5. EL CRISTIANO ANTE LA TENTACIÓN Stg 1.12-14 1. Los estudiosos se inclinan a diferenciar la tentación del v 12 y la del v 13. 1) Si uno conecta el v 12 con los vv 2,3, efectivamente parecen complementarse. 2) Lo extraño es que si el v 12 es una continuación de los vv 2,3, uno se pregunta por qué Jacobo no puso todo junto. 3) No es más lógico conectar los v 12 y 13 que hablan los dos de la tentación? 4) Una cosa es cierta: Tanto el cristiano que soporte la prueba como el que soporte la tentación, los dos serán premiados. 2 Vamos centrándonos en los vv 13-14 que sin duda tratan de la tentación a pecar. 1) Jacobo destruye con un plumazo la idea más o menos difundida de que Dios es el autor de la tentación. (1) Imposible: Dios no puede ser tentado y él no tienta a nadie a hacer el mal. (2) El cristiano sabe que Dios es bueno, amoroso, lo cual no sería cierto si él quisiera tentarnos y por lo tanto perdernos. (3) Si Dios no quiere que ninguno se pierda (2 Pe 2.9; 1 Tim 2.3,4) Cómo podría tentar al hombre al mal? -- A la luz de esto, las palabras de Mt 6.13, no
nos metas en tentación significan no permitas que seamos tentados a pecar 2) El tema del pasaje es la tentación, palabra que en el original es la misma que la del v 2, donde se traduce como pruebas. 3) Efectivamente la tentación es también una prueba pero de una naturaleza diferente. Note: (1) Mientras que las pruebas de los vv 2-5 nos llegan del exterior, la tentación se genera y se lleva a cabo dentro de nosotros mismos. (2) En relación con lo anterior, nosotros no tenemos nada qué ver con el origen de las pruebas, mientras que, como dice aquí, nuestra concupiscencia es responsable de la tentación. 4. El pasaje muestra una secuencia que va desde la concupiscencia hasta la muerte pasando por la tentación y luego el pecado, vv 14,15. 5. Uno piensa que la palabra concupiscencia siempre se refiere a malas deseos de tipo sexual y lo identifica con la lascivia. 1) Por supuesto que la lascivia es concupiscente, pero la concupiscencia no se limita a los deseos lascivos. -- Eso es lo que nos señala el muy respetado lexicógrafo W. E. Vine. 2) Resulta interesante que la misma palabra en su forma verbal se usa de deseos buenos, como en Mr 13.17 donde se traduce desearon y 1 Pe 1.9 donde se traduce anhelan. 3) Esos casos son muy pocos ya que la
palabra casi donde quiera lleva la idea de malos deseos de cualquier índole, como es el caso de nuestro pasaje. 4) Entonces uno podría parafrasear el pasaje así: Uno es tentado cuando de sus propios malos deseos es atraído y seducido. 6. Así que aprendemos que hay una diferencia entre concupiscencia y tentación. 1) La concupiscencia conduce a la tentación. 2) Pero no nos engañemos, de la concupiscencia a la tentación hay un paso muy cortito. (1) Por lo tanto lo que el cristiano debe hacer es luchar para no tener deseos malos o concupiscentes. (2) No es difícil entender que esto se logra al llenarnos del Espíritu Santo, es decir ser espirituales, y hacer crecer en nosotros el fruto del Espíritu 7. Uno podría pensar que este pasaje nos enseña que nuestra propia concupiscencia hace innecesario el trabajo del tentador. 1) Nada más equivocado. 1 Co 7.5: Este es un pasaje que contiene la idea de deseos sexuales, es decir, concupiscencia de la más terrible sin embargo allí está Satanás tentando al hombre. 2) La realidad enseñada en nuestro pasaje es que aunque Satanás nos tienta, no lograría hacerlo si no le ayudáramos con nuestros malos deseos. 8. Otra cosa interesante es que la tentación
no es pecado sino que ella concibe, es decir, da existencia al pecado. -- Esto es preocupante. De la tentación al pecado sólo hay un pequeño paso. 9. Lo que el cristiano debe hacer es evitar a toda costa ser tentado, porque al estar en la tentación él frente a la puerta del pecado. 10. Afortunadamente la tentación puede ser soportada, v 12. 1) En este caso, soportar lleva la idea de no ser vencido por la tentación. 2) O dicho de otra manera, uno puede quitarle a la tentación su poder de concebir el pecado. -- Y aquí tenemos que ir a un pasaje importante. 1 Co 10.13. (1) Note que Dios no permite que el cristiano sea tentado más allá de sus fuerzas. (2) Y además Dios nos ayuda poniendo a nuestra disposición una salida. (3) No deje de notar la palabra soportar en 1 Co 10.13 que está en también en nuestro pasaje Stg 1.12. 11. Para no hacer esto más largo, reduzcámoslo a la secuencia del pasaje. 1) Concupiscencia nuestra, es decir deseos malos. 2) Tentación del tentador quien ya ha observado nuestra concupiscencia. 3) Pecado, es decir, aceptación nuestra al llamado seductor de la tentación. 4) Muerte. Muerte espiritual, separación de con Dios. 12. Detengámonos aquí.
