Los emergentes campeones del mundo ESADEgeo Position Paper 3 Octubre 2010 Javier Santiso Profesor de Economía, ESADE Business School. Director Académico de ESADE Center for Global Economy and Geopolitics (ESADEgeo)
ABSTRACT Los fondos soberanos y las multinacionales emergentes están invirtiendo también en el mundo de los deportes y del fútbol en particular. En este sentido los clubes de fútbol españoles podrían convertirse en puntos de entrada claves para abrir paso a estos nuevos inversores. Tanto el Real Madrid como el Barça son marcas globales con poder de atracción y modelos de negocios únicos, ambos podrían ser catalizadores claves. Los emergentes campeones del mundo El ciclista español Alberto Contador ha vuelto en 2010 a ganar el Tour de Francia. Sin embargo el equipo ganador ha sido un fondo soberano: detrás del Astana, el equipo del ciclista, están en realidad el fondo soberano de Kazajstán, Samruk-Kazyna, una muestra más del empuje que están cobrando estos países, en este caso uno de Asia Central, antiguo satélite del imperio soviético, reconvertido en potencia petrolera con la independencia después de la caída del Muro de Berlín. El ejemplo de Astana no es un caso aislado. En la liga de fútbol inglesa, se rumoreó, a mediados del 2010, que un fondo soberano chino (CIC) estaría interesando en el capital del equipo de fútbol Liverpool. No es la primera vez que tales rumores se disparan. Jeques del Medio Oriente, oligarcas rusos, y multimillonarios asiáticos, ya volcaron dinero en la Premier inglesa y en otras muchas más ligas de fútbol europeas. Así, antes de la crisis global del 2008-2009, que también golpeó los Emiratos, el fondo soberano Dubai International Capital intentó comprar el Liverpool y Newcastle United. La crisis sin embargo 2
no desincentivó la compañía aérea Fly Emirates, propiedad del gobierno de Dubai, de seguir patrocinando casi media docena de clubes de fútbol en Europa, entre ellos el AC Milán en Italia (con una inversión estimada en 50 millones de euros realizada a principios del 2010 para cuatro temporadas), el Olympiacos en Grecia, el Hamburgo en Alemania, el Arsenal en Inglaterra y el Paris Saint Germain en Francia. Los oligarcas y empresas rusas tampoco se quedaron atrás. Así el gigante Gazprom ha invertido un récord de 125 millones de euros en el equipo alemán Schakle04, que acaba de fichar, en 2010, al madridista Raúl González. Gazprom también patrocina en su país al Zenit de San Petersburgo. Por su parte la multinacional sur-coreana Samsung ha invertido 14 millones de euros en el club inglés de Chelsea, del cual es dueño el oligarca ruso Roman Abramovich. Para cuándo patrocinadores de países emergentes en el Real Madrid o el Barça? Una multinacional brasileña como Petrobras o Vale que buscaría imagen y notoriedad global? O una china como Sinopec (que acaba de comprar 40% de Repsol Brasil), Chery (que busca construir en Europa su primera planta industrial) o Geely (ahora propietaria de Volvo) o una multinacional india como Tata o Reliance con fuertes intereses en Europa? A finales de 2009, el Real Madrid ha dado, de hecho, un paso en este sentido, llegando a un acuerdo con la Saudi Telecom Company (STC) que convierte al operador líder de telecomunicaciones de Arabia Saudita en el patrocinador internacional del Club. Curiosamente, su rival, el Barça, también tiene entre sus patrocinadores internacionales a un operador de telecomunicaciones árabe, el gigante Etisalat. Estos patrocinios no sólo aliviarían las finanzas de los clubes sino que muy bien podrían abrir mayor apetito por invertir en empresas nacionales. Lo interesante es que estas inversiones futbolísticas parecen efectivamente estimular o ir de la mano de otras inversiones industriales. El fondo soberano libio por ejemplo, la Libyan Investment Authority (LIA), invirtió en la Juventus de Italia (posee 7,5% del capital controlado por la familia Agnelli, los dueños del 3
grupo FIAT). En este país también entró en el capital de empresas como el banco italiano Unicredito, en julio de 2010, (detiene junto al Banco Central de Libia más de 7% del capital, siendo así el gobierno libio el segundo inversor después del gobierno italiano en el capital del banco) o la petrolera ENI (detiene 2% de la petrolera italiana que explota por su parte petróleo en Libia, al igual que la española Repsol). Con la banca de inversión Mediobanca creó un fondo de inversión común para tomar posiciones en empresas italianas con dificultades financieras. En 2009, LIA llegó también a un acuerdo con el grupo aeroespacial Finmeccanica, un año en el cual abundaron también rumores de entradas de LIA en el capital de Telecom Italia y de ENEL (que controla Endesa en España). Lo que está claro es que el interés por el club de fútbol italiano fue de la mano de un apetito por parte de este fondo soberano de entrar en diferentes multinacionales italianas. Se ha convertido de hecho en una de las principales fuentes de financiación del capitalismo italiano. LIA no es el único vehículo de inversión soberano que entró en el capital de las empresas italianas. Por su parte Aabar Investmens, un fondo de los Emiratos que también entró en la filial del Santander en Brasil (un país donde también realizó una inversión en la minera Vale por 300 millones de dólares y estuvo en conversaciones con la petrolera Petrobras para entrar en el capital), es uno de los principales accionistas de Unicredito, del cual compró casi 5% en junio de 2010, inyectando 1,8 mil millones de euros en el capital del banco. Estos ejemplos se enmarcan en una tendencia de fondo, simbolizando una vez más el empuje de los mercados emergentes. En 2010, al mismo tiempo que se celebró la Copa del Mundo en Sudáfrica, otro país emergente en pleno auge y el principal con Nigeria del continente africano, Brasil, otro emergente, que se acaba de convertir en 2010 en la sétima potencia del mundo en términos de PIB nominal (por delante de España), obtenía la organización del próximo Mundial de Fútbol y de los Juegos Olímpicos. Todo ello apenas un año después de que China haya organizado los Juegos Olímpicos de manera rotunda, mostrando así ante el mundo entero lo que era el país: una de las principales potencias económicas del planeta. 4
Pero, más allá del deporte, y como lo muestra el ejemplo italiano, bien podría ser que el atractivo de los clubes y deportistas nacionales emule mayor interés por otros activos de un país receptor. Quizás algo para meditar en el caso de España que acaba de ganar el Mundial y posee clubes de primera calidad, algunos con proyección global máxima: el Real Madrid y el Barça son valorados por la revista Forbes como dos de las diez marcas deportivas más valiosas del mundo. En el ejercicio de 2009-2010, el Barça logró además un récord jamás alcanzado por un club de cerca de 450 millones de euros de ingresos de explotación, según su tesorero, el economista Xavier Sala i Martín. La consultora Deloitte, en su informe anual 2010, sobre la economía de los clubes europeos, resalta de hecho ambos clubes españoles como referencias mundiales para todos los demás. Porqué no imaginar entonces un patrocinio del Real Madrid por parte de ADIA, uno de los mayores fondos soberanos del mundo, ubicado en Abu Dhabi, en los Emiratos, y que este coloque su logo en las camisetas del club? Porqué no imaginar que su rival Temasek, el fondo soberano de Singapur, haga lo mismo con las del Barça? O que lo hagan los fondos soberanos chinos SAFE y CIC, los mayores del mundo? Ello podría ayudar a que estos fondos (u otros del mismo tipo) miren también más hacia las empresas del Ibex 35 y contribuir así a atraer su atención y capital de largo plazo hacia las multinacionales de la península. 5
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