Guía para el ahorro energético en el hogar

Guía para el ahorro energético en el hogar

Guía para el ahorro energético en el hogar WWF/Adena Gran Vía de San Francisco, 8-D. 28005 Madrid Tel.: 91 354 05 78. Fax: 91 365 63 36 www.wwf.es Textos: Evangelina Nucete Edición: Amaya Asiaín e Isaac Vega Diseño: Eugenio Sánchez-Silvela y Amalia Maroto Foto portada: Shutterstock Photos Fotos interior: Carlos G. VALLECILLO/WWF-Canon, Fotolia, Andrew KERR / WWF-Canon, Isaac VEGA / WWF, Shutterstock Photos Más información sobre ahorro energético en el hogar en www.wwf.es y http://topten.wwf.es Impresión: Artes Gráficas Palermo, S.L. Depósito Legal: Publicado en julio de 2008 por WWF/Adena (Madrid, España). WWF/Adena agradece la reproducción de los contenidos del presente documento (a excepción de las fotografías, propiedad de los autores) en cualquier tipo de medio siempre y cuando se cite expresamente la fuente (título y propietario de copyright). Texto: 2008, WWF/Adena. Todos los derechos reservados.

ÍNDICE 1. Introducción 2 2. La calidad energética de la vivienda 5 3. Ahorrar energía en climatización 6 4. Agua caliente y energía 12 5. En la cocina 14 6. Lavar y secar la ropa 18 7. Iluminación 20 8. Medios audiovisuales 24 9. Stop al standby 27 10. Pequeños electrodomésticos 28 11. Al desplazarte 29 12. Para saber más 31 13. Bibliografía y links de interés 32 1

1 Los expertos señalan que para evitar un cambio climático peligroso e impredecible, la temperatura media global no debe aumentar más de 2ºC con respecto a los niveles preindustriales. Para conseguirlo, los países desarrollados deben reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero al menos un 30% para 2020 y un 80% para 2050, con el fin de evitar daños irreparables en los ecosistemas, la economía y las poblaciones humanas. INTRODUCCIÓN El cambio climático constituye actualmente el problema más grave que afronta la humanidad, con consecuencias sociales, económicas y medioambientales de gran magnitud. La raíz del problema se encuentra en la manera en que nuestra sociedad actual produce y consume energía, procedente mayoritariamente de la quema de combustibles fósiles, y en cuya producción se liberan enormes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera (fundamentalmente dióxido de carbono o CO 2 ), que son los principales precursores del cambio climático. La existencia del cambio climático y la influencia de la acción humana es inequívoca, tal y como señala el último informe presentado por los expertos del Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (IPCC). En los últimos cien años la temperatura media del planeta ha aumentado 0,74º C, y numerosos sistemas naturales y humanos ya se están viendo afectados por las consecuencias de este calentamiento. En la región mediterránea las previsiones apuntan a que se producirá un aumento del riesgo de olas de calor, sequías e incendios forestales, afectando a los recursos hídricos disponibles y a sectores tan importantes para nuestra economía como el agrario o el turismo. 2

La única solución real al problema del cambio climático consiste en reducir drásticamente las emisiones de CO 2 asociadas al consumo de energía, y para ello es imperativo frenar el crecimiento desbocado del consumo de energía e implantar una cultura energética basada en el ahorro, el uso de tecnologías más eficientes y fuentes de energía renovables. Por qué una guía para ahorrar energía dirigida a los hogares? En los hogares españoles se consume cerca de un tercio de toda la energía del país, ejerciendo un efecto muy directo sobre las emisiones totales de CO 2. Las familias ejercen un efecto muy directo sobre el consumo de energía en nuestro país y, por lo tanto, sobre las emisiones totales de CO 2. Actualmente, los más de 14,5 millones de hogares que hay en España consumen aproximadamente el 30% de toda la energía nacional. Este consumo, que no ha dejado de aumentar en los últimos años como consecuencia del mayor equipamiento de las viviendas, se reparte entre la demanda de energía de la propia vivienda (18%) y el uso del coche particular (12%). 0,4% 9,0% 10,8% Distribución emisiones CO 2 de origen 12,0% 26,2% Otros Horno eléctrico Pequeños electrodomésticos 4% electrodomésticos 11% 7% 41,7% Calefacción Agua caliente Electrodomésticos Cocina Iluminación Aire acondicionado Frigorífico 18% Iluminación 18% Calefacción 15% TV 10% Lavadora 8% Cocina eléctrica 9% Distribución del consumo energético y eléctrico en los hogares españoles. Fuente: IDAE, 2007 3

Ahorra energía y reduce tus emisiones Nuestra actitud a la hora de consumir energía es clave en la solución del cambio climático, ya que un consumo más responsable nos ayudaría a reducir la demanda energética y, con ello, las emisiones de CO 2 resultantes. Sin embargo, la factura energética de los hogares sigue teniendo escaso peso en el gasto familiar y desincentiva la adopción de hábitos de consumo más racionales. Todavía son muchas las personas que desconocen o no valoran suficientemente las ventajas económicas y ambientales que conlleva la adquisición de equipos de bajo consumo energético. Evitar los derroches innecesarios y consumir energía de forma más eficiente, bien sea a través de un cambio de hábitos o bien mediante el uso de equipamientos de menor consumo, son la esencia de esta nueva cultura energética necesaria para lograr un futuro más sostenible. Conviértete en defensor del clima con WWF/Adena! En las próximas páginas te damos información y prácticos consejos para que puedas empezar, desde hoy, a reducir el gasto energético y las emisiones de CO 2 de tu hogar y marcar la diferencia. El potencial de ahorro energético y económico del sector de la edificación supera el 30% con la introducción de mejoras en el diseño de los nuevos edificios y reformas de los existentes, y el empleo de sistemas energéticos más eficientes. Tu aportación cuenta, y mucho Todos tenemos la oportunidad de aportar nuestro pequeño granito de arena para frenar el cambio climático. Cada pequeña acción cuenta, y gracias a la suma de muchos pequeños esfuerzos como el tuyo podremos conseguirlo. 4

2LA CALIDAD ENERGÉTICA DE LA VIVIENDA Cerca del 75% del consumo total de energía de las viviendas se debe a los sistemas de calefacción y refrigeración, a la producción de agua caliente sanitaria y a los equipos de iluminación, lo que hace de los edificios uno de los elementos de las ciudades con mayor gasto energético. Es importante considerar la calidad energética del edificio cuando compremos, reformemos o alquilemos una vivienda. Tener presente este punto nos evitará desagradables sorpresas a la hora de pagar la factura energética a lo largo de todos los años que vivamos en ella, y de tener que recurrir al poco tiempo a la compra de sistemas auxiliares que nos ayuden a refrigerar (o calentar en su caso) el ambiente de nuestra casa o lugar de trabajo. El nuevo Código Técnico de la Edificación recoge los requisitos mínimos en materia de eficiencia energética que tienen que cumplir los edificios y sus instalaciones, entre los que se encuentran mayores exigencias en materia de aislamiento, iluminación, instalaciones de calefacción y aire acondicionado, así como el empleo de energías renovables para el abastecimiento energético de los edificios, con la obligatoriedad de incorporar instalaciones térmicas solares para producir agua caliente. Estas medidas contribuirán a reducir gran parte del consumo energético de las instalaciones fijas de los edificios y, con ello, las emisiones de gases de efecto invernadero ocasionadas por las mismas. Desde 2007, los edificios de nueva construcción y los que se rehabiliten deben obligatoriamente disponer de un certificado energético que informe a los propietarios e inquilinos sobre el consumo y las emisiones de CO 2 del mismo, generados por las instalaciones de calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria e iluminación. Con medidas de bajo o nulo coste, entre las que se cuentan las buenas prácticas en el uso de la energía, podemos reducir nuestro gasto energético entre un 10% y un 40%. 5

A través de cada m 2 de vidrio se escapa entre 3 y 4 veces más energía que por cada m 2 de pared. 3 AHORRAR ENERGÍA EN CLIMATIZACIÓN Cerca de la mitad de la factura energética de las viviendas españolas se destina a calefacción y refrigeración. Esta demanda de energía viene determinada por factores como la zona geográfica, el clima, la calidad constructiva del edificio y del aislamiento del edificio, la eficiencia de las instalaciones y los usos que hagamos de todo ello. Energéticamente ineficiente Energéticamente eficiente Consejos para ahorrar energía Mejorando el aislamiento de la vivienda se puede ahorrar entre un 25% y un 35% de las necesidades de calefacción y refrigeración. Si además cuenta con un buen diseño bioclimático, estos ahorros pueden llegar al 80%. 6 Para ahorrar energía en climatización, empieza por mejorar el aislamiento de tu vivienda: evitarás ganancias y pérdidas innecesarias de calor. Un edificio que esté mal aislado se calentará más y más rápido en verano, mientras que en invierno necesitará consumir mucha más energía en calefacción para mantener la temperatura interior más o menos estable. Fachadas, muros exteriores, paredes entre habitaciones y viviendas contiguas, techos, todos ellos deben estar bien aislados, y muy especialmente las cubiertas de los edificios, por donde se producen más ganancias y pérdidas de calor (de ahí que los áticos sean más fríos en invierno y más calurosos en verano).

Presta atención a las ventanas: Un tercio del gasto en calefacción se debe a las pérdidas de calor que se producen por ellas. Los sistemas de doble ventana consiguen reducir estas pérdidas a la mitad, en comparación con un acristalamiento sencillo. Una carpintería de marco de aluminio o hierro tiene grandes pérdidas térmicas por su alta conductividad, siendo preferibles los marcos de madera y las que tienen rotura de puente térmico. Otros factores importantes: El color de las fachadas y paredes. Los colores claros protegen mejor del calor, mientras que los más oscuros transmiten más calor al interior. La forma del edificio. Un edificio con formas compactas y redondeadas tiene menos pérdidas de calor que los que tienen más entrantes y salientes. Los bloques de viviendas demandan mucha menos energía que una vivienda unifamiliar aislada. La orientación del edificio. La orientación Sur es más soleada que la Norte. En las viviendas situadas en zonas cálidas, por ejemplo, los acristalamientos y cerramientos de mayor superficie deben tener una orientación Norte para evitar ganancias gratuitas de calor. Cada grado de más o de menos que programemos los equipos incrementa el consumo de energía un 7%, un auténtico derroche que no beneficia en nada a nuestra salud. Vegetación y elementos de agua en los alrededores. Un edificio así rodeado acumula mucho menos calor durante el día que si tiene sólo pavimento de asfalto o cemento. La presencia de vegetación enfría el ambiente e incrementa la humedad relativa del aire: en zonas arboladas se puede lograr una disminución de la temperatura entre 3 y 6 ºC. Los árboles de hoja caduca permiten que el Sol caliente el edificio en invierno y lo protejan en verano. Calienta tu casa de forma eficiente Aísla bien tu casa para evitar pérdidas innecesarias de calor. Usa sistemas de doble ventana y limita la entrada de frío poniendo burletes en puertas y ventanas: podrás reducir hasta un 10% tus necesidades de energía para calefacción. Por la noche baja las persianas y corre las cortinas. 7

Ajustando la temperatura de la calefacción a 19-21º C y con un buen jersey de manga larga podemos sentirnos más que cómodos en las épocas más frías del año. Por la noche una temperatura de 15º - 17º C es más que suficiente. Cierra la calefacción en las habitaciones vacías o que uses poco. Utiliza válvulas termostáticas en los radiadores y termostatos programables, puedes regular la temperatura y el apagadoencendido de la calefacción según tus necesidades. Normalmente es suficiente con encender la calefacción por la mañana. Por la noche apágala y no la enciendas hasta que hayas ventilado la casa y cerrado las ventanas. Diez minutos son suficientes para airear las habitaciones. Fuentes de energía recomendables para calefacción: Energías renovables. La energía solar térmica o la biomasa cubren total o parcialmente las necesidades de calefacción (y además también te proporcionan agua caliente). La energía solar térmica es un excelente complemento para aquellos sistemas de calefacción que trabajen a temperaturas por debajo de 60º C, como los de suelo radiante o los de fan-coil (los radiadores de agua convencionales, por el contrario, demandan agua a entre 60º y 80º C). Por su parte, las calderas de biomasa pueden emplearse tanto en sistemas individuales y colectivos como en redes de calefacción centralizada, ofreciendo rendimientos superiores a los sistemas convencionales (entre un 50 y un 80%). Combustibles fósiles. Es preferible el uso de gas natural por su mayor rendimiento energético: 90% frente al 79% del gasóleo, y las menores emisiones contaminantes. Las calderas más eficientes son las de de baja temperatura y las de condensación, que proporcionan un ahorro energético superior al 25%. 8

