Luis Valdez Castellanos, SJ Comunicación y manejo de sentimientos Curso popular para la maduración afectiva VISTA PREVIA del contenido de las primeras páginas.
El contenido de este libro le ha ayudado a muchas personas para mejorar su vida. Su aporte es en ese campo tan cotidiano y siempre misterioso que es la afectividad. Ofrece herramientas para conocerla mejor y aprender a manejarla para el bien de aquellos con quienes convivimos y colaboramos, y para el bien de uno mismo.
Indice Primera Parte: Teoría Capítulo 1: Cómo es la persona humana Capítulo 2: Lo que más necesitamos en la vida Capítulo 3: El amor y la comunicación Capítulo 4: Nuestras emociones y sentimientos Capítulo 5: El aprendizaje del diálogo Capítulo 6: Ideas equivocadas que hacen sufrir Segunda Parte: Práctica Ejercicio 1: Sensibilización Ejercicio 2 : Qué son los sentimientos? Ejercicio 3: Los sentimientos no son malos Ejercicio 4: Por qué escondemos los sentimientos? Ejercicio 5: Los demás no son la causa de mis sentimientos Ejercicio 6 : Cómo manejar los sentimientos? Ejercicio 7: Aprender a conocer y comunicar los sentimientos Ejercicio 8: Amor equilibrado: amar a los demás y a uno mismo
Presentación Sé paciente con todo lo que no está en tu corazón. Trata de amar las preguntas. No busques ahora respuestas que no pueden darse, porque no serías capaz de vivirlas. El asunto es vivir todo. Vive las preguntas ahora. Quizá poco a poco, sin sentirlo un día cercano llegarás a vivir las respuestas. El contenido de este libro ha servido para mejorar la forma de vivir de muchas personas de las Comunidades Eclesiales de Base en el barrio del Cerro del Judío en la Ciudad de México. Muchos de los proyectos de trabajo en medios populares han dado énfasis en la formación religiosa y sociológica. Pero han dejado de lado el aspecto psicológico. Esto ha tenido repercusiones en el cansancio de las personas; en la imposibilidad de manejar conflictos interpersonales, provocando desilusiones graves y una sensación de desintegración familiar. Este libro quiere ser una aportación sencilla para el conocimiento de la afectividad humana, y así aprender a manejarla mejor. Ofrece material para apoyar un curso de manejo de sentimientos. Los contenidos teóricos han sido tomados de varios autores. El principal ha sido John Powell, SJ (El secreto
de permanecer en el amor y Plenamente vivo, plenamente humano). Sin embargo, dichos contenidos han sido traducidos y adaptados para una mejor comprensión. La segunda parte, dedicada a la práctica, se elaboró inicialmente para los jóvenes de la parroquia de Plátano y Cacao, en Tabasco. Posteriormente fue adaptada para medios más urbanos. Este libro fue pensado para el o los que dan el curso. Por eso se puso la parte teórica como apoyo. Sin embargo en la práctica ha servido que lo tengan y utilicen también los participantes del curso. Nuestra fe en Jesucristo liberador nos invita a trabajar por la liberación integral de los pobres. Luis Valdez Castellanos, SJ
PRIMERA PARTE TEORÍA
Capítulo 1 Cómo es la persona humana
Los hombres y las mujeres nacieron para vivir en paz consigo mismos y llenos de alegría profunda. Las personas no fueron hechas para la tristeza. Si estamos hechos para tener una vida completamente feliz, por qué hay tanta gente infeliz? Seguramente algo anda mal. Un escritor compuso un poema que se llama Descompuesto. En Estados Unidos hay unas máquinas que si se les echa una moneda dan una bolsa con palomitas. El escritor vio a una mujer que trataba de explicarle a su hijito de cuatro años que la máquina estaba descompuesta y no podía dar las palomitas. La mamá le decía: La máquina está descompuesta. No puedes comer palomitas, qué no ves que hay un letrero que dice Descompuesta? Pero el niñito no podía entender. Porque tenía las ganas, tenía el dinero y veía las palomitas dentro de la máquina. Seguramente algo andaba mal porque no podía comer las palomitas. El niñito quería llorar. El escritor que vio esto dijo: Señor, yo también sentí ganas de llorar, pero por la gente que se ha atorado, que ha llegado a ser máquina descompuesta, pero que está llena de una gran bondad que otras personas necesitan y no pueden disfrutar porque seguramente algo anda mal dentro de ellas. Todas las personas tenemos cuerpo y espíritu. Tenemos necesidades físicas (comer, descansar, etc.), psicológicas (sentirnos seguros con nosotros mismos), espirituales (orar, amar a Dios). Si no satisfacemos cualquiera de esas necesidades se puede producir un daño a todo el cuerpo.