BIMATOPROST LUMIGAN (Allergan) GRUPO TERAPÉUTICO - Grupo anatómico: (S) ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS. - Grupo específico: S01EX. OFTALMOLÓGICOS. Otros preparados antiglaucoma INDICACIÓN AUTORIZADA Reducción de la presión intraocular elevada en el glaucoma de ángulo abierto crónico e hipertensión ocular. Como monoterapia en pacientes que: - no respondan adecuadamente a la terapia de primera elección - está contraindicada o son intolerantes a la terapia de primera elección. Como terapia combinada con betabloqueantes ANTECEDENTES La cámara anterior o compartimento frontal de ojo es un espacio delimitado por la córnea, el iris, la pupila y el cristalino. Esta rellena de un líquido muy fluido, llamado humor acuoso, cuya misión es la de nutrir y oxigenar la córnea y el cristalino. Además, el humor acuoso es responsable del mantenimiento de la presión necesaria para mantener la forma de globo ocular. Esta presión es denominada presión intraocular (PIO). El humor acuoso es producido por pequeñas glándulas (cuerpo ciliar), que están dispuestas en forma circular por detrás del iris. Es secretado en la cámara posterior (compartimento que está tras el iris), pasando de ésta a la cámara anterior a través del iris y el cristalino. El humor acuoso drena fundamentalmente (90%) a través del sistema trabecular, un delgado tejido esponjoso que está dispuesto de forma circular en la periferia de la córnea, justo antes del iris. Después de pasar a través del sistema trabecular, el humor acuoso es eliminado a través del canal de Schlemm, un pequeño capilar circular que drena al sistema circulatorio. El otro 10% del humor acuoso drena a través de los tejidos blandos de la zona frontal del ojo. Este es el denominado drenaje uveoescleral. Cuando la cantidad de humor acuoso es excesiva, bien por un aumento de la producción o, lo que es más frecuente, por una reducción de su drenaje, la presión intraocular aumenta. Esto no pone el peligro la anatomía ocular, ya que el ojo es bastante resistente mecánicamente, pero puede afectar a las zonas más débiles de su estructura interna. Y la parte más débil es la zona de la esclerótica por donde el nervio óptico sale del ojo. El nervio óptico está formado aproximadamente por un millón de células nerviosas. Cuando la presión del ojo alcanza valores elevados durante períodos de tiempo prolongados, las células nerviosas sufren una intensa compresión, provocándoles daños o incluso su muerte. Obviamente, la pérdida de una cantidad significativa de estas células provoca la pérdida parcial o incluso total de la visión. El glaucoma es una de las principales causas de ceguera en los países desarrollados. Afecta al 1-2% de la población, la mitad de los cuales presentan deficiencias significativas en su visión y un 10% de estos últimos acaban en ceguera prácticamente completa. Aunque es frecuente identificar el término "glaucoma" como la "hipertensión ocular", se trata de conceptos claramente diferenciados; en realidad, se trata de la causa y de su efecto. Por glaucoma se entiende la pérdida gradual y progresiva de la capacidad visual que puede llegar a la ceguera
absoluta, como consecuencia del daño sobre el nervio óptico en el punto en el que ésta sale del globo ocular. En realidad, existe una amplia variedad de categorías de glaucoma. La clasificación más habitualmente utilizada distingue las siguientes clases: - Glaucomas crónicos de ángulo abierto (con o sin hipertensión ocular). - Glaucomas por bloqueo pupilar. - Glaucomas asociados al desarrollo (como el glaucoma congénito infantil). - Glaucomas asociados a otras oftalmopatías (como el glaucoma pigmentario). - Glaucomas asociados a hipertensión venosa episcleral (como el glaucoma corticoideo). - Glaucomas asociados a inflamaciones y traumatismos (como el asociado a uveítis). - Glaucomas secundarios a cirugía intraocular (como el producido por bloqueo ciliar). Sea como fuere, en los países occidentales la hipertensión ocular es la causa más común del glaucoma, aunque existen variedades de glaucoma de tensión ocular normal (incluso más comunes en Asia que el asociado a hipertensión ocular). El llamado glaucoma primario (o