Alcohol 1 Definición de alcohol y clasificación de las bebidas alcohólicas El alcohol (decimos alcohol cuando nos referimos al etanol) es una sustancia líquida, incolora, volátil, inflamable, soluble en agua y miscible en cloroformo y éter que se obtiene de la fermentación alcohólica, y cuya producción, venta y consumo no están prohibidos por la legislación aunque en algunos casos su comercialización o su uso pueden estar restringidos en función de determinadas circunstancias como el horario de venta, edad de los consumidores, la prescripción medica de medicamentos, etc. Las bebidas alcohólicas son aquellas en cuya composición está presente el etanol en forma natural o adquirida, y cuya concentración sea igual o superior al 1% de su volumen. Se pueden clasificar como: - Bebidas fermentadas: Proceden de la fermentación de los azúcares presentes en frutas o cereales. Las más conocidas son el vino, la cerveza y la sidra. - Bebidas destiladas: Proceden de la destilación de las bebidas fermentadas, con lo que se obtiene una mayor concentración de alcohol. Entre éstas se encuentran el whisky, el ron, el vodka y la ginebra. Concepto de grado alcohólico Indica el volumen de alcohol absoluto en 100 cc de una bebida y se expresa como º o vol %. Para calcular el contenido en gramos de una bebida alcohólica basta con utilizar la siguiente fórmula en la que el valor de 0.8 representa la densidad del alcohol: Gramos de alcohol = volumen (en cc) x graduación (en º) x 0.8 100
Alcohol 2 Ej: Una cerveza de graduación 4 grados significa que 4 cc de cada 100 cc son de alcohol absoluto, y si nos tomásemos una caña 250 cc de esta cerveza estaríamos ingiriendo 8 g de alcohol absoluto. Cálculo del consumo de alcohol La forma de calcular los gramos de alcohol anteriormente expuesta se ha sustituido en los últimos años por el concepto de Unidad de Bebida Estándar (UBE). En España una UBE equivale a 10 gramos de etanol puro. Esta medida es una forma rápida y práctica de conocer los gramos de alcohol consumidos, que pueden ser calculados utilizando una tabla de equivalencias con el tipo y volumen de bebida alcohólica consumida. Ej: Si consumimos un vaso de cerveza o de vino estaremos tomando aproximadamente 1 UBE. En Europa se tiende a considerar el límite para establecer un consumo de riesgo en 5 UBE/día para los hombres y 3 UBE/día para las mujeres. Mecanismo de acción La mayor parte de las acciones del etanol se deben a su interacción con dos receptores concretos: el receptor GABA A (ácido gamma-aminobutírico) (también denominado complejo receptor GABA A - ionóforo Cl - ) y el receptor NMDA (N-metil-D-aspartato) del glutamato. El GABA es el neurotransmisor inhibidor por excelencia del SNC; las neuronas que lo utilizan como neurotransmisor disminuyen de manera transitoria las respuestas de otras neuronas a estímulos posteriores. Por el contrario, el glutamato, junto con el aspartato, es el neurotransmisor excitador por excelencia del SNC; la respuesta de las neuronas inervadas por neuronas glutamatérgicas se ve aumentada. El etanol potencia la acción del GABA y antagoniza la acción del glutamato; consecuentemente, a nivel cerebral, el etanol potencia al
Alcohol 3 inhibidor e inhibe al excitador, sus acciones son propiamente las de un depresor del SNC. Farmacocinética del alcohol 1) Absorción El alcohol por vía oral se absorbe principalmente en el tramo proximal del intestino delgado (más del 80%) y en el estómago (hasta un 20%). La velocidad de absorción del alcohol determina la magnitud de sus concentraciones plasmáticas así como la intensidad y duración de sus efectos farmacológicos. Esta velocidad depende de muchos factores, entre otros: presencia de alimentos en el estómago (retrasan la absorción), concentración de alcohol en la bebida (absorción muy rápida en bebidas de graduación alcohólica del 20-30 %), bebidas alcohólicas con gas carbónico (absorción más rápida). 2) Distribución El alcohol se distribuye rápidamente por todo el cuerpo por ser una sustancia muy hidrosoluble. Atraviesa las barreras hematoencefálica y placentaria y se excreta en la leche materna. 