El proceso de concentración urbana de poblaciones y actividades se puede dividir en tres períodos históricos:

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1 UNIDAD 9. EL ESPACIO URBANO CONCEPTO DE CIUDAD No resulta fácil definir la ciudad. Emplearemos criterios de tipo cuantitativo y cualitativo: en España, se considera ciudad a aquellas poblaciones por encima de habitantes. Los criterios cualitativos tienen en cuenta el aspecto formal (morfología urbana) que presentará poblamiento concentrado, alta densidad de edificación, vivienda en altura, así como la presencia de actividades económicas específicamente urbanas (no agrarias, ni industriales). Las ciudades albergan una gran diversidad social, con posibilidad de relaciones impersonales y anónimas. Tiene capacidad de influir en otros núcleos de población y organizar el espacio de manera muy marcada. PROCESO DE URBANIZACIÓN El proceso de concentración urbana de poblaciones y actividades se puede dividir en tres períodos históricos: Etapa preindustrial Desde el origen de las ciudades (en este caso en la península ibérica) hasta el XIX, con una tasa de urbanización escasa. Las ciudades se construían por motivos militares y estratégicos, políticoadministrativos, religiosos o culturales. En la Antigüedad aparecen las primeras ciudades en España, con la colonización fenicia y griega (Cádiz, Ampurias), la romanización implica la fundación de numerosas ciudades como Barcelona, Tarragona, Sevilla, Zaragoza, Valencia. En la Edad Media se produce un nuevo proceso de urbanización en la España musulmana: Madrid, Murcia, Almería y revitalización de otras ciudades ya existentes como Zaragoza, Toledo, Málaga, Granada, Córdoba. En el espacio cristiano la vida urbana es escasa hasta el siglo XII, cuando el comercio reactiva el proceso en ciudades portuarias (Bilbao, Barcelona, Sevilla, Valencia) y a lo largo del camino de Santiago. La Edad Moderna presenta diversas fases, con un siglo XVI de crecimiento urbano continuado en Andalucía y Castilla (Sevilla, Madrid) ligado al crecimiento económico y demográfico. Las crisis demográficas del XVII estancan ese crecimiento que se reanima en el XVIII, ya con la política urbana borbónica (crecimiento de Madrid, ciudades cántabras y mediterráneas relacionadas con el comercio marítimo) Etapa industrial Desde el inicio de la industrialización en el XIX hasta La tasa de urbanización aumenta claramente, superando a la población rural. La división provincial de 1833 favorece a las ciudades capitales y se asocia a un crecimiento económico y demográfico. Se produce un gran crecimiento urbano desde la segunda mitad del XIX hasta la guerra civil, con una industria atractiva a las poblaciones. Esa guerra y la terrible postguerra ralentizan el proceso que acomete un nuevo y espectacular crecimiento desde la década de 1960 cuando la industria sigue siendo un claro factor de atracción, y se inician actividades del terciario en Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia. 1

2 Etapa postindustrial La crisis de 1975 es determinante dado que se modifican rasgos básicos del proceso de urbanización, que se ralentiza porque finaliza el éxodo rural y se certifica la crisis industrial. Las actividades terciarias ganan importancia y refuerzan los procesos de Madrid, Barcelona y las regiones turísticas de Baleares y Canarias. Disminuye el grado de concentración urbana, a la par que aumenta la extensión de áreas urbanizadas en torno a los principales núcleos (coronas metropolitanas que implican y modifican nuevos municipios) MORFOLOGÍA URBANA Es el aspecto externo de la ciudad, que varía según el emplazamiento, su situación, plano, construcción y usos del suelo. El emplazamiento es el espacio concreto en el que se asienta la ciudad y está muy determinado por la topografía. La situación es la posición relativa de la ciudad respecto a su entorno geográfico amplio y su función principal en ese espacio: político, militar, comercial) El plano es un excelente material de análisis morfológico, muestra la disposición de edificios, calles, plazas, parques. Suele ser de tres tipos: irregular, radiocéntrico y ortogonal (en cuadrícula o damero). La construcción se refiere a la trama o disposición de los edificios (compacta o abierta) y a la edificación (colectiva en altura, individual) Finalmente, es de gran interés el análisis de los usos del suelo: espacios comerciales, de negocios, residencial, industrial, equipamientos, etc. ESTRUCTURA URBANA Es la división de la ciudad en zonas con morfología y funciones diferenciadas y características. Las ciudades españolas tienen una estructura compleja. En algunos casos, podemos hablar de ciudades conectadas en aglomeraciones urbanas. Casco antiguo La ciudad preindustrial es fácilmente detectable en los casos antiguos de las ciudades (pensad en numerosos ejemplos, probablemente hayáis paseado por alguno) que suelen ser considerados patrimonio protegido. Allí se pueden encontrar murallas, un plano irregular, con una trama urbana cerrada y predominio de casas unifamiliares que en su tiempo albergaban usos diversos (mezcla de viviendas, talleres, almacenes, etc). Estas ciudades antiguas albergaban a grupos sociales diversos y aún hoy se pueden detectar su presencia en restos de juderías o morerías. Las ciudades romanas solían presentar plano en damero (campamentos militares) y se puede aun ver en algunas zonas de Zaragoza, León, Mérida, Barcelona, Valencia y Tarragona. Más claros son los restos medievales, tanto de ciudades musulmanas como cristianas (con un plano complejo, zocos, plazas, templo principal). La mayoría de plazas mayores y centros geométricos se construyen en la Edad Moderna. En el Barroco se embellecen las ciudades con amplias avenidas, plazas, jardines, edificios públicos (hospitales, hospicios) y las infraestructuras modernas de desagüe e higiene. 2

3 La época industrial implica modificaciones muy significativas en la estructura urbana. El plano se reforma y renueva, afectando especialmente a las zonas más antiguas ya que se abren nuevas plazas y grandes vías (Gran Vía). En los años 60 se densifica la trama urbana en sucesivos intentos de sacar rentabilidad al suelo, se sustituyen viejos edificios por viviendas en altura con estilos más modernos. Se plantean las primeras tesis conservacionistas de patrimonio. Los usos del suelo se terciarizan, los centros terminan siendo espacios comerciales y de negocios, además de sedes de instituciones públicas, se produce un notable aumento de la segregación social en el caso antiguo (grupos populares en barrios degradados y rentas altas en barrios renovados) En la época postindustrial los casos antiguos padecen nuevos problemas pues son incapaces de asumir la demanda de tráfico rodado (se peatonalizan calles), los edificios históricos sufren un claro deterioro, con viviendas que no responden a las exigencias de confort. Se acometen rehabilitaciones., reconstruyendo edificios para otros fines (culturales, museos). En cuanto a usos predomina en terciario con distinciones de actividades entre espacios degradados y renovados, que reflejan también diferencias sociales. Procesos de gentrificación. Ciudad industrial Se desarrolla entre finales del XIX y principios del XX con la implantación de industrias modernas que atraen nueva población a las ciudades, extendiéndose éstas fuera de las murallas preindustriales. Se crean ensanches burgueses, nuevos espacios para alojamiento de clases medias altas, con buenas condiciones de higiene, servicios, transporte, comercios. Adoptan planos en damero, con baja densidad (que aumenta con el tiempo) y usos principalmente residenciales. Se densifica y verticaliza con el tiempo, añadiéndose nuevos usos terciarios del suelo. Este crecimiento urbano implica la construcción de los barrios obreros e industriales en el extrarradio que, destinados a alojar al numeroso proletariado, ofrecen un claro contraste con el ensanche burgués: trama cerrada y densa, ausencia o escasa planificación, viviendas de escasa calidad y usos alternados (residencial, talleres, almacenes, industrias). Inicialmente carecían de servicios e infraestructuras. Actualmente estos barrios industriales han quedado emplazados en el centro urbano y han sufrido importantes transformaciones, de un vaciado industrial a usos del terciario, en paralelo a procesos de revalorización y especulación del suelo, aunque en algunos casos perviven áreas marginales y degradadas. Se acometen los proyectos de las ciudades-jardín. En Madrid es prototípico el proyecto de Arturo Soria de Ciudad Lineal, que incluía viviendas unifamiliares, zonas ajardinadas y una planificación de las vías y medios de transporte (urbanismo utópico). Periferia A partir de finales de los 50 y sobre todo en la década de los 60, se produce una notable transformación urbana en España. Asociado al éxodo rural, las ciudades ampliaron considerablemente su superficie, se crearon extensas periferias y algunas áreas urbanas se unieron con otros municipios conformando aglomeraciones (Madrid es un ejemplo paradigmático). Hoy el crecimiento de las periferias se mantiene, pero a un ritmo menor, insertado en otro nuevo proceso: el de creación de la ciudad difusa (con sus áreas periurbanas o rururbanas). En las periferias se distinguen distintas partes, según sus usos principales: 3