1) Varias declaraciones bíblicas son pertinentes: Ez 18.20; Ro 6.23; Ef 2.1,2. 2) El pasaje de Ef hace claro que la muerte espiritual ocurre antes de la muerte física. 3) La palabra muerte jamás significa aniquilación, sino siempre la idea es separación. 4) Los pecadores inconversos, como sucedió con los efesios (Ef 2.1,2), pueden tener vida, es decir comunión con Dios, al obedecer el evangelio. 5) Los cristianos que pecamos, podemos y debemos hacer uso de la sangre de Cristo, arrepintiéndonos de nuestro pecado, confesándolo a Dios y pidiendo perdón. 1 Jn 1.7-9 (elabórese). -- Pregunta: Podemos dejar nuestro arrepentimiento y oración para días o semanas después o debemos hacerlo lo más pronto que se pueda? 13. Vv 16,17. Léanse 1. Estos dos vv, tal vez también el que sigue, bien pueden ser una continuación del pasaje sobre el pecado. 2. Y específicamente uno puede conectar estos dos vv con el v 13. -- O sea, No se equivoquen, amados hermanos. De Dios vienen buenas dádivas. Nuestro Padre se goza en dar cosas buenas. Entonces no pensemos que de él puedan venir cosas malas como es la
tentación al mal 3. Detengámonos en el v 17. 1) Las expresiones Buena dádiva y don perfecto, son prácticamente equivalentes. (1) Toda buena dádiva y todo don perfecto son regalos de Dios a sus criaturas. (2) Este v enfatiza esa hermosa forma de ser de Dios: Él es inmensamente dadivoso, porque esa es su naturaleza. (3) Disfruta usted cosas buenas? Sepa que ellas descienden de Dios. 2). De lo alto, de arriba, es decir del cielo. (1) No de la tierra, no de acá abajo, no de los hombres. (2) Esto es muy interesante: 1. Hay personas que son dadivosas y en realidad todos debemos ser así: Compasivos y generosos. 2. Ellos por su bondad se convierten en instrumentos y hasta podría decirse en socios de Dios que los usa para bendecir a los necesitados. 3) Hermanos, cada día, cada momento estamos siendo objetos del amor de Dios que nos da cosas buenas, no solamente cosas materiales sino las que necesita nuestra alma.
(1) El tener esto claro en nuestras mentes logra que constantemente elevemos nuestras acciones de gracias al Padre de las luces de quien desciende todo lo bueno que tenemos. (2) No creo que Dios no note que veces somos malagradecidos al recibir cosas buenas y no expresar nuestra gratitud. 3) del Padre de las luces. (1) Es decir el creador de las luces, sean físicas o sean espirituales. (2) Uno puede entender que sin la luz del sol no habría calor ni vida vegetal y que esa luz es una gran bendición que nos llega cada mañana. -- Pero podemos pasar por alto que en realidad bendición de la luz del sol existe porque Dios la creó. (2) Lo mismo es con la luz para nuestra alma: Salmo 119.105, léase. -- La Palabra de Dios es lámpara y lumbrera que permite que transitemos por la vida sin tropezar y caernos. -- Ella, como todas las luces, es la creación de Dios. 4) en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. (1) Estas palabras han hecho
pensar a algunos estudiosos que Santiago tenía en mente a los astros luminosos cuando dijo las luces -- Es decir, esas luces se mudan y la sombra que causan va variando con su mudanza. -- Piense en el la luz del sol a través de las horas del día. (3) En cambio nuestro Padre no cambia. Siempre es bueno y dadivoso. -- Por supuesto si él nos diera cosas buenas pero también nos tentara al mal, esa sería una mudanza terrible. (4) Me gusta como un hermano se refiere a esto en su comentario: Los fenómenos de la naturaleza son por necesidad, cambiables; el fenómeno de Dios es inmutable. Todas las cosas materiales son mutables; Dios es inmutable. Aunque las luces celestiales cambian con las horas y las sazones, él que las creó no cambia. Debe concluirse que sólo lo que es bueno puede originarse con él, y él nunca puede ser la ocasión de poner la tentación y el pecado en el camino de sus criaturas.