Arte Bizantino. Dept. Geografía e Historia. Historia del Arte. Bloque 1 IES Nº1. Introducción. Prof. Jaime Torquemada Luna Arte Bizantino.

Transcripción

1 Arte Bizantino. Introducción. El Imperio Bizantino nace de la última división del Imperio Romano a la muerte del emperador Teodosio en el 395. Es la mitad oriental del Imperio, con capital en la antigua Bizancio refundada por Constantino con el nombre de Nea Roma de Constantino, Constantinopolis (Constantinopla). Durante su época de mayor esplendor, con Justiniano, llegó a reconquistar la Península Itálica y el Norte de África. A partir del siglo VIII perdió la mayor parte de sus territorios por las invasiones musulmanas al sur y al este y por las invasiones lombardas en Italia, quedando reducido a la península de Anatolia y los Balcanes. Esta mitad oriental fue siempre más urbana y desarrollada culturalmente que la parte occidental, no hay que olvidar que en ella se situaban ciudades de la entidad de Alejandría, Antioquía, Atenas o Jerusalén. La lengua del Imperio Romano Oriental era el griego, en vez del latín, así el título del emperador se va a convertir en basileus autocrator (rey autócrata), rompiendo con la tradición romana de no usar nunca el título real. El cristianismo también se va a ver afectado por esta diferencia lingüística apareciendo el rito oriental donde el griego va a ser la lengua litúrgica, a diferencia del latín del rito occidental, esta pequeña diferencia va a ser la grieta que termine separando las dos iglesias en el siglo XI, la Iglesia Católica en Occidente y la Iglesia Ortodoxa en Oriente. Las diferencias rituales entre las dos iglesias van a dar lugar a dos concepciones diferentes del espacio sagrado. La liturgia ortodoxa va a ser más recargada y protocolaria que la católica, buscando el misterio y la ocultación, ello afectará, obviamente a la decoración interior de sus iglesias que contrastará con la sobriedad exterior. La relación del basileus autocrator también va ser diferente a la del Papa con el emperador de Occidente hasta su desaparición en el 476. En Bizancio el emperador va ser la cabeza de la iglesia siguiendo el camino marcado por Constantino el Grande y Teodosio, es lo que denominamos cesaropapismo; el poder terrenal y el religioso en una misma persona. Desde un punto de vista cultural los bizantinos se van a considerar los únicos herederos del saber de la antigüedad, herederos y salvaguardas, será por ello que entre las élites habrá una constante demostración de su conocimiento de los clásicos que dará lugar una retórica literaria expresada fundamentalmente en la epistolaria. Este refinamiento cultural también ser reflejará en el arte haciéndose más evidente según la decadencia del imperio era mayor, ante la falta de poder los símbolos del poder tienen que ser más elaborados. La pertenencia a la élite cultural también era un símbolo de la pertenencia a la clase dominante. La sociedad bizantina se basaba en una jerarquía muy rígida fruto de las reformas sociales de Diocleciano en el siglo III. Esto influyó en el inmovilismo cultural del Imperio que va a repetir las formas artísticas sin casi evolución durante 1000 años. Prof. Jaime Torquemada Luna Arte Bizantino. 1

2 1.- Arquitectura bizantina. La arquitectura bizantina es heredera de la arquitectura romana, tanto en formas como en materiales. Sin embargo, obviamente, va a haber una serie de cambios que la van a hacer única y perfectamente diferenciada Materiales. Continúa el uso de los opera romanos, tanto el opus caementicium como el opus latericium, su uso será igual que en Roma; el edificio se levanta con estos materiales pero luego se cubre con materiales más ricos: mármoles de colores y, sobre todo, mosaicos como veremos en el siguiente apartado. También habrá un uso bastante extendido de materiales de acarreo. Hay que pensar que, desde el edicto de Teodosio suprimiendo todos los cultos paganos, muchos templos griegos y romanos cayeron en desuso, siendo reutilizados los materiales en la erección de nuevas basílicas e iglesias cristianas. No es de extrañar, por tanto, que nos encontremos en los muros exteriores con un aparejo irregular fruto de esa labor de reaprovechamiento. La madera se destinará a las cubiertas siempre y cuando no se utilice la bóveda o la cúpula Plantas. A diferencia de las iglesias paleocristianas, que tendían a la planta axial en sus basílicas, la arquitectura bizantina optó por plantas centralizadas generalmente cubiertas por una cúpula. Esto se puede deber a dos motivos: por un lado darle importancia a la cúpula como forma de cubierta con su simbología celestial, la bóveda celeste, el cielo donde habita Jesús; pero también por la existencia del iconostasio, (pared de madera o biombo de tres cuerpos que oculta el altar y al sacerdote durante la consagración) que condicionaba el espacio, ya no importaba tanto lo que estaba ocurriendo en el presbiterio porque este estaba fuera del alcance de los asistentes, resaltando así el espacio central de la iglesia. La planta centralizada va tomar diferentes formas: Generalmente, en iglesias de pequeño tamaño, serán cuadradas con un ábside cuadrado que alberga el presbiterio. Espacios hexagonales y octogonales cubiertos por una cúpula central, estos se utilizarán, fundamentalmente en los martiria, pequeños templos monumentales que señalaban el lugar de martirio o de enterramiento de un santo o una santa, también encontraremos plantas poligonales en iglesias mayores como es el caso de San Vital de Rávena. Prof. Jaime Torquemada Luna Arte Bizantino. 2

3 Plantas de cruz griega. A veces la cruz griega estará inscrita dentro de un cuadrado como en el caso de Santa Sofía. En otras simplemente habrá cuatro cuerpos conectados a un cuerpo central como en el caso de San Marcos en Venecia. Santa Sofía Constantinopla. San Marcos de Venecia de acceso. También encontraremos iglesias de planta basilical como San Apolinar en Classe. Al igual que en las basílicas paleocristianas todas las iglesias estarán dotadas de un nartex Alzado. En el exterior las construcciones bizantinas eran bastante sobrias, muros de piedra y ladrillo sin ninguna decoración, a lo sumo bandas de ladrillos que recorrían la fachada horizontalmente creando cierto ritmo. Los muros son robustos, con aspecto de fortaleza, abriéndose pocos vanos en ellos, esto no era por una cuestión técnica sino de búsqueda de una penumbra interior que invitara al recogimiento espiritual. Estos muros gruesos a veces van a estar reforzados por contrafuertes. En general se busca un exterior fuerte pero poco decorado buscando la dualidad entre la poca importancia de nuestro aspecto externo y la riqueza de nuestro espíritu, el interior. En el interior los elementos sustentantes serán las columnas, los muros, arcos de medio punto y los pilares. Las columnas serán generalmente de fuste liso, de materiales ricos como el mármol, granito, pórfido o, incluso, ónice. Esto no excluía el uso de materiales más pobres, recubiertos con estuco posteriormente. Algunas de estas columnas, sobre todo las de materiales más ricos, son acarreo de otros monumentos que, por desuso o ruina, eran aprovechados para las nuevas obras. Prof. Jaime Torquemada Luna Arte Bizantino. 3

