Nuevos horizontes. Son las siete de la mañana y como cada miércoles, Magdalena Galván, baja las escaleras para dirigirse al trabajo. Antes de salir por el portal, para en el buzón para recoger el correo. Al abrir la puerta encuentra lo de siempre: publicidad, la temida factura de la luz y su cara un tanto seria por el hecho de que tiene que ir a trabajar, comienza a esbozar una leve sonrisa. A podido ver entre la publicidad una postal de su amiga Sonia. Pensó: - A ver!-. Con impaciencia, se dispuso a leer la postal contenta y a la vez con cierta envidia, de la llamada sana, porque su amiga de todo corazón, de siempre y su confidente, se había ido a vivir a Costa Rica con su novio José, un adinerado empresario costarricense que se dedicaba a la exportación de fruta. Salía ya por el portal con todos los folletos publicitarios, la factura de la luz y la postal. Su intención era tirar todo a la papelera menos, claro está, la postal y la factura que por otra parte, ni siquiera quiso abrir. Al cerrar la puerta del portal se le cayeron todos los papeles al suelo y en voz baja como para sí, dijo: - joder! vaya porquería de buzoneo dichoso-. Refunfuñando por su torpeza, se dispuso a recoger los papales del suelo, fue entonces cuando vio el recibo de correos de color amarillo, el que suelen dejar los carteros cuando no pueden entregar correspondencia certificada. - qué es esto?-. Cuando recogió del suelo el albarán de correos y se dispuso a leerlo, no tenía claro de qué se podría tratar, pero pensó que debía ser alguna multa de tráfico o algún impuesto, en fin malas noticias en cualquier caso. Fue por este pensamiento y porque no quería que una mala noticia le amargase el día que le había alegrado la suerte de su amiga Sonia, por lo que decidió no prestar mucha atención al albarán, aunque pensaba recogerlo a las doce, que era cuando tenía la hora libre en el trabajo. Magdalena era auxiliar administrativo y trabajaba como secretaria en una gestoría, el sueldo que recibía no era mucho pues se trataba de una PYME con tan sólo tres trabajadores contándola a ella. A pesar de ello no se encontraba mal en ese lugar, estaba 1
cerca de casa, tenía todos los fines de semana y festivos nacionales libre y además los viernes. Administrando bien su salario y la ventaja que le daba vivir en una casa que era de la familia y a la vez estar sola, solía salir a hacer turismo rural al menos dos fines de semana al mes con su amiga Sonia, aunque muy a su pesar eso ya iba a cambiar y debía buscarse una nueva pareja. Quién sabe lo que el destino podría depararla, tal vez encontrase al hombre ideal para ella, pues hasta ahora no había tenido suerte con los que había conocido. A las doce y diez le dijo a su jefe: -Juan Carlos, salgo a tomar algo y a hacer unos recados, a mi hora estoy de vuelta-. -Ok, has dejado preparadas las nóminas del bazar de los chinos?-. -Sí-, respondió Magdalena. Tras un paseo de diez minutos a la oficina de correos, Magdalena llegó y solicitó la carta certificada, tras las firmas correspondientes, pudo leer en el sobre: Ilustre Colegio de Notarios y Albaceas. Se quedó extrañada y nada mas salir de la oficina se paró en la puerta y abrió el sobre, la curiosidad era cada vez mayor y según iba leyendo el documento su cara comenzó a reflejar sorpresa, sus manos comenzaron a sudar, su respiración se volvió irregular y sus pupilas casi ocupaban todo su iris. Cuando terminó de leer la carta, comenzó a sonreír faltándole la respiración, bajó los brazos y se echó una mano al pecho como buscando calmarse a sí misma. En voz alta dijo: -No me lo puedo creer, esto si que es una sorpresa-. Tras ello se dirigió a una cafetería que había al lado del trabajo, pidió un café e inmediatamente llamó a una tía suya. -Tía, soy Magdalena, cómo estás?-. -Hola Magdalena hija, qué sorpresa?-. Magdalena sonrió y le dijo: -Tía te llamo porque he recibido una carta del tío Jorge en la que afirma que en su testamento me ha dejado en herencia la casa de Las Hoces y la verdad es que no me lo esperaba, tras su muerte yo suponía que sus hijos heredarían todo-. A su tía, que no conocía la noticia, no se sorprendió tanto y dijo: -Bueno, hija, tal vez no lo sepas pero sus hijos tenían graves disputas por la herencia, no conseguían ponerse de acuerdo con varias de las pertenencias y como el tío te tenía bien considerada y habías pasado allí largo tiempo en tu infancia, supongo que decidió dejarte la casa a ti. Además, que sus hijos ya tienen 2
bastante con lo que les dejó-. -Pero que sorpresa tía, en fin que me quedo sin palabras-. Tras unos instantes de silencio preguntó: - tu sabes cómo está la casa?, hace más de un año que no voy-. Su tía contestó: -la casa está perfectamente la reformaron el año pasado y sacaron cuatro dormitorios cada uno con su baño, un salón grandísimo, un recibidor que casi parece un salón, una hermosa cocina y un cuarto como para almacén o algo así-. Su tía continuó: -lo único que tendrías que hacer es arreglar el jardín un poco, porque hasta el cobertizo de fuera está en perfecto estado-. Magdalena según iba escuchando, se quedaba cada vez más perpleja y al final concluyó: -Tía, te gustaría acompañarme a verla cuando arregle todos los papeles en el notario?-. Su tía contestó: -Cuenta con ello-. La conversación acabó con las despedidas correspondientes y Magdalena volvió al trabajo. Unos días después ya tenía las escrituras de la propiedad a su nombre y la casa por fin era suya oficialmente. En los días previos ya había estado pensando lo que hacer con una casa tan grande. Lo primero que le pasó por la cabeza como un pensamiento fugaz al que no se le debe hacer mucho caso, fue venderla, pero enseguida se dio cuenta que era de muy mal gusto y una falta de respeto para su difunto tío vender una propiedad que acababas de heredar. Entre tantos pensamientos uno que le había estado rondando de forma recurrente era montar una casa rural para los fines de semana y los festivos, ella no trabajaba y podría estar pendiente en ese tiempo. Además de este modo, le podía sacar un rendimiento económico y encontrar algo que hacer ahora que su amiga Sonia ya no podía acompañarla. El empujón definitivo para aventurarse con la casa rural le vino de su tía que gustosamente la animó diciéndola que solamente tenía que invertir en muebles y en arreglar el jardín. Así que Magdalena se animó y al poco tiempo ya había conseguido elaborar un presupuesto de lo que le podían costar los muebles para las habitaciones, la cocina, la decoración y arreglar el jardín. La suma total ascendía a poco más de veinticinco mil euros. 3
Esa cantidad había pensado financiarla solicitando un préstamo a un banco y después de mucho buscar, las condiciones más favorables que había podido conseguir eran con un interés del Euribor más el 0,89. Estas condiciones le suponían pagar una cuota de unos trescientos euros al mes durante 10 años. Además sabía solicitado una estimación de consumos a las compañías de la luz, el gas y del agua y obtuvo un consumo estimado mensual en euros de: 500 euros, 250 euros y 150 euros, todo ello aproximado. Al principio no era su intención ofrecer servicio de restauración, tan sólo desayunos, por lo que ella creía que con una chica que la ayudase con las tareas de limpieza pagándola a diez euros por hora podría servir, pero sí quería tener a esa empleada en nómina por lo que tendría que contar con unos 250 euros más de gastos mensuales en Seguridad Social a parte del salario de la empleada. Lo que Magdalena desconocía eran los gastos que podría tener en publicidad, IBI, basuras, impuestos y papeleos, así que como era una buena administrativa, calculó que debía ingresar un 10% más al mes de los gastos que ya sabía, para que no tuviese problemas. Además ella intuía que no todo el año tendría lleno y esperaba que en el mes de julio y agosto tener una ocupación casi completa, no sólo los fines de semana sino también los días entre semana. SE PIDE: 1. Construye un Plan de viabilidad económica y financiera a pequeña escala en la que tengas en cuenta los aspectos más importantes de dicho plan en función de las características mostradas en la redacción del caso. Debes indicar: 1.1 Gastos mensuales y anuales. 1.2 Diseñar un plan de explotación del negocio para cubrir dichos gastos en el que detalles servicios a ofrecer. 1.3 Establecer precios y estimación de ocupación. 4
1.4 Determina un plan de financiación para la viabilidad del negocio. Busca información en los bancos para establecer el tipo de créditos disponibles, las líneas de ayuda, etc. 5