PRESENTACIÓN Ante la necesidad de impulsar verdaderos procesos de educación en la fe que abarquen todo el arco de la vida, como nos lo ha propuesto la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano (Aparecida), la Dimensión Diocesana de Evangelización y Catequesis, ofrece esta guía para los catequistas en general, pero más especialmente a los que implementan o realizan la catequesis con adultos, la cual es una necesidad y una urgencia. El objetivo de este texto es ofrecer a los catequistas de adultos las herramientas básicas para que apoyen a estas personas, en el conocimiento, la vivencia y la celebración de su fe, de acuerdo a la etapa de la vida y la realidad que se presenta hoy en nuestro mundo. El contenido de este subsidio inicia proporcionando unas líneas orientadoras para la catequesis con adultos, mencionando su prioridad, su naturaleza y finalidad y los desafíos con los que nos encontramos hoy, en la catequesis con adultos. Abarca 6 unidades que llevan una secuencia, comenzando por mencionar cómo la catequesis con adultos, es el modelo de toda catequesis, ubicándola dentro del proceso evangelizador y de los documentos de la Iglesia. Se continúa presentando quién es la persona del adulto, en su contexto socio religioso y cultural, para pasar a hablar del ministerio y el perfil del catequista de adultos. Se desarrolla cuáles son los métodos que ayudan para este tipo de catequesis, continuando con la presentación de los diferentes subsidios que se han implementado en la Diócesis para una catequesis con adultos, culminando con la presentación del Proceso Nacional de Iniciación Cristiana de Adultos, con el objetivo de que se pueda ir implementando en la Diócesis. En la última unidad, se aterriza haciendo conciencia que la catequesis con adultos debe llevar a un sentido comunitario. Se trata de llegar a un compromiso como Iglesia y como sociedad, ya que tenemos que ser luz y sal de la tierra. Vemos con esperanza los frutos que se puedan propiciar con esta Guia para la formación de los catequistas con adultos y creemos pueden ser motivantes para generar poco a poco comunidades renovadas y maduras en su fe. Los contenidos aquí presentados han sido recopilados e inspirados por las asambleas y los cursos nacionales de catequesis con adultos. En la Dimensión Diocesana de Evangelización y Catequesis los hemos enriquecido y adaptado a nuestra propia realidad pastoral. Pbro. Joaquín Reyes Aceves Director León, Gto., Julio de 2015
JUSTIFICACIÓN Es de gran importancia fomentar la catequesis sistemática y gradual a todos los niveles especialmente la de los adultos, teniendo en cuenta los criterios de una formación que sea kerigmática, integral y permanente (Cfr. PDP 3ª Etapa No. 260). La catequesis de adultos se dirige a personas que tienen el derecho y el deber de hacer madurar el germen de la fe que Dios les ha dado, tanto más, cuando estas personas están llamadas a desempeñar responsabilidades sociales de diverso género y están sometidas a cambios y crisis a veces muy profundas. Por esta razón, la fe del adulto tiene que ser constantemente iluminada, desarrollada y protegida, para que adquiera esa sabiduría cristiana que da sentido, unidad y esperanza a las múltiples experiencias de su vida personal, social y espiritual (Cfr. DGC 173). Muchos de nuestros adultos están limitados por una fe tradicionalista, lo que provoca un debilitamiento en su vida cristiana y de su propia pertenencia a la Iglesia, pocos son los que buscan seguir un proceso evangelizador que los lleve a una conversión y maduración de su fe, durante toda su vida, para que pueda darles respuesta en las situaciones difíciles o de crisis, así como cuando se pierde el sentido profundo de la existencia. Se ha visto la urgencia de renovar y fortalecer el proceso catequístico en nuestra diócesis, dándole un enfoque catecumenal, que sin descuidar el aprendizaje de las verdades básicas de nuestra fe, no se limite a una formación meramente doctrinal, sino que se convierta en una verdadera búsqueda de vida cristiana, una catequesis de formación integral; este crecimiento no debe ser ocasional, reducido a los momentos previos a los sacramentos de la Iniciación Cristiana, sino que requiere un proceso orgánico y progresivo que debe abarcar todo el arco de la vida (Cfr. DA 298). Merece atención especial la figura y la identidad del catequista de adultos y su formación, como también la atención a quienes ejercen las responsabilidades de la catequesis de adultos en la comunidad (Cfr. DGC 173). 2
INTRODUCCIÓN No hay duda de que el siglo XX fue de mucha conciencia y creatividad en la vida de la Iglesia, especialmente en la catequesis; el Vaticano II es el acontecimiento más importante que ha renovado toda la vida de la Iglesia y a partir de él, todas las iniciativas posteriores que le han seguido. Los acontecimientos, como la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica (1992) y el Directorio General para la Catequesis (1997) vienen a cristalizar gran parte de lo vivido en catequesis convirtiéndose así en puntos de referencia. La catequesis generalmente se ha centrado en la etapa de la niñez, en cuanto a organización, agentes, recursos, formación, estructuras y métodos, dando como resultado un alto porcentaje de adultos no suficientemente evangelizados, poco practicantes y hasta alejados. Esto nos habla de la debilidad y hasta de un vacío del kerigma en nuestros programas de catequesis y aún dentro de la niñez, pues se ha centrado en los sacramentos de la Confirmación y la Eucaristía. Es necesario devolverle a la catequesis su sentido más original. Hemos de dar un viraje fundamental para que la catequesis con adultos sea considerada como la forma principal de la catequesis, a la que todas las demás, ciertamente necesarias, de alguna forma se ordenan. Esto implica que la catequesis de otras edades debe de tenerla como punto de referencia y articularse con ella en un proyecto catequético coherente de pastoral diocesana (DGC 59; Cfr CT 43). Para comprender el por qué de la necesidad de este cambio, lo podemos sintetizar en lo siguiente: Razón histórica. En la más genuina tradición cristiana, la catequesis propiamente dicha, ha sido la de adultos; recordemos el catecumenado bautismal de los primeros siglos que se convirtió en el modelo de la catequesis. La identidad cristiana. En un mundo secularizado como el de hoy, la meta final de todo proceso catequístico debe ser sin duda, forjar la identidad cristiana; asistimos a un mayor pluralismo religioso, a un relativismo ético-moral y a un sincretismo religioso de post modernidad. Hoy se requieren cristianos que alegres den testimonio de la fe recibida. Se necesita una catequesis no sólo para adultos, sino una catequesis adulta. La edad de las opciones fundamentales. Es cierto que toda etapa de la vida es importante y crucial, pero son los adultos los que tienen la capacidad de vivir el mensaje cristiano bajo su forma plenamente desarrollada (cfr. CT 43). El Concilio Vaticano II en el Decreto Apostolicam Actuositatem, nos habla de que cada uno debe prepararse diligentemente para el apostolado, obligación que es más urgente en la edad adulta porque, con el paso de los años, el alma se abre mejor, y así puede uno descubrir con mayor exactitud los talentos con los que Dios lo ha enriquecido (Cfr. AA 30). El adulto, como persona que ha realizado en su vida abundantes proyectos, es quien mejor puede aceptar libremente y comprender el carácter salvífico de la fe cristiana. 3