idiopático) de ángulo abierto es la forma más común de glaucoma entre las personas de raza blanca. En estos pacientes hay un alto nivel de presión intraocular. Su incidencia aumenta con la edad y no suele presentar síntomas hasta que la enfermedad ha alcanzado un grado de progresión relativamente alto, en donde comienza a percibirse una limitación del campo visual. Una vez en este nivel, la enfermedad es irreversible, aunque puede frenarse su evolución posterior. El término "idiopático" expresa la condición de ser una enfermedad de origen desconocido. De hecho, en estos pacientes no se aprecian anomalías anatómicas en el sistema trabecular. No obstante, algunos investigadores han sugerido la posibilidad de que podrían existir alteraciones en las células del sistema trabecular capaces de disminuir su funcionalidad, o incluso disponer de un menor número de células debido a un proceso normal de envejecimiento. Otros consideran que podría existir un defecto en el sistema de drenaje del ojo o bien una alteración enzimática. Aunque hipertensión ocular y glaucoma no son sinónimos, ya que hay glaucoma sin hipertensión ocular e hipertensión ocular sin glaucoma, lo cierto es que muy frecuentemente el glaucoma es producido por una situación crónica de hipertensión ocular. En término medio la presión intraocular en personas sanas se sitúa entre 14 y 20 mm Hg (otros autores establecen el rango entre 13 y 18 mm Hg). En cualquier caso, se considera globalmente que el límite superior de la presión intraocular es de 21 mm Hg y, por consiguiente, un valor de 22 mm Hg es valorado como representativo de hipertensión intraocular. El aumento de la presión intraocular, mantenida durante períodos prolongados, puede conducir a la destrucción de células nerviosas del nervio óptico. Cuando el número de estas es lo suficientemente elevado los pacientes comienzan a experimentar una pérdida paulatina de la visión. Inicialmente se trata de pequeños puntos o "pecas" ciegos (denominados escotomas) en el campo visual, generalmente en las zonas periféricas y de forma asimétrica. Posteriormente es la parte central la que es afectada por la ceguera parcial. Una vez que se ha perdido una parte de la visión el proceso es irreversible y poco a poco, sino no se controla el proceso, se puede llegar a la ceguera completa. Por consiguiente, el glaucoma de ángulo abierto idiopático es una enfermedad actualmente incurable, con el agravante de que como no hay síntomas hasta que aparecen las primeras pérdidas del campo visual, los pacientes no son conscientes de la necesidad del tratamiento farmacológico. Cuando el glaucoma de ángulo abierto se produce antes de los 35 años, convencionalmente se conoce como glaucoma juvenil y, casi siempre, suele tener un componente hereditario. Entre las formas no idiopáticas de glaucoma, la más común es el síndrome de exfoliación o glaucoma exfoliativo. Frecuentemente es diagnosticado como un glaucoma idiopático, aunque su curso clínico y su pronóstico suelen ser peores que este último. En general, la presión intraocular es más alta que en la forma idiopática y las alteraciones visuales más severas. La progresividad del proceso también es más rápida y la respuesta al tratamiento farmacológico es peor. La principal característica del glaucoma exfoliativo es la presencia de una fina capa de material de color grisáceo en la superficie exterior del cristalino, semejante al aspecto a un copo de cereal azucarado. Este material parece ser responsable del taponamiento del sistema trabecular, conduciendo al incremento de la presión intraocular, a veces hasta niveles muy elevados. El glaucoma de tensión normal (o de baja tensión) es definido como el desarrollo de glaucoma en pacientes con presión intraocular inferior a 22 mm Hg. Durante muchos años se ha considerado que era una forma minoritaria de glaucoma, aunque hoy se sabe que ha sido frecuentemente infravalorado. Hay países asiáticos, como Japón, en los que la incidencia de glaucoma de tensión normal es hasta dos veces más frecuente que el asociado a hipertensión ocular. No se conoce cuál es su etiología, aunque probablemente existen factores genéticos y/o raciales predisponentes.
