ASOCIACIÓN NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES Novena a María Santísima de las Nieves Patrona y Alcaldesa Honoraria Perpetua de Chinchilla
Oración para todos los días: Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres. Confiando en tu amor de madre nos acercamos a ti, especialmente en los días de esta novena dedicada a ti. Traemos una plegaria para todos los días. Que estés, madre en nuestras vidas, en nuestros hogares. Que nos mires con piedad, que nos ayudes a cada uno de nosotros porque olvidamos de que somos hijos tuyos. Que nos despiertes porque nos dormimos. Madre en el mundo de odio, se tu amor, en el mundo difícil se bondad. Llévate lejos de nosotros las tinieblas, acércanos a tu hijo que es luz. Aparta de nosotros la tristeza, tráenos la alegría. Madre cuando temamos se tu nuestro valor. Ayúdanos particularmente durante estos días, para que estando más cerca de ti, todos nuestros pensamientos, palabras y obras muestren tu maternal intercesión para mayor gloria de Dios, honor tuyo y aprovechamiento de nuestras almas. Así sea.
Virgen santa de las Nieves, En ti pongo mi esperanza, Tu poder todo lo alcanza Por ser la reina del cielo. Y por salvar ese anhelo En quien tu nombre confía A ti acudo madre mía En demanda de perdón Buscando mi salvación Siendo tu mí estrella y guía. Día primero: Día segundo: Virgen santa de las Nieves Te pedimos nos concedas La gracia del perdón de nuestros Pecados, perseverar en el bien, Salud para los enfermos, Fertilidad para nuestros campos, Producción en nuestras empresas, Descanso eterno para nuestros difuntos. Y esperamos también nos lleves Algún día, a tu divino Hijo Jesucristo, Refugio seguro de salvación.
Día tercero: Oh virgen de las Nieves! Ponemos todo nuestro ser Pensamientos, palabras, Deseos y obras en vuestras Maternales manos. Sabemos que nos amas y Queremos devolverte amor. Bajo tu mirada cariñosa Queremos caminar en esta vida Para no distanciarnos de ti, Fiel discípula de Cristo, Tu hijo que nos diste como Fuente de salvación y Felicidad futura. En tu regazo queremos descansar En nuestros trabajos y Fatigas cotidianas. Te pedimos seas siempre nuestra esperanza Y ayuda en nuestras penas Y dificultades de la vida.
Día cuarto: Ayúdanos madre a ser fuertes A caminar firmemente por la vida A ser testigos del evangelio. Y cuando llegue el momento de partir De este mundo al Padre, llévanos de tu Mano, ampáranos y guíanos Para que podamos gozar de tu compañía En el cielo, en la presencia de Jesucristo, tu Hijo Que vive y reina por los siglos de los siglos. Día quinto: Acordaos, oh piadosísima Virgen María!, Que jamás se ha oído decir que ninguno Haya acudido a ti, Implorando tu asistencia, haya sido abandonado de ti. Animado por esa confianza, a ti también acudo, Oh virgen, madre de las vírgenes, Y gimiendo bajo el peso de mis pecados Me atrevo a comparecer Ante vuestra presencia soberana. No deseches mis humildes súplicas, Antes bien, escúchalas Favorablemente.
Día sexto: Oh virgen de las Nieves! Madre dios y madre nuestra, Amparo, luz y guía en el camino Patrona excelsa de esta ciudad. Consérvame, madre, un corazón de niño, Puro y cristalino como una fuente. Dame un corazón sencillo Que no saboree las tristezas; un corazón Dispuesto siempre a realizar La voluntad de Dios. Un corazón grande para entregarse Generosamente a los demás, un corazón Tierno, capaz de compadecerse de Las angustias y tristezas de los hombres; Un corazón fiel y generoso que olvide Por amor las ofensas de los demás; Un corazón humilde que Sepa siempre perdonar y esperar. Amen
Día séptimo: Ampáranos, Señora y Madre Nuestra de las Nieves. Ampara a nuestras familias A nuestro pueblo, a nuestro Mundo actual. Aleja guerras Y discordias. Une los corazones Divididos con la alegría de sentirse junto a ti, Hijos tuyos. Da salud a los enfermos, Paciencia en el dolor a los que sufren, Consuelo a los tristes, ilusión a los que La han perdido. Aparte de los corazones la debilidad. Haz que vivamos cantándote y que vayamos con tu nombre en los labios, A contemplarte en la gloria junto a tu Hijo Jesucristo, que con el Padre Y el Espíritu santo vive y reina con Dios Por los siglos de los siglos. Día octavo: Virgen madre de las Nieves: Guíanos y sostennos siempre, Para que vivamos Como auténticos hijos e hijas De la iglesia de tu Hijo, Y podamos contribuir A establecer sobre la tierra La civilización de la verdad Y el amor, Según deseo, el deseo de Dios Para su gloria. Amén
Día nono: Oh santa María de las Nieves! Oh María! En tus manos pongo esta súplica. Bendícela. Después preséntala a Jesús. Haz valer tu amor de Madre y tu poder de Reina. Contamos con tu ayuda. Confiamos en tu poder. Nos entrego a tu voluntad. Estamos seguros de tu misericordia. Madre de Dios y Madre nuestra Ruega por nosotros, para un día Podamos contemplarte en la gloria, Junto a tu Hijo Jesucristo Que vive y reina con Dios Por los siglos de los siglos.
Gozos a nuestra señora de las nieves: Pues con tu hijo tanto puedes Y eres tan piadosa: Por favor particular Que tus hijos te debemos Por nuestra madre os tenemos Y patrona sin igual Y pues que para amparar Los tesoros de Dios tienes: Esta ciudad humillada Por patrona te venera Por su madre medianera Y su especial abogada Diciendo a tus pies postrada Pues su protección eres: En cualquier tribulación Que se te hace rogativa Cual madre caritativa Consuelas nuestra aflicción Y pues con tu intercesión La ira de Dios detienes:
La sequedad espantosa Cuando a estos campos oprime Tu gran poder la reprime Y vuelve en lluvia copiosa Pues misericordiosa eres Quien las nubes mueves: Si el pueblo pide afligido De las lluvias el consuelo Pronto el cielo por ti Le ha favorecido Pues no hay amparo que no Nos niegues: De nuestras culpas perdón Alcanzas de tu divino hijo Pues el conseguirlo es fijo Se media tu intercesión Y pues en toda aflicción De nuestros males te dueles: Si no sabemos pedir Pedid por nosotros vos Que si vos pedís a Dios Es seguro el conseguir Y pues siempre os quiere oír Y conceder cuanto quieres:
En todo peligro y suerte Pedimos nos seas defensa Por vuestra piedad inmensa Cual torre de David fuerte Cuando de nuestra muerte En el peligro nos vieres: R/ ruega por nosotros santa madre de Dios V/ para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo. Oración: Oh Dios, que por la concepción inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor.