8. LA GENERACIÓN DEL 27: CARACTERÍSTICAS. AUTORES Y OBRAS PRINCIPALES 8.1 LA GENERACIÓN DEL 27: DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS GENERALES La denominación de Generación o Grupo poético del 27 designa a un grupo de poetas españoles que consolidan su obra en torno a los años veinte y treinta. El hecho histórico que los reúne y da nombre a la generación es un homenaje celebrado en el Ateneo de Sevilla en 1927 para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora, poeta admirado por este grupo. Se trata de una generación literaria que supo renovar la lírica española fusionando las corrientes poéticas más tradicionales y clásicas con las más innovadoras y vanguardistas. Los poetas que se incluyen en la clásica nómina de la Generación del 27 son PEDRO SALINAS, JORGE GUILLÉN, DÁMASO ALONSO, GERARDO DIEGO, FEDERICO GARCÍA LORCA, RAFAEL ALBERTI, VICENTE ALEIXANDRE, LUIS CERNUDA, EMILIO PRADOS y MANUELALTOLAGUIRRE. Se trata de un grupo compacto formado a través de estrechos contactos personales: colaboran en las mismas revistas literarias (Revista de Occidente, Litoral, Caballo verde para la poesía, La Gaceta literaria )y participan en las mismas tertulias; un privilegiado lugar de encuentro era la Residencia de Estudiantes, donde vivían algunos de ellos; poseen una amplísima cultura; mantienen actitudes liberales y progresistas en política y unas mismas afinidades intelectuales y estéticas (tradición, poesía pura, vanguardismo ) En suma, hay una apretada convivencia cordial y afanes comunes entre 1920 y 1936. Solo la Guerra Civil truncó esta comunidad de amigos. CARACTERÍSTICAS Equilibrio perfecto entre la vanguardia y la tradición, la deshumanización y la humanización, lo intelectual y lo sentimental, lo culto y lo popular, lo universal y lo autóctono, lo urbano y lo rural, lo abstracto y lo concreto, el arte para minorías y para la mayoría. Gusto por la lírica popular y tradicional: canciones andaluzas, la lírica tradicional medieval, el Romancero. Se recuperan y renuevan formas como el romance, el villancico, las cancioncillas líricas. Es un neopopularismo que convive con el gusto por lo culto. El clasicismo se refleja en la influencia de autores cultos clásicos (Garcilaso, Fray Luis, San Juan de la Cruz, Lope de Vega y, en especial, Góngora) y en el uso de estrofas y metros clásicos. De la tradición inmediata reciben la influencia del neorromanticismo de Bécquer, de autores de fin de siglo como los Machado, Rubén Darío, Unamuno La poesía pura de Juan Ramón Jiménez se convierte en referente para una poesía inicial que, sin embargo, nunca supedita totalmente lo sentimental a lo intelectual. De las vanguardias adoptan el rechazo por el exceso de sentimentalismo, de lo anecdótico, el atrevimiento formal (libertad métrica, asociación de elementos ilógicos) y temático (el mundo moderno) Estilísticamente, aprenden de Góngora, de la greguería ramoniana, de la imagen surrealista y creacionista y, así, fundamentan su creación poética en la asociación de elementos inéditos, incluso ilógicos: metáforas sorprendentes, imágenes visionarias, léxico poético y no poético En métrica, usan tanto los metros tradicionales cultos y populares (sonetos, décimas, romances, canciones ) como las formas innovadoras: el verso libre y el versículo. Temáticamente, cultivan temas vanguardistas, relacionados con la técnica, lo moderno y lo intelectualizado; por otro, recuperan temas tradicionales o humanizados, como el amor, la muerte, el paisaje, la libertad, lo social Se alterna la pureza y selección que lleva a estos autores a un arte de minorías con las preocupaciones sociales y humanas que los acercan a la mayoría. 1
Aunque la Generación del 27 está profundamente arraigada a la cultura española, conocieron y tradujeron a muchos poetas extranjeros de la época: Mallarmé, Apollinaire, Valéry, Breton, Eliot (lo universal y lo autóctono) 8.2. PEDRO SALINAS, JORGE GUILLÉN, GERARDO DIEGO, VICENTE ALEIXANDRE Y DÁMASO ALONSO: CARACTERÍSTICAS Y OBRAS PRINCIPALES. Pedro Salinas es un poeta heredero de la tradición amorosa de Garcilaso de la Vega y de Gustavo Adolfo Bécquer. En su producción se pueden distinguir tres etapas. La primera, de poesía pura, influida por Juan Ramón Jiménez y las vanguardias (Presagios; Seguro azar y Fábula y signo). La segunda es una etapa de poesía genuinamente amorosa, fruto de su apasionada relación con la profesora norteamericana Katherine Whitmore. El amor de su lírica no es atormentado y sufrido; es una fuerza prodigiosa que da sentido a la vida (La voz a ti debida; Razón de amor y Largo lamento). La tercera etapa se desarrolla en el exilio. La poesía de este momento se vuelve más comprometida con la realidad circundante. El tono es nostálgico. La producción de este período incluye El contemplado y Todo más claro. Jorge Guillén es autor de una obra fundamental, Cántico, de la que aparecieron distintas ediciones que siempre iban incorporando poemas nuevos. Es un poemario