SEGUNDA PARTE. Capítulo VII El Secadero de Hormigón Armado

Transcripción

1 CAPÍTULO VII EL SECADERO DE HORMIGÓN ARMADO 65

2 Los Secaderos de Tabaco en la Provincia de Granada: Evolución y Reconversión E l secadero de hormigón armado pertenece a una época más reciente. Se emplean materiales y medios actuales, aunque sobreviven ciertas reminiscencias de las construcciones anteriores, ya que en muchas ocasiones se realizan estructuras de rollizos para la cubierta o para colocar las latas sobre las que colgar el tabaco, así como las tomizas tradicionales. Debido al coste de su estructura su número no es muy abundante en relación con el total de secaderos que existen en Granada. I. ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS Estas construcciones emplean materiales actuales que requieren en muchas ocasiones medios mecánicos que hagan posible su puesta en obra. Los materiales empleados en la construcción de estos secaderos son: Hormigón: El hormigón utilizado en este tipo de estructuras tendrá una resistencia característica en torno a los 175 Kgr/cm 2, un árido rodado de diámetro no mayor a 20 mm y cemento tipo Portland. Barras corrugadas: Las barras tendrán diámetros comprendidos entre 6, 8, 12 y 16 mm de diámetro, correspondiéndose con acero AEH-400N. Las longitudes de anclaje variarán en función del diámetro de la barra y la zona de hormigón en que se encuentre. Bloque de hormigón en masa: Se utilizarán en el cerramiento del secadero. Viguetas autorresistentes: vigas. Pudiendo ser estas de simple T o de doble T; son empleadas como cargaderos o Rollizos o vigas de madera con escuadría: Se emplean en la estructura portante de la cubierta. Material de cubrición: Puede encontrarse toda la serie de materiales citados en capítulos anteriores (teja árabe, curva, mixta chapa galvanizada...). Ventanas practicables: Pudiendo ser éstas de lamas de PVC o de chapa metálica. Cuerdas de cuelgue: Se emplean mayoritariamente de elementos plásticos, aunque se dan también las clásicas tomizas de esparto. 66

3 II. DESCRIPCIÓN DEL SECADERO La distribución estructural de estos secaderos no es, ni más ni menos, que la repetición de pórticos de hormigón armado (generalmente los soportes de estos pórticos son de hormigón armado y la formación de pendientes de madera) arriostrados tanto al nivel de cimentación, mediante zunchos de atado o vigas centradoras (cargas excéntricas), como en la cubierta, con zunchos y vigas de coronación o viguetas autorresistentes de simple o doble T. Los soportes suelen tener una sección entre cm y necesitan de un encofrado previo, ya sea de madera o metálico, para su realización. Tendrán una armadura longitudinal con diámetros comprendidos entre 12 y 25 mm, y una armadura transversal con diámetros entre 6 y 8 mm; aparte pueden tener, si el pilar tiene una gran esbeltez (en la mayoría de los casos entre 5 y 6 m), una pequeña armadura de rigidización para la puesta en obra de diámetro 8 ó 10 mm. Los pilares apoyarán en el terreno sobre una cimentación realizada con zapatas aisladas de hormigón armado de dimensiones aproximadas 0.60 por m. El cerramiento estará formado por bloques de hormigón en masa o ladrillo cerámico (hueco doble, hueco simple o perforado). El apoyo de la cubierta suele hacerse en este tipo de secaderos sobre viguetas autorresistentes o, si el secadero tiene una gran entidad, vigas o zunchos perimetrales. Perpendiculares a estos apoyos nacen los pares (rollizos o madera con escuadría) que confluyen sobre una carrera longitudinal que se apoya en el soporte central del pórtico. Sobre los pares se dispone una tablazón que servirá de soporte al material de cubrición escogido. Para el cuelgue de las plantas se dispone una estructura horizontal (rollizos o viguetas autorresistentes con separación de cm) apoyada sobre las viguetas y en la cual se dispondrán posteriormente los elementos de cuelgue, latas, que hoy día son redondos de diámetro 8 mm. Es conveniente construir una acera circundante de aproximadamente 0.50 m de anchura, principalmente para evitar que el agua procedente de la cubierta y la que incide directamente sobre la fachada recale y transmita humedad al producto. Esta acera deberá tener una pendiente mínima del 2-3% para alejar el agua de la fachada y evitar que esta se acumule y penetre en el interior del edificio. III. PROCESO CONSTRUCTIVO Primera fase. Movimiento de tierras y cimentación: En esta primera fase se procederá a la apertura de los pozos de cimentación y zanjas para los zunchos de atado o vigas centradoras donde irá ubicada la cimentación de la edificación. Los pozos tendrán un ancho entorno a 1 m y un canto, aproximadamente, de 0.70 m (10 cm de hormigón de limpieza). Las zanjas tendrán una 67

