El misterio de Villa Claun

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Pedro Iglesias Olivera
hace 8 años
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1 Semana Cultural de Velilla de San Antonio Un cuento cada día 25 de abril de 2013 El misterio de Villa Claun Hola. Os voy a contar una historia, así que escuchad. El día 30 de enero de 2001 se inauguró en Villa Claun la primera Central Nuclear de Canadá. Por aquellos años, eso de la energía nuclear era toda una novedad. Sólo los países con más influencia política (dinero) tenían una, ya que mantenerla a flote costaba mucho. En principio, los habitantes del pueblo se negaron completamente a que construyesen allí la central, pero, después de que los técnicos nucleares les aseguraran un montón de veces que no había peligro de radiación, fueron cediendo hasta que aceptaron. Ese año yo era un joven detective privado de 30 años. Desde pequeño había deseado ser detective y, por fin, lo había conseguido. Mis casos eran poca cosa, pero al fin y al cabo, seguían siendo casos. El último había sido el robo de un triciclo y esperaba que el siguiente fuese mucho más importante. (Y así fue.) EL CONTACTO Hacía unas horas, mi contacto me había llamado para citarme a las ocho de la tarde, en el bar de Mamá Tabernera, en la mesa cuatro. Cuando llegué al bar eran las seis menos tres. Me senté en la mesa cuatro, como estaba acordado y me puse a esperar a que llegara mi contacto. Todavía no eran las ocho, por qué tendría que haber llegado mi contacto?, pensé. Eran ya las ocho y dos minutos y mi contacto todavía no había llegado. Estaba a punto de marcharme cuando entró un hombre vestido de negro y se sentó a mi lado:

2 Hola me dijo. Hola contesté. Siento haber llegado tarde. Había retención. No importa. Bueno, vamos a lo que vamos. Tengo un nuevo caso muy interesante para ti. Como ya sabes, hace dos años la central nuclear de Villa Claun se inauguró. Cómo no iba a saberlo? Ese año todos los periódicos habían hablado de lo mismo. Hace poco tiempo, los vecinos de Villa Claun se quejaron de que el aire que les rodeaba estaba cada día más sucio, temiendo que quizás había una fuga en la central. Los técnicos lograron calmar a las gentes del pueblo, les aseguraron que lo que decían era imposible. Sin embargo, el Alcalde está inseguro; ahí es donde entras tú. Quiere que investigues sobre lo que haga falta para descubrir que es lo que pasa en esa central, sin ser visto. Y no llames demasiado la atención Qué? Aceptas el caso? Claro contesté. Dame detalles. Mañana por la mañana a las 9:00, un coche azul oscuro te recogerá en la puerta de tu casa para llevarte a Villa Claun. Haz las maletas y no hagas esperar al chófer del coche. Por cierto, me han dicho que eres muy bueno, no me falles, mi carrera está en juego. Tranquilo, no te fallaré. Acto seguido, el hombre se levantó y salió del bar. VILLA CLAUN El viernes por la mañana me levanté temprano, a las nueve menos cinco. Me duché, me vestí, desayuné, cogí la maleta y salí a la calle a esperar a que llegara el coche que me iba a llevar a Villa Claun. Pasados dos minutos, un coche azul oscuro se paró delante de mí. Súbase dijo el conductor, con una voz de ultratumba.