4 El tamaño de las columnas estará en proporción al edificio, por ejemplo, las columnas de que separan la nave central de las naves laterales de Santa Sofía son de un tamaño descomunal. Los capiteles de las columnas serán el resultado de la evolución del capitel corintio durante el Bajo Imperio. Este se verá reducido a un cuerpo troncopiramidal invertido con decoración vegetal y religiosa. Sobre el capitel habrá otro cuerpo troncopiramidal, este más estrecho, llamado cimacio. Los muros van a tener una función sustentante fundamental en los edificios bizantinos, herencia de los muros de las grandes construcciones romanas como las termas de Caracalla o la Basílica de Magencio. Los muros estarán profusamente decorados, se cubrirán con mosaicos de rica factura y fondo dorado. También se usaran placas de mármol, tanto para los suelos como para los zócalos. La decoración será tan profusa que podemos hablar de horror vacui, horror al vacío. Siguiendo la tradición romana se seguirá utilizando el arco de medio punto, si bien sus dimensiones serán menores, haciendo que los intercolumnios sean más estrechos. La construcción de cúpulas sobre pechinas hará necesario el uso de pilares de grandes dimensiones para sustentar el peso. Las cubiertas. Las construcciones bizantinas suelen estar cubiertas con cúpulas. Como ya hemos dicho la cúpula tiene un doble sentido. Por un lado representa la bóveda celeste. Por otro lado suponen un alarde técnico y arquitectónico en una sociedad que se enorgullecía de ser heredera de la ciencia de los romanos, griegos y antiguos egipcios. Las cúpulas son una demostración de poder, sobre todo la cúpula de Santa Sofía Santa Sofía. La basílica de Santa Sofía es la obra cumbre de la arquitectura bizantina. Fue mandada erigir por Justiniano en el siglo VI, sobre los restos de una basílica anterior del siglo IV El emperador confió el proyecto a dos arquitectos: el matemático Antemio de Tralles, que falleció al año de empezar las obras, y el físico Isidoro de Mileto, siendo este último responsable de la mayor parte de la obra y de la reconstrucción de la cúpula tras el terremoto de 558. El edificio se levantó en un tiempo récord para la época, cinco años, entre el 532 y el 537. Justiniano pretendía reunificar el imperio y recuperar la gloria de tiempos pasados, la basílica debía ser una representación física de esa aspiración, el mayor templo de la cristiandad en la capital del imperio cristiano. Un nuevo templo de Jerusalén para el nuevo Salomón. Se le atribuye a Justiniano la exclamación Salomón, te he vencido! el día de su inauguración el 27 de diciembre de 537. El planteamiento de la obra era levantar una gran cúpula a gran altitud, por lo cual toda la obra está supeditada a ello. La cúpula se apoya sobre cuatro grandes pechinas. Las pechinas descansan sobre dos semicúpulas de cuarto de esfera en sus caras este y oeste y sobre dos arcos en la norte y sur. Los arcos norte y sur están reforzados por dos enormes contrafuertes. Las semicúpulas este y oeste se sustentan sobre dos bóvedas de medio cañón. Las bóvedas, para finalizar, descargan sobre tres semicúpulas. La cúpula es gallonada, es decir está hecha en secciones, gallones o gajos delimitados por nervios. Isidoro utilizó 40 nervios que dieron lugar a 40 gajos que terminaban en un vano. Los 40 vanos sobre los que parece apoyarse la cúpula aligeran el espacio dando la impresión de que la cúpula está flotando. La cúpula tiene 31 metros de diámetro y se eleva hasta los 53 metros de Prof. Jaime Torquemada Luna Arte Bizantino. 4