El glaucoma de ángulo abierto es mucho más frecuente a partir de los 65 años, estimándose que hasta un 15% de las personas mayores de esa edad padece la enfermedad. Con todo es una enfermedad fundamentalmente asintomática, de ahí su peligrosidad. Más de un 90% de los pacientes permanecen asintomáticos durante largos períodos. El diagnóstico del glaucoma, cualquiera que sea su origen y clasificación, requiere inexcusablemente una exploración oftalmológica exhaustiva por parte del oftalmólogo. Normalmente, tal exploración incluye la visualización del ángulo utilizando para ello una lente especial de contacto, denominado gonioscopio. Por supuesto, también se lleva a cabo la determinación de la presión intraocular (PIO), así como la medición del campo visual. En todo caso, el examen del nervio óptico es esencial. Aunque en España y en otros países occidentales, la forma más común de glaucoma está asociada a hipertensión intraocular, la simple toma de la PIO tiene poca sensibilidad, especificidad y valor predictivo positivo. La frecuencia de las revisiones en pacientes con hipertensión ocular, dependiendo de los diversos factores de riesgo presentes en cada paciente, como la edad, la raza, el historial familiar, la existencia de miopía y de diabetes. Según estos, los exámenes de revisión deberían practicarse con una frecuencia que va desde unas pocas semanas hasta varios años, considerando además si el paciente tiene glaucoma o sólo riesgo de glaucoma, la gravedad del proceso, así como del grado de respuesta al tratamiento. La frecuencia de la medición de la PIO puede ser semanal o mensual, mientras que en otros casos basta hacerlo anualmente. Por lo que respecta al examen del campo visual, éste debe llevarse a cabo hasta mensualmente, mientras que los pacientes estabilizados solamente lo requieren cada 1-3 años. En cualquier caso, como se ha indicado, es muy importante realizar sistemática y periódicamente fotografías del nervio óptico, con el fin de determinar el posible avance de las lesiones. Dado que la principal causa de glaucoma en los países occidentales es la hipertensión ocular, el principal objetivo de la terapia es mantener la presión intraocular en valores inferiores a los que puedan causar lesión en el nervio óptico. En principio, esto significa una presión inferior a 21 mm de Hg, pero la presión intraocular óptima depende del estado general del ojo y sobre todo de las lesiones previas producidas por la hipertensión ocular crónica. En cualquier caso, mejor criterio que la medida de la presión intraocular (PIO) es comprobar que no progresa el deterioro visual. Los fármacos utilizados en el tratamiento del glaucoma están recogidos en la Tabla 1. TABLA 1. FÁRMACOS ANTIGLAUCOMATOSOS DISPONIBLES GRUPOS FÁRM ACOS MODO DE ACCION Pilocarpina (Colircusi Pilocarpina, Aumentan la eliminación del humor acuoso. La contracción del Colinérgicos Coliiro Oculos Pilocarpina, Isopto músculo ciliar y del esfínter del iris facilita el flujo del humor (vía tópica) Carpina, Pilocarpina Llorens ) acuoso a través de la estructura trabecular y su eliminación por Adrenérgicos (vía tópica) Betabloqueantes Vía tópica Prostaglandinas Vía tópica Inhibidores de la anhidrasa carbónica. Hiperosmóticos Apraclonidina (Iopimax ) Brimonidina (Alphagan ) Clonidina (Isoglaucon ) Dipivefrina (Diopine, Glaudrops ) Betaxolol (Betaxolol Alcon, Betoptic ) Carteolol (Elebloc, Mikelan oftálmico ) Levobunolol (Betagan Metipranolol (Albetal ) Timolol (Cosopt, Cusimolol, Nyolol( Timoftol, Timolol Geminis, Unitimoftol ) Bimatoprost (Lumigan ) Latanoprost (Xalatan ) Travoprost (Travatan ) Acetazolamida oral (Diamox, Edemox ) Brinzolamida tópica (Azopt ) Diclofenamida oral (Glauconide ) Dorzolamida tópica (Trusopt ) Glicerina Isosorbida Manitol Urea el conducto de Schlemm. No es bien conocido. Es probable que favorezcan la eliminación del humor acuoso, pero también es posible que la vasoconstricción disminuya la producción de humor. Clonidina, brimonidina y apraclonidina son agonistas α 2 adrenérgicos. Disminuyen la formación del humor acuoso por el cuerpo ciliar. Su eficacia está ligada a un efecto vasodilatador local, que mejora el drenaje uveoescleral. La inhibición de la anhidrasa carbónica ocular disminuye la formación de humos acuoso. Al aumentar la osmolaridad de la sangre, se produce salida de líquido desde dentro del globo ocular al torrente sanguíneo. Reducen el volumen del cuerpo vítreo Un primer tratamiento muy utilizado es un betabloqueante tópico, que tiene la comodidad de aplicarse una o dos veces al día y que, sobre todo, no altera el diámetro pupilar y no produce alteraciones en la acomodación, visión borrosa, fotofobia, etc., como ocurre con los mióticos o los
alfa-adrenérgicos. Su único inconveniente es que debe darse con precaución a pacientes con asma o bradicardia, porque puede tener absorción sistémica significativa. Los inhibidores tópicos de anhidrasa carbónica son una alternativa a considerar en los casos en que el betabloqueante esté contraindicado. La pilocarpina es un medicamento antiguo pero tan eficaz como los betabloqueantes, cuyos principales inconvenientes son que debe ser aplicado cuatro veces al día y los problemas derivados de la miosis, así como producir espasmos en la acomodación que pueden ser particularmente molestos en los pacientes jóvenes. La adrenalina (epinefrina) puede administrarse dos veces al día pero causa con frecuencia irritación ocular y problemas de hipersensibilidad. Probablemente, el mejor es dipivefrina. El latanoprost, que es un derivado de la prostaglandina F 2α (PGF 2α ), disminuye entre un 20% y un 40% la presión intraocular, manteniendo el efecto durante todo un día con una única administración local (0,005%). Su efecto hipotensor ocular es, por tanto, uno de los más marcados. El latanoprost parece producir una menor incidencia de efectos adversos sistémicos que los betabloqueantes y otros fármacos antiglaucomatosos. Por el contrario, la incidencia de efectos locales es algo mayor, con un mayor porcentaje de casos de hiperemia conjuntival y otras manifestaciones. La eficacia del latanoprost ha sido ampliamente contrastada. En comparación con timolol, latanoprost presenta una cierta superioridad en cuanto al grado de reducción de la presión intraocular. El efecto parece mantenerse durante períodos largos de tratamiento, sin merma apreciable del grado de actividad. Un porcentaje variable (2-7%) de pacientes tratados durante seis meses y hasta un 15% en los tratados durante un año, experimentan un aumento de la pigmentación del iris, más manifiesta en los ojos de color claro (azul, gris, etc). La acumulación de pigmento oscuro (marrón) tiende a localizarse en la porción central del iris. Con la continuación, el color del iris tiende a hacerse más uniforme, aunque más oscuro que antes del tratamiento. Tras la comercialización del latanoprost han tenido lugar, en 2002, las del travoprost y del bimatoprost, similares en propiedades y eficacia al latanoprost. Los inhibidores de la anhidrasa carbónica (AC) utilizados en el tratamiento del glaucoma en ángulo abierto actúan preferentemente sobre una de las isoformas del enzima, concretamente sobre la de tipo II. Este enzima cataliza la reacción reversible que implica la hidratación del dióxido de carbono (CO 2 ) y la correspondiente deshidratación del ácido carbónico (CO 3 H 2 ). LA AC II juega un papel clave en el control de la producción de humor acuoso y la presión