Judeocristianos EVOLUCIÓN DEL CRISTIANISMO DESDE SUS INICIOS HASTA EL CONCILIO DE NICEA CAPÍTULO II RUPTURA DEL CRISTIANISMO CON EL JUDAÍSMO. PRINCIPALES DISCREPANCIAS Desde el punto de vista externo o no teológico, varios cambios dieron lugar a las iglesias cristianas. El primero fue la expansión misional y el segundo, las guerras de los judíos contra sus opresores, los romanos. Con la conversión de Pablo el cristianismo se extendió por todo el Imperio, comenzando por la predicación en Antioquía y Chipre. La primera misión de Pablo tiene como centro a Antioquía y otras ciudades de Asia Menor, con Bernabé como compañero principal y bajo la supervisión de la Iglesia de Jerusalén (Hch 11,19-26). Primer viaje de san Pablo
El segundo viaje de Pablo amplía la extensión del cristianismo a Siria y Cilicia (Hch 15, 41), Frigia y Galacia (Hch 16,6), Filipos (Hch 16,12), Tesalónica (Hch 17,1), Atenas (Hch 17,15), Corinto (Hch 18,1) y Éfeso (Hch 18,19). Segundo viaje de san Pablo La tercera misión tiene como epicentro a Éfeso, recorriendo toda la Galacia y Frigia (Hch 18,23), Acaya (Hch 18,27), Macedonia (Hch 20,1), Tróade (Hch 20,5), Mileto (Hch 15,13) y Jerusalén (Hch 21,15). Fue la etapa más conflictiva para Pablo porque entró en confrontación con los círculos judaizantes, fue hecho prisionero, tuvo tensiones con Jerusalén, pasó a Cesarea, apeló al tribunal del César. Tercer viaje de san Pablo 2
La cuarta y última misión comienza en Jerusalén y termina en Roma (Hch 28,14), donde sufrió martirio bajo Nerón hacia el 67 o 68. Viaje a Roma PRIMERA DISCREPANCIA: UNIVERSALISMO VERSUS PARTICULARISMO. LA COMPLEJIDAD DE LA MISIÓN A LOS GENTILES Universalismo Se ha dicho y se ha mostrado a Pablo él mismo así se autodenominó como apóstol de los gentiles. Sin embargo, no fue él sino Pedro el auténtico inspirador del paso de los judíos a los gentiles, llamados paganos 1. En efecto, este papel de Pedro sirviendo de mediador entre las tendencias judaizantes de la Iglesia de Jerusalén y 1 Pagano, del latín pagānus, campesino, aldeano, pueblerino. La acepción actual es sinónimo de no creyente en Cristo y procede de la época imperial romana, cuando el cristianismo se convirtió en religión oficial del Imperio. 3
las aperturistas, universalistas o helenísticas de Pablo, es resaltado por el evangelista Lucas en los Hechos de los Apóstoles. Éste muestra la misión de los gentiles a partir de una acción de Pedro (Hch 10,1-18) que, inspirado por el Espíritu Santo, bautiza a no judíos y da vía libre a la misión de Antioquía (Hch 11,1-18) y el que consigue la aprobación en el llamado Concilio de Jerusalén (Hch 15,7-11). Jerusalén (foto del autor) La Iglesia de Jerusalén, presidida por Santiago, el hermano de Jesús, asumió, controló y dirigió la expansión misionera en el Imperio. Se sometió a los conversos a algunas condiciones, pero no se les exigió la circuncisión, tal y como defendía Pablo. Lucas afirma (Hch 10,17-20, 28 y 44-48, entre otros) que es el mismo Dios, a través del Espíritu Santo, el que llevó a la comunidad, por mediación de Pedro, a abrirse al mundo gentil y superar las fronteras del judaísmo. El proceso fue complicado ya que no se debía a instrucciones expresas dadas por Jesús, ni se veía con buenos ojos por las autoridades cristianas de Jerusalén. Fue un proceso indirectamente causado por las autoridades judías y las tensiones internas de los judeocristianos. Pablo se basó en su tendencia universalista en el evangelio de Marcos, en los episodios de la sirofenicia, una pagana que se acerca a Jesús para suplicarle que expulsara el demonio de su hija (Mc 7,25-26). Esta tendencia está implícitamente desarrollada a lo largo de todo el evangelio de Marcos al mencionar el evangelista dos grupos de seguidores: Uno, de talante particularista, procedente del judaísmo institucional, que abriga la esperanza judía de un triunfo político del Mesías; y otro, universalista, cuyos integrantes, judíos o no, no procedían de Israel. Estos dos grupos correspondían a lo que posteriormente se denominó Ecclesia ex circumcisione y Ecclesia ex gentibus. 4