3) Metabolismo Su metabolismo tiene lugar prácticamente en su totalidad en el hígado (90-98%), por una vía en la que intervienen una serie de oxidaciones en las que la mayor parte del alcohol se transforma en acetaldehído por la enzima alcohol deshidrogenasa (ADH). La acción de esta enzima se calcula en unos 8-10 g/horas, por lo que si se supera esta cantidad el sistema se satura y el alcohol se acumula. Otra vía de metabolización es el sistema enzimático llamado MEOS (sistema oxidativo microsomal del etanol) que en bebedores moderados sólo representa un 5-10% de la metabolización, pero que en bebedores crónicos puede inducirse hasta un 25% y es importante tenerlo en cuenta cuando se administran medicamentos ya que algunos fármacos
Alcohol 4 son metabolizados por esta vía. Por ultimo, un mínimo porcentaje se metaboliza con el sistema catalasa-peroxidasa. El acetaldehído se metaboliza mediante las enzimas aldehídodeshidrogenasa (ALDH), mayoritariamente, y aldehído oxidasa pasando a ácido acético. Por último, el ácido acético se transforma en acetilcoenzima A. Solo un 2-10% se elimina sin metabolizar por medio de la orina, sudor y respiración. Estas últimas fracciones no son farmacocinéticamente significativas, aunque pueden servir de base para estimar la concentración sanguínea real. Efectos El alcohol enlentece la actividad del SNC, y no es estimulante como a veces se cree, por la euforia inicial que produce, que no es sino el efecto producido por una desinhibición conductual y emocional como consecuencia de la depresión de la actividad cerebral. Sus efectos vienen influenciados no sólo por la cantidad de alcohol ingerido sino por muchos otros factores propios de la persona como el peso, la edad, el sexo, la tolerancia, y otros relacionados con la forma de consumo como puede ser la cantidad consumida, rapidez, combinación con bebidas carbónicas, haber tomado alimentos previamente, haber tomado otras drogas, etc. Se ha comprobado que el daño asociado al consumo de alcohol depende no sólo del volumen medio ingerido, sino también de las pautas de consumo. El consumo esporádico, en episodios de atracones, así como la ingesta fuera de las comidas, se ha revelado como uno de los patrones de consumo más perjudiciales para la salud. Por otro lado, existen posibles efectos beneficiosos del consumo de cantidades moderadas como antiséptico gástrico e intestinal, sobre el sistema cardiovascular y sobre la enfermedad de alzheimer.
Alcohol 5 Todo esto sin perder de vista que el alcohol es tóxico para la mayoría de tejidos del organismo. Su consumo crónico y excesivo se ha asociado al desarrollo del síndrome de dependencia al alcohol, pero también a numerosas enfermedades inflamatorias y degenerativas que pueden acabar con la vida de los sujetos que los sufren. Efectos Agudos: Son los que se producen inmediatamente después de la ingesta. - Fisiológicos: Náuseas, vómitos, diarrea, ardor de estómago, diuresis y vasodilatación cutánea que produce pérdida de calor. - Psicológicos: Euforia, menor autocontrol y desinhibición en un primer momento, después comienza la dificultad para hablar, visión borrosa, pérdida de reflejos, torpeza motora y desequilibrio, impulsividad e irritabilidad. Tendencia a la tristeza. Intoxicación alcohólica o sobredosis: Se produce pérdida de conciencia, coma e incluso muerte por depresión cardiorrespiratoria. Efectos crónicos: El abuso crónico del alcohol produce serios problemas de salud: - Hígado: Junto al daño cerebral, la alteración hepática es la consecuencia más grave a largo plazo del excesivo consumo de alcohol. Puede producir hepatitis, cirrosis hepática, cáncer de hígado y fibrosis y necrosis hepáticas irreversibles. - Estómago: Gastritis, ardor de estómago, úlcera de estómago y cáncer de estómago. - Corazón: Miocardiopatía dilatada, hipertensión arterial, alteraciones del ritmo cardiaco y cardiopatía isquémica. - Páncreas: Inflamación. - Sangre: Anemia, disminución de leucocitos y plaquetas. - Intestino: Úlcera duodenal y trastornos de absorción de alimentos, que pueden llevar a desnutrición.