4 Los Secaderos de Tabaco en la Provincia de Granada: Evolución y Reconversión dimensión de 0.30 m de ancho por 0.40 m de profundidad, incluyendo 0.10 m de hormigón de limpieza (H-100). A continuación se colocará la ferralla en la que se incluirá la armadura de las vigas, una parrilla que llevará cada zapata y unas armaduras de espera para solapar posteriormente los pilares. En caso de que el terreno no tenga cohesión y se desmorone con facilidad será necesario disponer encofrados en los elementos de cimentación para evitar el aumento excesivo del elemento constructivo y como consecuencia un aumento del coste. Teniendo en cuenta todos los aspectos anteriores se procederá al hormigonado de la cimentación, y si la consistencia del hormigón lo requiere, a su vibrado. Una vez realizada la cimentación se dispondrá un encachado de piedra de unos cm de espesor y sobre él una solera de hormigón, con o sin mallazo, que tendrá su prolongación en la acera circundante. Segunda fase. Levantamiento de pilares. A continuación se tendrá preparada la ferralla correspondiente a los pilares y se colocará solapada con la armadura de espera que arranca de la zapata correspondiente. Posteriormente se replanteará el arranque del encofrado y se armará éste para proceder al hormigonado de la pieza, no obstante se deberán aplomar perfectamente antes de hormigonar. Este encofrado puede ser de madera o de paneles metálicos preparados al efecto. Tercera fase. Cerramiento y apertura de huecos El cerramiento se realizará perimetralmente y será de bloque de hormigón en masa o ladrillo cerámico. La apertura de huecos se efectuará mediante el adintelamiento con viguetas autorresistentes de los huecos a practicar. Estos dinteles se embutirán unos 15 cm en el cerramiento por ambos lados. Cuarta fase. Cubierta La construcción de la cubierta se realizará a partir de unas vigas apoyadas a ambos lados del cerramiento del secadero y podrán ser de hormigón armado o de vigueta autorresistente. Sobre éstas apoyará el entramado de madera que formará cada una de las cerchas que dan lugar a la cubierta. Los rollizos que forman la pendiente apoyan por un extremo, al nivel de la cornisa, sobre otro rollizo colocado longitudinalmente y apoyado sobre las viguetas; por el otro extremo apoya sobre una carrera sustentada a su vez en una pilastrilla de ladrillo perforado que aparece como continuación del pilar de hormigón central. Las cerchas quedarán unidas mediante correas, las cuales colocadas a la distancia correspondiente servirán de apoyo a la tablazón sobre la que se apoyará el material de cubrición. 68

5 Los elementos de cuelgue estarán formados por unos rollizos o viguetas horizontales apoyados sobre los pilares. Estos elementos tendrán una separación máxima de 70 cm y sobre ellos se colocarán redondos de diámetro 8 mm que harán las veces de latas sobre las que se atarán las tomizas que sustentarán las plantas de tabaco. * A continuación se adjunta resumen de la medición del secadero reflejado en los planos en función de la base de datos de la Junta de Andalucía. 69