SEGUNDA DISCREPANCIA: LA EXCESIVA OBSERVANCIA DE LA LEY MOSAICA. LOS CAMBIOS EN LA INTERPRETACIÓN DE LA LEY. LA CIRCUNCISIÓN La Ley, junto al sacerdocio y el culto, fue uno de los elementos en los que el cristianismo tomó distancia del judaísmo. Dentro de Israel había distintas corrientes respecto de la Ley, que oscilaban entre el rigorismo y la literalidad agrandada por los comentarios y protegida por una enorme reglamentación y otra tradición liberal. Jesús se situó en la corriente reformista y liberal, criticando la dureza de la interpretación oficial y quebrantando muchas reglamentaciones y prescripciones de las autoridades. Se movía entre una ética del amor (Mt 5,17-18) y la justicia para interpretar la Ley (Mt 7,12); criticaba a la ley mosaica desde su propia autoridad (Mt 5,21-48) y rechazaba leyes como la del sábado (Mc 2,23-28 y 7-12) o las purificaciones (Mc 1,41-43 y 5,41-43). Todo ello era interpretado bajo una clave humanista y liberal. La curación del leproso Para Jesús, la Ley, que expresaba la voluntad salvífica de Dios, se había convertido en un instrumento de opresión del pueblo por parte de las autoridades. La proclamación del Reino de Dios que Jesús propugnaba, exigía una transformación de la Ley, tanto de las prescripciones del AT como de las interpretaciones rigoristas de la época. 5
La postura de Jesús se superó a partir de Pablo. Éste ya no solamente criticaba la Ley sino que trató de eliminarla. El problema de las posturas de Jesús y Pablo es tan antiguo como el cristianismo, así como la acusación de que fue él y no Jesús el verdadero fundador de los pilares de la nueva religión. Es decir, si Jesús es un liberal judío que se opuso a la interpretación rigorista de la Ley, Pablo es un revolucionario porque quería abolirla del todo. La alternativa de éste era la autonomía y creatividad de la conciencia que discierne, cuya única ley es el amor y la confianza en Dios. Este nuevo esquema no sólo rompía con el legado de la tradición judía, sino con la misma Ley. Pablo fue el gran apóstol de los gentiles y el que más influyó en la organización del cristianismo, sobre todo por la popularidad y difusión que tuvieron sus Cartas. También fue él el que más contribuyó a los cambios teológicos, a favor de una nueva identidad, lejana de la judía. Decía que el hombre no se justifica por las obras de la Ley, sino por su fe en Jesucristo (Rm 3,20 y Ga 2,16). TERCERA DISCREPANCIA: EL TEMPLO Y EL SACERDOCIO JUDÍOS Junto a la expansión misional, que creó iglesias mixtas de judíos y gentiles, jugó un papel importante la aniquilación del poder sacerdotal y el surgimiento de un judaísmo fariseo, rabino y laico. La destrucción del Templo de Jerusalén en la guerra judía (70 dc) no sólo produjo un serio quebranto en el judaísmo, sino que tuvo grandes consecuencias para el cristianismo. Las guerras judías concluyeron con la destrucción del Templo y de toda Jerusalén 2, instalándose allí una legión romana; se confiscaron todas las propiedades judías en favor del César. Ello conllevó el cambio de una religión del Templo (que no era solamente el lugar de Dios, sino también el centro de la vida cultural judía, la base del comercio y la economía y un foco de influencia política), a otra sólo del Libro; se pasa de una sociedad de gobierno sacerdotal a otra de laicos (fariseos y rabinos); del culto sacrificial al de la sinagoga. Todo lo anterior provocó un gran cambio en la identidad judía, gracias al cual consiguió sobrevivir en el Imperio romano. No obstante lo anterior, se conservaron algunos elementos de la vieja teología, como los lugares santos de peregrinación y se mantuvieron las esperanzas de un Mesías restaurador del Templo; se hizo una adaptación de la legislación cultual anterior a favor de la sinagoga como centro de piedad y doctrina judías. La casta sacerdotal perdió definitivamente su poder debido a su corrupción y colaboración con los romanos. El binomio Ley-Templo, como alianza entre Dios e 2 JOSEFO, Flavio. Las guerras de los judíos, Libro VI, Capítulo X, 1. 6
