. NOTA CONCEPTUAL Pertinencia y justificación La población afrodescendiente de América Latina (AL), que representa entre el 20 y 30% de la población de esa región, experimenta niveles elevados de pobreza y exclusión social y continúa afrontando una severa discriminación que afecta sus derechos en distintos ámbitos. Varios trabajos del proyecto regional PNUD Población afrodescendiente de América Latina en sus dos fases, 1 muestran, utilizando datos de censos y encuestas de hogares de diferentes países de AL de distintos años, que entre las personas afrodescendientes hay una mayor incidencia de pobreza y de menores ingresos, lo que se expresa en problemas tales como su acceso restringido a los servicios públicos (muy especialmente a la educación, tanto en lo que respecta a los niveles de titulación alcanzados como a la calidad de la educación recibida), peores condiciones de salud, discriminación y segregación laboral y falta de representación política. La discriminación, junto con las profundas desigualdades que persisten en AL, genera así una distancia inaceptable en los indicadores de acceso a bienes y servicios de la población afrodescendiente; distancia que se incrementa muy especialmente si se consideran las mujeres afrodescendientes y también las indígenas. 2 Las mujeres afrodescendientes soportan discriminaciones basadas en el género, la etnia, las jerarquías sociales y, en muchos casos, en la pobreza. Son especialmente sensibles a la discriminación compuesta -resultado de la interacción entre dos o más formas de discriminación- que genera formas de exclusión o de restricción del ejercicio de sus derechos que profundizan y agravan la situación de discriminación preexistente en todos los campos, y en lo que aquí interesa, en el ámbito político. 1 Proyecto regional PNUD Población afrodescendiente de América Latina I y II : Varios autores. Situación socioeconómica de la población afroecuatoriana en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, 2010; Situación socioeconómica de la población afrocolombiana en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, 2010; Los derechos de la población afrodescendiente de América Latina. Desafíos para su implementación, 2011; Análisis de la situación socioeconómica de la población afroperuana y de la población afrocostarricense y su comparación con la situación de las poblaciones afrocolombiana y afroecuatoriana, 2012; Visibilidad estadística. Datos sobre población afrodescendiente en censos y encuestas de América Latina,2012. Versión on line en www.afrodescendientes-undp.org. 2 Atal, Juan Pablo; Ñopo, Hugo; Winder, Natalia. New Century, Old Disparities: Gender and Ethnic Wage Gaps in Latin America. IDB Working Paper Series Nro. IDB-WP-109, 2009. 1
Todo ello obstaculiza su acceso a una ciudadanía plena, esto es, a la materialización de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, encontrándose así en lo que Martín Hopenhayn ha denominado situación de pre-ciudadanía o de ciudadanía incompleta : los derechos económicos, sociales y culturales se vinculan estrechamente con los derechos civiles y políticos. Porque mientras mayor sea el acceso de las personas a activos, prestaciones y reconocimiento, más posibilidades tendrán de participar en las instituciones políticas, de ejercer su libertad para emprender proyectos propios y de mejorar sus capacidades para el diálogo público y la participación en las asociaciones civiles y el intercambio cultural. A su vez, una mayor libertad de expresión y de asociación y una mayor igualdad en el ejercicio de los derechos políticos permite una presencia más significativa de los grupos excluidos en las decisiones que inciden en las políticas que favorecen su acceso al bienestar y al reconocimiento. 3 Aunque las democracias de los países de AL muestran tendencias que implican un avance alentador en la participación política de las mujeres, ello no ocurre de igual forma en el caso de las mujeres afrodescendientes. En efecto, se observa que, desde la década de 1990 hasta la fecha, doce países de América Latina (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela) han adoptado leyes de cuota para aumentar la presencia de mujeres en las listas de candidatos a los órganos legislativos nacionales. Distintas organizaciones partidarias han impulsado medidas de acción afirmativa, así como la creación de unidades de género dentro de sus estructuras. La representación de las mujeres ha crecido en buena parte de los órganos legislativos, y algunos de ellos lideran el ranking internacional de presencia de mujeres en los parlamentos. Además, se han creado comisiones especializadas y bancadas femeninas para el tratamiento de proyectos sobre asuntos de género en varias legislaturas de la región. En el ámbito de poderes ejecutivos, el triunfo de algunas mujeres políticas, como Michelle Bachelet en Chile, Cristina Fernández