Universidad de Buenos Aires Licenciatura en Economía Macroeconomía I Nota de cátedra Nº3 Marco de consistencia macroeconómico 1 por Nicolás Salvatore Marzo de 2006 1. Oferta, demanda y coordinación Como comentáramos en la Nota de cátedra Nº 1, una de las más famosas ideas de J. Say fue inmortalizada en la literatura económica como la Ley de Say 2, que podría resumirse en la frase toda oferta genera su propia demanda. Esta idea supone una poderosa noción de equilibrio, por la cual la suma de los ingresos de una actividad económica (a su vez idéntica al valor del producto generado por dicha actividad) se transforman en la demanda que necesita dicha actividad para existir. Desde ya, J. Say no desconocía el hecho de que los empresarios y los trabajadores que producen acero no sólo consumen acero en su canasta de consumo. Por lo tanto, su idea va más allá y supone que, de ocurrir esto en diferentes actividades, se cruzarán las demandas y de este modo toda oferta estaría generando directa e indirectamente su propia demanda. No obstante, para convalidar la profecía de J. Say resta aún que otra condición necesaria se cumpla. Desde una visión microeconómica, un empresario decidirá asumir el riesgo inherente a una decisión de inversión que le permita ampliar su oferta, decisión ex ante, siempre y cuando espere una demanda acorde a esa decisión. Y ese mismo riesgo es asumido por cada empresario en base a la sumamente escasa información que posee respecto de lo que efectivamente demanden de su producción individual cada una de las familias y empresas de la economía en el futuro, es decir, ex post a su decisión de inversión. Por lo tanto, una condición necesaria para que toda oferta genere su propia demanda es que en determinado momento exista en una sociedad cierto grado de coordinación entre planes de oferentes y demandantes. En las sociedades modernas, mercantiles, existen ciertas señales de coordinación que les permiten a los empresarios -en forma individual- inferir en forma más o menos acertada dichos planes. Existen diferentes mecanismos de coordinación que envían estas señales. El principal es el sistema de precios de los diferentes mercados, corporizado en la Nota de Cátedra Nº2 en la figura del Rematador Walrasiano 3. Existen también otras potentes señales de coordinación como, por ejemplo, las que parten 1 En algunos pasajes de esta Nota se ha empleado un lenguaje más coloquial, menos riguroso que el de un libro de texto. La idea es resignar un poco de rigor científico -aunque no mucho!- a cambio de accesibilidad. 2 www.eumed.net/cursecon/economistas/say.htm 3 www.eumed.net/cursecon/economistas/wañras.htm
de la política económica, o algunos shocks exógenos como, por ejemplo, el efecto Tequila sobre la economía argentina a mediados de los años noventa. Si estas señales de coordinación no existieran, o fueran muy negativas, difícilmente alguno de los empresarios en forma individual tomaría la primer decisión de inversión, porque la probabilidad de que esta decisión presente de oferta encuentre en el futuro cercano su demanda, algo incierto, sería muy baja. Si así fuera, esta sociedad tendría serias dificultades para crecer. Puesto que la sumatoria de empresas individuales conforman la oferta agregada de la economía, esta falta de señales coordinadoras desde la demanda inhibirían a la oferta a ampliarse, conformándose así una profecía autocumplida inversa a la de Say: la posible debilidad de una demanda incierta, posibilidad existente debido a fallas de coordinación, inhibe la expansión de la oferta, y hasta la contrae. Antes de la Gran Depresión del 30 los economistas clásicos tendían a subestimar este fenómeno en términos agregados. Es decir, los desequilibrios de algunos grupos de agentes económicos serían compensados por otros grupos de agentes. Una de las ideas que J. M. Keynes 4 desarrolló a partir de esta crisis es que existía la posibilidad de que se produjera un exceso de oferta agregado, producto de una falla de demanda efectiva. Los oferentes, ante cada decisión de oferta, deben estimar los planes futuros de los demandantes, que conforman la demanda planeada en términos agregados, es decir, la demanda agregada. Los errores de predicción acerca de cuál será finalmente la demanda efectiva los llevarán a acumular o desacumular stocks en existencia, según hayan cometido ese error en exceso (de oferta) o en defecto (exceso de demanda). Y t = DA t + EI t (1) La ecuación (1) condensa todo lo expuesto hasta aquí 5. El producto (Y t ) es ofrecido en el período t actual en función de la estimación que los oferentes hicieron previamente, en (t-1), de la demanda planeada por los demandantes, es decir, la demanda agregada para el período t (DA t ). Debido a que el futuro es incierto, existen en todo momento fallas en la estimación de esos planes (ex-ante). Si las empresas los habían sobrestimado y ofrecieron un producto acorde a esa sobrestimación, es decir, en exceso, entonces acumularán existencias no planeadas, indeseadas (EI t ) en sus stocks en este período. Es decir, este flujo (variación de stocks) de existencias EI t >0 no es otra cosa que el reflejo de un exceso de oferta = Y t DA t (positivo). Luego, en el período siguiente (t+1), corregirán su anterior error de predicción y disminuirán su producción, ajustándola a la menor demanda. Si, por el contrario, los oferentes hubieran subestimado los planes de los demandantes, entonces ofrecerían un producto Y t menor a la demanda agregada DA t. El exceso de demanda resultante, Y t DA t < 0, llevará a las empresas en el período presente a desacumular stocks previos, por lo que estos sufrirán una variación negativa, es decir, EI t < 0. Luego, en (t+1) corregirán su anterior error de predicción y aumentarán su producción para satisfacer la mayor demanda. 4 www.eumed.net/cursecon/economistas/keynes.htm 5 Dado que el objetivo de esta Nota es presentar las primeras ecuaciones macroeconómicas, omitiremos aquí los ajustes vía precios que motivarían estos desequilibrios, para concentrarnos sólo en los ajustes vía cantidades. 2
En todo momento las empresas cometen estos errores de predicción, por lo que se verifican habitualmente variaciones de stocks en cada período. Si estos errores de predicción no son muy grandes en términos agregados, son corregidos al período siguiente sin mayores perturbaciones, operando a nivel agregado un ajuste suave de existencias y planes de producción en cada período. Por el contrario, un gran error de predicción agregado generado debido a, por ejemplo, un shock exógeno negativo producido con posterioridad a muchas tomas de decisiones de inversión, implicaría una gran acumulación de existencias en stock, es decir, un gran exceso de oferta de bienes que podría no llevar a un ajuste suave sino a una crítica recesión. Una falla de demanda efectiva de esta magnitud haría que los procesos de ajuste natural explicados en la Nota de Cáterda Nº 2 no operen con la suficiente velocidad de ajuste como para evitar la recesión. 2. Oferta y demanda agregadas en equilibrio Como es sabido, la ecuación (2) define la demanda agregada DA en una economía abierta: DA C + I + G + X M (2) donde: C : demanda del sector privado doméstico de bienes y servicios de consumo I : demanda de bienes y servicios de inversión G : compras del Gobierno X : demanda de exportaciones desde el "Resto del Mundo" (R del M) de bienes y servicios producidos domésticamente M : importaciones desde el mercado doméstico de bienes y servicios producidos en el R del M. En equilibrio, y sólo en él, se cumple ex post la profecía de Say pues toda oferta encontró su propia demanda, es decir: Y t = DA t (3) Recuperando la terminología utilizada a lo largo de la Nota de Cátedra Nº 2 referida a los elementos de un modelo, la Ecuación (3) es pues una condición de equilibrio ex-ante y una identidad ex-post. Es decir, se cumplirá la igualdad de la ecuación (3) siempre que EI = 0, algo que en sentido estricto no se cumple casi nunca (sólo por casualidad). La razón por la que se cumple siempre la ecuación (3) a modo de identidad ex- post es que una vez finalizado el período t las EI pasan a formar parte de la demanda de inversión I como su parte no deseada. Para el sistema de Cuentas Nacionales, que es un sistema de cuentas en equilibrio y, por ende, ex-post, Y = DA se transforma en la identidad Y DA. Noten Uds. que tanto la noción de equilibrio contable del Sistema de Cuentas Nacionales como la de equilibrio macroeconómico usadas aquí son ambas nociones de equilibrio agregado entre oferta y demanda de bienes y servicios, mientras que la noción de equilibrio del Rematador Walrasiano corresponde a un mercado individual. Una nota precautoria respecto a la interpretación directa de las ecuaciones (2) y (3) juntas, igualadas, en equilibrio ex-post: 3
