"Juego Y Saber" (*) Reunion Lacanoamericano De Psicoanalisis, Buenos Aires 2013.- Andrea Laura Diéguez Estoy segura de no ser Ada porque ella tiene esos grandes rizos y mi pelo no se riza en absoluto; y también estoy segura de no ser Mabel, porque yo se toda clase de cosas y ella, ay, ella sabe tan poquito! Veamos si al menos se las cosas que antes sabía; cuatro por cinco son doce, cuatro por seis son trece Ay Dios mío!...bueno de todos modos la tabla de multiplicar no significa nada probemos con geografía. Londres es la capital de Paris y Paris es la Capital de Roma y Roma es. (1) Si alguien puede jugar es porque sabe que ese no es. Jugar implica asumir una consistencia falsa. No soy Ada dice la pequeña Alicia; La negación existe en el lenguaje y en el mismo momento que se niega se inaugura un campo. Porque no soy puedo representarlo El juego se soporta sobre una representación perdida. Jugar produce una transformación en el espacio, en la geografía del cuerpo en donde un lugar puede ser otro. Paris puede ser Londres y Londres capital de Roma. El juego es un modo ficcional, operación de creación, figurabilidad mediante que transforma lo real. Jugábamos a los zombies. La característica de los zombies es conservar su cuerpo pero no el alma. El cuerpo se vacía de si y el alma se encarna en otro. En un momento el niño se asusta porque yo para el era un zombie; Se diluye el imaginario y realidad y juego son una. Cuando el juego toca lo real y la consistencia no recubre aparece en el niño el horror, el susto. El juego sostiene la duplicidad imaginaria en donde el yo del niño se desdobla entre héroes y villanos, en el mejor de los casos, sin estallar El jugar es una operación en la infancia que al tener como resorte la animación del objeto inanimado, los juguetes, produce una discontinuidad entre el mundo y la escena que tiene consecuencias para quien la juega, se lee ahí, la marca traumática a tramitar del Otro. Siguiendo las enseñanzas freudianas el juego se apoya y se sirve de la realidad efectiva pero en el mismo momento en que se apoya en ella se desprende perdiéndola y transformándola - Página 1 de 5 -
aunque la carga de afecto, objetos y circunstancias que el niño imagina provengan del mundo tangible. Freud decía La antítesis del juego no es la gravedad sino la realidad (2) Muchas veces el analista soporta en su cuerpo el lugar del objeto juguete, para ser blanco de la demanda pulsional en donde el niño quedo engullido. Cuerpo del analista como eco de un decir donde la lalangue dejo su huella. Cuando un niño en análisis nos pregunta. Sabes jugar a Qué saber anticipa esa pregunta? Jugar produce un clivaje entre el conocimiento y el saber. Un niño puede conocer las reglas de un juego y no saber jugar. Qué saber transporta el juego? Qué articula la repetición en el juguemos otra vez? La repetición tiene cierta relación con lo que de este saber está en el limite y se llama goce (2) En donde el juego se detiene y se vuelve a relanzar en su modalidad de lo jugamos de nuevo se lee el goce en el cual el niño quedo fijado, haciendo del mismo juego otro. El objeto a surge en el lugar de esa perdida que introduce la repetición. El jugar pone en marcha una renuncia de goce, gozar como falo del Otro. Se excluye un punto de goce radicalmente prohibido, quedando el juego, así, al servicio del principio del placer. El de jugando es una manera de tejer en su repetición la perdida de goce y es a su vez en esa repetición que se produce un sujeto y su consecuente caída y escritura del objeto a como perdido. Crea y re crea una pérdida en doble vuelta, del lado del Otro y del lado del niño. El niño juega una y otra vez a perder hilachas de goce del Otro en las que quedó tejido, esto ocurre independientemente que gane una partida de ajedrez con su partenaire de juego o que gane en el juego de las damas. Winnicott decía Los chicos juegan con mayor facilidad cuando la otra persona puede y sabe ser juguetona Los niños necesitan alguien con quien jugar (3) Vale la pena detenernos en la apreciación del analista ingles. Que enfatiza la idea de necesario? Recordemos que en lógica las palabras