en Argentina, Laura Chinchilla en Costa Rica y Dilma Rousseff en Brasil, profundizaron durante la última década un período de feminización de las presidencias. Sin embargo, no ha sido ése el caso de las mujeres afrodescendientes, que no han accedido en igual proporción a los espacios de poder político y de toma de decisiones; tampoco se encuentra información sobre su incidencia política, hallándose subrepresentadas en los niveles de gobierno de los ámbitos regionales, nacionales y locales. Mala Htun afirma: Las mujeres afrodescendientes se hallan incluso más subrepresentadas que los afrodescendientes como un todo y que las mujeres como un todo. Por ejemplo, ellas ocupan apenas un 1% de los escaños en la Cámara de Diputados en Brasil y ninguno en la 3 Hopenhayn, Martìn. Derechos sociales, deudas pendientes y necesidad de un nuevo pacto social. 2007. Notas de Población Nº 85, pp. 15-30. Santiago de Chile, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). 2
Cámara de Representantes de Colombia, a pesar de que constituyen el 25% y el 6% de la población total de sus países respectivamente. (Página 5) En Brasil país donde las cifras abundan había un total de 44 diputados federales negros elegidos en 2010 (para el período 2010-2014), de un total de 514, es decir, 9% del total. Esta cifra incluye a siete mujeres afrodescendientes. En 2006 se había elegido a 46 diputados negros, solo tres de ellos mujeres. ( ) Entre el 2006 y 2010, no se eligió ninguna mujer negra al Senado brasileño, si bien el número total de mujeres en general se disparó de cuatro a 13. (Página 14) En Colombia, en 2011 los afrodescendientes apenas si constituían el 4% de los miembros de la Cámara de Representantes (siete de 166) y 2% del Senado (dos de 102), ninguno de ellos mujer. En total, las mujeres constituían el 13% de los Representantes a la Cámara y el 16% de los Senadores. (Página 16) 4 Cuestiones como el sistema de funcionamiento interno de los partidos políticos y la falta de recursos económicos para formalizar candidaturas eficaces a puestos políticos, dificultan especialmente su entrada a los parlamentos de AL. Una de las investigaciones realizadas por el Área de Práctica de Género del Centro Regional PNUD, en 2010 fue el Informe sobre la diversidad en los parlamentos de América Latina y el Caribe cuyo objetivo era visibilizar la necesidad de avanzar en la integración del enfoque de género y del de diversidad en los parlamentos de la región tanto en el nivel de la representación como en el del quehacer legislativo. Este estudio muestra la inexistencia de información sobre identidad étnica, lo que impide que la ciudadanía de los países de AL conozca cómo sus parlamentos reflejan la diversidad étnica y cultural de su sociedad, pero también la poca coordinación que existe entre las propuestas que se impulsan desde las diferentes comisiones específicas. Si bien no hay suficientes datos de cada uno de los países de AL, la escasa información hace suponer que han sido mayores los avances de las mujeres afrodescendientes en lo que respecta a su posicionamiento en los poderes ejecutivos de la región. Varios institutos nacionales de la mujer están actualmente presididos por mujeres afrodescendientes, como es el caso de Costa Rica, Panamá y Uruguay. En el tema de la incidencia política, en un sentido amplio, tampoco hay muchos datos acerca de la intervención de las afrolatinoamericanas en la construcción de su agenda propia y en la negociación con las autoridades y las instituciones públicas que puedan implementar esa agenda. La incidencia, la participación y la representación políticas son, sin embargo, fundamentales para evitar distintas formas de discriminación, ya que permiten a los grupos infrarrepresentados y discriminados hacer oír su voz en los ámbitos de adopción de decisiones, garantizando así que sus derechos e intereses estén defendidos en todas las instancias políticas. Como exigen las propias mujeres afrodescendientes en su diversidad, se deben ampliar sus oportunidades para incidir en la formulación y la implementación de políticas públicas que 4 Htun, Mala. Desventaja interseccional e inclusión política: cómo lograr que un mayor número de mujeres afrodescendientes ocupe cargos de elección en América Latina, Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, 2012. 3