5 altitud creando un espacio majestuosamente amplio en el interior que debió causar una profunda impresión a todos los que la visitaron. La planta de Santa Sofía también obedece al programa político de Justiniano. La planta del edificio es cuadrada volviendo a la dualidad platónica y aristotélica de las formas perfectas; una cúpula, el círculo platónico, el espacio celestial, inscrito en un cuadrado, el poder terrenal, lo físico según Aristóteles. Este espacio cuadrado se encuentra dividido en tres naves, las naves laterales, aunque altas y amplias, carecen del significado y la importancia de la nave central que se asemeja a una basílica romana con su doble exedra, en clara referencia a la intención de Justiniano de reunificar el Imperio y devolverlo a su gloria pasada. Sobre las naves laterales se eleva una amplia galería, un triforio o matrorio de dimensiones inusitadas. La amplitud de esta galería se debe a la importancia que tenía la mujer de Justiniano. Las mujeres no podían estar en la nave junto con los hombres pero la emperatriz no podía apretarse en una galería estrecha, para ello se diseñó un espacio a la altura de su dimensión política. La decoración interior de Santa Sofía fue acabada por el sucesor de Justiniano, Justino II, que la dotó de unos maravillosos mosaicos hoy desaparecidos debido a las Luchas Iconoclastas del siglo VIII, incendios y temblores del siglo X (de hecho parte de la cúpula tuvo que ser reconstruida por un arquitecto armenio, por orden de Basilio II sobre el 990), y la ocupación turca otomana del Aún quedan algunos mosaicos en la galería superior del siglo XI en lo que se conoce como Segunda Edad de Oro del Imperio Bizantino. Otros edificios representativos de la arquitectura bizantina son: La basílica de San Marcos en Venecia, las basílicas de San Vital, San Apolinar el Nuevo y San Apolinar en Classe de Rávena. 2. Mosaico. La musivaria bizantina es heredera directa de la romana. Esta técnica artística tuvo gran desarrollo durante el Imperio Romano sobre todo en época Imperial, si bien la mayor parte de estos mosaicos se destinaban a la decoración de suelos más que de muros, al contrario del caso bizantino. El mosaico bizantino es la solución decorativa a la pobreza de materiales constructivos y consecuencia de la clara tendencia al horror vacui y al lujo de la decoración del interior de los edificios. La técnica llegó a cotas altísimas, los musivaras bizantinos eran reconocidos en todo el Mediterráneo. Tenemos noticias de que el califa Al-Hakem II de Córdoba solicitó al emperador Nicéforo Focas un hábil artista para la decoración del nuevo mihrab de mezquita de Córdoba, este se lo envió con 320 quintales de teselas vidriadas Característica formales. Representación. La representación en el mosaico bizantino será figurativa. Las imágenes serán representaciones reconocibles de la realidad buscando cierto naturalismo. Por otro lado hay cierta Prof. Jaime Torquemada Luna Arte Bizantino. 5

6 tendencia a la tosquedad ya marcada en el Bajo Imperio Romano, como por ejemplo en el grupo escultórico de los Tetrarcas. También aparece cierto antinaturalismo que se plasma rasgos idealizados sujetos a los cánones de la época que buscan remarcar la imagen del poder imperial así como el misterio de la religión cristiana. Los ojos serán grandes, de mirada profunda. Cierta tendencia a la estilización de la figura, apartándose del naturalismo, manos y pies con los tendones muy marcados. El volumen se consigue a través de los pliegues de las túnicas que caen de forma artificial. Cuando se represente al emperador, la emperatriz u otros personajes conocidos, aunque siempre atendiendo al canon antes citado, se individualizarán los rasgos tomando forma de retrato. Los retratos no son realistas ya que el efecto que se busca es de dignificación del retratado, una demostración de su poder e importancia. Perspectiva. Carece de perspectiva como tal, el efecto se resuelve por superposición de imágenes suponiendo un paso atrás respecto al las técnicas helenísticas y una profundización en las formas plebeyas. Problemas a la hora de representar figuras de frente, no tanto por los rostros que están bastante conseguidos sino por la posición de los pies. No hay un suelo firme donde pisar, las figuras parecen flotar en cierto sentido. Los fondos son totalmente teatrales, arquitecturas desproporcionadas o plantas estilizadas como palmeras o arbustos. Suelen ser neutros, sin una imagen definida, como un campo verde. Clara tendencia al uso del dorado como fondo. Color. Abundando en el naturalismo idealizado antes citado, los mosaicos serán polícromos. Los colores se conseguirán de dos formas; utilizando teselas del color deseado (tal como se presenta en la naturaleza o bien fabricándolos con esmaltes), o con una técnica parecida al impresionismo o al puntillismo del siglo XIX, se colocan las teselas de diferentes colores que combinados forman uno nuevo. De todos los colores y tonos predominará el dorado sobre cualquier otro. El uso del oro está obviamente relacionado con la imagen de opulencia y poder que querían transmitir los emperadores de un imperio en constante decadencia, no es de extrañar que su cenit se encuentre en la tercera edad de oro, momento final del Imperio Bizantino. Otros colores tendrán también su simbología, por ejemplo, el rojo será el color de la vida y el verde el del Paraíso o la Jerusalén Celeste Temática. El mosaico bizantino será eminentemente religioso. También es cierto que los ejemplos mejor conservados están en el interior de las iglesias y basílicas por lo cual es casi imposible conocer su uso no religioso en el entorno de la corte. Las imágenes serán de contenido religioso siguiendo la iconografía desarrollada durante el periodo paleocristiano. Prof. Jaime Torquemada Luna Arte Bizantino. 6