Y = C + I + G + X M (4) Es relevante señalar que esta ecuación (4) es sólo una condición de equilibrio que: a) está formada por dos variables, la oferta y la demanda, diferentes cualitativamente por cierto, que son los dos miembros de la igualdad; b) dicha igualdad se cumple sólo en equilibrio; y c) se la presenta como una identidad (ex-post) no en el marco de la macroeconomía, sino en el de las Cuentas Nacionales, en donde las transacciones se contabilizan sólo en equilibrio. 6 El lado derecho de la ecuación (4), es decir, la demanda agregada DA, está conformada pues por diferentes clases de demandas agregadas: la demanda privada de consumo, la demanda privada de inversión, la demanda del sector público de consumo e inversión, la demanda externa de nuestras exportaciones y nuestra demanda de importaciones desde el resto del mundo. La ecuación (4) expresa entonces la igualdad entre la Oferta Agregada y la Demanda Agregada. Una segunda nota precautoria, relativa a las ecuaciones (2) y (4), consiste en responder adecuadamente la siguiente pregunta: "por qué las importaciones aparecen en esta ecuación "restando" si no son bienes o servicios producidos domésticamente?" Si intentaron responder adecuadamente a esta pregunta, a modo de auto-test podrán chequear su respuesta con la nota al pie de esta página 7. Finalmente, la Ecuación (4) nos permite analizar esta primera ecuación macroeconómica desde otra perspectiva. Reagrupando términos en (4) podemos obtener: Y + M = C + I + G + X (5) Visto de este modo, el lado izquierdo de esta igualdad muestra la Oferta Global de bienes y servicios que existe en el mercado doméstico, compuesto tanto por bienes y servicios producidos domésticamente (Y) como por aquellos producidos en el resto del mundo (M). El lado derecho muestra la DA incluyendo las importaciones. Por lo tanto, este miembro expresa la Demanda Global de bienes, es decir: la demanda doméstica de bienes y servicios producidos tanto domésticamente (C+I+G sin M) como en el resto del mundo (M), más la demanda externa de bienes y servicios producidos domésticamente (X). 6 La lectura errónea de esta ecuación como una identidad ex-ante lleva a suponer que el lado derecho de esta igualdad está comp uesto por diferentes clases de producto, los bienes de consumo producidos, los bienes de inversión producidos, etc. 7 RTA: Sólo por una razón: porque las M estaban incluidas ya en el resto de las otras demandas y, puesto que no son producidas domésticamente, deben ser deducidas. Ejemplos: el componente de importaciones incluido en las exportaciones, bienes de capital importados por el sector privado doméstico (pertenecientes a I ) o un electrodoméstico importado por un comerciante mayorista nacional que funciona como bien de consumo durable, o un gasto del gobierno consistente en la compra de una computadora importada. 4
3. Las Tres Brechas de la Macroeconomía de una Economía Abierta 8 En la Ecuación (4), el lado de la oferta está representado por el PIB. Redefinamos ahora esta variable, de modo tal que Y represente ahora al PNB, concepto que se diferencia del PIB en la inclusión de una nueva variable, Z, definida como el total de pagos netos de servicios reales (costo de fletes) y financieros derivados de obligaciones contraídas con el exterior 9. De este modo, se obtiene: PNB = Y = C + I + G + X (M+Z) (4.b) 10 Restando miembro a miembro la Recaudación Impositiva Total (T) en la ecuación (4.b), se obtiene: Y T = C + I + G + X (M+Z) T Luego, reagrupando términos nuevamente y recordando que el Ahorro Privado doméstico S se define como S = Y C, se obtiene una nueva identidad ex-post: (S-I) + (T-G) + (M+Z-X) 0 (6) donde: (S-I) = (C+S) (C+I) > 0 : ahorro del sector privado doméstico (T-G) > 0 : ahorro del sector público (M+Z-X) > 0 : ahorro del resto del mundo 11 De este modo la ecuación (6) muestra que el déficit de un sector es siempre necesariamente financiado por el superávit de alguno de los otros dos sectores (uno de ellos o la suma de ambos). El mecanismo de financiamiento empleado para financiar desequilibrios de unos sectores con otros son las transacciones realizadas con activos financieros, a los que llamaremos Bonos en su sentido más amplio 12. El funcionamiento de estas tres brechas, cuyos desequilibrios individuales son financiados por los Mercados de Bonos, es lo que conformará el Marco de Consistencia para el desarrollo del modelo 8 Por simplicidad, en esta presentación esquemática de las tres brechas se omitió en la brecha fiscal la desagregación de las transferencias (TR) del sector público al sector privado (se considera que "T" representa "Impuestos que el sector público le cobra al sector privado netos de las transferencias que le paga"). Desde ya, desagregar esta variable no modifica en nada las conclusiones del análisis aquí expuesto, sólo las refinaría un poco más. 9 Las obligaciones financieras comprenden, básicamente, los intereses de la deuda pública y privada y las remesas de utilidades y dividendos enviados al exterior por firmas trasnacionales radicadas en Argentina (propiedad de no residentes). 10 Nótese que, tal como está presentada la ecuación, el signo positivo de Z implica una deuda neta con el exterior. 11 Estrictamente, el ahorro del resto del mundo se corresponde con la Cuenta Corriente del Balance de Pagos con saldo deudor (cambiada de signo). El Balance de Pagos será presentado con más detalle en la segunda parte del curso. 12 El término bonos hace alusión aquí, siguiendo a los libros de texto introductorios de macroeconomía, a todo activo (contrato) financiero que o bien promete pagar una renta con certeza (i.e., bonos de deuda soberana, plazos fijos bancarios, bonos de deuda privada, etc.) o bien ofrece un retorno esperado, aunque incierto (i.e. acciones, opciones financieras, etc.). Mantendremos esta interpretación en sentido amplio del mercado de bonos en lo que resta de esta Nota con el objetivo de distinguir dos grandes grupos de activos financieros: los bonos y el dinero, activo financiero que no ofrece renta alguna por su posesión. 5
que analizaremos a lo largo del curso. Es de destacar, nuevamente, que la ecuación (6) es una identidad ex-post que supone un determinado nivel de Y de equilibrio y, por lo tanto, Y está fijo. Presentaremos este mecanismo de funcionamiento a través de 6 casos que surgen de suponer sólo a los fines expositivos, por simplicidad- que uno de los tres sectores está en equilibrio, para así analizar los desequilibrios de los dos restantes. Con signo (+) indicaremos superávit, con (-) déficit y con (0) equilibrio. Caso 1. (S-I) + (T-G) + (M+Z-X) 0 (-) (+) (0) Déficit privado financiado con superávit público. El Gobierno emplea su superávit en rescatar (comprar) deuda pública emitida anteriormente y ofertada en el mercado doméstico, financiando de este modo el déficit del sector privado, quien gracias a este financiamiento puede sostener una demanda de I mayor a su propia capacidad de ahorro. Caso 2. (S-I) + (T-G) + (M+Z-X) 0 (+) (-) (0) Déficit público financiado con superávit privado. El gobierno emite nueva deuda pública comprada por el sector privado con su exceso de S sobre I, financiando de este modo el déficit fiscal. Noten que exceso de S no significa necesariamente que esta sociedad ahorra mucho, sino que este desequilibrio puede deberse también a que parte del ahorro privado fue direccionado hacia la compra de un bono público que ofrecía una atractiva relación riesgo-retorno. Caso 3. (S-I) + (T-G) + (M+Z-X) 0 (+) (0) (-) Déficit del R del M financiado con superávit privado. El sector privado doméstico le presta (divisas) al R del M para que éste pueda comprar nuestras exportaciones, cuyo valor es mayor al de nuestras importaciones. Es decir, un residente argentino compra un bono (público o privado) de un país extranjero. Por ejemplo, partiendo de una situación de equilibrio en las tres brechas, una empresa argentina realiza una exportación financiada por un banco argentino a través de una carta de crédito contra el R del M (que también es un bono suscripto por un no-residente). A la vez que X>M+Z, Argentina destina su superávit privado a financiar al R del M. Si ese superávit no existiera, no se podría haber realizado la venta, porque el R del M, que suponemos también en equilibrio al inicio, no poseería las divisas necesarias para comprar más exportaciones argentinas, puesto que tiene que gastar más divisas de las que obtiene por nuestras importaciones. Es decir, nuestro superávit privado es el déficit del resto del mundo. 6
Caso 4. (S-I) + (T-G) + (M+Z-X) 0 (-) (0) (+) Déficit privado financiado por nuestro déficit de Cuenta Corriente del Balance de Pagos (superávit del R del M). El ahorro excedente del R del M financia la demanda de I doméstica, mayor a nuestra capacidad de ahorro. Por ejemplo, partiendo de una situación de equilibrio, una empresa argentina importa un bien de capital con una carta de crédito. Se genera, a la vez, tanto un desequilibrio privado (I>S) como externo (M+Z>X). Noten Uds que Argentina tiene en esta ocasión dos déficit, privado y externo, fruto de una única operación. Es decir, nuevamente, el déficit privado es a la vez déficit de nuestro sector externo (superávit del R del M). Caso 5. (S-I) + (T-G) + (M+Z-X) 0 (0) (+) (-) Superávit de Cuenta Corriente financiado por superávit público. El sector público utiliza su superávit para rescatar Deuda Externa emitida anteriormente y así disminuir su stock ( stock conocido como Deuda Externa Pública). Al comprarle dicho bono a un no-residente, el gobierno financia de este modo al R del M para que éste pueda comprar exportaciones argentinas por un valor mayor a las importaciones argentinas que el R del M nos vende. Por ejemplo, un no-residente, tenedor de un bono externo del gobierno argentino, compra nuestro exceso de X sobre (M+Z) y financia esta compra vendiendo ese bono en el mercado secundario (internacional) de deuda, donde el gobierno argentino lo rescata. Caso 6. (S-I) + (T-G) + (M+Z-X) 0 (0) (-) (+) Déficit público financiado por R del M (déficit de Cuenta Corriente). Por ejemplo, partiendo de una situación de equilibrio, el gobierno compra (a través de una licitación) una computadora importada para un profesor universitario, y financia esa compra con la emisión de un bono externo, comprado por un no-residente. Esa importación transforma el original equilibrio fiscal en déficit (gastos mayores a ingresos = G>T) y el original equilibrio externo en déficit de Cuenta Corriente (M+Z>X). A esta situación se la conoce como déficits gemelos. Nuevamente, un déficit es el reflejo del otro. Estos 6 casos, a modo de ejemplo, se basaron en dos simplificaciones. La primera consiste en que sólo 2 de las 3 brechas están en desequilibrio al mismo tiempo. Combinando los casos Uds. podrían darse cuenta fácilmente cómo sería la dinámica de un desequilibrio financiado por los otros dos. La segunda simplificación consistió en suponer que, por el hecho de estar en equilibrio, un sector no participa de las transacciones. En realidad esto es falso, ese sector participa, aunque al final del período termina en equilibrio porque las transacciones que se realizaron en esa brecha arrojaron como resultado un valor de su ahorro neto igual a cero. 7
Por ejemplo, partiendo de una situación de equilibrio en cada una de las tres brechas, el caso 6 podría ser replanteado del siguiente modo. El sector privado compra computadoras importadas endeudándose con un no-residente a través de la emisión de un bono privado externo. A su vez el Gobierno aumenta el gasto (G>T) al comprarle esas computadoras al sector privado doméstico, y financia el déficit público resultante emitiendo deuda pública y colocándola en el mercado interno. En consecuencia, el ahorro neto del sector privado doméstico finalizó en cero: a) desde el lado real, importó computadoras, M, para vendérselas al Gobierno (transacciones equivalentes en términos reales), y b) intermedió financieramente esas transacciones reales, tomando un préstamo del R del M (emisión de bono privado externo) que le permitió otorgar un préstamo por un monto equivalente al Gobierno para que éste financie su déficit. El resultado de las tres brechas es el mismo que en el caso 6 analizado anteriormente. 8