intraocular. LA CA II se encuentra fundamentalmente en el cuerpo ciliar del ojo y actúa reduciendo las concentraciones de ion bicarbonato (CO 3 H - ) en el fluido ocular. Esto conduce a una reducción del humor acuoso y, consiguientemente, a una disminución de la presión intraocular. La AC II está también presente en los eritrocitos y en otras células capaces de secretar hidrógeno o compuestos hidrogenados. Los inhibidores de la anhidrasa carbónica por vía sistémica son muy potentes, pero la tolerancia a largo plazo no es demasiado buena: es frecuente un cuadro de malestar general, anorexia, pérdida de peso, etc. También son corrientes las molestias grastrointestinales. Los efectos secundarios son dependientes de dosis y frecuentemente asociados a la acidosis sistémica. En cualquier caso ocurre a veces que pacientes que no toleran un inhibidor de la anhidrasa carbónica responden a otro. En el caso de falta de respuesta satisfactoria, puede intentarse un tratamiento combinado. En estos momentos el más conveniente como primera elección es betabloqueante + inhibidor de anhidrasa carbónica. Otras alternativas son los betabloqueantes con mióticos o con inhibidores de la anhidrasa carbónica vía oral. Sorprendentemente la asociación de adrenérgico con betabloqueantes no es antagónica, sino también aditiva, pero algunos autores expresan dudas sobre la conveniencia de esta asociación. En los casos en que el tratamiento farmacológico es insuficiente para frenar el desarrollo de las lesiones del nervio óptico en los pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto y del glaucoma normotensional, puede requerirse una o más intervenciones quirúrgicas. La forma de terapia quirúrgica más comúnmente empleada consiste en una intervención de filtración protegida. Consiste en practicar un pequeño agujero en la esclera, con el fin de permitir el drenaje del humor acuoso, de forma controlada, para almacenarse bajo la conjuntiva, formando una ampolla de filtración. El principal problema que plantea esta intervención consiste en que los pacientes tienden a presentar un mayor riesgo de endoftalmitis. Otra forma de intervención quirúrgica cada vez más en auge, incluso como tratamiento inicial, es la trabeculoplastia mediante láser. También puede realizarse en aquellos pacientes en los que el tratamiento farmacológico no es eficaz o no es tolerado. La técnica consiste en la aplicación de impactos de láser en 180 o 360º de la malla trabecular, con el fin de mejorar su función y reducir de este modo la presión intraocular. Sin embargo, una de las limitaciones actuales de esta técnica
consiste en que al cabo de 2 a 5 años, la mitad de los pacientes suelen requerir tratamiento farmacológico o quirúrgico adicional, debido a un nuevo incremento de la PIO. ACCIÓN Y MECANISMO Se trata de un análogo de la prostaglandina F 2α, produciendo un efecto vasodilatador local, que mejora el drenaje uveoescleral del humor acuoso que llena la cámara anterior del ojo. ASPECTOS MOLECULARES DEL NUEVO FÁRMACO Es un análogo estructural de la prostaglandina F 2α (PGF 2α ), estrechamente relacionado con el latanoprost y y el travosprost, aunque presenta una prostamida (una amida del correspondiente ácido prostanoico), mientras que los dos anteriores son ésteres que precisan para su actuación biológica la conversión previa en el correspondiente derivado ácido. Por el contrario, el bimatoprost actúa mimetizando la acción de las prostamidas naturales. El resultado, en cualquier caso, es esencialmente igual. No obstante, existe una diferencia potencialmente en la estructura molecular de estos tres fármacos. Esta consiste básicamente en que el bimatoprost y el travoprost presentan un doble enlace en la posición C 13 -C 