Misión n Católica de lengua española 1ª Parte ser sal y luz del mundo. ser sal y luz del mundo. El Compromiso cristiano El Compromiso cristiano El Compromiso cristiano
1 Abriendo los ojos.
1. La pasividad de la mayoría - Débil pertenencia a la comunidad. - Sin tomar parte en la construcción del Reino. 2.Despertar de una nueva conciencia - Los que participan de modo adulto y renovado. - Están en la Iglesia como a lo suyo, comprometidos.
3.Responsabilidad y colaboración n laical - Los comprometidos en comisiones, grupos, acciones - Sin ellos sería imposible la transmisión de la fe. - Nuevas presencias de valores evangélicos en nuevos lugares.
4.Descubrir y desarrollar la identidad laical - Los laicos no son un clero de segundo orden. - Urge la aportación de la propia experiencia seglar. - Es cada vez más necesario trabajar en misión compartida.
Un aspecto fundamental ha sido reconocimiento del ser y lugar de los laicos en la Iglesia y de su misión evangelizadora (Christifideles Laici, Exh. Apos. JPII): - El laico, por la sola razón de ser cristiano, ha de asumir y tomar conciencia tanto de su identidad cristiana como de su misión evangelizadora. - Ha de prepararse, formarse estar en forma para poder vivir como discípulo de Jesús en el medio ambiente cultural y social actual y para ser testigo significativo del Evangelio. - Ha de saber programar y efectuar su acción evangelizadora en diálogo y no en actitud negativa o globalmente condenatoria con los hombres y mujeres de hoy y, especialmente, encarnándose en el mundo de los más necesitados.
2 Rasgos del laico cristiano.
1. Seguidor de Cristo - Adhesión incondicional a Cristo y su evangelio. -Llamado a encarnar los sentimientos y actitudes de Jesús. 2. Al servicio del R de Dios - Supone opciones y renuncias. - Buscar el Reino y su justicia: paz, verdad, libertad
3. Miembro activo y responsable Discernir y encontrar la propia vocación. - Dejarse guiar y animar por el Espíritu. 4. Enviado al mundo Testimonio y compromiso transformador. - Ser practicante va más allá de la participación en la eucaristía dominical.
4. Enraizado en la Palabra y la Eucaristía -Sólo así: - se lee bien el libro de la vida, - se escucha a Dios, - se puede ver a Jesús en los otros.
3 Itinerario a seguir.
Llamadas: A nadie le es lícito permanecer ocioso. El mundo de hoy presenta más dificultades respecto al que describía el CVII. No existe ningún campo ni actividad en la que el cristiano no pueda ni deba incorporarse para luchar a favor de la justicia.
Cristianos en el mundo, somos responsables De qué? - De la vida. - De las amenazas a la vida. - Del mundo en que vivimos. - Pilares: la dignidad de la persona, las relaciones entre justicia, caridad, bien común.
Por qué? - Por ser una dimensión básica de la fe. - Anuncio, denuncia y celebración eucarística, van unidos. - Es un error esperar de Dios la solución de problemas que él nos ha confiado. - No es un error tener presente lo que Dios quiere.
Radicalidad evangélica Todos llamados a vivir el espíritu de las bienaventuranzas. - No hay estados más o menos perfectos, sino formas de vida diversas. - Actitudes: misericordia, honradez, cercanía, perdón. Formación -Necesaria capacitación. -Abrir procesos para descubrir la personalidad cristiana laical.
Dónde? - En el mundo, en el ámbito socioeconómico, cultural, político-familiar. - Allí donde falte ver fermento evangélico.
Con quién? - Con todos. - Cristiano responsable en el mundo de la familia, del trabajo.
Cómo? - Haciendo caminos de identificación evangélica. - Formados y preparados, no basta la buena voluntad. - Viviendo la espiritualidad laical. - Organizados, no francotiradores. - Siendo militantes.
En Misión n compartida : - Hoy la misión se hace desde el compartir, desde la integración, desde lo que nos une y aglutina. - Todos responsables de la vida y de la misión de la Iglesia, dotados de la misma dignidad. Nadie puede monopolizar la misión, todos somos sujetos de ella, cada uno desde su propio carisma y ministerio. - La misión es mucho más eficaz y esplendorosa cuando es realizada por una orquesta de carismas y no cuando la monopoliza un grupo.
La Misión Compartida es un auténtico signo de los tiempos y nace de una comprensión de la Misión. Requiere: 1. La correlación necesaria entre todas las formas de vida y ministerio. - No la hemos de entender sólo como cuestión de practicidad, sino como una manera de crear una "comunión en la diversidad". - Ha de ser por sí misma, testimonio de la novedad del Reino. La misión compartida se inscribe en el horizonte del ancho y profundo dinamismo del Reino.
2. Un cambio de mentalidad. - Favorecer la colaboración de todos los carismas, la corresponsabilidad, la confianza, la fraternidad y el servicio humilde. - Cada uno aporta su parte en la misión compartida. Todos aprendemos de todos. - Pasar de simple colaborador a protagonista. - Pasar de destinatario a sujeto evangelizador.
3. Es un estilo de evangelizar, - No es una manera de organizar y aprovechar mejor los recursos, sino una forma de ser iglesia. - No debería ser porque no queda más remedio, porque ha disminuido el número de clérigos, etc. - La diversidad propia de los carismas y las formas de vida nos deben hacer sentir más pertenecientes a un proyecto común de vida y misión.
Para pensar: 1. Lo más m s importante? 2. Lo más m s difícil? 3. Con qué medios contamos?