incorporen la inclusión de la dimensión étnico-racial en intersección con la de género. Del mismo modo, es necesario generar estrategias y fortalecer espacios para la incidencia, de forma que se garantice el ejercicio de sus derechos y plena ciudadanía. Las instituciones internacionales no han sido ajenas a estas exigencias. Para Naciones Unidas, la igualdad y la no discriminación son objetivos esenciales para logar una ciudadanía plena, tal como se ha manifestado en distintos foros. Desde la Declaración Universal de Derechos Humanos, son muchos los documentos internacionales que incluyen la garantía de igualdad y no discriminación, y que contienen cláusulas específicas para mujeres y para población afrodescendiente: el Pacto internacional de derechos civiles y políticos, el Pacto internacional de derechos, económicos, sociales y culturales, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), la Convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial (CERD), la Convención de los derechos del niño, la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, la Convención sobre trabajadores migrantes y sus familiares, la Convención relativa a la lucha contra las discriminaciones en la esfera de la enseñanza, entre otros. Más específicamente, la Conferencia mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia de Durban (Sudáfrica) en 2001 y la Conferencia de examen de Durban, que se llevó a cabo en Ginebra (Suiza) en 2009, representan un esfuerzo de Naciones Unidas para la prevención y la sanción de la discriminación racial, queriendo crear un fundamento para que los estados aborden la igualdad étnico-racial y de género desde una perspectiva de efectividad de los derechos de todas las personas, y buscando que se produzcan cambios legales, socio-culturales y de políticas que reviertan las desigualdades persistentes. La Conferencia de Durban permitió que se intensificaran las reflexiones y el análisis para el abordaje de la interconexión entre raza/etnia/género, con el objetivo de incorporar ese marco de análisis a los diagnósticos, las consultas, los debates, las publicaciones y, finalmente, a las políticas públicas. Con ello se desean cambios estructurales que incorporen a la dinámica del poder a todos los grupos tradicionalmente relegados del mismo, para la profundización y el avance hacia una democracia auténtica, y especialmente, participativa e inclusiva. 5 Entre las medidas propuestas en Durban se insta a promover la participación en la adopción de decisiones políticas, económicas, culturales y sociales, en todas sus fases de elaboración, de las personas y los grupos que son víctimas del racismo y la discriminación racial. Igualmente, se promueve que los sistemas políticos y legales reflejen la diversidad de género y la multiculturalidad y mejoren las instituciones democráticas a fin de que fueran más participativas. 5 En el párrafo 69 de la Declaración, se expresa lo siguiente: Estamos convencidos de que el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia se manifiestan en forma diferenciada para las mujeres y las niñas, y pueden ser factores que llevan al deterioro de sus condiciones de vida, a la pobreza, la violencia, las formas múltiples de discriminación y la limitación o denegación de sus derechos humanos. Reconocemos la necesidad de integrar una perspectiva de género en las pertinentes políticas, estrategias y programas de acción contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia a fin de hacer frente a las múltiples formas de discriminación. Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia de Durban, Declaración y Programa de Acción de Durban, Doc. A/Conf. 189/12, de fecha 31 de agosto a 8 de septiembre de 2001. 4
En 2006 la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) reconoció la necesidad de avanzar en la reflexión y el análisis en materia de discriminación étnica racial y de género. 6 El desarrollo humano sostenible y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio avalan el objetivo de promover una nueva ciudadanía plena e inclusiva, a partir de la equiparación de derechos y del respeto a la especificidad de distintos grupos poblacionales, como las mujeres afrodescendientes. En esta línea, el Informe 2012 sobre los Objetivos del Milenio, establece: El objetivo de alcanzar la igualdad entre los géneros también sigue sin cumplirse, con amplias consecuencias negativas, ya que alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio depende en gran medida del empoderamiento de la mujer y de un acceso de las mujeres, en condiciones de igualdad, a la educación, al trabajo, al cuidado de la salud y a la toma de decisiones. 7 En la región, existen antecedentes que muestran la preocupación de las mujeres afrodescendientes por acceder a los espacios de poder, y entre ellos se halla el Encuentro y conferencia regional Poder y participación política de las mujeres afrodescendientes que se realizó en Costa Rica los días 26 y 27 de julio de 2011. En ese Encuentro se trataron las temáticas del poder y la participación política de las mujeres afrodescendientes; como resultado de las discusiones e intercambios que se sostuvieron, se llegó, entre otras, a las siguientes resoluciones: Exigimos profundizar en todos los esfuerzos para erradicar el racismo y el sexismo que ha colocado históricamente a las mujeres afrodescendientes en una situación de exclusión social, política y económica. Denunciamos que pese a nuestro liderazgo social y comunal, los espacios de poder político a los que accedemos son muy escasos, limitando sustancialmente nuestra posibilidad de transformar esta realidad y salir del rezago histórico en el que hemos sido colocadas nosotras y nuestras comunidades. Reconocemos nuestro rol protagónico para romper el estancamiento político y económico que enfrentamos las mujeres afrodescendientes y nuestras comunidades como llave estratégica para garantizar democracia a las personas afrodescendientes. 