Despoblados en Huesca. La desbordante cifra de despoblados en España llega a contar los tres mil, siendo conscientes de que esta cifra varía continuamente, ya que algunos de los pueblos que habían sido abandonados se repueblan de nuevo, y otros corren peor suerte y son derruidos por completo. Durante los años 70 y 80 algunos de estos pueblos fueron poblados de nuevo y reconstruidos por miembros del movimiento hippie, que con una nueva filosofía de vida veían en estos pueblos abandonados una nueva oportunidad para crear comunas 1 al margen de la estresante y corrupta vida de la ciudad. Hoy en día están de nuevo surgiendo grupos de personas con el objetivo de hacer de esos pueblos un lugar de descanso y conexión con la naturaleza. Esta es una de las pocas maneras que hoy existen para dar a conocer esos pueblos, reaprovecharlos, y evitar que el tiempo o la acción humana acabe por destruirlos del todo. Pero antes de buscar posibles soluciones, es importante entender cómo y porqué estos pueblos pasaron de ser centros rurales habitados por agrupaciones de personas con sus leyendas tradicionales, sus creencias, sus labores, y todo aquello que conforma un pueblo, a pueblos fantasmas como se les denomina comúnmente, que tras el abandono de sus habitantes quedaron reducidos a ruinas, dejando atrás toda una historia. Nicolás Cabrillana Ciezar, un historiador español que realizó un importante estudio sobre despoblados en España, define despoblado como: Establecimiento humano permanente abandonado por razones económicas, sociales o políticas". "Consideramos como despoblado sólo a las agrupaciones humanas que tuvieron cierto número de vecinos; no consideramos como tales las simples dehesas, casas aisladas o pequeños centros de explotación agraria". Según sus estudios los principales motivos de la despoblación pueden ser, una crisis económica del pueblo, como en muchos casos sucedía en España durante todo el siglo XX, debido a la pérdida de las cosechas por fuertes lluvias y tormentas, que tras 1 Comuna: conjunto de individuos que viven en una comunidad gestionada y administrada por ellos mismos al margen de las conveniencias sociales y con una unidad de organización económica y política basada en la ausencia de la propiedad privada.
repetirse durante algunos años consecutivos dejaban a la población en una profunda crisis de hambrunas y obligaba a marchar a hombres, mujeres y niños a la ciudad en busca de un nuevo trabajo que les permitiera comer. Este abandono de las tierras en busca de una nueva oportunidad y una vida más fácil que asegurase un futuro mejor, hacía que poco a poco en los pueblos rurales quedasen cada vez menos personas, generalmente ancianos a los que les era muy difícil dejar atrás aquellas tierras en las que habían nacido y vivido. Otro de los motivos de abandono de un pueblo puede ser una catástrofe natural, como sequías, inundaciones, terremotos que harían que el pueblo quedase destrozado y su gente decidiera buscar un lugar mejor donde vivir. Las guerras, con sus consecuentes persecuciones, bombardeos es otro de los motivos principales del deterioro y abandono de poblaciones, un gran ejemplo de ello es Belchite antiguo, el famoso pueblo bombardeado y reducido a ruinas durante la Guerra Civil española, que todavía hoy se conserva como un monumento en pie de los caidos por la barbarie humana. Todas estas causas, incluso alguna otra desconocida, hicieron que durante la primera mitad del siglo XX, una cantidad ingente de pueblos quedaran abandonados. Hoy en día la mayoría del común de la población desconoce su existencia, y desconoce su interés. Muchos de los pueblos están formados por viviendas rurales, típicas del siglo pasado, que probablemente todos tenemos en mente, por el vínculo, que aun mantenemos, aunque no por mucho tiempo, con los pueblos natales de nuestros padres y abuelos. Son viviendas tradicionales del norte de España, realizadas en piedra y madera. Casa en ruinas de Abenilla, despoblado en Huesca.
A simple vista, estas viviendas podrían carecer de nuestro interés, por su simplicidad, su deterioro... Pero si profundizamos en su estudio podemos descubrir que estas casas nos cuentan la historia de un período concreto de la historia, de una gente, de un pueblo, de sus tradiciones y leyendas y de un abandono que se dio en masa por la progresiva importancia que fueron recibiendo las ciudades, que hizo que la vida en el campo resultara cada vez menos cómoda y apreciada por el hombre del siglo XX. En el caso de Huesca, la tradición popular del norte de España, de leyendas de brujas, meigas 2 o ritos, estaba muy presente en aquellos pueblos. La pérdida del patrimonio etnográfico, conjunto de muebles e inmuebles (paisajes agrícolas, ingenios hidráulicos, molinería, la sal, el vino ) y elementos inmateriales (costumbres, oficios, tradiciones, festividades ) que representan la huella de una sociedad. Las casas del norte del país, están salpicadas de curiosas chimeneas con formas extrañas que no solo tienen una función estética. Las antiguas leyendas populares hacían creer a la población en la existencia de seres fantásticos, como brujas, que por la noche se introducían en las casas y robaban a los niños para saciar su hambre. Pues bien, estas chimeneas, con formas de sombrero de pico de bruja o caras terroríficas se levantaban el la parte mas alta de la casa con la intención de ahuyentar a la bruja. Cada vez quedan menos casas con estas chimeneas, ya que esa tradición popular forma hoy parte del pasado. En estos despoblados de Huesca se conservan numerosas casas con estas chimeneas espanta brujas. La destrucción de estos pueblos, ya sea por la mala conservación y el abandono, hará que progresivamente estos maravillosos ejemplos de supersticiones y creencias vayan desapareciendo poco a poco. 2 Meiga: del latín magicus significa maga y se emplea en el norte de España, sobre todo en Galicia. Meiga designa a una mujer con poderes extraordinarios o mágicos, como el de volar, y que para adquirirlos pacta con el diablo.
Un buen ejemplo de estas chimeneas lo tenemos en Burgasé, uno de los trescientos despoblados de Huesca que se muestra a continuación. La creación de la mayoría de estos pueblos no tiene su origen en el siglo XX. Aparecen ya documentados desde los siglos X, XI y XII. Es el caso de Abenilla, despoblado que aparece documentado en el año 1035 bajo el reinado de Sancho III de
Pamplona. Este es un caso concreto, pero prácticamente los trescientos despoblados de Huesca tienen su origen el la Edad Media. Esto significa, que con el abandono y el descuido de estas agrupaciones rurales también abandonamos parte del patrimonio arquitectónico medieval de nuestro país. Encontramos en los despoblados numerosas iglesias románicas, hoy reducidas casi a escombros, olvidadas en el tiempo. Quizá es el difícil acceso a estos pueblos lo que hace que queden olvidados ya que se encuentran en zonas de alta montaña, donde hoy, tan solo acceden atrevidos excursionistas, barranquitas o aficionados al tema. Pero nosotros como historiadores no debemos olvidar que forman una parte importante de nuestro patrimonio. Iglesia de Santa Eulalia, en Susín, despoblado en Huesca. Datada entre los años 1060-1070. Crismón en Susín.
Santa Eulalia, Susín. Iglesia románica de San Úrbez en Basarán. Iglesia Románica de San Vicente Mártir, siglo XI, Aruej.
Fotografías de despoblados en Huesca: Bolturina
Acín de Garcipollera
Cájol
Ceresuela Ainielle
Aruej
Cortillas
Basarán:
Lusera: