Bienvenido al Encuentro: Para saber Orar
Lee cada uno de los tres siguientes pasajes bíblicos detenidamente, repitiendo su lectura hasta comprenderlos muy bien.
Lucas 6, 12-13: por aquellos días Jesús se fue a un cerro a orar, y pasó toda la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a los discípulos y escogió doce de entre ellos
Mateo 15, 35-37: Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó en sus manos los siete panes y los pescados y, habiendo dado gracias a Dios, los partió y los dio a sus discípulos, ellos los repartieron entre la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos.
Marcos 14, 32-36: Luego se fueron a un lugar llamado Getsemaní. Jesús dijo a sus discípulos: siéntense mientras yo voy a orar. Y se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, y comenzó a sentirse muy afligido y angustiado. Les dijo:- Siento en mi alma una tristeza de muerte. Quédense ustedes aquí y permanezcan despiertos. En seguida Jesús se fue un poco más adelante, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y pidió a Dios que, a ser posible, no le llegara ese momento de dolor. En su oración decía: Padre mío, para Ti todo es posible, líbrame de este trago amargo, pero que no se haga lo que yo quiero sino lo que quieres Tú.
Contéstate las siguientes preguntas: 1. Qué tiene en común los tres pasajes bíblicos que has leído? 2. Cuál es la circunstancia en que ora Jesús en el pasaje narrado en Lucas 6, 12-13? 3. Cuál es la circunstancia en que ora Jesús en el pasaje narrado en Mateo 15, 34-37? 4. Cuál es la circunstancia en que ora Jesús en el pasaje narrado en Marcos 14, 32-36? 5. En que circunstancias suelos orar tú?
Jesús siempre oraba Si Jesús, siendo Dios y teniendo en sí mismo todo el poder de Dios -Oraba cuando tenía que tomar una decisión, -Oraba cuando sentía la necesidad de dar gracias por la provisión de Dios, -Oraba cuando se sentía agobiado por la angustia, -Y oraba en muchas otras circunstancias que están consignadas en el Evangelio Por qué no oro yo más a menudo?
Poder orar es un Don de Dios. Sin embargo, existen algunos tips que facilitan la oración. Experimentaré seguir estos pasos:
1. Invoco al Espíritu Santo: Ven Espíritu Divino, llena con tu luz mi mente, mi corazón y mi cuerpo, para que yo pueda comunicarme con el Padre, con El Hijo y contigo Espíritu Divino.
2. Me retiro a mi silencio interior, deshaciéndome de las tensiones físicas, para ello : Respiro normalmente concentrándome en el aire que entra y que sale de mis pulmones. Mientras tanto, lentamente voy soltando las tensiones de mi cuello, de mi espalda, de mis brazos, de todo mi cuerpo...
3. Siento la presencia de Dios dentro de mí en medio del silencio. Continúo haciéndome consiente de esa presencia en cada una de las partes de mi cuerpo mientras respiro tranquilamente.
4. Doy gracias a Dios por este momento por mi vida, por mi salud, por las capacidades y dones que me ha dado, por mi familia, en fin, por todo lo que soy y por todo lo que tengo. Puedo continuar en actitud de agradecimiento con Dios, sin palabras
Pido Perdón 5. Reconozco ante Dios mis debilidades, mis fallas, mis culpas, y le pido perdón por mis infidelidades a su amor por mí. Ya que Dios me perdona, yo también me perdono a mí mismo y mentalmente pido perdón a quienes les he fallado.
6.Me abandono en las manos de Dios Tal como soy, débil, limitado, con las necesidades que Dios conoce, me abandono en su Poder y en su Bondad, sintiendo que su amor me llena y me rodea.
7. Confío en Dios: Acepto confiado la voluntad amorosa de Dios sobre mi vida y sobre mis asuntos, y descanso en Él.
8. Contemplo en Jesús el rostro bondadoso de Dios
9.Continúo hablando con Jesús, y si no tengo nada que decirle, guardo silencio en su presencia amorosa.
10. Oro por las necesidades que existen en el Mundo entero.
Rezo mentalmente la oración que Jesús nos enseñó, procurando comprender cada una de sus palabras: Padre Nuestro que estás en el cielo: santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la Tierra como en el cielo. Dadnos nuestro pan de cada día, perdónanos nuestras ofensas como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
12. Me miro a mí mismo y hago conciencia de la Paz que he experimentado en este rato de oración
Soy consiente de que la oración es el alimento por excelencia para mi espíritu. Cada día destinaré unos minutos para retirarme a mi silencio interior y sentir la presencia de Dios en mí.