8 6 Las investigaciones ( / ) que prestan atención al género, la raza, la etnia o la clase social son escasas, más aún las que establecen la vinculación entre estas dimensiones y la pobreza. Por esto, no sólo es necesario generar un intercambio de experiencias y conocimiento pensando en las intersecciones entre etnia, raza, género y clase social, sino también sistematizar y generar nuevos conocimientos y metodologías de análisis que den cuenta de los impactos de las políticas económicas y sociales sobre mujeres y hombres, y que reflejen cómo interactúan las desigualdades de género, raza, etnia y clase social. CEPAL, Informe de la Reunión de Especialistas, Género, pobreza, raza, etnia: Estado de la Situación en América Latina, Chile, 2006. 7 Organización de Naciones Unidas, Objetivos de Desarrollo del Milenio. Informe 2012, New York, 2012, pág. 3: Ban Ki-Moon, Prólogo. 8 Encuentro y Conferencia Regional: Poder y Participación Política de las Mujeres Afrodescendientes, convocado por la Organización Negra Centroamericana (ONECA) y la Asociación para el Desarrollo de las Mujeres Negras Costarricenses (Centro de Mujeres Afrocostarricenses). Carta por el poder y la participación política de las mujeres afrodescendientes. Costa Rica, 26 y 27 de julio de 2011. 5
Encuadre de la actividad El proyecto regional PNUD Población afrodescendiente de América Latina II (PAAL2), en concordancia con el Plan Estratégico del PNUD y el Programa Regional de la Dirección Regional para América Latina y el Caribe (RBLAC/PNUD 2008-20013), fomenta la ampliación de la ciudadanía, mediante la participación inclusiva, de las poblaciones afrodescendientes latinoamericanas y el reconocimiento efectivo de sus derechos. En ese marco y como parte de sus actividades, el proyecto promueve la profundización y la ampliación de la formación política de las mujeres líderes afrodescendientes de América Latina, así como el fortalecimiento de sus redes, y todo ello como forma de aumentar su incidencia política para el avance en una ciudadanía plena; esto es, aquella que implica no solo el cumplimiento de sus derechos civiles y políticos, sino también el de los derechos económicos, sociales y culturales. Además de los diversos estudios realizados a instancia del PAAL2 relativos a la situación socio económica de las población afrodescendiente de América Latina, se concluye que los indicadores sociales que se encuentran más rezagados en la región se refieren a esa población y muy especialmente a las mujeres, sin que se comprueben avances muy sustantivos en la superación de las brechas socioeconómicas existentes entre la población afrodescendiente y la no afrodescendiente, y menos aún en los indicadores relativos al género. Incrementar la participación política de las mujeres en América Latina y el Caribe y promover agendas legislativas de igualdad han sido dos de las líneas de trabajo del Área Práctica de Género del Centro Regional del PNUD desde 2009. Para ello, se han impulsado diversas iniciativas nacionales y regionales entre las que destacan: la creación de espacios de intercambio, diálogo y construcción de agendas legislativas interpartidarias entre mujeres parlamentarias en los niveles naionales y regional; el desarrollo de capacidades internas en los parlamentos para incorporar el enfoque de género en el trabajo legislativo (políticas y planes de género, apoyo a unidades técnicas, comisiones y bancadas); la sistematización continua de experiencias para el aprendizaje regional; 9 el diseño y el desarrollo de propuestas metodológicas novedosas como, por ejemplo, el sistema regional de alertas para la participación política de las mujeres; el apoyo a procesos de comunicación e incidencia para impulsar reformas políticas que favorezcan la participación política de las mujeres, y el avance hacia la paridad y la generación de investigaciones regionales sobre la temática. Actualmente el Área está trabajando en una serie de marcos conceptuales y metodológicos para integrar mejor los enfoques de igualdad de género y de interculturalidad. En ese orden de ideas, resulta pertinente reflexionar sobre la situación social, económica y política de las mujeres afrodescendientes e incentivar la construcción de estrategias para la efectividad de su plena ciudadanía. Para ello, en los días 16 y 17 de julio de 2013, se llevará a cabo en la ciudad de Panamá el Foro regional de reflexión estratégica MUJERES AFRODESCENDIENTES Y ACCIÓN POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA: Hacia la construcción colectiva de una agenda común. 9 Disponibles en www.americalatinagenera.org 6