4 Los barrios residenciales, de diversas tipologías pero bastante homogéneos socialmente (fundamentalmente por el precio del suelo y la distancia respecto al centro). A su vez, se pueden distinguir los distintos tipos de barrios marginales (infravivienda, chabolas), los barrios de viviendas de promoción oficial (con gran desarrollo entre los 40 y 60), los barrios de viviendas de promoción privada (tramas abiertas, bloques en altura, zonas ajardinadas: son los barrios colmena ), los barrios de manzana cerrada que se extienden entre los 80 y 90 y las áreas de vivienda unifamiliar. En muchos casos se dan combinaciones de éstos dos últimos modelos en los nuevos barrios periféricos (PAUs). En las periferias también se construyen áreas industriales y de equipamiento, son los polígonos junto a las vías de acceso a la ciudad que encuentran de ese modo suelo más barato y comunicación con el centro. Por otra parte, las periferias se han convertido en espacios especialmente relevantes en la instalación de grandes superficies comerciales y de ocio. La descentralización de actividades económicas, culturales, etc hacen posible la instalación de centros escolares, hospitales, universidades. Aglomeraciones urbanas Algunas ciudades han crecido conectando con potros núcleos de población. Se distinguen varios tipos: áreas metropolitanas, conurbaciones, regiones urbanas y megalópolis. El área metropolitana es una aglomeración formada por una ciudad principal y varios municipios de su entorno, manteniendo importantes conexiones socioeconómicas. En este entramado la red de transporte juega un papel esencial. Esos municipios desarrollan modos de vida urbanos, aunque su pasado (incluso más inmediato) fuese rural. En la etapa industrial se crearon las principales áreas metropolitanas en España en torno a Madrid, Barcelona y Bilbao. Entre 1975 y 1990, debido al estancamiento económico y demográfico se detuvo el éxodo hacia los centros urbanos y mucha población se desplazó a las coronas metropolitanas, una población que se incrementa con la inmigración a partir de El espacio urbano se complejiza (en algunos casos se produce conurbación dentro de la corona) La conurbación es una aglomeración urbana continua que se forma con el crecimiento paralelo de dos o más ciudades hasta el punto de que llegan a unirse. Ejemplos en España son los ejes Málaga-Marbella, Alicante-Elche-Santa Pola o, en Galicia, Pontevedra-Marín. La región urbana es una aglomeración urbana discontinua formada por ciudades dispersas pero con la densidad suficiente para distinguirla de un espacio rural; un ejemplo en España es el área central Asturias, en torno a Oviedo. La megalópolis es una aglomeración urbana con una extensión suprarregional, constituida por diversos elementos urbanos (áreas metropolitanas, conurbaciones, pequeñas ciudades regiones urbanas) que presenta funciones distintas. En España, lo más parecido a una megalópolis sería el continuo urbanizado que va desde la frontera francesa hasta Cartagena, siguiendo el litoral mediterráneo y que incluye las áreas metropolitanas de Barcelona, Valencia y Alicante, las conurbaciones turísticas y muchas ciudades medianas e industriales. PROBLEMAS DE LAS CIUDADES ESPAÑOLAS En España- como en otros países- las ciudades presentan diversos problemas, sobre todo en las aglomeraciones urbanas: 4

5 - Problemas de aglomeración y difusión de la urbanización, que densifica la población y la edificación produciendo una presión sobre el suelo no urbanizado, la elevación de precios (en España se ha producido la denominada burbuja inmobiliaria ); esto hace necesarios nuevas redes de abastecimientos y equipamientos, que nos siempre se hacen coordinadamente; igualmente presenta importantes retos al transporte y al tráfico de vehículos: se crean las diversas vías de acceso y circunvalación - Problemas económicos debido al excesivo protagonismo del terciario, que mueven a la protección de las actividades primarias en el entorno urbano, así como el fomento de actividades industriales en parques tecnológicos - Problemas sociales de diverso tipo: estrés, aislamiento, hacinamiento, desempleo, desigualdades sociales y marginación. - Problemas ambientales característicos del microclima urbano (foco calorífico), contaminación atmosférica por el tráfico y los elevados niveles de contaminación acústica. Igualmente se plantean grandes desafíos en la eliminación de los residuos sólidos urbanos y en el mantenimientos de parques y zonas ajardinadas PRODUCCIÓN Y ORDENACIÓN DEL ESPACIO URBANO Todos estos problemas suponen un importante desafío para la propia producción del espacio urbano, que necesita planificarse. Los principales actores de la producción del espacio urbano son: - Los propietarios del suelo - Los promotores y las inmobiliarias - Los empresarios industriales - La ciudadanía - Los poderes públicos y políticos El urbanismo es la disciplina que se encarga de la ordenación del espacio urbano, y se inicia en España en plena etapa industrial, cuando las ciudades suponen un elemento poblacional, económico y político clave. Desde finales del XIX hasta bien entrado el siglo XX se acometen obras y reformas urbanas que regularizan el plano (ensanches) se realizan planes de saneamiento y de mejora de servicios y equipamientos (parque, tranvías, iluminación). Después de la guerra civil se afrontan obras de reconstrucción (muchas ciudades dañadas) y se elaborar las leyes sobre vivienda. A partir de los años 60, en un contexto de desarrollo, se remodelan centros urbanos, a veces destruyendo patrimonio y edificando en altura de tal manera que aumentó la congestión urbana y se hicieron evidentes muchos de los problemas antes citados. A partir de 1975, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) es el instrumento básico de todo municipio para ordenar y planificar el territorio. En el contexto democrático, se abre la participación de la ciudadanía en cuestiones de urbanismo, pero a la vez las ciudades se ven inmersas en una red mundial que las condiciona y redirige hacia funciones económicas específicas (centro turístico, cultural, de negocios ). 5

6 EL SISTEMA URBANO ESPAÑOL Las ciudades españolas están relacionadas entre sí, conformando un sistema urbano que, a la vez, mantienen conexiones con el sistema europeo. Características del sistema urbano español Hay que tener en cuenta varios elementos del sistema urbano: - El tamaño de las ciudades, en España 15 aglomeraciones superan el medio millón de habitantes, y entre las primeras ocupa un lugar destacado Madrid y Barcelona (sistema urbano bipolar), seguidas de Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga y la región urbana asturiana. Seguidamente hay un elevado número de ciudades entre los y habitantes - Las funciones urbanas; hay ciudades primarias (andaluzas, manchegas, murcianas) especializadas en el sector primario, ciudades secundarias especializadas en la industria (en País Vasco, Asturias, Cataluña) y ciudades terciarias especializadas en los servicios (hoy, la mayoría) - En España, las ciudades se organizan jerárquicamente en base a tu tamaño demográfico, funciones e influencia en otras áreas; así las metrópolis nacionales se ubican en la cima de esa jerarquía, destacando Madrid y Barcelona. Les siguen las metrópolis regionales, con influencia en su región: Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga y Zaragoza. A continuación se sitúan las metrópolis subregionales, más pequeñas, como Valladolid o Pamplona. En rangos más bajos se sitúan las ciudades medias y las ciudades pequeñas o villas Ver mapa de jerarquía urbana española en p. 344 El sistema de ciudades y sus cambios El sistema urbano español se caracteriza por situar en el centro de la península su principal eje de referencia, que es la ciudad de Madrid. Este sistema está heredado de la etapa industrial. Madrid, en posición central ocupa funciones mayoritariamente terciarias y ejerce una notable influencia sobre el resto de áreas urbanas, donde se destacan: - El eje atlántico gallego, entre Ferrol y Vigo - El eje cantábrico, que incluye el triángulos asturiano de Oviedo-Gijón-Avilés, Santander y el triángulo vasco de Bilbao-San Sebastián y Vitoria - Eje mediterráneo desde Gerona a Cartagena - El eje del valle del Ebro, con centro en Zaragoza - El doble eje andaluz, el litoral entre Almería y Huelva y el del valle del Guadalquivir Los cambios más recientes en este sistema urbano tienen que ver con dos cuestiones de lato calado sociopolítico, esto es el Estado de las Autonomías y el ingreso de España en la UE. En el primer caso se desarrollan los sistemas urbanos regionales, que ofrecen una alternativa al clásico sistema monocéntrico primado donde una ciudad polariza las relaciones y la dependencia de otras (Madrid, pero también es el caso de Barcelona en Cataluña, Zaragoza en Aragón). Se desarrollan sistemas monocéntricos jerarquizados, donde ya aparecen ciudades intermedias de influencia (Comunidad Valenciana, Andalucía) y también sistemas policéntricos (Galicia, Asturias, País Vasco, las Castillas). En el segundo caso, la red urbana 6

7 española se integra en la jerarquía europea y en el sistema de ciudades europeo, que tiene su centro más importante en el arco que va desde las ciudades británicas hasta las del norte de Italia (Ver mapa p. 347). La ubicación en este panorama internacional hace más evidente, la integración de las ciudades en el sistema urbano mundial, en un contexto globalizado, donde las principales urbes tienen que desarrollar sus especificidades, cuidar sus atractivos económicos, diversificar sus funciones y constituirse en ejes importantes. En este proceso, algunas ciudades han iniciado su declive y otras intentan presentar su candidatura mundial. En España, tanto Madrid como Barcelona, parecen ocupar sólo una posición secundaria y de influencia nacional en esa jerarquía mundial. 7