1 Juan Lección 11 El AMOR es de DIOS (devuelva solamente las páginas 6 y 7) 1 El amor de Dios es demostrado por el cuidado a los demás. Nuestra sociedad nunca está lejos de hablar sobre el amor. Es un tema prevaleciente en los programas de televisión que vemos y la música que escuchamos. Sin embargo, cuando observamos cuidadosamente, el término "amor" es casi siempre usado para hablar de sentimientos que están arraigados en auto-placer. Este tipo de amor puede convertirse rápidamente en un descuido egoísta que usa a otros, en vez de darles. A través de la carta de 1 Juan, Juan frecuentemente regresó al tema del verdadero amor cristiano. Él quería que los cristianos entendieran lo que es el verdadero amor y por qué dice Dios que el amor por otros es esencial para Sus hijos. Dios no nos ordena simplemente que amemos. Al contrario, Él ha mostrado su amor dándose a sí mismo como un ejemplo para nuestro amor. Cuando contemplamos el amor de Dios hacia nosotros, aprendemos cómo debemos alcanzar a los demás en amor. Este tipo de amor nos es anti-natural, porque por naturaleza nosotros, humanos pecadores, preferimos tomar de los demás en vez de darles. Para que podamos amar como Él ordena, el Espíritu de Dios trabaja en nosotros para perfeccionar el amor de Dios en nuestras vidas. Dios quiere producir en nosotros el amor práctico, hacia otros en necesidad. Esta calidad de amor es inmensamente superior a lo que nuestra cultura considera amor. Este amor de Dios demostrará al mundo que verdaderamente hemos nacido de Dios. Como se mira el amor? Muchas personas usan el término "amor" en una gran variedad de maneras. Pero si vamos a hacer lo que la Biblia dice, tenemos que entender la definición Bíblica de "amor." Si entendemos "amor" simplemente con la idea de lo que significa para nosotros, podemos estar muy lejos de lo que Juan quiso decir. Las personas con frecuencia han dicho que una foto vale mil palabras. Eso es particularmente cierto cuando consideramos un concepto abstracto como lo es el amor. Para ayudarnos a entender lo que el verdadero amor es, Juan nos señaló al ejemplo perfecto de amor. Cuando comprendamos el amor de Dios por nosotros, entenderemos cómo debemos amarnos los unos a los otros.
El amor que Juan describió no es un sentimiento romántico; es la marca distintiva de la familia de Dios. Aquellos que aman de verdad, han nacido de Dios y han conocido a Dios. Sólo aquellos que han entrado a la familia de Dios por medio de la fe y confianza en CRISTO JESÚS pueden amar como Dios quiere. En el versículo 8 (1 Juan 4) Juan declaró la verdad sobre el amor en términos negativos. La persona cuya vida no es caracterizada por amor, evidencia que no conoce a Dios. Dios en Su carácter esencial es amor. Aquellos que son de Él, demostrarán ese amor en sus vidas. Aquellos que no demuestran Su amor en sus vidas, no le han conocido personalmente. Algunos pueden decir que Juan fue demasiado duro, porque no conocen cristianos que son personas amables. Nosotros tenemos que entender lo que el verdadero significado de la palabra amor es, en el diccionario de Dios. El amor que viene de DIOS es de la más alta calidad. La palabra griega agape describió un amor que se sacrifica para ayudar a otros en necesidad. Éste es el tipo de amor que Dios nos ha concedido, y es el tipo de amor que los cristianos deben ofrecer a otros. Dios manifestó este amor agape al máximo, cuando envió a Su Hijo Cristo Jesús al mundo (v. 9). Este tipo de amor no se fija en el costo; da voluntariamente y de buena gana. Este tipo de amor no se fija en el valor del objeto, sino es motivado por la generosidad del dador. Es un sacrificio incondicional el satisfacer la necesidad de otro. En este caso, el amor de Dios alcanzó a los indignos pecadores para darnos vida eterna. Para darnos ese regalo, CRISTO JESÚS tuvo que renunciar a Su propia vida, soportar la vergüenza y el dolor de la cruz. Al hacer eso, Dios nos dio el ejemplo perfecto de lo que el amor debe ser y hacer. 2 Escritura para Memorizar I Jn 4:16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que vive en amor, vive en Dios, y Dios en él. (VRV 1602) Solamente el amor de Dios es lo suficientemente puro para ser la norma del amor (v. 10). Dios no tiene nada que ganar de los humanos pecadores. Su amor es totalmente generoso, dando a los pecadores inmerecedores aquello qué costó la muerte de Su propio Hijo. El amor de Dios se enfoca en lo que puede hacer por los humanos, no en lo que puede recibir de ellos. Cuando Jesús murió por los pecadores como el suplente perfecto, Él satisfació completamente las justas demandas de Dios. Al pagar la pena por nuestros pecados, Jesús abrió la
