Verde era un hada muy popular en el bosque encantado. Tenía muchos amigos y los cuidaba muy bien.

Transcripción

1 Verde era un hada muy popular en el bosque encantado. Tenía muchos amigos y los cuidaba muy bien. Un día se enamoró del leñador. Un muchacho alto y fuerte. De anchas espaldas cariñoso y muy trabajador. Se fueron a vivir a una isla dentro de un gran río que separaba el Bosque encantado de la Aldea feliz. La isla tenía puentes que la conectaban con las dos riberas. Había varios por el lado del Bosque encantado y cada uno conducía a casa de uno de los amigos del hada. Ella los cruzaba a menudo para ver a sus amigos y su familia. Al principio el leñador parecía no tener ninguna objeción. Hasta que un día, mientras contaban le preguntó: 1 / 5

2 - Vas mucho a casa del Harry Potter Ese no fue tu novio? - Sí. Me gusta verlo y saber como está. Le contestó. - A mí me parece que no deberías ir. Siempre queda algo. Y cualquier día puedes caer en la tentación. - No tengo ninguna intención de serte infiel. Ahora es sólo un amigo. - Sí me quieres dejaras de verlo. Sentenció. Y continuó comiendo en silencio. Como el hada quería mucho al leñador dejó de ver a Harry. Es más decidió destruir el puente que conectada la isla con el camino a su casa. Todo volvió a la normalidad. Cazador y hada Verde vivían felices. Pero un día ella llegó tarde porque se le había pasado el tiempo charlando con su amigo el sapo. Al llegar a casa de se encontró a Cazador muy enfadado. - Me vas a hacer creer que sólo quedas con el sapo para charlar? - Es mi amigo. Además el está casado y es muy feo. No me gusta. - Cualquier día de estos lo besas y se convierte en un apuesto príncipe. Si me quieres deja de 2 / 5

3 verlo. Y el hada, como quería mucho al cazador cortó las cuerdas del puente que llevaba a la casa de su amigo el sapo. Pasaron los días y todo volvió a la normalidad. Hada Verde y Cazador continuaron viviendo felices en su isla, cada vez más aislada del Bosque encantado. Un día Cazador Volvió temprano y el hada no estaba en casa. Había ido a ver a unas ninfas amigas. - Perdona amor mío, una de las ninfas celebraba su cumpleaños y se me hizo tarde. - Veo que tus amigas son más importantes que yo. - No, para nada, cariño, pero me gusta verlas de vez en cuando. - Son una mala influencia, deberías dejar de verlas. Hada Verde fue destruyendo todos los puentes que unían su isla con el bosque encantado. Primero sus amigos la encontraron a faltar. Después se apelaron por no verla pero al final se adaptaron y siguieron haciendo su vida. Ella hizo nuevas amigas en el pueblo. Porque los puentes de ese lado del río no habían sido cortados De qué otra manera hubiese podido el leñador vender la madera que cortaba en el bosque? 3 / 5

4 Pasaron los años y el hada continuó viviendo feliz en su isla. Un poco apenada por poder continuar el contacto con sus amigos pero contenta porque estaba con su hombre y su proyecto de vida continuaba adelante. Pero un día todo se torció. El Cazador se presentó en casa y con el rostro cariacontecido le dijo: - Me he enamorado de la pastelera. Tengo que dejarte. - De esa niña? Le contestó el hada con los ojos llenos de lágrimas. - Ella me da algo que tú no puedes darme. Lo siento pero no puedo evitarlo. - Puedes quedarte en la casa, te regalo mi parte. Yo me iré a vivir al pueblo y me convertiré en panadero. Y dicho esto se marchó. El hada estuvo llorando durante varios días. Algunas amigas del pueblo la visitaban para consolarla, pero poco podían hacer. Se sentía muy sola. Un par de meses después empezó a aceptar el divorcio y decidió volver a ver a sus amigos del Bosque Encantado. Ni corta ni perezosa se encaminó hacia la orilla pero no la pudo cruzar, todos los puentes había caído. Bueno, ella los había hecho caer. Se sentó en la orilla y se puso a llorar desconsolada. Estaba sola, sola y abandonada. 4 / 5

5 Así estuvo un par de días hasta que oyó una voz al otro lado del río. Era su amigo el sapo: - Hola Hada Verde. Cuanto tiempo. - Sapo! Pensaba que no te iba a volver a ver. - Por qué? - Porque corté todos los puentes y ahora no puedo cruzar el río para visitaros. - Seguro? Le contestó Sapo mientras le guiñaba un ojo. El sapo había reconstruido la parte cortada del puente y la había escondido debajo de la que aún estaba en pie. Girando una manivela logró desplegarla y volver a conectar ambas orillas. Hada Verde pudo cruzar por él y visitar a todos sus amigos del Bosque Encantado. Otras hadas y otros hados no tuvieron tanta suerte y se pasaron muchos años aislados de sus amigos. {jcomments on} 5 / 5