Israel, deja paso a la Torah y al rabinato. Se supera el Templo para dar paso a la comunidad. La destrucción del Templo afectó positivamente al incipiente cristianismo, ya que éste surge como una religión sin templos donde sus seguidores se reunían en casas de particulares (domus ecclesiæ) para poder celebrar sus reuniones y culto hasta bien avanzado el s. II. Las iglesias domésticas fueron la alternativa a las sinagogas judías, haciendo más hincapié en las relaciones interpersonales comunitarias que en el espacio físico. La domus ecclesiæ de san Pedro, en Cafarnaúm. Foto del autor. Esta interpretación teológica realizada por Esteban y Pablo atacaba frontalmente al judaísmo, ya que no sólo criticaban al sacerdocio y culto judíos como también hacían los rabinos y fariseos tras la guerra, sino que cuestionaban la existencia de un sacerdocio consagrado. Ésta fue la causa principal del enfrentamiento entre ambas comunidades, del linchamiento de Esteban y de la persecución de sus simpatizantes helenistas y de la hostilidad contra Pablo. También el incipiente cristianismo procedió a una desacralización de los cultos y santuarios paganos. El bautismo y la eucaristía fueron las nuevas marcas de identidad cristianas. En este contexto cobró una especial importancia la liturgia de la palabra, que dio lugar a un nuevo cuerpo de escritos fundacionales que llamamos el NT. La Biblia cristiana se formó con los textos judíos del AT y los del cristianismo primitivo, los del NT, y también se forjó con la idea de alianza entre Dios y el pueblo cristiano. 7
Las tradiciones hebreas sobre el sacerdocio tienen su núcleo en el libro del Levítico, documento que recoge la legislación de distintas épocas y determina con minuciosidad las leyes, funciones, obligaciones y derechos del sacerdocio dentro de Israel. Incluso hay un máximo representante de esta clase sacerdotal que es el pontífice, en el sentido etimológico de la palabra, esto es, el que hace o tiende un puente entre Dios y los hombres. Sin embargo, Jesús fue un laico que nunca participó en el sacerdocio judío y murió sin consagración alguna. Los cristianos primitivos veían a Jesús como el nuevo hombre, en el que no importaba la dignidad sacerdotal de un cargo, sino la ejemplaridad de una vida. En los escritos del NT no hay sacerdotes consagrados a Dios sino que toda la comunidad era laica y sacerdotal al unísono y se entraba a ella por el bautismo. La predicación de todas estas ideas que por cierto, empezaron a variar a partir de mediados del s. II explican el rechazo de los cristianos tanto por los judíos como por los romanos. Aquéllos los trataban de renegados y ateos, estos de gente sin religión y de impíos, al romper con las tradiciones religiosas de la época. Todo ello conllevó un cambio en el timón de la incipiente Iglesia y dio lugar a un nuevo proceso que conllevó la sacralización, la sacerdotización y la rejudaización en la comunidad cristiana. Se creó un clero jerarquizado con funciones diferentes y por encima de la comunidad y ésta perdió su protagonismo en su conjunto y los laicos en particular. Este largo proceso forma parte de la helenización del cristianismo y su inculturación en el mundo romano. Esta herencia se mantiene hasta hoy. NACIMIENTO DEL CRISTIANISMO COMO RELIGIÓN MUNDIAL DIFERENCIADA DEL ÁRBOL HEBREO DEL QUE PROVENÍA Pablo tuvo que hacer frente a los judeocristianos, que criticaban su apostolado y su evangelio sobre la Ley. Representaba el ala más extremista del cristianismo en cuanto a su distanciamiento de las tradiciones judías, lo cual hizo que fuera perseguido por los judíos que veían en él a un renegado y por los judeocristianos que le acusaban de radical. 8
Persecución a los cristianos Los conflictos de autoridad existentes, las diferencias en torno a la Ley, las resistencias a la evangelización de los gentiles y las diferencias teológicas sobre el sacerdocio, el culto y el Templo, muestran la falta de planificación del cristianismo. No se trata de un plan que parta de Jesús y que continúen sus sucesores, sino de un proceso abierto en interacción con Israel y el Imperio romano. Todo ello provocó un distanciamiento creciente del cristianismo respecto de sus raíces judías, pero no sin grandes tensiones internas. No había una autoridad indiscutible a la que todos reconocieran, ni un cuerpo de escritos, ni unas estructuras organizativas. La muerte del fundador, probablemente imprevista por repentina, dejó a las comunidades en situación de indigencia, lo cual fue la causa de las tensiones internas y las confrontaciones externas con el judaísmo y las autoridades romanas, pero también ofreció la oportunidad de una creatividad teórica y práctica a la que debemos que el cristianismo, como religión mundial, se diferenciara del árbol hebreo del que provenía. Ldo. Pedro López Martínez 9