3 puerta, a aquellos que ponen su fe y su confianza en Él para tener una relación con Dios. Cuando recibimos el beneficio del amor de Dios, tenemos la obligación de pasarlo a otros (v. 11). Si aceptamos el amor de Dios, pero nos negamos a amar a otros, no hemos apreciado realmente lo que Dios ha hecho por nosotros. El amor de Dios por nosotros es nuestro ejemplo para amarnos unos a otros. Con Su propio ejemplo Dios nos ha mostrado como se mira el amor. Cómo puede ser perfeccionado el amor? Una cosa es tener el amor de Dios. El problema luego es convertirlo en realidad en su propia vida. Cómo se puede perfeccionar esa clase de amor en nuestras vidas? Juan procedió a discutir la perfección del amor en 4:12-18. Juan enseñó que Dios está obrando para lograr dos cosas importantes al mismo tiempo. Por una parte, Él quiere obrar en sus hijos para que puedan amar con Su amor agape. Haciendo esto, Dios también está usando a sus hijos para revelarle al mundo cómo es Él. En otras palabras, cuando Sus hijos aman como Él ama, el mundo puede ver a Dios como Él es de verdad. El pecado ha nublado la percepción que los humanos tienen de Dios, pero el amor de Sus hijos permitirá al mundo verlo más claramente (v. 12). Nosotros sabemos muy bien, sin embargo, que nuestra naturaleza pecaminosa nos empuja al egoísmo y lejos del amor. Si vamos a amar como Dios ama, Dios tiene que obrar un milagro en nosotros para cambiar nuestras vidas. Eso es exactamente lo que Dios hace en nosotros a través de Su Espíritu Santo (v. 13). El Espíritu viene a vivir en cada hijo de Dios. Parte del fruto del carácter piadoso que Él produce (Gálatas 5:22,23) es amor. La presencia del amor, entonces, es evidencia que nosotros moramos en Dios y Dios mora en nosotros. Las personas con frecuencia dicen que el amor y la verdad no pueden ir juntos. Pero Juan repetidamente unió al amor con la verdad. No se contradicen; ambas son cualidades de santidad (1 Juan 4:14, 15). Los falsos maestros no manifiestan el amor de Dios, y niegan la verdad sobre el Hijo de Dios. Los hijos de Dios demuestran el amor de Dios en sus vidas, y declaran que Jesús es el Hijo de Dios. Aquellos que están verdaderamente en Dios, siguen Su ejemplo de amor, y honran a Cristo como SEÑOR. En el versículo 16 Juan repitió la verdad que ya había declarado antes en el versículo 8: "Dios es amor." Luego resumió lo que había estado enseñando en los versículos 12 al 15 agregando, "el que permanece en
amor, permanece en Dios, y Dios en él." El amor viene solamente de Dios. El amor de DIOS se perfecciona en nosotros cuando nos amamos los unos a los otros. Crecimiento en el amor, es causado por el Espíritu Santo de Dios que trabaja en una vida. Para que los cristianos crezcan en amor, deben ceder al ministerio del Espíritu Santo en sus vidas. En vez de oponernos al Espíritu Santo con actitudes y acciones pecaminosas, debemos rendirnos a Él y caminar en Él. No crecemos en amor tratando de ser más amorosos con nuestros propios esfuerzos, sino cediendo al control del Espíritu Santo en nuestras vidas. Entonces DIOS producirá Su amor en nosotros. El crecimiento espiritual en nuestras vidas es evidencia que DIOS está perfeccionando Su amor en nosotros. Debido a eso, podemos esperar el día del juicio con confianza (v. 17). Así como los estudiantes tienen calificaciones y los adultos tienen revisiones de rendimiento, así los cristianos deben aparecer ante el Señor para dar cuenta de sus vidas. Por otra parte, si hemos resistido el ministerio del Espíritu Santo en nuestras vidas, estaremos temerosos y preocupados al acercarnos ante Cristo (v. 18). La persona que teme comparecer ante el Señor es alguien en quien el amor no se ha perfeccionado. Cuando el Espíritu Santo ha podido perfeccionar el amor de una persona, ese perfecto amor echa fuera el temor. Al obrar haciéndonos más como Cristo, el Espíritu Santo también procura hacer nuestra comparecencia ante Cristo un tiempo jubiloso de afirmación. 