Contribución a la parasitología porcina Miguel Ángel Hurtado Preciado y Luis Ángel Serrano Fraile Resumen El estudio consistió en la identificación de los diferentes parásitos que tenían 103 cerdos ibéricos que estaban siendo criados en la dehesa de la zona noroeste de la provincia de Cáceres (Extremadura, España), distribuidos en 31 explotaciones porcinas. Los parásitos más frecuentemente identificados fueron los nematodos gastrointestinales del orden Strongylida y del género Strongyloides spp., y los coccidios del género Eimeria spp. Este trabajo forma parte del programa sanitario de las agrupaciones de defensa sanitaria ganaderas (ADSG) de Extremadura, a las cuales pertenecen las explotaciones ganaderas porcinas del estudio. El objetivo inicial de este trabajo era la aplicación inmediata de un tratamiento antiparasitario eficaz. Palabras clave: cerdo Ibérico, parásitos, Extremadura, agrupación defensa sanitaria ganadera Summary Contribution to the swine parasitology The study involved the identification of the different parasites that had 103 Iberian pigs that were being raised in the pastures of the northwestern part of the province of Cáceres (Extremadura, Spain), distributed in 31 pig farms. The parasites most frequently identified were gastrointestinal nematodes order Strongylida and genus Strongyloides spp., and coccidia of the genus Eimeria spp. This work is part of the health program of the livestock health services of Extremadura, which belong to the pig farms of the study. The initial objective of this work was the immediate implementation of effective anti-parasite treatment. Key words: Iberian pig, parasites, Extremadura, livestock health services Contacto con los autores: Departamento de Sanidad Animal. LAJARA, Servicios Veterinarios, S.L. Directores Técnicos Veterinarios Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganaderas (ADSG). Plaza de Triana, 3. Coria (Cáceres). Tlf./Fax: 927 501991. E-mail: lajaracalidad@yahoo.es Según indican los datos del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente (Magrama, 2012), en el año 2011 en Extremadura la producción de cerdos ibéricos y sus cruces fue de 864.920 animales. Castilla y León, con 920.726 animales, fue la primera región productora. La diferencia significativa fue que en Extremadura se criaron 199.144 cerdos de bellota, los cuales son principalmente alimentados durante los últimos 4-5 meses de vida con bellotas y otros alimentos del campo, mientras que en Castilla y León se criaron 20.753 animales de este tipo. El total de cerdos producidos en España en este año fue de 2.620.885 animales. Con estos datos queda clara la importancia del cerdo Ibérico en la Comunidad Autónoma de Extremadura y su estrecha relación con la dehesa como lugar de cría y engorde, además del importante papel que dentro de esta producción desempeña el control sanitario de los cerdos, que empieza por el tratamiento adecuado frente a los parásitos presentes. Aparicio et al., (2004), estiman que en las explotaciones porcinas las pérdidas debidas a enfermedades están alrededor del 3 %. La producción porcina tiene unos costes más o menos definidos, aunque pueden ser bastante variables de unas explotaciones a otras. Uno de los limitantes más importantes es el coste sanitario que conllevan, bien en prevención y bioseguridad o en tratamiento y control (Frontera et al., 2012). El objetivo de este estudio es la identificación de los parásitos gastrointestinales y pulmonares que están afectando a los cerdos de nuestras dehesas, para poder aplicar un tratamiento efectivo que redunde en una mejor sanidad y en un aumento de sus producciones. La intención primaria no era llegar a una identificación de especie o género parasitario, sino llegar a un grado de identificación suficiente para aplicar un tratamiento eficaz. Realmente, son pocos los ganaderos de cerdos de cría en extensivo que tienen establecido un programa sanitario antiparasitario. Este suele quedar reducido a la desparasitación de los cerdos cuando salen a la montanera (principios de octubre), o cuando se observan posibles síntomas de parasitosis como, por ejemplo, acusada delgadez, pelo erizado, bruxismo, picor en el recto, etc. (figura 1). 