Electricidad. El uso de calefacciones eléctricas es totalmente desaconsejable dada su ineficiencia. Una excepción son las bombas de calor, que transfieren de 2 a 4 kwh de calor por cada kwh eléctrico consumido. Estos equipos son recomendables para viviendas situadas en lugares con inviernos moderadamente fríos, ya que su rendimiento comienza a disminuir con temperaturas exteriores inferiores a 6º-7 º C. Para producir cada kwh consumido ha hecho falta gastar 3 kwh de energía primaria. Cada kwh eléctrico producido genera, además, unas emisiones de CO 2 entre 2 y 2,5 veces mayores que un kwh térmico generado con gas o gasóleo. 9

Refresca tu casa de forma eficiente Un buen aislamiento es fundamental para evitar ganancias de calor innecesarias. Soluciones tan sencillas como instalar toldos, voladizos y otro tipo de protecciones solares son sumamente eficaces para reducir el nivel de insolación de la vivienda en las horas de más calor en verano. Ventila la casa en las primeras horas de la mañana y durante la noche, cuando el aire de la calle sea más fresco. Programando inadecuadamente el termostato lo único que conseguirás será malgastar inútilmente la energía y agarrar un buen catarro. Por motivos de salud, la diferencia de temperaturas con el exterior no debe superar los 12º C. 10 Un ventilador que mueva el aire de la habitación, preferentemente de techo, puede reducir la sensación de calor entre 3º y 5º C. Si vives en zonas del interior peninsular considera la opción de utilizar sistemas evaporativos que humedecen la atmósfera y refrescan algunos grados el ambiente. Si te resulta imprescindible instalar un equipo de aire acondicionado, WWF/Adena te recomienda que sigas estos consejos para hacer una elección eficiente y responsable con el planeta: A igualdad de potencia, los sistemas partidos o split (con una unidad exterior y otra interior) tienen mayores rendimientos que los sistemas compactos (con la unidad evaporadora y la condensadora en una misma carcasa). Mira siempre la etiqueta energética del aparato y escoge uno que tenga clase energética A, que consumen hasta un 60% menos que los modelos convencionales.

En nuestro Topten http://topten.wwf.es puedes consultar los aparatos de aire acondicionado más eficientes del mercado. Fíjate bien en el índice de eficiencia energética del equipo (EER) y asegúrate que tengan como mínimo los siguientes valores: Equipos compactos EER 3.0 Equipos split portátiles EER 3.2 Equipos split fijos con potencia de refrigeración hasta 4 kw EER 4.0 El índice de eficiencia energética (EER) es el resultado de dividir la potencia frigorífica proporcionada por el equipo y la potencia eléctrica consumida. Así, para un mismo número de frigorías, un equipo con mayor EER consumirá menos electricidad que otro con un índice más bajo. Equipos split fijos con potencia de refrigeración superior a 4 kw EER 3.5 Consulta con un profesional la potencia de refrigeración que necesitas y el tipo de aparato que mejor se ajusta a las necesidades particulares de tu vivienda. Asegúrate que incorpora la tecnología inverter, que permite ahorros de energía entre el 30%-50%. No olvides ajustar correctamente la temperatura del equipo de aire acondicionado, entre los 24ºy 26ºC, nunca por debajo de 22º C.. Haz un uso y mantenimiento correctos de la instalación: limpia periódicamente los filtros, cierra puertas y ventanas cuando tengas encendido el aire acondicionado y evita que los equipos estén expuestos directamente al sol o a cualquier otra fuente de calor. 11

4 AGUA CALIENTE Y ENERGÍA El agua caliente sanitaria es, después de la calefacción, el segundo punto que más energía consume en nuestros hogares. Con unas instalaciones eficientes y la adopción de buenas prácticas para reducir el consumo de agua caliente, podemos lograr importantes ahorros de estos dos recursos tan básicos en nuestras vidas. Qué sistema es mejor para calentar el agua? Los sistemas instantáneos (los típicos calentadores de gas o eléctricos) son los más habituales y a la vez los menos eficientes: calientan el agua en el momento en que ésta se demanda, por lo que se desperdicia una gran cantidad de energía y de agua hasta que alcanza el punto de consumo a la temperatura deseada. Los continuos encendidos y apagados incrementan notablemente el consumo. Los sistemas más eficientes son los de acumulación, que constan de un sistema que calienta el agua, un panel solar o una caldera, y un termoacumulador que almacena el agua y la mantiene caliente (los que tienen resistencias eléctricas son los menos recomendables desde el punto de vista energético y económico). De esta manera la caldera funciona de forma 12