vitalista que presenta como temática el goce por la contemplación del universo, de la vida y de la naturaleza como obra bien hecha, y del ser y el existir como absoluta dicha. Tras Cántico vino Clamor (durante el exilio) que es, sin duda, el reverso del primero. Representa todo aquello que en el mundo ya no está bien hecho: se fija en la realidad de la opresión, del exilio, de la angustia que siente el ser humano cuando se siente acosado por el paso del tiempo, la soledad y la muerte, aunque sin adoptar una actitud derrotista sino esperanzada. Gerardo Diego cultiva dos tipos de lírica (que se dan de forma paralela): Lírica vanguardista, en la línea del Creacionismo fundado por Vicente Huidobro. En esta corriente se incluirían las obras Imagen y Manual de espumas. Lírica tradicional, bajo la influencia de la poesía popular, la romántica de Bécquer y los tonos modernistas de Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. Se trata de versos humanos que expresan realidades cercanas a la vida del hombre: la tierra, el amor, la amistad. Están compuestos con métrica de romance o en sonetos. En esta tendencia se incluirían El romancero de la novia, Versos humanos y Alondra de verdad. Vicente Aleixandre, Premio Nobel de Literatura en 1977, desarrolla su trayectoria poética en cuatro etapas: Poesía pura en la línea del Juan Ramón Jiménez, con ecos del Ultraísmo, con su obra Ámbito. Poesía surrealista. En este período, adopta como forma de expresión el verso libre y los poemas en prosa. La estética de esta época es irracionalista y se acerca a la escritura automática, aunque sin aceptar la misma como dogma de fe. El poeta celebra el amor como fuerza natural ingobernable que destruye todas las limitaciones del ser humano y critica los convencionalismos de la sociedad con respecto a ese tema. Las obras más destacadas de este período son Espadas como labios, La destrucción o el amor y Sombra del Paraíso. Poesía antropocéntrica (en los años 40 y 50). El poeta abandona el Surrealismo para acercarse a las preocupaciones de la poesía social imperante. Desde una 2
posición solidaria, aborda la vida del hombre común, sus sufrimientos e ilusiones. Su estilo se hace más accesible y sencillo. Dos son los libros fundamentales: Historia del corazón y En un vasto dominio. Poesía de vejez. El poeta reflexiona sobre la cercanía de la muerte. A partir de la cita de William Shakespeare vivir, dormir, morir, soñar acaso compone sus últimos versos que se agrupan en las obras Poemas de la consumación y Diálogos del conocimiento. Dámaso Alonso, poeta, crítico literario, profesor y presidente durante muchos años de la Real Academia de la Lengua Española, compuso inicialmente Poemas puros. Poemillas de la ciudad (1921), obra de corte juvenil bajo la influencia de A. Machado, Juan Ramón Jiménez y los vanguardistas y en el que se recogen temas que serán recurrentes en su trayectoria posterior: el compromiso con la realidad humana y la religión. Pero, sin duda, la obra que le otorgó un nombre en la historia de la literatura española es Hijos de la ira (1944), poemario que constituye el pistoletazo de salida de la poesía desarraigada. Esta obra es un grito desgarrador que surge de la angustia existencial provocada por el mundo caótico tras la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial. Es una obra compuesta en versículos que denuncia la podredumbre y miseria de la vida en España. 8.3. RAFAEL ALBERTI, LUIS CERNUDA Y FEDERICO GARCÍA LORCA: CARACTERÍSTICAS Y OBRAS PRINCIPALES Estos tres autores son, sin duda, los poetas más brillantes de esta Generación. Rafael Alberti (Puerto de Santa María, Cádiz 1902-1999) fue también dramaturgo y destacado activista político durante la República y Guerra Civil, por lo que hubo de exiliarse a México e Italia hasta la llegada de la democracia. Su trayectoria poética distingue cuatro momentos: Poesía neopopular: primeros poemas de tema andaluz, vinculados al Cancionero y Romancero tradicionales. Así, Marinero en Tierra (donde expresa su nostalgia por estar alejado del mar de su tierra natal), La amante (que recoge sus impresiones tras un viaje por distintos puntos de Castilla) y El alba del alhelí). Poesía gongorina. Coincidiendo con el año 27 de homenajes a Góngora escribe Cal y Canto. Es una poesía hermosa en la forma pero intrascendente, sin profundidad, una poesía deshumanizada con resonancias ultraístas. Poesía surrealista. Se abre esta etapa con la publicación de Sobre los ángeles, su obra maestra, la cual nace como consecuencia de una grave crisis personal (un amor imposible y la pérdida de la fe religiosa de su infancia) y en el marco de una crisis estética general en Occidente. El poeta se presenta como una ángel desconocido que ha perdido su Paraíso y que tiene que luchar para poder salir de su desesperado estado. Este poemario, en verso libre (pero que también recoge versos tradicionales como la copla o la soleá) destaca por la densidad de las imágenes y la creación de