14, que está saturado (es una enlace sencillo) en el latanoprost. Algunos autores han sugerido que este doble enlace podría ser responsable de una mayor incidencia de hiperemia conjuntival en los pacientes, haciendo que la tolerancia ocular fuese mejor con latanoprost que con travoprost y bimatoprost. EFICACIA CLÍNICA La eficacia clínica y la seguridad del bimatoprost han sido adecuadamente demostrados en ensayos clínicos controlados. El bimatoprost (0,03%), en una aplicación tópica oftálmica diaria, es capaz de producir una reducción media de la presión intraocular (PIO) en pacientes con hipertensión ocular de 8-9 mm Hg. La administración de una única gota al 0,03% al día (cada 24 h) produce resultados similares o incluso superiores a la administración dos veces al día (cada 12 h). En términos comparativos, los resultados son similares a los obtenidos con los otros derivados prostaglandínicos y significativamente superiores al timol (0,5%), el fármaco considerado como referencia del grupo. Hay varios estudios clínicos controlados y doblemente enmascarados (para evitar el sesgo de la diferente frecuencia de administración) directamente comparativos en este sentido, siendo especialmente relevante uno realizado sobre cerca de 1200 pacientes, durante un período de seis meses de tratamiento. La reducción media obtenida en los pacientes tratados con bimatoprost 0,03% (cada 24 h) fue 8,1 mm Hg (33%), mientras que en aquellos tratados con timolol 0,5% (cada (12 h) fue de 5,6 mm Hg (23%). Un 64% de los tratados con bimatoprost mantuvo su presión intraocular (PIO) igual o inferior a 17 mm Hg, considerado como objetivo terapéutico, frente a un 37% de los tratados con timolol. También se dispone de estudios clínicos controlados directamente comparativos con derivados prostaglandínicos. Concretamente, en un estudio llevado a cabo sobre 232 pacientes durante tres meses, una única administración diaria de bimatoprost 0,03% normalizó la PIO (igual o menos de 17 mm Hg) en el 53% de los pacientes, frente a un 43% de los tratados con latanoprost 0,005%. La incidencia de hiperemia conjuntival fue superior con bimatoprost, pero fue más frecuente la cefalea entre los tratados con latanoprost. Este efecto antihipertensivo ocular del bimatoprost, más marcado que el del latanoprost, ha sido puesto de manifiesto en otros estudios a más corto plazo, con descensos de la PIO de 5,9-8,9 mm Hg (25-34%) para el bimatoprost 0,03% y de 4,4-7,9 mm Hg (20-31%) para el latanoprost 0,005%.
La hiperemia conjuntival asociada a los derivados prostaglandínicos antiglaucoma ha sido objeto de un estudio estadístico entre 505 oftalmólogos de Estados Unidos, a los que se les preguntó sobre diversos aspectos relacionados con la eficacia y los efectos adversos de latanoprost, travoprost y bimatoprost. Las respuestas indicaron que habían recibido llamadas telefónicas extra de sus pacientes debido a la hiperemia conjuntival (manifestada principalmente como "ojo rojo") en el 3,2% con latanoprost (L), 15,4% con bimatoprost (B) y 7,8% con travoprost (T). Por este mismo motivo, realizaron consultas extras en el 2,5% (L), 19,2% (B) y 6,1% (T), teniendo que suspender finalmente el tratamiento por ello en el 5,2% (L), 18,7% (B) y 12,3% (T). En términos de intensidad, valorando como 1 el enrojecimiento mínimo y como 4 el enrojecimiento más intenso, el latanoprost fue asociado a un valor de 1,5, frente a 2,1 con travoprost y 2,5 con bimatoprost. Esto muestra que la hiperemia conjuntival parece ser más frecuente e intensa con bimatoprost y menos con latanoprost, aunque en realiadad aparece con los tres derivados prostaglandínicos. Debe tenerse presente que la hiperemia conjuntival no consiste en un problema meramente cosmético, ya