7 Cristo. Generalmente en majestad, como Pantócrator (todo poderoso). Rostro severo de juez con la mirada oscura y profunda. La Virgen María. Theotokos, madre de Dios. Su papel irá evolucionando y haciéndose más humano. Siempre aparecerá relacionada con Cristo, sirviéndole de trono (Kiriotissa) o acompañándolo en las Déesis 1, grupo formado por Cristo, la Virgen y San Juan Bautista. Santos. Aparecen togados, como ciudadanos romanos, dignificando así su función. Pueden aparecer con las palmas y las coronas del martirio. Escenas de las escrituras. Tanto del Apocalipsis como de los evangelios. Famosos son los tres Reyes Magos de San Apolinar en Classe que se repiten en el manto de la Emperatriz Teodora en San Vital. El emperador y la emperatriz. Se les representará como donantes de algún templo en cuestión. Siempre, remarcando su carácter divino, aparecen nimbados. Sus vestimentas son ricas, sedas bordadas, joyas, placas de oro, coronas, y demás símbolos de la realeza. Cuando aparezcan los pies del emperador este calzará las botas púrpura propias de su cargo Periodización. Podemos dividir el mosaico bizantino en tres épocas bastante delimitadas: Primera edad de Oro. (Siglos VI y VII) Corresponde al reinado de Justiniano y sus sucesores. Los conjuntos más importantes los encontramos en Rávena ya que las producciones orientales desaparecieron durante las luchas iconoclastas y el avance musulmán. Los mosaicos de esta época son de temática religiosa pero con una marcada importancia de la figura imperial. La ideología cesaropapista va crear representaciones del emperador con rasgos divinos, esto se plasmará en el halo de santidad que aparece tras su cabeza. Los principales ejemplos de este periodo se encuentran en las iglesias de San Apolinar en Classe, San Apolinar el Nuevo y San Vital todas ellas en Rávena. Segunda edad de Oro. (Siglos IX y X) Tras las luchas iconoclastas vendrá la segunda Edad de Oro del arte bizantino. En este periodo se plasman, definitivamente, los rasgos del mosaico y la pintura bizantina que tanto influirán en la formación del arte islámico y del románico. Existe un claro abandono del naturalismo con figuras hieráticas y alargadas que parecen repetirse. Los temas van a ser casi siempre los mismos. Cristo en majestad (Pantócrator), los Evangelistas (Tetramorfos) y la Virgen (Theotokos o Kiriotissa). Dentro de los temas uno de los más repetidos será la Déesis, siendo un magnífico ejemplo la que se encuentra en la galería alta de Santa Sofía de Constantinopla. Tercera edad de Oro (Siglo XIII) 1 Del griego δέησις, oración o súplica. Este tipo de representación se extenderá a Occidente desde el románico continuando en el gótico y el renacimiento. Prof. Jaime Torquemada Luna Arte Bizantino. 7

8 Último periodo que se caracteriza por una mayor libertad compositiva y cierto manierismo. Este periodo va influir bastante a los autores de Trecentto italiano sobre todo en el amplio uso de los dorados. Prof. Jaime Torquemada Luna Arte Bizantino. 8