más continua y eficiente y se evitan los continuos apagados y encendidos del sistema. Consejos prácticos para ahorrar agua caliente y energía Asegúrate de que el acumulador y las tuberías de distribución del agua caliente estén bien aisladas para reducir las pérdidas de energía. No uses más agua de la que verdaderamente necesitas. Cierra el grifo mientras te enjabonas, te afeitas o te lavas los dientes, y evita goteos y fugas: un grifo que gotea pierde alrededor de 100 litros de agua al mes. Una temperatura de entre 30º y 35º C es más que suficiente para sentirse cómodos en el aseo personal. Instala grifos monomando y coloca perlizadores en los grifos y en la ducha: ahorrarás hasta el 50% en tu consumo de agua. El uso de reguladores de temperatura en la ducha ahorra entre un 4-6 % de energía. Opta por una ducha rápida: consume cuatro veces menos agua y energía que un baño. Instala paneles solares térmicos en el tejado o en la azotea de tu edificio, con los que podrás cubrir hasta el 60% de tus necesidades de agua caliente. Un descenso de la temperatura del agua de 10 a 8 ºC durante el recorrido puede significar pérdidas de 116 kwh/año. 13

5 EN LA COCINA Mejor gas o electricidad? Las cocinas y los hornos de gas son mucho más eficientes desde el punto de vista energético que los eléctricos. Sin embargo, últimamente los usuarios domésticos muestran una mayor preferencia hacia estos últimos. Si nuestra única opción es instalar una cocina eléctrica, en este caso las vitrocerámicas de inducción son la elección más eficiente, ya que consumen entre un 20% y 50% menos energía que una vitrocerámica convencional. Consejos prácticos para ahorrar cocinando Nuestros hábitos de alimentación influyen indirectamente sobre las emisiones de CO 2. La mayoría de los alimentos que consumimos recorren miles de kilómetros antes de llegar a nuestras mesas, invirtiendo enormes cantidades de energía en su transporte. Consumir productos locales y de temporada nos ayuda a reducir nuestra huella ecológica y beneficia el desarrollo local. Y mejor si son de producción ecológica, que necesitan consumir menos energía que los obtenidos por los métodos convencionales y son mucho más saludables. Tapa las sartenes, cazuelas y cazos: destapados se triplica el consumo. Las ollas a presión sobre todo si son súper rápidas ahorran mucho tiempo y hasta un 70% de la energía necesaria para la cocción. Las cazuelas de hierro, acero inoxidable o barro son preferibles a las de aluminio. El fondo de los recipientes debe ser mayor que el diámetro del fogón para aprovechar mejor el calor. Si vas a comprar un horno eléctrico escoge uno de clase A, que consumen la mitad de energía que un horno de clase G. Evita abrir innecesariamente la puerta del horno para no perder el calor acumulado en su interior, y apágalo unos instantes antes con el fin de aprovechar el calor residual para terminar la cocción. Para asados y cocciones superiores a una hora no suele ser necesario precalentar el horno. No descongeles los alimentos en el horno o en el microondas: ahorrarás energía y calidad 14

nutritiva. Es mejor descongelarlos en el interior de la nevera y aprovechar ese enfriamiento gratuito. Utilizar el microondas puede ser una buena opción para cocinar y calentar algunos alimentos frente al horno convencional: además de ahorrar tiempo, consume un 70% menos de energía que éste. Por cada grado que bajamos la temperatura del frigorífico o del congelador, el consumo de energía se incrementa un 5%. Gradúa bien el fuego y bájalo cuando ya hierva el alimento. El exceso de cocción hace que los alimentos pierdan sabor y propiedades nutritivas, además de gastar energía innecesariamente. Y por supuesto: Huye de los platos precocinados! La cocina casera es mucho más sana y más eficiente desde el punto de vista energético. Compra productos locales y de temporada (mejor si son ecológicos) y evita los productos con envases de plástico de usar y tirar Frigoríficos y congeladores Entre los electrodomésticos habituales de nuestras cocinas, los frigoríficos son con diferencia los que más energía eléctrica consumen y tienen un peso destacable en la factura eléctrica familiar, debido a que están continuamente funcionando. Mantener en funcionamiento los frigoríficos nos cuesta a los españoles 1.600 millones de euros al año, y la emisión de 3,9 millones de toneladas CO 2 a la atmósfera. En el momento de la compra A la hora de comprar un frigorífico o un congelador nuevo escoge uno de clase energética A++ o A+. En nuestro Topten (http://topten.wwf.es) puedes consultar cuáles son los modelos más eficientes del mercado. Elige el aparato que mejor se ajuste a tus necesidades, según las personas que sois en casa y vuestros hábitos de vida, el espacio disponible en la cocina ya que de ello dependerá que necesites un aparato más grande o más pequeño (cuanto más grande sea mayor será su consumo energético). 15