Alcohol 6 - Esófago: Esofagitis. - Cabeza: Encefalopatías, polineurosis y accidentes cerebrovasculares. - Aparato genitourinario: Impotencia sexual. - SNC: Pérdida de memoria y desórdenes psicológicos. Tolerancia: Es la necesidad de beber cada vez más cantidad de alcohol para conseguir los mismos efectos. La aparición de tolerancia indica que ya se han producido cambios en el cerebro (neuroadaptación) debido al consumo de alcohol. Tras la administración continuada de etanol durante 1-3 semanas, la potencia de los efectos se reduce en 2-3 veces. Dependencia física: Aparece cuando se frena la ingesta de alcohol y se manifiesta por la aparición de un síndrome de abstinencia. Sus signos y síntomas son en parte un rebote de los efectos del alcohol, y su intensidad depende del grado y duración del abuso del alcohol y de la velocidad con que el etanol es metabolizado. Con un consumo moderado se presentan molestias como náuseas, temblor distal matutino, ansiedad, exceso de sudoración, insomnio, taquicardia e hipertensión leves, que aparecen a las 6-8 horas después de la última ingesta. Puede evolucionar hacia una remisión al cabo de 3-5 días o al contrario, avanzar hacia alucinosis alcohólica o a convulsiones tónico clónicas. Si no se trata, finalmente desemboca en el Delirium tremens que es un estado agudo fluctuante, caracterizado por la disminución del nivel de conciencia, confusión, fiebre, aparición de alucinaciones y temblor, que si no recibe el tratamiento adecuado puede llevar hasta la muerte. Al igual que en otras dependencias, la presencia de este síndrome puede contribuir notablemente al mantenimiento de la dependencia.
Alcohol 7 Interacción con fármacos INTERACCIONES DEL CONSUMO AGUDO DE ALCOHOL Fármaco Mecanismo Consecuencia Inducción metabolismo CYP 2EI. Formación de metabolitos tóxicos Isoniacida, paracetamol, fenitoína, anticoagulantes orales, hipoglicemiantes orales Otros depresores del SNC: benzodiazepinas, barbitúricos, hipnóticos, opioides, antidepresivos tricíclicos, antihistamínicos H-1, antipsicóticos, cannabis, disolventes, dometiazol Procinéticos (metoclopramida, cisaprida) Suma o potenciación de sedación Disminución de concentraciones plasmáticas. Menor efecto terapéutico. Mayor hepatotoxicidad del paracetamol e isoniacida Mayor sedación, intoxicaciones graves INTERACCIONES QUE PRODUCEN LOS FÁRMACOS EN EL ALCOHOL Fármaco Mecanismo Consecuencia Aumento de la velocidad Incremento de las vaciamiento gástrico concentraciones máximas de Ranitidina, cimetidina, ácido acetilsalicílico Metronidazol, tolbutamida, griseofulvina, algunas sulfamidas y cefalosporinas, disulfiram, cianamida Depresores del SNC (ver esta misma tabla) AINE Verapamilo Psicoestimulantes (cafeína, café) Disminución de la actividad de la ADH en el estómago Disminución de la actividad de la ADLH Suma o potenciación de sedación Suma o potenciación de la gastrotoxicidad Desconocido ( inhibición metabolismo?) Reducir embriaguez por administración de una sustancia con efectos opuestos alcohol (mayores efectos) Incremento de las concentraciones máximas de alcohol (mayores efectos) Incremento concentraciones de acetaldehído. Náuseas y vómitos, cefalea, sensación de calor y rubefacción, sensación de mareo Mayor sedación, intoxicaciones graves Mayor riesgo de hemorragia digestiva Incremento de las concentraciones máximas de alcohol (mayores efectos) Efectos muy variables. Puede disminuir la sensación de embriaguez pero no se modifican de forma sustancial los efectos del alcohol sobre el rendimiento psicomotor o la conducción Tabla: Interacciones. Fuente: Elaboración Comisión Clínica DGPNSD (Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas). Interacción con otras drogas de abuso - Alcohol y opioides: Se produce un aumento de los efectos sedantes de ambas sustancias y la afectación del rendimiento psicomotor. Puede aumentar la depresión respiratoria del opioide.
Alcohol 8 - Alcohol y cannabis: Se produce una mayor sedación y empeoramiento del rendimiento psicomotor. Aumenta la sensación de colocado y los efectos cardiovasculares del cannabis. - Alcohol y otros sedantes: La combinación con benzodiazepinas aumenta los efectos sedantes de ambas sustancias y el deterioro del rendimiento psicomotor. Se incrementa la gravedad de la intoxicación por benzodiazepinas. - Alcohol y gammahidroxibutirato (GHB): Empeora la sedación y la gravedad de la intoxicación. - Alcohol y cocaína: La administración de cocaína durante la intoxicación alcohólica produce una falsa sensación de sobriedad y de mejoría del rendimiento psicomotor. Los afectados creen que están mucho menos borrachos pero en realidad su rendimiento está aún alterado. Esta falsa sensación de seguridad puede llevar a conductas de riesgo. La combinación aumenta los efectos euforizantes y cardiovasculares de la cocaína, con el consiguiente incremento del potencial de abuso y de patología cardiovascular. Además, el alcohol provoca un aumento de las concentraciones de cocaína y la formación de un metabolito específico, el cocaetileno, con toxicidad cardiovascular y hepática. - Alcohol y anfetaminas: Las anfetaminas reducen la sensación de borrachera y, a su vez, el alcohol aumenta sus efectos euforizantes. - Alcohol y éxtasis: El éxtasis reduce la sensación de embriaguez del alcohol y aumenta la euforia del éxtasis. Se incrementa la presión arterial, la frecuencia cardiaca y la temperatura. Tratamiento del alcoholismo 1- Tratamientos psicológicos: El tratamiento del alcoholismo tiene un importante componente psicosocial, del cual los tratamientos psicológicos constituyen el núcleo esencial.
Alcohol 9 La terapia de grupo aparece como uno de los tratamientos de elección, existiendo en nuestro país modelos de intervención profesionalizados, que van más allá de los grupos de autoayuda. Finalmente, hay que tener en cuenta la importancia de la familia en el tratamiento del alcoholismo. 2- Tratamiento farmacológico: Los fármacos ensayados actúan sobre diversos neurotransmisores cerebrales como dopamina, serotonina, GABA, ácido glutámico, sistema opioide, etc. Disulfiram, acamprosato y naltrexona son los fármacos más comúnmente usados en la deshabituación. a) Cuando se considera la dependencia alcohólica únicamente como una consecuencia directa de las capacidades euforizantes y altamente reforzantes del alcohol (teorías del refuerzo positivo), el tratamiento se centra en evitar este refuerzo placentero, utilizando básicamente fármacos antidipsotrópicos o aversivos como el disulfiram o la cianamida cálcica. Estos fármacos interfieren en el metabolismo del alcohol, inhiben la acción de la aldehído deshidrogenasa y provocan un incremento de los niveles plasmáticos de acetaldehído, responsable de la sintomatología de taquicardia, hipotensión, rubefacción, cefalea, etc. El mecanismo terapéutico de acción de los fármacos aversivos parece residir en el miedo a la reacción disulfiram-alcohol más que en la propia acción farmacológica per se. Otros fármacos, la naltrexona y el acamprosato, avalados por investigaciones básicas y estudios clínicos controlados y rigurosos, están ya disponibles en la clínica diaria. Estos fármacos, actuando por vías y mecanismos distintos, disminuirían el número de recaídas y reducirían el craving o deseo irrefrenable de beber. Otros compuestos se perfilan como importantes en el tratamiento del alcoholismo en pacientes con sintomatología psiquiátrica concomitante (depresión, ansiedad).
Alcohol 10 b) Cuando la hipótesis que prevalece apunta que el consumo de alcohol se mantiene en el tiempo debido a la aparición de tolerancia y síndrome de abstinencia (teorías del refuerzo negativo), el tratamiento se dirige a paliar o evitar el síndrome de abstinencia y se centra en la desintoxicación del paciente alcohólico. En este caso, el clometiazol, el tetrabamato y las benzodiazepinas son los fármacos más utilizados y sobre los que existen más datos de eficacia y seguridad, pero también se detallan algunos estudios con otros fármacos como la carbamazepina y otros anticonvulsivantes, los beta-bloqueantes, los antagonistas α 2, los antagonistas del calcio y otros. Situación actual de consumo El consumo de alcohol en España por habitante adulto y año ocupa uno de los primeros lugares del mundo, junto con Francia, Italia y Portugal. De todas las bebidas alcohólicas, el vino es la más consumida, aunque en los últimos años se observa un desplazamiento del consumo de vino por la cerveza y otros licores, así como la progresiva desaparición de las diferencias de consumo entre ambos sexos. El alcohol es la droga más consumida en España y la más aceptada socialmente pero también es la droga que más problemas socio-sanitarios causa. Es la droga que más dependencia crea. El consumo se inicia a los 13.6 años de media y se mantiene semanalmente a partir de los 15.2 años de media para varones. En el año 2003 España era el sexto país del mundo en consumo de alcohol, con 10 litros de alcohol puro per cápita. En nuestro país, la mayor parte de la población adulta bebe alcohol. Su abuso es una de las principales causas de problemas de salud, de familia, de trabajo y de relaciones sociales.
Alcohol 11 La morbilidad asociada al consumo de bebidas alcohólicas es muy elevada: Accidentes de tráfico. Accidentes laborales. Muertes por cirrosis hepática. Síndrome alcohólico fetal. Polineurosis. Alrededor del 94% de la población española ha bebido alcohol alguna vez en su vida y un 14.9% ha bebido diariamente durante el último mes en 2006 según el OED (Observatorio Español sobre Drogas). El 19.8% de la población entre 15 y 65 años se había emborrachado durante el año 2005, de los cuales un 5% lo había hecho más de una vez. La población comprendida entre 15-34 años tiene el mayor porcentaje de borracheras con un 40.3% para los hombres y un 20.9% para las mujeres en el 2005, mientras que la población de mayor edad se mantiene en un 11.3% de media. A continuación se detallan algunos datos obtenidos de la encuesta ESTUDES, 2006-2007: - Entre los estudiantes españoles de 14 a 18 años el 79.6% declara haber consumido alguna vez en su vida alcohol y el 58% lo ha consumido en el último mes. - Alrededor del 35% se ha emborrachado en el último mes, es decir, uno de cada tres menores manifiesta haber cogido una borrachera en los 30 días anteriores. - Un 99.5% de los estudiantes en los últimos 30 días había consumido bebidas alcohólicas en fin de semana, mientras que entre semana sólo lo hizo un 32.4%.
