criterio de evaluación tanto de la realidad comoo de las propias opciones. Por ello, es necesario que nos esforcemos por acrecentar fortalecer nuestra fe, mostrando a los demás cómo debemos mirarr con autenticidad a los demás a la creación misma, buscando siempre la maduración la plenitud con Cristo. El cristianismo no puede ser relegado al mundo del mito o de la emoción, sino que debe ser respetado por su anhelo de ofrecer luz sobre la verdad del hombre, de ser capaz de transformar espiritualmente a los hombres a las mujeres, por tanto, de permitirles realizar su propia vocación en el transcurso de la historia 12. He aquí nuestra tarea: reconocer ante todo que los hombres somos libres para orientar nuestra vida hacia un fin, que por nuestros actos podemos orientarnos hacia la felicidad a la que estamos llamados para la eternidad. En el ejercicio de esta libertad, realizamos nuestra vocación dando forma a nuestra identidad profunda. La dignidad particular del ser humano Dios la promesa de un porvenir. es al mismo tiempo un don de 12 Benedicto XVI Página 3 de 5

4 e).- El discernimiento. Los hombres tenemos una capacidad específica: discernir lo bueno el bien. Impresa en el hombre como un sello, laa sindéresis nos lleva a hacer el bien. La conciencia es el juicio del intelecto que decide, según los principios de la fe la razón, si una acción es buena o mala. La conciencia es un acto específico de la mente, aplicando su conocimiento a una situación moral concreta. La mente dependee de los principios que conoce para decidir. Estos principios se conocen o por la luz de la razón natural o por la fe divina. Al recibir la fe el bautismo, los cristianos acogemos la acción del Espíritu Santo que lleva a confesar a Jesús como Hijo de Dios a llamar a Dios Abba. Todos los bautizados bautizadas dee América Latina el Caribe, a través del sacerdocio común del Pueblo de Dios, estamos llamados a vivir transmitir la comunión con la Trinidad, pues la evangelización es una llamado a la comunión trinitaria 13. Lo que la Iglesia necesita son evangelizadores disponibles generosos que hagan patente que es la familia de Dios, por ello,, la Iglesia habla todos los idiomas sale al encuentro de todas las culturas, Jesús es la Buena Nueva para los hombres las mujeres de todo tiempo lugar que buscan el sentido de la existencia la verdad de su humanidad. Y anunciándolo a todos los pueblos, la Iglesia no quiere imponerse, sino que da testimonio de su estima por el ser humano por la sociedad donde vive. Su único objetivo es el de servir al hombre, inspirándose, como norma suprema de conducta, en las palabras en el ejemplo de Jesucristo, quien pasó haciendo el bien a todos. San Vicente de Paúl, nos enseña: Según el camino de la Providencia, Dios quiere salvar a los hombress por medio de otros hombres, nuestro Señor se hizo él mismo hombre para salvarnos a todos (VII, 292). 13 Documento de Aparecida 157 Página 4 de 5

5 Sólo nuestro Señor ha podido dejarse arrastrar por el amor a las criaturas hasta dejar el trono de su Padre paraa venir a tomar un cuerpo sujeto a las debilidades. Y para qué? Para establecerr entre nosotros por su ejemplo su Palabra la caridad con el prójimo. Este amor fue el que lo crucificó el que hizo esta obra admirable de nuestra redención.(xi, 555) No es suficiente sabernos portadores de los valores evangélicos en un contexto secularizado, debemos además testificarlos. La espiritualidad de San Vicente de Paúl, nos señala una buena manera de ograrlo: Debemos estar siempre atentos a caminar al Providencia dóciles a la acción del Espíritu Santo. paso de la f).- La opción de los pobres. Terminamos este módulo del curso, transcribiendo del Documento de Aparecida, una declaración que debe motivarnos a la acción eficaz: Asumiendo con nueva fuerza esta opción por los pobres, ponemos de manifiesto que todo proceso evangelizador implica la promoción humana la auténtica liberación sin la cual no es posible un orden justo en la sociedad. Entendemos, además, que la verdadera promoción humana no puede reducirse a aspectos particulares: Debe serr integral, es decir, promover a todos los hombres a todo el hombre, desde la vida nueva en Cristo que transforma a la persona de tal manera que la hace sujeto de su propio desarrollo. Para la Iglesia el servicio de la caridad, igual que el anuncio de la Palabra la celebración de los Sacramentos, es expresión irrenunciable de la propia esencia Documento de Aparecida 399 Página 5 de 5

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