3 Me subí al coche por miedo de que ese hombre me hiciera algo malo si no montaba. El chófer conducía a toda velocidad, estuvimos cuatro veces al borde de la muerte. Qué mal lo pasé! Después de dos horas, siempre al borde de un infarto, llegamos a Villa Claun. Salí del coche. Me encontraba en la Plaza Mayor. Frente a mí se alzaba un lúgubre edificio de aspecto desolador. Estaba decorado a lo medieval, con gárgolas y vidrieras de colores. Llamé al timbre, como me había dicho el conductor. Salió a recibirme un hombre, por su indumentaria deduje que sería el mayordomo: Adelante. Le esperábamos. El interior del edificio era sorprendente. Aunque por fuera diera la impresión de edificio medieval, por dentro era muy distinto. Hacía poco que lo habían pintado porque, al tocar una pared, me manché de pintura. Fui guiado por largos pasillos. Subí escaleras, recorrí pasillos, hasta que llegamos a una salita decorada con tres sillones colocados alrededor de una mesita. En uno de los sillones estaba sentado un hombre corpulento, vestido con un esmoquin. Me senté a su lado y empezó a hablar: Es un placer conocerle. Soy el Alcalde de Villa Claun, Patric Lender se presentó. Lo mismo digo. Soy el detective que pidió me presenté. Hechas ya las presentaciones, podemos empezar. Como ya sabrá, los habitantes de este pueblo sufrimos ya que el aire está sucio. Además, a los niños les duelen las orejas hasta que se quedan sordos. Es horrible! Por eso quiero que se introduzca en la central nuclear, como trabajador, y descubra el secreto que allí se guarda. De acuerdo. Por cierto, empieza mañana como trabajador en la central. Mi mayordomo le llevará a su habitación. Que pase una buena noche. Iba a salir de la sala, cuando oí el ruido más ensordecedor y horrible que hubiera escuchado nunca. Clonc, clonc, clonc! Qué ha sido eso? pregunté alarmado. Tranquilo, es sólo la campana de la iglesia. Es nueva me respondió el Alcalde. Buenas noches. Tenga cuidado.

4 LA CENTRAL NUCLEAR A la mañana siguiente, el cielo estaba despejado y daban ganas de pasear. Me levanté temprano y me dirigí a la central. Como todos los días, funcionaba a todo rendimiento, montones de humo negro salían de la chimenea y en la puerta se amontonaba mucha gente pidiendo trabajo. Me acerqué a la puerta. Al fijarme mejor en ella, vi una ventanilla. Enseñé el carnet de trabajador que me había dado el alcalde. El interior de la central era como la de cualquier otra. Aparentemente, todo era normal. Sin embargo, había algo raro en el modo de comportarse de los trabajadores. Se acercó a mí un hombre que me dijo que yo tenía que trabajar en la cafetería y que, sobre todo, no entrara en su sótano, por nada del mundo. Lo cierto era que tenía una voz de ultratumba. Pasé el día entero preparando bocadillos en la cafetería, no era el mejor trabajo del mundo, pero me permitiría recorrer la central en los descansos. LA CAMPANA Al finalizar el día, volví a la Alcaldía. Había bajado al sótano y lo que había descubierto era de vital importancia. El alcalde me recibió en la misma salita que el día anterior. Y bien, qué ha descubierto? He recorrido toda la central y he encontrado algo interesante. Resulta que en el sótano fabrican galletas de chocolate que luego venden a los comedores escolares. Por lo demás, la central está en perfectas condiciones. Genial! Podremos denunciarla por contrabando ilegal de galletas. Pero qué es lo que produce el mal de mi pueblo? Entonces volvió a sonar ese horrible sonido, Clonc, clonc, clonc! Qué horrible sonido! Claro, era eso! Alcalde! Lo tengo! Quiero que reúna a todos los habitantes del pueblo en la puerta de la iglesia, dentro de una hora pedí.

5 OK! me contestó. Una hora después, me encontraba en la puerta de la iglesia, a punto de resolver el misterio. Escúchenme dije gritando delante de todos. Lo que causa el mal en este pueblo es La campana de la iglesia! Suena tan fuerte que contamina el aire y deja sordos a los niños. Bravo, bravo! Nos ha salvado! gritaron al unísono todos. Siempre lo recordaré. Gracias gritó el Alcalde. Hacía años que había resuelto el caso y todavía me acordaba. Creía que nunca lo olvidaría. (Y así fue.) Estrella Fernández Bustelos Primer premio categoría B1 del XX Certamen de Cuentos Valdemera del Ayuntamiento de Velilla de San Antonio

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