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Sandra Ortíz Rico
hace 5 años
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1 qwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwerty uiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasd fghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzx cvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq LA PRÁCTICA DOCENTE, Qué es para mí ser maestro? 03/12/2010 GLORIA ANGELICA FUENTES ZENTENO hjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq hjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq hjklzxcvbnmrtyuiopasdfghjklzxcvbn mqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwert yuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopas

2 QUÉ ES PARA MI SER MAESTRO Para mi ser maestro es un juego, una diversión, una aventura, en la cual tengo la responsabilidad de dominar los contenidos a impartir; buscar nuevas estrategias que me sirvan para transmitir los conocimientos adquiridos durante mi preparación profesional así como los obtenidos en la experiencia como docente durante más de 17 años; estar siempre actualizada en los cambios y forma de impartir la clase, así como en los cambios que tienen los jóvenes en ésta etapa de su adolescencia; buscar la forma de transmitir el gusto y el amor que tengo hacia mi profesión y la materia a la mayoría de mis alumnos; que en algunos casos también se convierten en mis profesores, por que me enseñan o comparten algo nuevo. Inicie la actividad de ser maestra como un juego, soy la mayor de tres primos y una hermana, los cuales convivíamos mucho de niños; cuando nos divertíamos en algunas ocasiones jugábamos a que yo era la maestra y ellos mis alumnos; posteriormente cuando entre a la secundaria, estuve al frente de la banda de guerra; en el bachillerato fue cuando ya comencé a trabajar con grupos más grandes; mi primer experiencia fue con adultos; inicie a trabajar en el INEA; recuerdo que el primer día que me tocó conocerlos, si me sentía un poco nerviosa por el hecho de que yo era una joven de años; pero los nervios no me duraron mucho; posteriormente me tocó ser entrenadora de natación de unos chiquitines; de esa forma yo pagaba mi servicio social con el bachillerato. Cuando ingrese a la Facultad de Ciencias, en el segundo semestre tuve un maestro que se dedica a preparar a los jóvenes para las Olimpiadas de Matemáticas, me ofreció participar en cursos los sábados para preparar a los alumnos, con gusto trabaje para la Universidad por algunos años. Gloria Angélica Fuentes Zenteno Página 2

3 Aun recuerdo cuando me tocó impartir clases a un grupo de casi 50 alumnos de nivel bachillerato, otro de mis profesores me pidió que fuera a uno de sus grupos a impartir la clase; me dijo en que tema iba y cual tenía que impartir yo; recuerdo que cuando lo solicito le dije que no había problema que yo o haría; pero al momento de llegar al CBTIS, encontrar al maestro y presentarme frente al grupo comenzaron los nervios; todos me ponían atención y sólo observaban y escuchaban lo que les decía; cuando me puse muy nerviosa fue al momento de tener que explicarles como se forma una parábola a partir de la intersección de una plano en un cono; me trababa y creo que titubeaba, ellos preguntaban mucho, pero creo al final todo estuvo bien; además algo que hacia que mi nivel de nervios se alterará es que el Maestro Arturo se quedo en la clase para ver qué y cómo lo hacia. Así fui avanzando en mi experiencia de prueba y error. El mismo maestro me mandaba en algunas ocasiones a sus grupos a que yo trabajara con ellos. Unos meses más adelante, otro de mis maestros me pidió que cubriera uno de sus grupos, ahí ya tenía más seguridad, así es que no hubo tanto problema; los comentarios que me hacían los jóvenes era que si me habían entendido y que cuando regresaba a darles clases otra vez. Ese mismo maestro cuando inició el siguiente semestre, me dejo totalmente por todo el semestre a uno de sus grupos; fue fascinante esa experiencia. Ah, pero no todo es miel en rosas, cuando el Maestro Arturo me dejo a dos de sus grupos, ahí si sufrí un poco; por que había alumnos que no me entendían y yo explicaba de una y otra forma y seguían sin comprender; hubo momentos en los cuales me ponía a llorar de impotencia, quería dejar la docencia, era frustrante para mí no poder encontrar la forma de lograr que me entendieran o de darme a entender... pero toda mala experiencia siempre tiene algo bueno; aprendí muchas cosas y una parte importante es que otros alumnos me levantaban la moral, me hacían sentir bien, me Gloria Angélica Fuentes Zenteno Página 3

4 demostraban que si me podían comprender, que lo hacía bien, y que les gustaba que les diera clases y como se las impartía. Cuando salí de la Facultad, tuve suerte, me contrataron muy pronto en una secundaria de monjas, posteriormente en unos meses ingrese a otra; a unos 2 días de haber recibido mi título, me llamaron del TEC de Monterrey Campus Colima, algo que considero importante por que muchos llegan a dejar sus curriculums y me escogieron a mí. Fue muy interesante, mucho aprendizaje, de hecho con ellos inicie a trabajar en línea, a usar la plataforma a tener cursos de preparación, otra experiencia totalmente diferente, pero muy agradable. Como medio año después, entre a trabajar a una secundaria oficial; los cambios eran drásticos pero muy ricos en experiencia, aprendizaje, conocimiento, habilidades, estrategias y demás; con todo ello, necesite organizarme para poder cumplir en todos mis trabajos, era cansado y extenuante pero muy reconfortante. Otra juego agradable fue cuando me llamaron tres doctores que estaban estudiando un doctorado, y estaban comenzando a tener problemas con matemáticas, sus expresiones, la forma de tratarme y sus comentarios, me hacían sentir bien, que les estaba explicando adecuadamente, por que comprendían, participaban y cómo suele suceder aún ahora, cuando he logrado que ellos le entiendan, les agrade y comiencen a gustarle las matemáticas, terminan yéndose; pero eso no me molesta, al contrario me agrada, me da gusto, por que considero que los estoy preparando para algo nuevo, que adquirieron las competencias y habilidades necesarias para seguir adelante solos; si me han vuelto a llamar, pero ya es para dudas o cuando tienen algún tema nuevo y no logran captarlo. Me encanta la docencia, tiene sus altibajos pero la recompensa moral siempre es mayor que las malas experiencias; gracias a Dios, siempre he tenido trabajo y como Gloria Angélica Fuentes Zenteno Página 4

5 dice mucha gente, tengo el gusto de que me paguen por lo que hago. Otro espacio que me encanta es la investigación, tuve muy buenos maestros y lo siguen siendo aún, de hecho son reconocidos internacionalmente. Ellos me enseñaron muchas formas de trabajar y me dieron la oportunidad de experimentar en esas dos áreas; impartir clases e investigar. Siempre les estaré agradecida por el apoyo que me dieron, por la confianza que depositaron en mí y por impulsarme a seguir adelante. Gracias MAESTROS. Gloria Angélica Fuentes Zenteno Página 5

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