necesario y suficiente describen la relación que mantienen dos proposiciones o estado de las cosas, una es condicionante de la otra. El sentido en el que utilizamos aquí la palabra «necesario», podemos decir por ejemplo «el humo es necesario para el fuego». Esto puede ser confuso porque el humo viene después del fuego, pero todo lo que nosotros estamos diciendo con este ejemplo es que donde quiera que exista B, ahí existe A, es decir, el fuego (A) no puede ocurrir sin que exista humo (B). Si A es una condición necesaria para B, entonces la relación lógica entre A y B se expresa: «si B entonces A. Me aventuraría a plantear al juego como condición necesaria de la estructuración subjetiva en tiempos de infancia que lleva una condición intrínseca, la existencia del otro. Es necesario jugar pero no es natural jugar a. La presencia del Otro es necesaria, si o si para que un niño juegue. Recordemos que - Página 2 de 5 -
Lacan en el Seminario 11 dirá: Todo surge de la estructura del significante (4) El lenguaje cumple así una función de corte, la esencia de la cosa esta perdida en tanto tal. El significante se encuentra primero en el campo del Otro. Esta primera operación que funda al sujeto Lacan la llama Alienación. No hay vida sin pasar por la alienación esclavisante al significante. De ese vel alienante que aparece como sentido del Otro, el efecto de ese primer significante en ese movimiento de torsión por el retorno, es el faiding del sujeto. Esta operación es llamada separación. Este primer significante queda reprimido y es así que en la caída, el sujeto queda del lado del significante binario. En esa reunión algo queda en un borde, en una lúnula. Estaríamos en condiciones de preguntarnos si muchas veces el juego en transferencia es la herramienta, el artificio que produce la torsión en el retorno?. El juego instala la hiancia ahí donde algo en el decir del Otro quedo como resistencia. Unos años mas tarde, en el seminario 14 Lacan propondrá a la alienación como rechazo. Dirá a esta altura que no es suficiente entender a la alienación como ese momento en donde somos representados por el Otro sino que todo lo contrario, que la alienación esta fundada en el rechazo del Otro. Así entonces, Behajung y Ausstosung, son operaciones de simbolización primordial en donde hay un punto de expulsión, de exclusión originaria. Hay un real inasimilable por lo simbólico. A esta altura, la alienación será aquello que quedo como marca de ese rechazo. Esta perdida se inscribirá en lo simbólico como falta. Una vez un niño con algunas perturbaciones severas, transcurrido un tiempo de su análisis frente a mi pregunta: No jugamos ya con los camiones? Me contesta. Si, pero cuando no nos conocíamos. Si yo cuento para vos y vos contás para mi, jugar otra vez con los camiones tiene valor libidinal y entra en una ecuación. El juguetón es un modo de situar el lugar del analista que se ofrece como semejante atravesado por la ley del padre. El juego como ficción se enclava en el punto de falta en el campo del Otro. Un niñito le pregunta a su mamá: Por que tengo que ir a lo de la Señora grande a jugar? Cuando algo en el Universo del Otro parental, aparece como resistencia, el jugar se detiene. Es tiempo de game over del lado del Otro. Muchas veces la clínica nos muestra que la demanda de análisis por un niño se produce en ese punto de resistencia del Otro, resistencia a la trasmisión del falo. Son puntos de coagulación, condensación de goce, que por constelaciones fantasmática, esa hiancia estructural en el cual se enclava el juego aparece como totalizante. Había una vez un niñito que me preguntaba Qué hay en este cajón? Los zombis,. Puedo abrir esa puerta? Quiero ver que hay: El hombre lobo. Quién viene a jugar antes que yo? A veces viene Harry Potter, a veces la condesa sangrienta, a veces, el jinete sin cabeza. Quien vive con vos? Dragón ball Quién te llama por teléfono? El pollito pio. El analista como compañero de juego ofrece una ficción para que algo pase a nivel significante. La metáfora propicia la pregunta Qué me quiere?, quedando - Página 3 de 5 -
