BUEN DIA Y HOY QUE ME PONGO? Sin tener en cuenta lo tedioso que es para mucho de nosotros levantarnos temprano para ir a estudiar o trabajar debemos admitir que también lo es (a veces) pensar cómo vestirnos. Y la pregunta que más debe pronunciarse a la mañana es la gran qué me pongo? Seguramente va a depender mucho de cuál sea nuestra actividad siguiente. Si simplemente tenemos que ir a la universidad eligiremos algo más cómodo y canchero, si en cambio a las 8am entramos a la oficina muchas más opciones que algo más formal no va a haber. Pero si tu trabajo es más casual podes jugar y vestir cada día un estilo diferente, desde lo más arreglado hasta lo más sport. A la hora de ir a estudiar el panorama se simplifica, las opciones aumentan y la presión es menor. Aunque nunca hay que descuidar la imagen, podemos tener nuestros días más relajados y los otros con más atención. Si vamos por tipología casi todas están permitidas vestir, o por lo menos no lucirán mal. Pantalones, short, faldas, minis, remeras, camisas, vestidos, combinados entre sí, intercambiando cada semana. Con los colores y estampas ocurre exactamente lo mismo, combinaciones en degradé, dentro de la misma gama o con colores opuestos entre sí no causarán escándalo ante ningún jefe o directivo. Es un buen ámbito, para que sí sos amante de la moda puedas lucir la tendencia y probar que tal le sienta a tu estilo. También podes innovar a la hora de usar lo normal, y por ejemplo ponerte un vestido con zapatillas y un buzo por encima no se verá mal. No pasa nada de todo esto si trabajas en una oficina, dentro de una empresa donde las órdenes que imparten los directivos están hechas estrictamente para ser cumplidas y ni osar desafiarlas. Pero no es para desesperar ni angustiarse. Muchas empresas optan por brindarles un uniforme a sus empleados aunque muchas otras no y es ahí donde esperan que sus empleados se vistan de determinada manera para que pareciese que sí lo tuvieran y se vean todos similares. Si en el reglamento de convivencia que firmaste cuando te contrataron te informaron que sólo podes usar pantalón de vestir y chaqueta sobrias debes sacarle ventaja a ese punto tan deprimente. Seguramente sería más divertido usar jeans, leggings, remeras para ir a trabajar, pero como dijimos antes ante todo el cuidado de la imagen, tanto personal como empresarial, está en juego. En cuanto a pantalones se pueden variar desde los colores hasta las formas. Si sólo podes usar el típico negro varia el corte: recto, cigarette, oxford, palazzo o capri pueden ser una de las variantes a vestir. Si son más permisivos y no hay restricción en cuanto al color desterramos el negro y lo reemplazamos por azul marino, verde inglés, verde musgo, Victoria Paulina CARRIZO 1
camel, gris perla, gris topo, beige o bordo (el nuevo neutro de la temporada). Si esto ya lo hiciste y te aburrió podes optar por lo combinados con líneas en los costados, los que tienen recortes o sino mezclar la tipología diferente en un nuevo color que antes no hubieras usado. Y recién abarcamos la parte bottom del cuerpo. Con la parte top ocurre exactamente lo mismo. La chaqueta se puede entender como blazer, chaqueta tipo Chanel, campera motoquera, estilo parka. Y quizás en esta parte se puede arriesgar mucho más a utilizar algo estampado que aporté algo de estilo propio al conjunto completo sin olvidarnos que tenemos que fichar a última hora del día. Al igual ocurre con las faldas (y su bendito largo) y los vestidos. Si nada de esto es muy bienvenido la gran salvación son los accesorios. Desde usar zapatos de colores hasta amplios collares y pulseras. Lo que no podemos permitirnos es ir al trabajo vistiendo algo que nos parezca aburrido y más monótono que el trabajo en sí. Ahora, si tu trabajo no está condicionado por ningún tipo de vestimenta y es completamente de libre elección sabrás que por la mañana no pasas esos minutos de stress de no saber que ponerte mientras el reloj pasa. Mientras pensábamos en la nota le pedimos a dos de nuestras lectoras (y más que nada amigas) que nos manden una foto de su principal actividad del día. Por un lado tenemos a Rocío que trabaja en un local de ropa donde no tiene uniforme y puede usar lo que más le guste para ir cada día y no sólo eso, sino que después del trabajo se va a la universidad donde estudia traductorado de inglés. La elección de jean le proporciona versatilidad al conjunto porque combinado con cualquier otra cosa se adapta a ambas situaciones. Unas sandalias con un poco de plataforma la hacen verse canchera pero cómoda para estar gran parte del día parada mientras trabaja. Y ella opta por una cartera de color para darle su propio estilo al día entero. En cambio Sofía nos envío su foto lista para ir a volar, ya que es azafata de una línea aérea. Como sabemos al ser una corporación tan estructurada no hay mucho margen de acción, pero sin embargo ella juega con colores de su maquillaje y el color que usa en su pañuelo diario. Los accesorios en este caso se reducen por completo a alguna pulsera o anillo, aros pequeños y ningún colgante. Es evidente que la vestimenta en una u otra persona está condicionada casi en su totalidad por el entorno en el que se encuentra, la actividad a la que se dedica, la cantidad de tiempo que le dedique a esa actividad, su poder adquisitivo. Pero también es evidente que muchos de estos factores combinados entre sí limitan o amplían muchos otros. Por qué por más alto poder adquisitivo que tenga, por ejemplo, Sofía, para concurrir al trabajo ya tiene estipulado qué vestir. Sin ir tan lejos en un uniforme tan Victoria Paulina CARRIZO 2
específico, cualquier mujer de oficina puede ir toda la semana con una falda tubo negra y cada día llevar un blazer de color o estampado, o viceversa. Por lo tanto, si bien tenemos condicionantes también tenemos 'permitentes' (con el perdón de inventar esa expresión) la clave está en descubrir cuáles son para cada situación particular y de manera ingeniosa sacarle el mayor provecho posible para reflejar su propio estilo en la rutina diaria. Victoria Paulina CARRIZO 3
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