22 n SUIS Nº 103 Diciembre 2013
Figura 1. Cerdo parasitado cruzado Ibérico Duroc 50 % de 8-9 meses. Figura 2. Cerdos apantemente sanos cruzados Ibérico Duroc al 50 %. Este estudio está realizado por directores técnicos veterinarios de agrupaciones de defensa sanitaria ganaderas (ADSG), conscientes de la importancia de mantener un buen estado sanitario de los cerdos para que puedan aumentar los índices de producción (figura 2). EL CERDO EN LA DEHESA La casi totalidad de los cerdos del estudio se encuentran la mayor parte del tiempo libres en el campo y suelen tener una nave, un techo, una pocilga o una zahúrda donde se juntan para pasar la noche. Estas instalaciones las abandonan cuando amanece. Las condiciones higiénicas de estos albergues y sus alrededores suelen ser bastante deficientes. De otoño a primavera en el suelo predomina una mezcla de barro, orines y heces (figura 3), y en verano una gran cantidad de polvo, mezcla de tierra y heces. Estas condiciones higiénicas favorecen diferentes procesos patológicos, tanto parasitarios como infecciosos. Según indican Cordero del Campillo et al., (1999) en las nematodosis gástricas normalmente la infección parasitaria es oral, mediante la ingestión de alimentos y agua, o por la contaminación de la tierra, cama, etc. Generalmente se produce en los corrales que tienen poco piso de tierra o en los pastos. Pero también en las propias pocilgas con higiene insuficiente, cuando no se renuevan las camas en plazos inferiores a una semana. Los cerdos sólo son recogidos y encerrados cuando se les realizan los tratamientos preventivos o terapéuticos que necesitan o en el caso de que estos sean obligatorios. Por ejemplo, el cumplimiento obligatorio del programa sanitario de control de la enfermedad de Aujeszky, por el cual se realiza un chequeo serológico a un porcentaje y son vacunados todos los cerdos mayores de seis meses, durante los meses de enero, mayo y septiembre. Las características de las explotaciones porcinas estudiadas eran muy diferentes en cuanto al número de animales. Este podía oscilar entre 1-2 cerdos de las explotaciones familiares o de autoconsumo, hasta los 300-500 cerdos de cebo de las explotaciones de producción o industriales, pasando por las explotaciones de producción con madres y cebo. Se puede decir que estos cerdos y su tipo de explotación son los responsables, en parte, de los auténticos y puros jamones de bellota, también conocidos como jamones de pata negra. Por tanto, se le debería dar más importancia a este tipo de explotación tradicional que no daña el medio ambiente, sino lo contrario, y que da lugar a un producto de un gran valor culinario y con un potencial económico importante. Figura 3. Cerdos cruzados Ibérico Duroc en deficientes condiciones higiénicas. MATERIAL Y MÉTODOS A lo largo de tres años y medio, desde inicios del año 2009 a mediados del 2013, se tomaron muestras de 103 cerdos de un total de 31 explotaciones. Se recogieron 10-20 g de heces/cerdo. Los cerdos muestreados son todos de raza Ibérica pura (figura 4) o cruzados de raza Ibérica con Duroc-Jersey (figura 5), mayores de 40-45 días (destetados). Todas estas explotaciones están situadas en el noroeste de la provincia de Cáceres (comarca del valle del Alagón). Durante toda su vida (15-18 meses) estos cerdos se encuentran aprovechando los recursos de la dehesa extremeña: bellotas, raíces, hierbas, pastos, tierra, barro, etc., con aportaciones suplementarias de cereales o piensos compuestos en aquellas épocas, como las estivales, donde no tienen suficientes recursos alimentarios disponibles en el campo. El régimen de explotación de estos cerdos es, por tanto, extensivo. Las muestras coprológicas se analizaron SUIS Nº 103 Diciembre 2013 n 23
Figura 4. Cerda Ibérica pura recien parida de 12-13 meses de edad. Figura 5. Cerdos cruzados Ibérico Duroc (50 %) de 3-4 meses. mediante las técnicas de flotación y sedimentación, utilizando la cámara de Mc- Master (Valcárcel et al., 2009) con la cual se obtiene el número de huevos u ooquistes por gramo (HpG u OpG) de heces analizadas. La identificación de los parásitos mediante las características morfológicas de sus huevos se realizó atendiendo a las indicaciones de Valcárcel et al. (2009), Hendrich C.H. (1998) y Thienpont et al. (1986). En un principio, el propósito no era el diagnóstico parasitario preciso, es decir, identificar las especies o el género, sino llegar a un diagnóstico rápido y suficiente para poder aplicar un tratamiento efectivo. No se realizó un coprocultivo. El método de Bearmann-Wetzel hubiera conducido al aislamiento e identificación de las diferentes especies de nematodos gastrointestinales del orden Strongylida a través de las larvas L3, ya que a través de los huevos (figura 6) es imposible su identificación por el parecido entre ellos. Los análisis se realizaron en el Laboratorio Regional de Sanidad y Producción Animal de la Junta de Extremadura, en Badajoz, y en el laboratorio de LAJARA, Servicios Veterinarios, S.L., en Coria (Cáceres). Las muestras de heces eran recogidas de dos formas: directamente del intestino grueso (recto) de los animales o del suelo, siempre y cuando estas heces estuvieran recién depositadas y en presencia del director técnico veterinario, con especial cuidado y atención para no recoger posibles contaminantes como tierra, pajas, hierbas, otros excrementos, etc. Las muestras se recogieron coincidiendo con otras actuaciones (vacunaciones, chequeos serológicos, etc.) que tuvieran que realizar los directores técnicos veterinarios de las ADSG. Las muestras se depositaban en vasos estériles que se conservaban en refrigeración hasta su procesado o su envío al laboratorio. RESULTADOS Y DISCUSIÓN En 21 (67,74 %) de las 31 explotaciones visitadas en las que se recogieron las muestras de heces de los cerdos se identificó algún tipo de parásito. En estos cerdos ibéricos hemos identificado dos grandes grupos de parásitos: los nematodos gastrointestinales, del orden Strongylida, Rhabditida (Strongyloides spp.), Enoplida (Trichuris suis) y Ascaridida (Ascaris suum), en el 43,67 % de los cerdos muestreados; y los coccidios del género Eimeria spp. (orden Eucoccicidia), en el 12,62 % de los mismos. Concretamente, dentro de los nematodos gastrointestinales los parásitos aislados en porcentajes superiores fueron los del orden Strongylida (13,59 %), y los del género Strongyloides spp. (11,65 %). Cabe destacar el aislamiento de Strongyloides spp. en una explotación familiar con una carga parasitaria de 16.000 HpG. Los huevos de Strongyloides spp. son fácilmente identificables debido a que están larvados cuando se encuentran en las heces (figura 7). Aparte de este hallazgo y del alto porcentaje en el que fueron aislados los parásitos de este género (11,65 % de los cerdos muestreados), merecen una Figura 6. Huevos del orden Strongylida. 24 n SUIS Nº 103 Diciembre 2013
mención especial, debido a dos hechos muy significativos y relacionados con su posible capacidad infestante, el particular ciclo biológico que posee, alternando fases de vida parásita con fases de vida libre si no encuentra hospedador; y su capacidad de infestación percutánea (espacio interdigital, axilas, folículos pilosos, bragada, mamas, etc.) aparte de la oral (Frontera et al., 2009). Las larvas infestantes de la generación parásita son capaces de atravesar la piel del cerdo y llegar, mediante la circulación sanguínea, a los pulmones, donde ascienden por la tráquea hacia la faringe, y pasan después al intestino (Soulsby et al., 1987). Dichas capacidades deberían alertarnos de los posibles progresos epidemiológicos y patológicos que pudiera tener el género Strongyloides. En el cerdo posiblemente estemos hablando de la especie Strongyloides ransomi (Schwarz y Alicata, 1930) que es un parásito de su intestino delgado. Identificamos otros tipos de parásitos en porcentajes menores en cuanto a aislamientos, como fueron los parásitos de la especie Trichuris suis (10,67 %) (orden Enoplida), los nematodos broncopulmonares de género Metastrongylus spp. (3,88 %) (orden Strongylida) y de la especie Ascaris suum (7,76 %) (orden Ascaridida). Todos los resultados de los aislamientos obtenidos están recogidos en la tabla, donde se relacionan los diferentes parásitos identificados con sus cargas parasitarias, expresadas en OpP (ooquistes/g de heces) o HpG (huevos/g de heces). TRATAMIENTO De acuerdo al diagnóstico parasitológico se realizó un tratamiento adecuado. Los cerdos parasitados con nematodos gastrointestinales y/o broncopulmonares responden muy bien a la ivermectina o al flubendazol. En los cerdos parasitados por coccidios del género Eimeria spp. se utilizó la sulfaquinoxalina con un resultado satisfactorio. Por lo general, al mes de aplicar estos tratamientos se dejaron de encontrar huevos en las heces. Con algunas excepciones, en el caso descrito anteriormente de la alta parasitación por Strongyloides spp., al mes después del tratamiento el cerdo tenía una carga parasitaria de 1.500 HpG, al cual se le repitió el tratamiento con flubendazol, dando negativo en el análisis coprológico realizado al mes siguiente. OTROS RESULTADOS Estos resultados difieren de los encontrados por otros investigadores en estudios Resultados de los aislamientos parasitológicos en ganado porcino en el noroeste de la provincia de Cáceres entre 2009 y 2013 Tipo de parásito (Carga parasitaria: HpG/OoG) Orden Strongylida (100-2.900) Strongyloides spp. (Orden Rhabditida) (100-16.000) Nematodos broncopulmonares Metastrongylus spp. (Orden Strongylida) (100-1.400) Ascaris suum (Orden Ascaridida) (100-1.500) Coccidios Eimeria spp. (Orden Eucoccicidia)(600-6.600) Trichuris suis (Orden Enoplida) (100-700) Nº cerdos positivos (% sobre el total de muestras) 14 (13,59 %) 12 (11,65 %) 4 (3,88 %) 8 (7,76 %) 13 (12,62 %) 11 (10,67 %) Total cerdos positivos 62 (60,19 %) Total cerdos muestreados 103 (100 %) Total cerdos negativos 41 (39,80 %) Figura 7. Huevo larvado del orden Rhabditida (Strongyliodes spp.). de aislamientos parasitarios realizados en cerdos ibéricos en Extremadura. Pérez et al. (1996), en un estudio realizado tras el sacrificio de cerdos provenientes de montanera del suroeste de Badajoz (Extremadura) vieron como los parásitos más frecuentes, aislados en un 76,13 % de los cerdos, eran los protozoos de la especie Balantidium coli y de los géneros Eimeria spp. e Isospora spp., seguidos de los nematodos gastrointestinales, en un 75,72 % de los cerdos, representados por las especies Oesophagostomum dentatum (20,58 %) y Ascaris suum (37,04 %) y del género Metastrongylus spp. (39 %). Estudios realizados por Enric M. (2000), coinciden con estos resultados, aislando Isospora suis en el 85 % de las explotaciones porcinas intensivas estudiadas en España. El estudio realizado por García-Vallejo T.B. (1999), tras realizar la necropsia, análisis coprológicos, etc. de 689 cerdos ibéricos de montanera procedentes de tres municipios de Extremadura, revela en el estudio de la prevalencia por grupos taxonómicos un mayor porcentaje de Protozoa (89,8 %), seguido por Nematoda (49,0 %), Acanthocephala y Cestoda con el 7,5 y 5,3 %, respectivamente. Los géneros diagnosticados son Eimeria spp. (35,3 %), Sarcocystis spp. (67,2 %) y Balantidium coli (73,3 %). Como cestodos, aparecieron Cysticercus tenuicollis con una prevalencia del 5,3 %. Metastrongylus apri y M. salmi (24 %), Ascaris suum (28,7 %), Oesophagostomum dentatum (11,8 %) y Trichuris suis (5,4 %) fueron los nematodos indentificados. Igualmente, se detectó Macracanthorhynchus hyrudinaceus, presente en el 7,5 %. Este estudio está también más cerca, en cuanto a resultados, del realizado por SUIS Nº 103 Diciembre 2013 n 25
Pérez et al., (1996) que de los nuestros, donde predominan los nematodos gastrointestinales, y en concreto los del orden Strongylida. Calero et al., (2007), en un estudio realizado en 436 jabalíes (cerdos silvestres) que prácticamente se encuentran sometidos a las mismas condiciones climáticas y alimentarias que los cerdos ibéricos en explotación extensiva, encontraron al utilizar el análisis coprológico (flotación, sedimentación y McMaster) como método de diagnóstico parasitario que los parásitos digestivos más frecuentemente aislados fueron los nematodos gastrointestinales del orden Strongylida (54,3 %), seguidos de los nematodos broncopulmonares del género Metastrongylus spp. (también del orden Strongylida) (41,9 % de 527 jabalíes), Trichuris suis (4,13 %), Eimeridae spp. (4,5 %) y Ascaris suum (3,67 %), aunque el parásito más aislado fue Sarcocystis spp. (65,8 %), utilizando técnicas diagnósticas digestivas. Dicho estudio, comparando los datos obtenidos de la misma forma, se asemeja con el nuestro en cuanto al aislamiento mayoritario de los parásitos digestivos del orden Strongylida. Nuestro estudio está realizado con muestras de cerdos vivos. En trabajos como los de García Vallejo (1999) o el de Alcaide et al., (2005) se observa cómo Metastrongylus spp. es el segundo nematodo más frecuente en los cerdos de montanera, con un 24 %, después de A. suum con un 28 % de prevalencia. Dichos autores observaron un 57 % de prevalencia de Metastrongylus spp. en jabalíes. Debemos destacar la identificación del Conclusiones La conclusión más evidente es que la sanidad parasitaria del cerdo Ibérico criado en la dehesa extremeña, y en concreto del conjunto de explotaciones estudiadas, es muy deficiente. Por tanto, no es difícil deducir que la producción porcina estará claramente disminuida, ya que en más del 60 % de las explotaciones analizadas se identificaron parásitos. Es evidente que nuestras explotaciones ganaderas siguen teniendo un problema básico, los parásitos. Si no somos capaces entre todos, ganaderos, técnicos veterinarios y Administración, de instaurar unas medidas estructuradas, continuas y específicas, no tendrá mucho sentido hablar de mejora de la alimentación, mejora de índices de conversión, técnicas reproductivas, selección racial, etc. La implicación de las agrupaciones de defensa sanitaria ganaderas y sus directores técnicos veterinarios es clave para el control de estos parásitos. Con este tipo de estudios empezamos a saber los tipos de parásitos que afectan a nuestros cerdos. Ahora nos quedaría la siguiente fase, controlarlos y reducirlos a niveles mínimos. Para ello, tenemos que conocer sus ciclos evolutivos, epidemiología, tratamientos eficaces y no sólo con productos zoosanitarios, sino también estableciendo unas medidas de higiene y manejo de las instalaciones y terrenos donde viven y pastan los cerdos. género Strongyloides spp. (orden Rhabditida) en el 11,65 % de los cerdos respecto a los trabajos citados anteriormente, relacionados con los cerdos y jabalíes que viven en la dehesa extremeña, trabajos en los cuales no se recoge ningún aislamiento de este tipo de parásito. Agradecimientos: Queremos agradecer a la Dirección General de Explotaciones Agrarias de la Junta de Extremadura, concretamente al Servicio de ADSG de Sanidad Animal, por su apoyo técnico e interés en el estudio parasitario. En especial, queremos dar nuestro más sincero agradecimiento al Dr. José Marín Sánchez Murillo, responsable técnico del departamento de Parasitología del Laboratorio Regional de Sanidad y Producción Animal de la Junta de Extremadura. A todos aquellos ganaderos, socios de las ADSG, que colaboraron y colaboran con gran interés, con el objetivo de mejorar el estado sanitario de su cabaña ganadera. Y a todos los directores técnicos veterinarios de las ADSG por su profesionalidad, dedicación y contribución a la mejora de la sanidad ganadera y salud pública. BIBLIOGRAFÍA Alcaide-Alonso M. (2005). Respuesta inmune celular y humoral del porcino ibérico frente a la metastrongylosis. Tesis Doctoral, Facultad de Veterinaria, Universidad de Extremadura, España. Aparicio M.A., Gourmelen C., Marco E., Sanmartín J. (2007). Cuál es la importancia real de las enfermedades en el coste de producción?. Entrevista SUIS. 43, 6-9. Calero R., Robledo J., Martínez R., Gamito J.A., Pecero J.A., Fernández P., Pérez J.E. El jabalí (Sus scrofa ferus) como reservorio de parásitos para el cerdo ibérico en la dehesa. Comunicación O73 al X Congreso Ibérico de Parasitología, Madrid 15-20 Julio 2007. Cordero M., Rojo F.A., Martínez A.R., Sánchez M.C., Hernández S., Navarrete I., Díez P., Quiroz H., Carvalho M. Parasitología Veterinaria. Editado por McGraw-Hill-Interamericana de España, S.A.U, 1999, Madrid (España), pp 260-282, ISBN: 84-486-0236-6. Enric M. (2000): Coccidiosis Porcina. Edipor. Spain. Frontera E.M., Bravo D., Blanco J., Herrador P., Calero R., Serrano F.J., Pérez J.A., Reina D. Las parasitosis porcinas y sus repercusiones económicas. 2012, Rev. Suis, 87: 18-27. Frontera E.M., Pérez J.A., Alcaide M., Reina D. 2009. Patología Parasitaria Porcina en imágenes. Ed. Servet- Grupo Asís Biomedia, S.L. pp 101-107, ISBN: 978-84- 92569-12-0. García-Vallejo T.B., (1999). Endoparasitosis del Porcino Ibérico en Extremadura (España): Epidemiología y control. Tesis Doctoral, Facultad de Veterinaria, Universidad de Extremadura. Hendrix C.H., 1998. Diagnostic Veterinary Parasitology. 2º Ed. Mosby Inc. USA. Magrama, 2012. www.magrama.gob.es. Pérez J.E., Mora J.A., Rosado D., Frontera E., Serrano F.J. Parasitología del cerdo ibérico en Extremadura. 1996, Rev. Mundo Ganadero, 76: 46-52. Valcárcel F., Rojo F.A., Olmedo A.S., Arribas B., Márquez L., Fernández N. (2009). Atlas de Parasitología Ovina. Editado por Server Editorial-Grupo Asís Biomedia, S.L., 2009, Zaragoza (España), pp. 8-15, ISBN: 978-84- 92569-05-2. Soulby E.J.L. Parasitología y enfermedades parasitarias en los animales domésticos. 7 ª Ed. Nueva Editorial Interamericana, 1987, México, D.F. ISBN 968-25-7371-5. Thienpont D., Rochette F., Vanparijs O.F.J. Diagnóstico de las helmintiasis por medio del examen coprológico. 1986, 2ª Ed. Jansen Research Foundation, Beerse, Bélgica. 26 n SUIS Nº 103 Diciembre 2013