Una capa de hielo de tan sólo 3 mm en el congelador incrementa el consumo un 30%. En casa Regula el termostato de manera adecuada. Mantén la temperatura del refrigerador en 6 ºC y la del congelador en -18 ºC. Temperaturas más frías son inútiles para conservar bien los alimentos e incrementan notablemente el consumo de energía. Si descongelas los alimentos dentro de la nevera, además de ser más sano, estarás aportando frío gratuito y ahorrando energía. Evita que se acumule hielo o escarcha, ya que actúan como aislantes y hacen trabajar más al motor para mantener constante la temperatura. Un frigorífico de clase A consume al final de su vida útil cerca de 9.360 kwh menos que uno de clase G, a igualdad de prestaciones. Esto significa un ahorro de más de 1.300 en nuestra factura de la luz y 3,2 toneladas de CO 2 menos en la atmósfera. Mantén bien limpia y ventilada la parte trasera de los frigoríficos y congeladores, ya que el polvo también actúa como aislante y dificulta la refrigeración. Comprueba que las gomas de las puertas estén en perfecto estado y cierran herméticamente. Límpialas periódicamente y aplica un poco de talco para mantener su elasticidad. Abre la puerta del frigorífico o congelador el menor número de veces posible y ciérrala rápidamente para evitar pérdidas de frío. Lavavajillas El uso de lavavajillas genera cerca de 400 mil toneladas de CO 2 al año y un gasto de 163 millones de en electricidad en los hogares españoles. Es de esperar que el número de viviendas equipadas con estos aparatos se incremente en los próximos años, por la comodidad y el ahorro de tiempo que proporciona a sus usuarios. El 90% de la energía que consume un lavavajillas se utiliza para calentar el agua de lavado, y sólo el 10% restante es la que hace funcionar el motor. Por eso es importante elegir un modelo de 16

bajo consumo de agua y de energía y utilizarlo correctamente para eliminar derroches innecesarios. Consejos para ahorrar energía Escoge un lavavajillas de clase A. En nuestro Topten (http://topten. wwf.es) puedes encontrar los modelos más eficientes del mercado. Úsalo sólo cuando esté lleno: un lavado a carga completa consume menos agua y energía que dos lavados a media carga. Usa programas económicos y de baja temperatura, y limpia con frecuencia los filtros. Reduce, recicla y reutiliza Sabías que el 65% de todo lo que va a parar a la basura de nuestras casas se puede reciclar? Y que muchas de las cosas que depositamos pueden volver a ser utilizadas? Separando los residuos en origen podemos recuperar una importante cantidad de materias primas para que puedan volver a ser utilizadas, y de este modo ayudamos también a ahorrar energía. Los lavavajillas actuales consumen de 9 a 12 litros de agua por ciclo de lavado, y en un ciclo económico pueden llegar a consumir 0,7 kwh, frente a los 3 kwh de los modelos antiguos. Por cada botella de vidrio que se recicla se ahorra la energía que necesitan cinco bombillas de bajo consumo de 20 W para funcionar durante 4 horas. Tan importante es reciclar como reducir la generación de basuras evitando la elección de aquellos productos que vienen acompañados por envases y envoltorios de un solo uso tan habituales hoy día; tal es el caso de los plásticos, auténticos protagonistas de la bolsa amarilla fabricados a partir del petróleo (y por lo tanto, un recurso no renovable), que tardan mucho en degradarse en la naturaleza y presentan un complejo proceso de reciclaje. 17

