UNIVERSIDAD ABIERTA INTERAMERICANA FACULTAD DE MEDICINA LICENCIATURA EN ENFERMERIA CIENCIAS BIOLOGICAS IV HEMORROIDES PROF.: ALEJANDRO VÁZQUEZ ALUMNA: IVANA LORENA ARRIETA
HEMORROIDES Las hemorroides son dilataciones de las venas de los plexos venosos de la mucosa del recto o del ano. Si las afectadas son las del plexo superior se llaman: Las hemorroides internas: se sitúan por arriba del conducto anal y se encuentran cubiertas por mucosa. Las hemorroides internas usualmente no duelen pero pueden sangrar sin ocasionar dolor. Las hemorroides prolapsadas pueden estirarse hacia abajo hasta salirse del ano. Una hemorroide prolapsada puede volver a invaginarse dentro del recto por cuenta propia, o usted puede empujarla cuidadosamente de vuelta hacia adentro. Las hemorroides externas ocurren en las venas afuera del ano. Pueden dar comezón o doler y algunas veces pueden rajarse y sangrar. El sistema de drenaje de ésta zona carece de válvulas, y por ello la posición erecta del hombre aumenta la presión en el interior de las venas hemorroidales y por lo tanto predispone a la enfermedad hemorroidal.
CAUSAS Las hemorroides son por causa del aumento en la presión de las venas del ano o del recto. Algunas causas que predisponen a padecer hemorroides son: Factores hereditarios. Estreñimiento que, al forzar el paso de las heces, comprime las venas hemorroidales. Diarrea, que puede producir irritación. Ocupacional, estar de pie o sentado durante mucho tiempo seguido, ejemplos: ejecutivos, choferes, pilotos (por aumento de la presión G, es decir, de la gravedad). Embarazo, sobre todo en las últimas semanas. Hipertensión Portal, aumento de presión venosa a nivel del sistema porta. Obesidad, por aumento de la presión abdominal sobre el piso pélvico. Hay con frecuencia antecedentes familiares que sugieren un fondo o predisposición hereditaria. También se implica como causa a ciertas anomalías de la microcirculación con comunicación arteriovenosa demostrable. El embarazo es la causa más común de hemorroides en las mujeres jóvenes. El aumento de la frecuencia de la hemorroides durante el embarazo se piensa que sea debido al aumento de la presión ejercida sobre las venas iliacas por el útero que va aumentando de tamaño, lo cual provoca elevación de la presión venosa en el interior de las venas hemorroidales media e inferior, las cuales deben drenar su sangre a las venas iliacas internas. Después del embarazo, las hemorroides tienden a desaparecer, aunque pueden empeorar en forma progresiva con embarazos subsiguientes o con la edad. En general las hemorroides son primarias al estreñimiento que suele ser secundario a ellas y no viceversa. Las ocupaciones sedentarias, los esfuerzos durante el trabajo o el deporte, el mantenerse de pie por tiempo prolongado, y ciertos hábitos alimentarios son el resto de las causas implicadas en la formación de hemorroides. SIGNOS Y SINTOMAS En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecerán dentro de algunos días. Aunque muchas personas tienen hemorroides, no todas experimentan síntomas. Los síntomas comunes incluyen:
Sangrado proveniente del ano que puede aparecer: En las heces fecales En el papel higiénico En la taza del baño Comezón y ardor anal Inflamación y dolor durante la evacuación Abultamientos sensibles de varios tamaños alrededor del ano Humedad constante A veces se puede apreciar una anemia y sobre todo lo más característico es la propia palpación de las hemorroides en el ano, que incluso pueden ser reducidas manualmente por el paciente. Como complicación de las hemorroides se puede producir una estrangulación de las mismas con aparición de un color obscuro, debido a la trombosis subyacente, y puede empeorar formándose finas arrugas en la mucosa, que pierde su lustre y aparece muerta. La anemia intensa secundaria a hemorragias abundantes o a la persistencia de la pérdida de pequeñas cantidades de sangre es otra complicación de las hemorroides. DIAGNOSTICO Para el diagnóstico de hemorroides debemos tener unos síntomas característicos, de sangre y secreciones al defecar, con una inspección anal externa o examen rectoscópico, que confirme la presencia de las dilataciones en el recto. Se deben realizar análisis para comprobar la posible presencia de anemia. Como el sangrado rectal es el síntoma más común de las hemorroides internas, y aparece también en diversos tumores del colon y del recto es recomendable realizar una rectosigmoidoscopia, para poder descartar otras enfermedades. TRATAMIENTO Medidas Generales Mantener una buena higiene anal y evitar rascar o frotar las hemorroides para ayudar a prevenir las infecciones. Corregir el estreñimiento añadiendo fibra a la dieta: frutas, verduras, pan integral, líquidos abundantes. Corregir las diarreas.