un mundo onírico e infernal. Este período se cierra con Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, pieza de tono humorístico que recoge poemas dedicados a los grandes actores del cine mudo. Poesía humanizada. A partir del establecimiento de la II República, y su militancia en el Partido Comunista surge la poesía política. Compone diferentes obras que agrupa bajo el título El poeta en la calle. Es poesía de urgencia, de compromiso político y de poca calidad literaria. Ya en el exilio, siente melancolía de la patria perdida, de la infancia y la juventud y lo expresa alternando el verso culto con el popular. Mezcla obras no políticas (Entre el clavel y la espada, A la pintura, libro dedicado a los grandes pintores mundiales) con otras de compromiso como Retornos de lo vivo lejano (poemario nostálgico sobre la España lejana). 3
Toda la vida de Luis Cernuda (Sevilla 1902- México D.F 1963) fue una permanente tensión entre la realidad y el deseo (precisamente el título bajo el que engloba gran parte de su obra lírica en 1936), términos ambos sobre los que sustentó su escritura. El deseo es el anhelo de realización personal, de alcanzar una realidad ideal, situada en el paraíso perdido de la infancia; mientras, la realidad son los límites impuestos por el mundo que le rodea. A partir de esta dicotomía se desarrollan los temas principales de su obra: la soledad, el olvido, el anhelo de unas relaciones sociales más humanas, la belleza, el tiempo y su discurrir, pero, por encima de todos, el amor, aunque fuera esta una experiencia insatisfecha, no disfrutada plenamente, salvo en contadas excepciones. En el exilio, incorpora la nostalgia por su tierra natal. Las influencias básicas de este poeta son La Biblia, el inglés T.S Eliot y los españoles Garcilaso de la Vega y Gustavo Adolfo Bécquer. Desde el punto de vista estilístico, sobresale por su rechazo a los ritmos muy marcados buscando el versículo largo o los versos encabalgados; desprecio de la rima; y búsqueda de un lenguaje coloquial que se aleje del lenguaje brillante y rico en imágenes. La poesía cernudiana consta de cuatro etapas: Poesía de los años de aprendizaje: en ese período compone poemas en los que rinde homenaje a la tradición clásica a la vez que aborda los temas más recurrentes de su obra, el amor y el eros (Égloga, elegía, oda) ; también, la poesía pura. Así, Perfil del aire. Poesía de adhesión al Surrealismo (años 30). Son poemas en los que muestra su rebeldía contra el orden establecido; constituyen una reivindicación de su condición sexual. Así, en Un río, un amor y Los placeres prohibidos. Poesía personal, de abandono del Surrealismo. Se da en la obra Donde habite el olvido (1934), libro neorromántico, becqueriano, que nos ofrece una visión desengañada y amarga del amor. Poesía del exilio o de madurez. Arranca este período con Las nubes, poemario sobre la Guerra Civil, de carácter elegíaco. Otros libros que hablan de la misma amargura son Como quien espera el alba. Vivir sin estar viviendo, Con las horas contadas y Desolación de la Quimera. Federico García Lorca (Granada 1898-1936), dramaturgo además de poeta, se convirtió en un mito para los derrotados en la Guerra Civil puesto que a su calidad literaria sumó su condición de asesinado por los vencedores en los inicios del golpe de estado del general Franco. Su producción poética se divide en dos etapas: Primera etapa (hasta 1928): destacan Libro de poemas, Canciones, Poemas del Cante Jondo y Romancero gitano. Las dos primeras obras contienen escritos aún bajo los ecos de Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. Poemas del Cante Jondo es un libro sobre el dolor y la tristeza de la Andalucía profunda. El Romancero gitano eleva el mundo de los gitanos a la condición de mito. El gitanismo hay que entenderlo en Lorca como el gusto por las personas marginadas e injustamente tratadas. El tema más presente en esta obra son las inmensas ganas de vivir y, al tiempo, un sentimiento abrumador de destino trágico: los gitanos de la obra viven al margen de la sociedad, que les es hostil y, por ello, la muerte y la frustración los rondan de modo continuado. Segunda etapa (a partir de 1939): pertenecen a la misma Poeta en Nueva York, Diván del Tamarit y Sonetos del amor oscuro y el poema Llanto por Ignacio Sánchez Mejías. Se sirve del Surrealismo para transmitirnos los sentimientos de frustración y soledad que le inspira la ciudad de Nueva York en la primera de las obras. Con ella incorpora una preocupación social: el poder del dinero, la esclavitud del hombre por la máquina, la injusticia social y la deshumanización son los temas dominantes. Una de sus partes está dedicada 4
a los negros, también criaturas marginadas. El Surrealismo formal se aprecia en la utilización del versículo amplio y de alucinantes imágenes irracionales, que le sirven para expresar ese mundo ilógico, absurdo. Los últimos poemas de Lorca, Diván del Tamarit y Sonetos del amor oscuro son intimistas. 5