Elimina los programas de lavado a 90 o C, consumen casi el doble de energía que los de 60 o C y sólo conseguirás deteriorar tu ropa inútilmente. 6LAVAR Y SECAR LA ROPA Cada año, la energía empleada en lavar la colada pasa una factura a los hogares españoles de 651 millones de y cerca de 1,6 millones de toneladas de CO 2. La lavadora, mejor si es de bajo consumo La lavadora es, tras el frigorífico y el televisor, el electrodoméstico que más energía consume en una vivienda. De ahí la importancia de optar desde el principio por una lavadora de bajo consumo (de energía y de agua), ya que evitaremos gastos innecesarios de energía y de dinero en el futuro. Al comprar una lavadora consulta su etiqueta energética y escoge un modelo de clase A. Elige el modelo que mejor se adapte a tus necesidades. Las lavadoras de carga frontal consumen menos energía y agua que las de carga superior. Las lavadoras bitérmicas toman directamente el agua caliente del circuito procedente del calentador, la caldera de gas o los paneles solares, ahorrando mucha energía y reduciendo el tiempo de lavado un 25%. Usa la lavadora de forma eficiente Usa la lavadora a carga completa y dosifica correctamente el detergente según las indicaciones del fabricante: ahorrarás dinero y disminuirás la contaminación de nuestros ríos y mares. Utiliza programas de baja temperatura (30º-40ºC) y reserva los de 60ºC y el prelavado para las coladas más sucias o con manchas difíciles. 18

Limpia de forma regular el filtro de la lavadora para optimizar su funcionamiento. SECADO EFICIENTE DE LA ROPA La opción más natural y económica para secar la colada es tenderla al sol, tan abundante en nuestro país y con beneficiosas propiedades desinfectantes. Evita el uso de la secadora, ya que es una gran consumidora de energía (gasta alrededor de 3,5 kwh para secar 5 kg de ropa). Por ello se desaconseja su uso siempre que no se den circunstancias especiales, como falta de espacio o en climas muy húmedos. En estos casos, las secadoras por condensación son más eficientes que las de extracción. Se recomienda siempre centrifugar la ropa antes de meterla en la secadora para eliminar el exceso de humedad y ahorrar energía en el secado. 19

7 ILUMINACIÓN El 18% de la factura eléctrica de los hogares españoles se debe a los sistemas de iluminación, un consumo de energía que supone la emisión de más de 3,9 millones de toneladas de CO 2 y un gasto para las familias de cerca de 1,600 millones de anuales. Con una iluminación más racional y poco esfuerzo este consumo podría reducirse a la mitad Aprovecha la luz natural La luz del sol, además de ser gratuita, es la forma de iluminación natural más limpia y barata que existe y sumamente beneficiosa para nuestra salud. Ninguna luz artificial puede sustituir a la natural, por eso es altamente recomendable utilizarla al máximo siempre que podamos. La cantidad de luz que entra en nuestra vivienda va a depender de factores como la posición y el tamaño de las ventanas, la transparencia de los cristales, el color de las paredes, del suelo y los muebles, la orientación del edificio o la presencia de obstáculos y sombras en el exterior. Para un mismo nivel de iluminación, las bombillas de bajo consumo ahorran hasta un 80% de energía y duran 8 veces más que las convencionales, por lo que su uso es altamente recomendable. 20

Cómo sacar el máximo partido a la iluminación natural? Elige colores claros y tenues para decorar paredes y techos, ya que presentan mayores índices de reflexión de la luz que los colores oscuros. Reserva las habitaciones más luminosas (las orientadas al Sur) para las estancias en las que pases la mayor parte del tiempo, y destina las orientadas al Norte a otros usos más ocasionales o con demandas de iluminación menos exigentes. Puedes solucionar el acceso de luz natural a espacios interiores sin aperturas al exterior mediante claraboyas o instalando conductos de luz, unos canales en los que con ayuda de superficies altamente reflectantes se puede conducir la luz incidente del Sol a lo largo de varios metros a estancias completamente aisladas que, de otro modo, sólo podrían iluminarse con luz artificial. Bombillas de bajo consumo, mejor que las convencionales A la hora de usar iluminación artificial hemos de procurar utilizarla siempre de la forma más racional y eficiente posible: apagando las luces de las habitaciones que no estemos utilizando, adecuando la iluminación en cada habitación según las necesidades y usos que le demos y, por supuesto, utilizando fuentes de luz que consuman la menor energía posible, esto es, bombillas de bajo consumo. La eficiencia luminosa de una bombilla viene dada por la relación lumen/vatio (cantidad de luz emitida por unidad de potencia eléctrica absorbida). Éste es el factor más importante que tenemos que mirar cuando buscamos ahorrar energía. Hoy día tenemos a nuestro alcance una amplia oferta de bombillas de bajo consumo energético, de todas las formas, tamaños y perfectamente adaptables a las lámparas habituales (con casquillo de rosca), con las que podemos conseguir ahorros sustanciales de energía. 21