LA ANTIGUA ROMA 1. EL ORIGEN DE ROMA... 1 La fundación... 1 Sus primeros pueblos... 2 Época de monarquía... 2 Economía... 2 Sociedad... 2 2. LA REPÚBLICA ROMANA.... 3 Nuevas instituciones... 3 Las luchas sociales... 3 La conquista romana... 4 Las guerras púnicas... 5 La crisis de la República... 5 3. EL IMPERIO ROMANO... 6 El Alto Imperio... 6 El Bajo Imperio... 6 La caída del Imperio... 7 LA HISPANIA ROMANA... 7 La conquista... 7 La administración de la península y sus ciudades... 8 Economía... 8 1. EL ORIGEN DE ROMA La fundación El origen de Roma es enigmático, pues en él es difícil distinguir lo histórico de lo legendario: La tradición o leyenda romana establece la fundación de Roma a mitad del siglo VIII a. C., en el 753, ligada a la leyenda de los gemelos Rómulo y Remo. Dicha leyenda nos cuenta que los hermanos fueron abandonados en el río Tíber al nacer, pero una loba los recogió y amamantó. Al poco, fueron criados por un pastor y acabaron fundando Roma. Pero, tras un enfrentamiento entre ellos, murió Remo y Rómulo se proclamó el primer rey de Roma. Los arqueólogos no creen que Roma sea tan antigua, con lo que defienden que su fundación sería a fines del siglo VII a. C. En la actualidad se intentan compaginar ambos datos, los legendarios y los arqueológicos, para llegar a una postura intermedia. 1
Sus primeros pueblos En esta época, la de los orígenes de Roma, encontramos en la península itálica a los siguientes pueblos: Los ligures, en el norte. Los etruscos, por la zona de la Toscana y el río Po. Los italiotas, y dentro de ellos, el pueblo que más nos interesa son los latinos, que estaban por la zona del río Tiber. Los griegos, que habitaban el sur de Italia, conocido como la Magna Grecia. Los latinos emplazaron sus aldeas donde está la actual Roma, sobre 7 colinas y formaron una federación entre ellos, la liga de las siete colinas (o Septimontium), que fue luego conquistada por los etruscos. Estos últimos, fueron los que le dieron el verdadero carácter de ciudad a Roma. Época de monarquía Esta primera Roma fue gobernada por reyes, que tenían todos los poderes en sus manos. Fueron siete, los cuatro primeros latinos y los tres siguientes etruscos. Esta monarquía no era hereditaria, por lo que al morir un rey, el candidato que ocuparía el cargo debía de ser aceptado por el pueblo y ratificado por el Senado (asamblea de ancianos al principio). Economía La economía romana en sus inicios era sobre todo agrícola y ganadera, aunque por estar la ciudad en un lugar de paso, empieza ya a tomar importancia el comercio desde muy temprano. Sociedad Desde su origen había en Roma dos grupos sociales principales: 1. Aristócratas o patricios. Era un grupo minoritario que se consideraba descendiente de los primeros fundadores de Roma y se agrupaban en clanes o gens, que eran familias amplias que procedían de un antepasado común. Estas gens se reunían en curias, que a su vez se reunían en tribus (1 tribu = 10 curias). Este grupo tenía el poder político y religioso. 2. Plebeyos. Era un grupo muy numeroso formado por campesinos, artesanos, comerciantes y extranjeros. No tenían propiedades ni derechos políticos. Había dentro de ellos un estrato más alto, el de los clientes, que eran personas que dependían de los patricios, por lo que eran muy influyentes por este motivo. 2
Durante la etapa etrusca de monarquía, se favoreció a los plebeyos, por lo que los patricios se revelaron en el 509 a. C., destronando al rey, expulsando a los etruscos y proclamando la República. 2. LA REPÚBLICA ROMANA. Nuevas instituciones Cuando fueron expulsados los etruscos en el 509 a. C., se instauró la República, con lo que los poderes de la antigua monarquía quedaron repartidos en distintas instituciones: Asambleas populares, que eran reuniones de todos los ciudadanos para intervenir en asuntos políticos. De estas asambleas debemos destacar a los comicios centuriados, que reciben este nombre porque en ellos los ciudadanos se agrupaban en centurias, teniendo cada una un voto y decidiéndose por mayoría. Sus funciones principales eran las de elegir a los magistrados, aprobar las leyes y decidir sobre la guerra y la paz. Magistrados, que se elegían por un año y desempeñaban distintas funciones, por los que recibían distintos nombres: o Cónsules. Eran los más importantes, pues además de ser los jefes de los demás magistrados, eran también jefes del ejército y presidían tanto los comicios centuriados como el Senado. o Pretores. Se encargaban de la administración de justicia. o Cuestores. Eran los que se encargaban de hacienda, del Tesoro. o Edil. Administraba la ciudad. o Censores. Hacían la lista de los ciudadanos divididos en centurias en función de la fortuna que tuviesen. o Tribuno de la plebe. Magistrado que surge en el siglo V a. C. para defender los intereses de los plebeyos. Senado. Al principio estaba formado por los jefes de las familias patricias, pero luego se le fueron añadiendo los ciudadanos que habían desempeñado magistraturas importantes. Tenían mucho poder: aconsejaba a los magistrados (que solían hacerle caso), ratificaba los acuerdos de las asambleas populares y negociaba con otros Estados. Debido al importante papel del Senado, la República era más una oligarquía que una democracia, es decir, un régimen en el que el poder lo tenían unos pocos; un régimen aristocrático, donde los mejores gobernaban. Por eso no podemos hablar de democracia, a pesar de las apariencias. Las luchas sociales La sociedad republicana estaba formada por tres grupos sociales: 3
1. Los patricios, cuyas características son las mismas que en vimos en los orígenes de Roma, que tenían todo el poder. 2. Los plebeyos, también ya vistos, pretenden hacerse con el poder. 3. Los esclavos, se convertirán ahora en un grupo muy numeroso debido a las conquistas de Roma, que vamos a ver más adelante. No tenían derechos, desempeñaban las tareas más duras y eran considerados como cosas, como objetos. Ahora bien, podían convertirse en libertos si el amo los liberaba o si compraban su libertad. Como los patricios y plebeyos tenían derechos sociales muy distintos, se produjeron luchas sociales entre ellos. Así los plebeyos fueron consiguiendo poco a poco derechos como: Tener un representante, que sería el Tribuno de la plebe, El Código de las Doce Tablas, compilación de leyes romanas donde aparecen sus primeros logros. El derecho al matrimonio con patricios y el acceso a las magistraturas y al Senado. La conquista romana La conquista romana abarca muchos siglos, por lo que para acercarse mejor a ella, los historiadores suelen dividirla en tres etapas en función de las zonas por las que va avanzando: - Siglos VI y V a. C Conquista de toda Italia. - Siglo III a. C. Conquista del Mediterráneo occidental, por lo que Roma se enfrenta a Cartago en las guerras púnicas (246 146 a. C.). - Siglo II y I a C. Conquista del Mediterráneo oriental, por lo que Roma se enfrenta a los reinos helenísticos. Las causas que favorecieron la conquista romana pueden agruparse en dos principales: 1. Económicas. Las conquistas se vieron favorecidas por el intento de hacerse con el control del Mediterráneo para poder aprovechar sus recursos, entre ellos el esclavismo. Ante esta situación, Roma encontró dos rivales que pretendían lo mismo: Cartago y los reinos helenísticos. Roma salió victoriosa ante ambos. 2. Políticas. Las conquistas suponían triunfos militares que daban prestigio a la aristocracia del senado y así continuidad. Las consecuencias de la conquista romana fueron muy distintas dependiendo del lugar y de los sectores sociales afectados. Fueron muy positivas para Italia, sufriendo, gracias a ellas, la 4
ciudad de Roma una gran transformación. Pero serían muy negativas en las tierras conquistadas, ya que se vieron sometidas a una explotación brutal. Los grupos más poderosos fueron en todo momento los más beneficiados del reparto de las tierras y sus recursos; pero los campesinos, se vieron muy perjudicados, pues debieron dejar el cultivo de sus tierras para ir a la guerra, con lo que las encontraban en muy malas condiciones a su vuelta, teniéndolas que ceder en la mayoría de los casos a los latifundistas. Todo ello conllevará una gran desigualdad social. Respecto a los territorios conquistados, diremos que estos se organizaban en provincias para su mejor administración, controladas por un gobernador y distintos funcionarios. Las guerras púnicas Como se ha tratado más arriba, las guerras púnicas entre Roma y Cartago fueron fundamentales para que la primera se hiciese con la supremacía en el Mediterráneo Occidental. Las guerras púnicas fueron 3: 1. Primera guerra púnica (264-241 a. C.). Sicilia era una isla codiciada por Roma, por su posición estratégica en el Mediterráneo; y por Cartago, por ser su gran abastecedor de grano. Debido a ello se enfrentaron, venciendo la flota romana. Sicilia pasó a Roma y, al poco tiempo, también lo hicieron Córcega y Cerdeña. 2. Segunda guerra púnica (219-201 a C.). Perdida Sicilia, el objetivo de Cartago era ahora Hispania. Amílcar y Asdrúbal llegaron a la península y se fundó Cartago Nova. Se firmó un tratado con Roma, por lo que al norte del Ebro quedaría el dominio romano y al sur el cartaginés. Pero Aníbal, nuevo al mando, atacó a un aliado romano al Sur, la ciudad de Sagunto, y ante la respuesta de Roma, superó la franja del Ebro. Aníbal, victorioso, llegó a las puertas de Roma, pero no la tomó y se dirigió al sur. Los romanos lo aprovecharon para atacar por la retaguardia, por lo que fueron hacia la península. Ante esto, Aníbal tuvo que abandonar Italia para dirigirse a África y firmar el tratado de paz, que terminó con el poderío militar de Cartago. 3. Tercera guerra púnica (149-146 a. C.). Aunque Cartago ya no tenía poder militar, Roma decidió destruirla por miedo a una posible recuperación. La crisis de la República Las desigualdades sociales provocadas por las conquistas dieron lugar a conflictos sociales como: La revuelta de los hermanos Graco (siglo II a. C.) en defensa de los intereses de la plebe, sin tierras ni trabajo. Se pedía, por ello, un mejor reparto de la riqueza. Revueltas de esclavos, como la de Espartaco (siglo I a. C.) Para frenar esta conflictividad, los senadores y magistrados dieron el poder a generales (dictadores). Cada uno fue creando un ejército con los ciudadanos adictos a su persona, que acabarán enfrentándose en guerras civiles. Uno de los generales era Julio César y acabó por imponerse al resto. Su idea era la de transformar a la República Romana en un Imperio del tipo de los helenísticos, en el que el soberano tuviera todo el poder. Aunque fue asesinado por los senadores y partidarios de la República, su sobrino, Octavio Augusto, continuó su proyecto. Por ello se acabó pasando de la República al Imperio. 5
3. EL IMPERIO ROMANO El Alto Imperio El Imperio Romano fue inaugurado por Octavio Augusto tras imponerse a sus rivales en una guerra civil. Adoptó el título de princeps, que suponía la concentración de todos los poderes en manos del emperador, a pesar de que se mantuviese la apariencia institucional republicana. Así pues, el nuevo sistema del Imperio tenía las siguientes características: El poder político estaba concentrado en las manos del emperador (cónsul, máximo pontífice, censor, tribuno, etc.). Los órganos republicanos no fueron abolidos de golpe, aunque si perdieron su poder. El senado fue el que más duró, pero sometido siempre al emperador. Había un cuerpo de funcionarios adicto a la persona del emperador, que le ayudaba en las tareas de gobierno. El nuevo ejército estaba compuesto de voluntarios profesionales. Antes, cualquier ciudadano, entre los 17 y 60, años era considerado soldado y podía ser llamado por el cónsul. El nuevo Imperio se encargaba de asegurar tres servicios a sus ciudadanos, para así ganarse el apoyo de estos: 1. Asegurar la paz. De ahí que los siglos I y II d. C. sean conocidos como los de la pax romana, siendo entonces cuando el Imperio alcanzó su máximo esplendor y prosperidad. 2. Justicia, a través del emperador o sus representantes. 3. Obras públicas: calzadas, puentes, acueductos, teatros, anfiteatros, templos... dando muestras de lo grandes ingenieros que fueron los romanos. Para realizar estas tareas el Estado tuvo que recaudar bastante dinero por medio de los impuestos. El Bajo Imperio Durante este período, en el siglo III d. C., se produjo una gran crisis en el Imperio Romano debido a los siguientes factores: 1. Cese de las conquistas, con lo que dejaron de llegar los abundantes recursos y esclavos que eran tan necesarios para mantener un sistema tan caro como el del Imperio. Por ello, se tuvieron que aumentar mucho los impuestos, se empezó a emitir moneda de muy mala calidad y subieron mucho los precios, lo que llevó a la caída de la producción y del comercio y, a una gran crisis económica general. 2. Desórdenes políticos y militares, con lo que eran frecuentes los complots y los usurpadores en este momento. 6
3. Primeras invasiones de bárbaros (extranjeros), aumentando la inseguridad de la población. Por todo esto, la gente terminó abandonado la ciudad y se fue al campo, con lo que en el siglo III d. C. el mundo romano se ruralizó. Ante esta situación, se intentan resolver los problemas de distintas formas, lo que hace que la caída del Imperio se retrase, pero que no por ello sea inevitable. Una de las soluciones que se plantearon fue la tetrarquía de Diocleciano, que consistió en dividir al Imperio en cuatro partes para administrarlo mejor, pero sin romper su unidad. La caída del Imperio A pesar del cierto renacer que experimenta el Imperio durante el siglo IV, Teodosio lo acabó dividiendo en dos en el 395, dejando a su hijo Arcadio la parte oriental y a su hijo Honorio la occidental. Mientras que el Imperio Romano de Oriente, o Imperio Bizantino, perduró hasta el siglo XV, el Imperio Romano de Occidente sufrió a principios del siglo V la invasión de los pueblos germánicos, que empezaron a establecerse dentro de sus fronteras empujados por los hunos de Atila. Dichos pueblos germánicos (visigodos, ostrogodos, vándalos, alanos, suevos...) fueron formando reinos independientes. En el 476, uno de estos pueblos, los herulos, acabaron deponiendo al último emperador de Occidente, Rómulo Augústulo. Esta fecha ha marcado tradicionalmente el fin de la Edad Antigua y el principio de la Edad Media en la Historia europea. LA HISPANIA ROMANA La conquista La península Ibérica estaba poblada por celtas, celtíberos e iberos, además de haber recibido contactos de pueblos exteriores como los fenicios o los griegos. Era muy rica en recursos, de ahí el interés que Roma tuvo por ella, rivalizando en su conquista con Cartago, que como ya dijimos, era la otra gran potencia de la época que pretendía el dominio del Mediterráneo occidental. Esta rivalidad se concretó en las Guerras Púnicas. Los cartagineses, al mando de Amílcar Barca, fueron los primeros en desembarcar en la península. Lo hicieron en el sur, en el 238 a. C.. Aníbal, hijo de Amílcar, intentó desde aquí iniciar una conquista sobre Roma, por lo que en su avance atacó Sagunto, ciudad amiga de los romanos. Esto hizo que estos mandasen a sus ejércitos comandados por los hermanos Escipión, que acabaron expulsando a los cartagineses. Tras esta expulsión, se establecen dos fases de conquista de Hispania: 1) Dominio de la costa oriental peninsular (202-154 a. C.). 2) Dominio de toda la península excepto el Norte (154-133 a. C), cuando se produjeron guerras contra los pueblos de la meseta como los lusitanos (Viriato) o los celtíberos (resistencia de Numancia). 7
La administración de la península y sus ciudades época: Hispania no fue una única provincia romana, sino que estuvo dividida en varias según la Durante la República se dividió en Hispania Citerior, al norte; e Hispania Ulterior, al sur. Durante la época de Augusto, en el Alto Imperio, encontramos tres provincias: Tarraconensis, Baética y Lusitania. Durante el Bajo Imperio se produjo la división de la Tarraconensis en tres provincias, con lo que tendremos cinco: Baética, Lusitania, Tarraconensis, Cartaginensis y Gallaecia. En las provincias habrá muchas ciudades, que se convirtieron en los centros político, jurídico, económico y administrativos de la península. Se administraban por medio de la curia y de magistrados electos. Había distintos tipos según su fundación: Antiguos municipios (anteriores a los romanos): Gades (Cádiz), Emporion (Ampurias), etc. Nuevos municipios (fundados por los romanos): Emérita Augusta (Mérida), Caesaraugusta (Zaragoza), Tarraco (Tarragona), etc. Las ciudades que se habían opuesto al dominio romano tenían menos derechos, hasta que en el siglo III d. C. se otorgó el derecho de ciudadanía a todos los habitantes del Imperio. Estas ciudades se vieron conectadas entre sí por las resistentes calzadas romanas. Economía Las actividades económicas fundamentales de la Hispania romana fueron las siguientes: Una agricultura basada en la trilogía mediterránea, con lo que los principales productos fueron el trigo, el aceite y el vino. La minería, que había sido importante mucho antes de que llegaran los romanos, con la extracción de plata, cobre y mercurio, sobre todo. La artesanía urbana. El comercio de todos los productos anteriores por la península y hacia otras partes del mundo romano. 8