El proyecto regional PNUD PAAL2 es organizador y coordinador del Foro y cuenta con el apoyo estratégico del Área Práctica de Género del Centro Regional del PNUD para América Latina y el Caribe. La igualdad y la no discriminación es un principio fundamental del mandato del PNUD. Tanto el PAAL2, como el Área Práctica de Género del PNUD regional, coinciden en la necesidad de un aumento del número de mujeres afrolatinoamericanas en la arena política y en los espacios de toma de decisión de los países de la región. Sólo de esa manera podrán participar activamente en la promoción de medidas afirmativas a favor de la toma de decisiones que afectan su vida, sus expectativas y sus derechos. Su estatus y sus oportunidades se encontrarán limitadas si no se da un fortalecimiento de su liderazgo, de su capacidad de incidencia política y de su presencia en los poderes del Estado, en los espacios ciudadanos y en los partidos políticos, y siempre desde una perspectiva étnica y de género. Objetivos del foro, protagonistas y temas a tratar El Foro MUJERES AFRODESCENDIENTES Y ACCIÓN POLÍTICA EN AMÉRCA LATINA tiene como objetivo general contribuir a definir estrategias efectivas y prácticas que faciliten una mayor incidencia política de las mujeres afrolatinoamericanas. Para ello, ofrecerá un escenario de diálogo que permita a las participantes intensificar el intercambio de ideas, prácticas y estrategias para la consecución de la incidencia política. Los objetivos específicos del Foro son: intercambiar aprendizajes: generar un diálogo reflexivo y un análisis estratégico respecto las acciones utilizadas por mujeres políticas afrodescendientes para su acceso al poder político, especialmente, después de la Conferencia de Durban, buscando visibilizar, compartir y transferir experiencias, estrategias y soluciones; acumular conocimiento: a partir de la puesta en común, rescatar conocimiento que facilite a las mujeres afrolatinoamericanas prosperar en su acceso a instancias de poder y de decisión política; proponer acciones para avanzar: esbozar una ruta estratégica que permita avanzar en la agenda política de las mujeres afrolatinoamericanas y que facilite la instalación en el Estado de temas de igualdad racial, socioeconómica y de género. Las protagonistas del Foro serán mujeres afrodescendientes, provenientes de todos los países de AL que cubre el proyecto regional, activas en la vida política por estar, o haber estado, situadas en alguno de los tres poderes del Estado nacional o de los Estados provinciales / estaduales / municipales, o en cargos ejecutivos de los partidos políticos de los países de la región, o en puestos de las administraciones públicas; en este contexto, se entiende la vida política como un entramado complejo que incluye espacios donde se ejerce el poder en sentido amplio, con 7
influencia colectiva, autoridad, reputación o capacidad de interlocución con los poderes públicos establecidos. Serán mujeres que, además, hayan demostrado su interés en trabajar para producir cambios y mejoras que faciliten, propicien e incrementen la incidencia política de las mujeres afrodescendientes en los espacios de toma de decisión de los diversos países. Temáticamente, el seminario abordará los siguientes asuntos: Análisis del camino recorrido por el movimiento de mujeres afrodescendientes de AL desde la Conferencia de Durban de 2001: avances y desafíos. Lógica de acceso al poder político: modos efectivos, ámbitos preferentes y temáticos clave del poder político para contribuir a la igualdad racial, la igualdad de género y la igualdad socioeconómica. Diseño de una ruta de incidencia política que incorpore de manera sistemática las demandas y las prioridades de las mujeres afro latinoamericanas y que garantice su participación en todas las estructuras de representación y poder. Son complejos los caminos para construir alternativas de cambio y respuestas que permitan la efectiva defensa de los derechos humanos de las mujeres afrodescendientes, así como la elaboración de políticas cuya meta sea, no solamente la búsqueda de una convivencia donde se admitan las diferencias pero no se toleren las desigualdades ni las discriminaciones, sino también la implementación de medidas afirmativas que las compensen y, en última instancia, las erradiquen. Mediante esta actividad el proyecto regional PNUD, PAAL2, llama a mejorar la participación y la inclusión de las mujeres afrodescendientes en todas las esferas de la sociedad, muy especialmente en su acceso al poder político, como medio y herramienta para la profundización de su plena ciudadanía y la de la sociedad en general. Panamá, 12 de junio de 2013 8