Las personas adultas llevan la conducción de la familia y de la sociedad, sus responsabilidades y decisiones están sujetas a cambios y crisis profesionales, además, por ser los adultos en la familia los primeros educadores de sus hijos, deben desempeñar mejor dicho compromiso tan olvidado en las últimas décadas. La catequesis, con la Palabra de Dios, vendrá a ser la que dé sentido, unidad y esperanza a la vida personal, familiar y social (Cfr. DGC 173). En esta edad es cuando la persona es más capaz de adherirse personalmente a Cristo y, al mismo tiempo, puede ser transmisora de la fe; las demás edades volverán su mirada a esta etapa para comparar su pensar y obrar; las nuevas generaciones irán creciendo con la imagen que los adultos les ofrezcan, ya que ellos son los constructores de la sociedad. La realidad demográfica. El aumento numérico de los adultos en nuestro país es un hecho innegable e irreversible; los adelantos de la medicina permiten una existencia humana más prolongada; en México mucha gente supera los ochenta años de vida; los matrimonios mexicanos actualmente tienen solo dos o tres hijos. Esta realidad tendremos que tomarla en cuenta para potenciar la catequesis de adultos en nuestro país. La realidad pastoral. Desde la preocupación pastoral, la vida adulta nos interesa grandemente en dos vertientes: 1. Por diversas causas, gran parte de los cristianos no llegan a una madurez de fe y de vida cristiana, ya que carecen de procesos de acompañamiento especialmente en su etapa adulta y porque la formación recibida en la niñez, no es suficiente para ayudarle a vivir un cristianismo adulto. 2. Aunado a esta preocupación, se encuentra la necesidad de que la fe cristiana se encarne en los ambientes y realidades donde se desenvuelve la vida adulta. Teniendo en cuenta todos estos porqués de darle prioridad a la catequesis con adultos, optamos por: 33 Una propuesta de catequesis de adultos que integre a la persona en su ser, que organice su personalidad alrededor de la fe cristiana asumiendo todas sus dimensiones. 33 Una catequesis de adultos en íntima relación con la comunidad, ya que ésta, es origen, lugar y meta de la catequesis. 33 Una catequesis que asuma la religiosidad popular en toda su riqueza, como acción evangelizadora y que tome en cuenta la necesidad del adulto en cuanto a su vida sacramental. 4
CONTENIDO PRESENTACIÓN 1 JUSTIFICACIÓN 2 INTRODUCCIÓN 3 LÍNEAS ORIENTADORAS PARA LA CATEQUESIS CON ADULTOS La prioridad de la catequesis con adultos 5 Naturaleza y finalidad de la catequesis con adultos 7 Los desafíos de la catequesis con adultos 9 UNIDAD I. CATEQUESIS CON ADULTOS Tema 1. Catequesis de adultos, modelo de toda catequesis 11 Tema 2. Dificultades y posibilidades de la catequesis con adultos 14 Tema 3. La catequesis de adultos dentro del proceso evangelizador 17 Tema 4. La catequesis de adultos en los Documentos de la Iglesia 20 Tema 5. Tareas fundamentales de la catequesis 24 UNIDAD II. LA PERSONA DEL ADULTO Tema 6. El adulto y sus características en las diferentes etapas 28 Tema 7. Contexto socio-religioso y cultural 31 UNIDAD III. CATEQUISTAS PARA ADULTOS Tema 8. El ministerio del catequista 34 Tema 9. Perfil del catequista de adultos 36 UNIDAD IV. MÉTODOS PARA LA CATEQUESIS CON ADULTOS Tema 10. Pedagogía de la catequesis con adultos 39 Tema 11. Metodología para la catequesis con adultos 42 Tema 12. El catecumenado antiguo 46 Tema 13. El catecumenado de adultos según el RICA 49 UNIDAD V. CÓMO IMPLEMENTAR UN PROCESO DE ACATEQUESIS CON ADULTOS Tema 14. Catequesis prebautismales 54 Tema 15. Catequesis para padres de familia 57 Tema 16. Catequesis de Iniciación Cristiana para jóvenes y adultos 60 Tema 17. Proceso Nacional de Iniciación Cristiana de Adultos 64 UNIDAD VI. SENTIDO COMUNITARIO DE LA CATEQUESIS DE ADULTOS Tema 18. La catequesis edifica la comunidad parroquial... 70 Tema 19. Cristianos comprometidos en la Iglesia 73 Tema 20. Cristianos comprometidos en la sociedad 75 78