Evitar comidas muy sazonadas y el consumo de alcohol. Evitar esfuerzos al defecar. Reducir el tiempo de defecación. Utilizar papel higiénico suave o limpieza anal mediante baño con agua tibia Aplicar hielo o compresas frías en la fase aguda del trastorno. El frío hará disminuir la hinchazón. Darse luego baños calientes en la zona dos o tres veces al día. Esta secuencia frío - calor es una forma de aliviar temporalmente el dolor por hemorroides externas. Las hemorroides asintomáticas no requieren tratamiento. Debe evitarse el empujar durante la defecación para disminuir al máximo el sangrado y el prolapso. Los supositorios y los ungüentos rectales son de escaso valor en el tratamiento de hemorroides internas, solo tienen efectos de anestesia transitoria. Si las hemorroides prolapsadas son reducibles deberán ser empujadas al interior del recto mediante presión suave, el paciente se debe acostar y reducir la prominencia cada vez que sea necesario. Después de la reducción, la inflamación externa desaparecerá. Cuando las hemorroides han sido reducidas, podrán mantenerse en su posición mediante compresas. Si el cuadro es muy agudo se aplicarán compresas heladas empapadas con agua Después se prescribirán baños de asiento en agua tibia (nunca caliente). Las hemorroides que aparecen después del parto o en el puerperio no deberán tratarse quirúrgicamente sino hasta que haya pasado tiempo suficiente para determinar si persisten o no. Las hemorroides que sobresalen al exterior, irreducibles, trombosadas, inflamadas o gangrenadas deberán tratarse mediante cirugía. La cirugía ofrece una solución más rápida de los síntomas y la convalecencia es corta. El tratamiento con inyecciones esclerosantes se realiza mediante la inyección de sustancias químicas irritantes (a veces se puede realizar por congelación) en el tejido que rodea las varices hemorroidales internas. La cicatrización resultante de la reacción inflamatoria produce la fibrosis de las varices hemorroidales. Las recurrencias son del 50% de los pacientes. Se indica este tratamiento si las hemorroides son iniciales, no complicadas e internas. Las complicaciones del tratamiento de inyecciones son la infección y prostatitis aguda.
Endoscopia: La endoscopia es utilizada principalmente para ver y filmar el interior de las cavidades corporales y realizar algunos procedimientos sin necesidad de recurrir a la cirugía. Existen diferentes tipos de endoscopia y la anoscopia es uno de ellos. La rectoscopia es una observación instrumental del recto y ano, por medio de la cual se puede visualizar el estado interno de los mismos. De esta manera se puede ver el origen del sangrado, la causa de la molestia y en muchas ocasiones, se puede tomar una biopsia y aclarar el diagnóstico. La colonoscopia es un estudio instrumental, mediante una preparación de purga y lavados previos, con el colonoscopio, el cual permite, bajo anestesia y lubricante, y distensión moderada no dolorosa, con aire, ver todo el aparato digestivo inferior. En ellas podemos observar el origen del sangrado, tomar fotografías, reconocer tumoraciones y ulceraciones, diagnosticar formaciones diverticulares, su estado patológico, lo mismo que estenosis y un reconocimiento rápido de las tumoraciones benignas (divertículos) y malignas (cánceres), etc. Hoy en día las técnicas han cambiado mucho. Existen analgésicos excelentes para el manejo de las molestias pre-examen y post-operatorias. El paciente debe se atendido por un cirujano colorrectal. Este tendrá los conocimientos mas actualizados respecto a dichas enfermedades. El tratamiento quirúrgico se debe de realizar siempre que el mejoramiento de hábitos y tratamiento médico no sea suficiente o cuando ya existe inicio de las complicaciones y generalmente para hemorroides de tercero y cuarto grado o incluso las de segundo grado que no respondieron a otras alternativas no quirúrgicas de manejo. La hemorroidectomía es la cirugía empleada para quitar las venas que se han hinchado o dilatado alrededor del ano. Para la intervención de hemorroides el paciente se puede someter a anestesia general o bien a una local (anestesia local o anestesia espinal) con sedación. Las venas dilatadas (hemorroides) se quitan y se deja en la zona un paquete de gasas estériles para disminuir la hemorragia. Existen varios tipos de procedimientos quirúrgicos para el tratamiento de las hemorroides, pueden dividirse en dos: 1) una es la técnica abierta, cuando se realiza reseccion o extirpación de las hemorroides y se deja la herida abierta para permitir que cicatrice por segunda intención,
2) la otra es la técnica cerrada, donde se retira el tejido hemorroidal y la mucosa del conducto anal afectada y los bordes de la herida se afrontan nuevamente para dejarla cerrada. Otras técnicas recientemente introducidas es con el empleo de engrapadoras, estas se introducen por el ano y engrapan y cortan el tejido redundante realizando una hemorroidopexia. Se llama analgesia intratecal o AI cuando se introduce medicina por medio de una aguja en el espacio que rodea la médula espinal. Esta analgesia también es conocida como analgesia opiácea intramedular o analgesia opioide raquídea. Mientras que la analgesia intratecal controla el dolor, no se afecta la habilidad para controlar los músculos del cuerpo. Esto significa que el dolor se aliviará permaneciendo el paciente despierto y en capacidad de moverse. La AI es usada con varios propósitos como aliviar el dolor después de una cirugía o durante la labor de parto. También puede ser usada para controlar los dolores permanentes producidos por algunas enfermedades, como el cáncer. Durante la convalecencia el paciente puede experimentar un fuerte dolor después de la cirugía cuando contrae o relaja el ano, por lo que deben administrarse analgésicos. Para evitar el uso de papel sobre el ano debe usarse lavados en bidé después de la defecación. Además, los baños templados servirán para disminuir las contracciones dolorosas del ano, y pueden calmar el picor y la quemazón de la zona. Se puede esperar una completa recuperación en dos semanas. La analgesia intratecal ha demostrado una reducción significativa del dolor en el paciente después de la operación en la primeras 24 horas. PREVENCIÓN La mejor forma de prevenir las hemorroides es mantener las heces fecales suaves para que sean evacuadas fácilmente. Las siguientes medidas pueden ayudar: Comer una dieta alta en fibra Ejercitarse regularmente, especialmente caminar Evacuar tan pronto como surja la necesidad de hacerlo Evitar el uso excesivo de laxantes
BIBLIOGRAFIA http://familydoctor.org/online/famdoces/home/common/digestive/basics/090.html http://www.tuotromedico.com/temas/hemorroides.htm http://es.wikipedia.org/wiki/hemorroides http://geosalud.com/digestivo/hemorroides.htm http://www.upmc.com/healthmanagement/managingyourhealth/healthre ference/diseases/?chunkiid=103656