Alcohol 12 - El 9.8% de los estudiantes declararon haber conducido en los últimos 12 meses bajo los efectos del alcohol. En nuestra Región el número de adolescentes que han probado las bebidas alcohólicas es ligeramente superior a la media nacional, así como aquellos que las han consumido durante los últimos treinta días. Sin embargo debe señalarse que se observa un descenso de un 6,6% en el consumo de alcohol a nivel general en esta población. Los varones consumen alcohol de forma más intensa que las mujeres, tanto en días laborables como en fines de semana. Se mantiene el aumento del consumo en función del aumento de la edad, es decir, con la mayoría de edad el consumo de alcohol se generaliza en esta población. La edad media de inicio del consumo a nivel nacional está entre los 13 y los 14 años, existiendo un grupo que ya lo probó con anterioridad a estas edades. De estos adolescentes, más de dos tercios bebe los fines de semana y considera que es fácil conseguir bebidas alcohólicas. El consumo se realiza preferentemente los fines de semana, aunque el 27% de este grupo consume tanto en días laborables como fines de semana. La cerveza es la bebida preferida, seguida de los combinados, el vino, los licores de frutas. De los escolares que han bebido alguna vez alcohol, algo más de la mitad se ha embriagado alguna vez, de los cuales el 80% son reincidentes en este tipo de conducta. A modo de resumen se puede decir que el consumo de bebidas alcohólicas no ha cambiado significativamente desde 1994, con lo que parece consolidarse un patrón bastante definido, que se caracteriza por el consumo fuera de casa, en grupos, con preferencia por la cerveza y los combinados durante los fines de semana, con episodios de abuso o borracheras ocasionales. Dicho patrón se acerca más al de jóvenes del centro y norte de Europa que al tradicional mediterráneo.
Alcohol 13 Legislación En Murcia, el alcohol está regulado por la Ley 6/97, de 22 de octubre, sobre drogas, para la prevención, asistencia e integración social, que abarca: Prohibición de la venta a menores de 18 años. Prohibición y limitaciones de publicidad y promoción. Limitaciones de la venta y consumo. En cuanto a las limitaciones y prohibiciones, la mencionada ley en el artículo 16, apartado 4, establece: No se permitirá la venta, dispensación o suministro de ningún tipo de bebidas alcohólicas en los siguientes lugares: a) Centros y dependencias de las Administraciones Públicas, centros sanitarios y sociosanitarios, excepto lo dispuesto en la letra a) del apartado 5 de este artículo. b) Centros de trabajo, excepto lo dispuesto en la letra a) del apartado 5 de este artículo. c) Centros de educación infantil, primaria, secundaria y especial. d) Centros y locales destinados a menores de dieciocho años. e) Áreas de servicio y descanso de autovías y autopistas, así como en gasolineras, excepto lo dispuesto en el apartado 5 de este artículo. En el apartado 5 del mismo artículo establece: Sin perjuicio de lo anterior, se permitirá la venta, suministro o dispensación de bebidas alcohólicas, de menos de dieciocho grados centesimales en locales expresamente habilitados y autorizados en: a) Centros y dependencias de las Administraciones Públicas, centros sanitarios y sociosanitarios y del resto de centros y lugares de trabajo.
Alcohol 14 b) Centros de enseñanza superior y universitaria y centros de enseñanza distintos a los señalados anteriormente. c) Centros e instalaciones deportivas. d) Áreas de servicio y descanso de autovías y autopistas, así como en gasolineras. Bibliografía - Assanangkornchai S, Srisurapanont M (2007) The treatment of alcohol dependence. Curr Opin Psychiatry 20: 222-7. - Encuesta EDADES, 2005-2006. Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. - Encuesta ESTUDES, 2006-2007. Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. - Flórez J. Farmacología Humana. 4ª Edición. Masson Elsevier. - Guía de Prevención de Drogodependencias. Cuaderno 3: Información básica sobre drogas. Programa de prevención de drogodependencias de la Región de Murcia. Plan de educación para la salud en la escuela de la Región de Murcia. - Informe sobre alcohol. Comisión Clínica de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. 2007. - Mason BJ, Crean R (2007) Acamprosate in the treatment of alcohol dependence: clinical and economic considerations. Expert Rev Neurother 7:1465-77. - Monografía Alcohol. Adicciones. Vol. 14, suplemento 1. 2002. - Observatorio Español sobre Drogas. Informe 2004. - Rang HP, Dale MM. Farmacología. 6ª Edición. Elsevier. - Tu guía: Drogas: + información riesgos. Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Edición 2003.