que puede ir asociado con otros síntomas, como dolor, sequedad de ojo, lacrimeo o fotofobia. Específicamente, el bimatoprost parece empeorar el dolor y otros síntomas de los cuadros alérgicos conjuntivales. ASPECTOS INNOVADORES El bimatoprost es un agente antiglaucoma derivado de la PGF 2α y, por tanto, análogo al latanoprost y travoprost, comercializados ya en España. No presenta diferencias significativas frente a estos últimos en términos de eficacia clínica, e incluso tiende a manifestar una mayor incidencia de hiperemia conjuntival. Por todo ello, no parece implicar ninguna mejora farmacológica ni clínica en el tratamiento de las indicaciones autorizadas. El día 8 de marzo de 2002 la Comisión Europea emitió una autorización de comercialización válida para toda la Comunidad Europea para Lumigan, basada en el dictamen favorable y en el informe de evaluación realizado por el Comité de Especialidades Farmacéuticas (CPMP) emitidos el día 15 de noviembre de 2001. OTROS FÁRMACOS SIMILARES REGISTRADOS ANTERIORMENTE EN ESPAÑA Fármaco Especialidad Laboratorio Año Latanoprost Xalatan Pharmacia 1997 Travoprost Travatan Alcon Cusí 2002 COSTES DIRECTOS DEL TRATAMIENTO Indicación: Reducción de la presión intraocular elevada en pacientes con hipertensión ocular o glaucoma de ángulo abierto, como monoterapia. Dosis diarias y coste (en euros) BIMATOPROST TRAVOPROST 0,004% LATANOPROST 0,005% Dosis adulto 1 gota/24 h 1 gota/24 h 1 gota/24 h Coste diario adultos 1 0,37 0,42 0,47 Coste anual adultos 135,90 151,99 172,5 VALORACIÓN BIMATOPROST LUMIGAN (Allergan) Grupo Terapéutico (ATC): : S01EX. OFTALMOLÓGICOS. Otros preparados antiglaucoma Indicaciones autorizadas: Reducción de la presión intraocular elevada en el glaucoma de ángulo abierto crónico e hipertensión ocular. Como monoterapia en pacientes que no respondan adecuadamente a la terapia de primera elección o en los que ésta esté contraindicada o sean intolerantes a ella. Como terapia combinada con betabloqueantes VALORACIÓN GLOBAL: SIN INNOVACIÓN. No implica ninguna mejora farmacológica ni clínica en el tratamiento de las indicaciones autorizadas. BIBLIOGRAFÍA 1 Por cada ojo, asumiendo que 1 ml equivale a 20 gotas
- Brandt JD, VanDenburgh AM, Chen K, Whitcup SM; Bimatoprost Study Group. Comparison of once- or twice-daily bimatoprost with twice-daily timolol in patients with elevated IOP : a 3-month clinical trial. Ophthalmology 2001; 108(6): 1023-31. - Committee for Proprietary Medicinal Products. European Public Assessment Report (EPAR). Lumigan. CPMP/3819/02. European Agency for the Evaluation of Medicinal Products. http://www.eudra.org/emea.html - DuBiner H, Cooke D, Dirks M, Stewart WC, VanDenburgh AM, Felix C. Efficacy and safety of bimatoprost in patients with elevated intraocular pressure: a 30-day comparison with latanoprost. Surv Ophthalmol 2001; 45 Suppl 4: S353-60. - Gandolfi S, Simmons ST, Sturm R, Chen K, VanDenburgh AM; Bimatoprost Study Group 3. Three-month comparison of bimatoprost and latanoprost in patients with glaucoma and ocular hypertension. Adv Ther 2001; 18(3): 110-21. - Laibovitz RA, VanDenburgh AM, Felix C, David R, Batoosingh A, Rosenthal A, Cheetham J. Comparison of the ocular hypotensive lipid AGN 192024 with timolol: dosing, efficacy, and safety evaluation of a novel compound for glaucoma management. Arch Ophthalmol 2001; 119(7): 994-1000. - Stewart WC, Rhodes JS, Leech JN. Survey Assesses Red Eye And Prostaglandin Use http://www.revophth.com/index.asp?page=1_83.htm - Sherwood M, Brandt J; Bimatoprost Study Groups 1 and 2. Six-month comparison of bimatoprost once-daily and tw ice-daily with timolol twice-daily in patients with elevated intraocular pressure. Surv Ophthalmol 2001; 45 Suppl 4: S361-8.