el yo posicionado como metonimia de una significación. La intervención del juego que el analista propone, como operatoria de sustracción e investidura despunta a la creación de mitos en los niños posibilitando la estructuración simbólica de la realidad. Ese mismo niño que preguntaba es quien trae a su análisis su drama edípico vehiculizado en una novela televisiva cantando y actuando construía relaciones de parentesco entre padres e hijos. En el mito, devenido novela familiar, el sujeto puede ubicarse en una cadena de filiación que lo nombra y lo posiciona como elemento de la estructura. Juego y mito se enlazan en el análisis infantil, estructurando la falta en ser. El mito muestra, la introducción de la cadena significante en lo natural para desnaturalizarlo. En la década de los 90 hubo un apogeo social, mediático y cibernético dirigido a padres ofertando técnicas y tips que proponen una universalización del saber hacer con los hijos en situaciones de crianza en nombre del bien. Son saberes amo que organizan el universo entre niños y padres ahí donde todos los significantes son equivalentes. Esta misma propiedad del significante hace que cada uno pueda advenir al lugar del 1 del amo. Cualquier significante podría representar a un sujeto para otro significante. Es un tiempo en la consulta donde solo existe el caos del génesis. Es un tiempo de tinieblas. Se necesitan S1, sigo a Lacan cuando dice, que nazcan del vientre del Otro ; En muchas oportunidades, el analista es llamado a encarnar y consistir en ese lugar. Recuerdo un niñito en análisis que en la oscuridad y en el silencio del consultorio me hacia nombrar. Yo decía: ahora vino el mar, ahora el viento y entre nombre y nombre se hizo la luz. Nombrar ilumina en medio de la oscuridad con el Otro. El nombre del Padre es quien plantea el orden a las cosas en el mundo. Es importante que se inaugure el territorio del S1, que haya uno que nombre para luego hacer de ese saber un fracaso articulado a la represión primaria, tarea muchas veces, del juego en el análisis con niños. Lo desarrollado en el seminario 11 y el seminario 14, han oficiado de resorte para ser retomados nuevamente en el seminario 17 al decir.lo que descubrimos en la menor experiencia del psicoanálisis es ciertamente del orden del saber y no del conocimiento o de la representación. Se trata de algo que une a un significante S1 con otro S2 en una relación de razón. El S1 es del estatuto de la marca pero lo que Sujeto instituye por medio del saber es de otro orden (5) Propongo, entonces, pensar que el juego interviene en el par significante. El juego bajo su modalidad de presentación Hagamos de cuenta que es el artificio en el análisis con niños para que al S1 le proporcionemos la compañía del S2. Jugar en transferencia es el lugar vacante para que venga a producirse un S2 El juego organiza y articula los significantes en una relación de razón. Si hay S2 es que hubo S1. El juego produce un vacio para que luego se pueda instalar pienso donde no soy, soy donde no pienso. Vacio necesario para que alguien pueda decir si P no Q. Finalizando ya este recorrido me aventuraría a decir que resulta insuficiente plantear al juego - Página 4 de 5 -
como un juego de roles para entender el análisis infantil Lacan plantea que cuando este S1 interviene en el campo ya constituido de los otros significantes, articulándose con ellos, surge el Sujeto. De este trayecto surge algo como perdida y es el objeto a. En el jugar hay una caída del a para que se pueda en ese juego de roles escribir un sujeto. El juego instaura un vacio para que luego se pueda contar uno, dos Ese vaciamiento se produce sobre el objeto juguete. El objeto juguete tiene una cara significante. El juego es la operatoria analítica para que el Inconsciente se estructure como un lenguaje. El sujeto quedará ubicado entre camiones y muñecas, entre la casita robada y la batalla naval Referencias Bibliográficas. (1) Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas, ED. Agebe (2) S. Freud, El poeta y los sueños diurnos Obras completas (3) D. Winnicott, Realidad y Juego. (4) J.Lacan, Seminario 11, Ed Paidos. (5) J.Lacan, Seminario 17, Ed.Paidos. - Página 5 de 5 -