4 Más que sólo una Buena Idea Cuando Juan habló sobre el amor, nos dejó con dos principios poderosos. Primero, Dios ha puesto la norma para el verdadero amor. No debemos formar nuestra idea de amor basados en lo que nuestra cultura llama amor. En cambio, Dios definió amor amándonos, enviando a Su Hijo para ser el Salvador del mundo. Esa acción generosa de sacrificio, para ayudar a los necesitados y pecadores humanos, es la norma de Dios para amor. El segundo principio es que los Cristianos, podemos amar debido al amor que Dios tiene para nosotros (1 Juan 4:19). Aunque ciertamente es verdad que amamos a Dios como resultado de que Él nos amó primero, es posiblemente mejor leer el versículo 19 como: "Nosotros le amamos (tenemos la habilidad para amarle) a él, porque él nos amó primero." No solamente es Dios el ejemplo de nuestro amor, sino también nos da la fuerza para ese amor. Porque nosotros los humanos nacemos con una naturaleza pecaminosa, el amor no es algo que fluye de nosotros. Como
parte de Su amor, Dios ha dado a Sus hijos el Espíritu Santo para morar en nosotros. El Esparto Santo produce el amor de Dios en nuestras vidas. En vez de estar limitados por nuestra naturaleza pecaminosa, somos liberados por el Espíritu Santo para amar a Dios y a otras personas. Por cuanto el amor es un aspecto del carácter de Dios, Él quiere que Sus hijos demuestren amor en cada aspecto de sus vidas (v. 20). Esta demostración involucra más que sólo amar a Dios y contentarse con eso. Es demasiado fácil decir que amamos a Dios. Si nuestro amor es verdadero, también será demostrado a otras personas. El amor de Dios afecta tanto el cómo nos acercamos a Dios y el cómo tratamos a otros. Nosotros no podemos darnos el lujo de tener rencores contra otros o tratarlos de una manera insensible y descuidada. Ése no es amor y es un rechazo de nuestra afirmación que amamos a Dios. Para hacer este punto completamente claro, Juan concluyó esta sección con otro desafío a guardar el nuevo mandamiento de Cristo (v. 21). Cristo requiere que aquellos que aman a Dios, amen también a otros. Dios no puso sus mandamientos en un estilo cafetería, donde podamos escoger algunos para obedecerlos y dejar los demás. Para los cristianos, el amor debe ser más que sólo una buena idea. Nuestras vidas deben estar caracterizadas por el amor de Dios que se extienda a alcanzar a otras personas. De hecho, debemos amar a otros así como amamos a Dios mismo. Notas 5
6 1 Juan Lección 11 El AMOR es de DIOS Nombre Lea estos pasajes entrelazados, cuando estudie 1 Juan 4:7-21 esta semana: Mateo 25:31-46; Juan 3; 1 Juan 3:11-18 1. Cómo define el mundo la palabra amor? 2. Según 1 Juan 4:7, Quien es la fuente de amor? 3. Una persona cuya vida no es caracterizada por amor, Refleja qué? 4. Dé la definición del amor de Dios 5. Aquellos que han recibido por gracia el amor de Dios, Cómo deben tratar a otros? 6. Cómo puede ser perfeccionado ese amor en nuestras vidas? 7. Cuál es el fruto del espíritu? 8. Cuáles son las cualidades de la piedad (o santidad)? 9. Cómo se perfecciona el amor de Dios en nosotros? 10. En el día del juicio Qué podemos esperar, si hemos cedido al Espíritu Santo?
11. Cuáles son los dos principios poderosos que mencionó Juan al hablar del amor? 7 12. Qué actitud de nuestra parte es evidencia que no hemos realmente aprendido lo que significa amar? 13. En el día del juicio Qué podemos esperar, si no hemos cedido al Espíritu Santo? 14. Cual es el nuevo mandamiento de Cristo? Pregunta Extra 15. Compare el progreso del crecimiento espiritual entre 1 Juan 2:10-14, 2 Tim 3:16-17 y 1 Juan 4:17-18 Versículos para memorizar (escríbalos al reverse de esta página). 1 Juan 5:10-13; 1 Juan 3:16; 2 Cor. 5:1; 2 Pedro 1:10 Verdadero/Falso La ausencia de amor en la actitud de una persona es una clara señal de que algo anda mal en su corazón. Dios requiere que Sus hijos practiquen el amor entre si. Si no estamos amando a otros, no estamos permitiendo que el amor de Dios fluya a otros por medio de nosotros. DIOS entiende que hay algunas personas en este mundo a quien no se puede amar. Algo en que meditar La actitud de falta de amor nos esclavizará porque somos culpables de desobedecer a Dios. Esta semana, necesitamos identificar dónde, no hemos amado a otros y pedirle al Señor que nos ayude a extender Su amor a esas personas. Alguna pregunta?